B Í1> i i o g r a f ia
INSTITUTO DE,CULTURA POPULAR.—Cursillos
de Cultura general y Problemas de Tenerife, 1940. Te-
, ncrife. Asociación de Padres de Familia (Santa Cruz,
• Imprenta Católica, 1942). 49 336 pigs.
EH curso die lecciones recogido en este inuportante volumen, co^nstituyó un
esfuerzo y lun éxito, nada cctnunes en los intentos realizados en nuestra isla, para
atraer un |>úiblicio atento e intere«ad'0 a uma sala d* conferenciáis^ Todasi la®
entidades organizadioTas de actos culturales «aben cuan difícil es mantener ia
continuidad «n el interéK dW público y con ella un fruto provechoso para 'su educación.
Todas «stas dificultadas fueron veruddlaEg ppr la animosia entidad orga-nisadora
de «se Cursillo, im(pulsaxla por el ejempilo y la vólumtad de nuestro iluS'
tre Prelado Fr. Albino G. Menéndez-Reigada.
Las dH'Sertaciones reicogidias en el volumen ise agrupan en d^s 'seccionéis, una
de Cultura General, «n eil sentido de tema® universales, otra de Problemas de
Tenerife, esto es, de estudios isobre aispeotots locales de la economía y de la cultura.
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Su duda los más densos «etudioe insertoiá corresponden a la primera sección,
p«ro por ello precisamente caen w&s bien fuera de nuestro habitual campo
de trabajo, concretado generalmenite a la apoirtación. local a }OB fenómenos sociales
universales. Aún así no podemos dejar de mencionar los principales de estos
esitudiios que forzosamiertte interesan a todo honAtre culto: Cursillo sobre
Mística, por el Exomio. Sr. Obisipo Pray Albino; Relaciones del mundb humano
ton «i de los espíifitus, por el Dr. don José García Ortega; y Esbozo psíquico de
la oonciencia, por «1 R. P. Felipe de Hormaeche, S. J.
Los trabajos contenidos en la 'segunda sección son en su mayoría estudio»
de iSferentes aspectos de la economía de las Mas, copiosamente apoyadlos en
datos de todto género; Don Carlos Hardisson trató de las comunicaciones interiores;
don Félix de la Cruz, del Cultivo del cafe; don José Menéndtez, del ProiMe-ma
del azúcar; don Femando de Torres, del Tabaco; don F. Beautell, ée la Ecol-.
nomía cantairia en general; don Juan Lliso, de la. Refinería de Petróleo^; don Juan
LahRoclie,, dé la Aviación. Problemaia más propiamente sociales fueron tratadxw
por don Cándidoi.Giarcía Sanjuán y dbn Ángel "^niuesa, que enseñaron reapeoti-vamente
4»obre lo» problemas escolar y 'sanitario. En fin, tre» disertaclonw cierran,
«1 volumen que, tocantes a temas históricos o etAogiáficoo de Cáinai^,
eomentosnoB a «ontfínuación, por interesiarnp* de un «Hielo direóto y espeda}/
LORENZO-CACERES, André» de.—La Poesía canaria
en el Siglo de Oro.
Efte ensayo, breve pero penetraxite, entra 'plenamente en el' coimino de loa
quv ereén que la erítiioa literaria 'K ha de al'canzar el alma de la producdó>n que
ei^dia, en vez <de limitarse'a registrar .su» accidemites extrínseco» (viífai púWi-fia,
d*l autor, f«ií& de la obra, éxito de público, etc.), dfebe ser ella misma una
otera escrita con eénsibUídad literaria. Sólo sintiendo la poesía puede comprenr
dér<ela. Diflecarla fri«)inieate sobre la mesa de toboratorio nos podrá 8lumi'Ri«-
trar nnochos datoe interesantes de yario orden, pero nada podrá diecimoe de eu
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esencia poética. Por lo demás L.-C. es amigo d« la exactitud y sus trabajos, al
laxío de este aspecto literario, no descuidian jamás el diato erudita y .xfi«ciso.
Tras un rápido inveiitario dé los nombres menores, consagra capítulos especiales
a Viana, a Cairasco, y en fin, a Juan Bautista Poggio Monteverdie, el poeta
palmero con frecuencdia olvidado, signo intensamente representativo de s * tiempo
y de au i«la. '
UiM "Nota Bibliográfica", añadida en la separata publicada por el Instó-tuto
dé Estudios Canarios, aporta, todavía nuevos datos no incluidos en eJ texto
y vieno fe constituir, dentro del can^po de la producción poética cianea, vtn
apéndice a Ja "Bio-ihibl|ografía" de Millares. De especial mención es la cital
exacta de 6 Jocumentos del Archivo de Prcftocolo!s de la Isla, referentes aü poeta
Viana, fecthados entre 1591 y 1607.
HARDISSON Y PIZARROSO, Rafael.—Lo guandie
en la música popular canaria.
£1 autor que «n la separata citadla sustituye su nombre por el pseudóni*
rao de Amaro líefranc, esboza dos interesantes problemas de nuestro foMorte:
basándose tanto en las cdtas dte nuestros antiguos cronista» como en su íjono-clmieinito
insuperable de los aires populares isleños, demuestra que por lo menos
alpinas d!e las danzas que se llamaron canario tienen elementos de - aires
alborfgenes; y que existen varías dianzas populares de las Islas que se hallan en
mayor o nvenúr grado en el mismo caso. De ellas cita concretamente las saltonas,
el tanganillo y el tajaraste. Son resultados que parecen sólidamente eetaMe-ddos
y de un innegable interés en cuanto nos dejan entrever algo d'e los V^OK
res espirituales en la lejana vida indígena.
TORRES EDWARDS, Alfredo de—La pintará en
Canarias.
ESste intereisante estudio, prinwro, realmente dedicado a tal tema, contiene
una vasta infortpMción directa, qu^ por ello apreciamos doblemente, aunque a
voces (ÍB Suibestima por no proceder ^ erudición libresca; olvidando que los libros
se hallan en realidad al alcance de cualquiera con fundente dil1<geincia para
Ibusoarlos y pacáencia paisa leerlos, mientras que el conocimiento directo de
las «bms de arte ocultas en coleccionéis privadas o en la oscuridad die dapillas
di«piersato, sólo es diabíe a contados rebuscadores. Que el jiepertorio aducido esté
lejos áe «er completo, en nadla aminora el interés de lo inventariado. Y en «cate
caso «I señor Torres ha podido v^orar este conocimiento directo con la pericia
átil técnica y el gusto deT artísta. El trabajo que comentamos con>sta de tres
partes: prjimiero enumenía Torres algunas de la® obras (pSctóirica® que de fuWra
no* han Iletrado y se conservan en nuestra isla. Después estudia en forma pw^
sonail lae condSdones éd modelo que ise presenta ante «1 artísta canario, e«to
es, I« luz poderosa d« este cádo meri^Honal y los problemas técnicos y artfaUóor
qoe plantea y qwe Iwiy que vencer. Bn fin, pasa a ^xaminar la producdtitt die loé
artistas canarios. Inicia este reoorrido con un conjunto de retratos d« peifftonia-je
« tinerfejtos del «Iglo XVII que por la unidad y eaHi^Mt d« factura atribuye
a vea nArní» pinovl, «nncta* ni siquiera quepa conjeturar el nombre del «Hiato.
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¿ílo existirán en esas linajudas casáis, viejos inventarios, alguno de los cua^
1«B ayvdie <a. despejar esta incdgmita? Trata luego de la loibra y ^personalidad de
Cristábei de Quintana, de Jtian de Miranda, de Luis de da Cfvz, de Nicolás Al-faro,
de Valentín Sanz y de González Méndez, mientras renuncia a intentar un
examen-de la dbira de los contemporáneos que tanta «stíma 'han sabido.diar a fa
pintura canaria.. De la obra inventariada, especialmente de la máo anti$:iw, es
lástima ifo 06 hayan podiido dar unas muestra», siquiera en modesta reproduc-
<AáD fotográfica. Fensemo« que son valores de nuestra herencia colectiva que
están expuestos siempre a desapareoer, y en tai caso una 'buena reproducción
sei^a lo úttico que ipodría solvarlos en al'guna parte. ..
Publicadiui estas tres separatas como números de la colección de "Confe-'
reneias y lecturas" del Instituto, van revestidla» de la graciosa presentación que
da uíiidad a esta serie.—E. S.
BONNET, Buenaventura.—La Virgen del Socorro en
Tegueste CLa Tarde", 9 julio); La Virgen de Cande-iaria
y el Padre Espinosa ("El Día", 16 agosto); La
Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna
("El Día", 13 septiembre).
Satos tres artfctilos de nuestro compañero «eñor Bonnét aparecidos «m la
prensa insular dm-ante el pasado trimestre, tienen, cadsa uno en su tema, el in-terás
«rwfito de todios los traibajos del autor, aparte el aspecto divulgador que
exipAica «u publicación en líos periódicos. El primero recuerdi una visita a la ermita
de la veneraida Virgen del Socorro, en el valle de Tegueste, objetó de antigua
y acendrada devoción poipular. La ermita y la guardanfa aneja es una antigua
fundación de la Orden agustlna, la primera estaiblecida en la Isla, a raíz
mismo de su conquista. Fundada antes que la misma parroquia (1630), es probable
que .precediese también a las otras fundaciones agustinas, el convento de
la OrvbBTa y «J de La Laguna, si bien el .edificio, destrufdo por ilos aluviones
tuvo qne »er reconstruido diversas veces. Pero ha guardsado intacto caBi el valioso
cuadro con la imagen ée la Virgen, d!el que én los convento* citados se eathií-bían
coplas antiglms. El examen de la fina ipíntut» original induce a Bonnet a
^aitrlboirio a la escuela -veneciíana y avm al taUer mismo de Bellinl. Apoy» Botni-net
su estudio de }«» vicisitudes de.la ermita «ri escritos del sacerdote artista
.Antonio Pereira, que fué párroco de Tegueste y en una Memoria anónima que
los acompaña, conserrados en nuestra Real Sociedad' Económica de Tcnniife.'
Brt P. Bspinosa, el más veraz y concienzudo de nuestro» arrtiguos crowi»-
ta», y de «a «ibra en «acadtooión de la Virgen de Candelaria «e ha ocupado Bon-ne*
«n otras ocasiones con amplitud. Aún asi en este artícwte fija el fallecimiento
del éoRiSnieo, en Jo* últimos años del siglo: XVI y presenta la sospecha die iq»«
«storlMa en Isla» bastante antes de la época que se suponía, por hallar cit«dk>
va Vny Alonso, dominioo, en l'5d8. CSta además fragmeirto» de la últimiái parte
de su (ürat, cajrf- desoonocMa ipor haber sido Omitida en kts rein^presionm «[uc 'se
han iMcbo de la e^eiÓR príncipe, rarí«nM.
•(B artfeulo sobre 1» Venerable Esclwvitud del Santísimo Cristo, és una, mi-nodoM
liMotia, de tesa cofradía, baMada en la, decunventoeién 4» «n tpMpio «r-
chivo. La califica de la mks antifrua de Canarias, pues «i bien no consta isu piri-mer
establecimiento, contaba ya con larga vida cuando, en 1659, se transformó
en la ariistocrática Esclavitud, am núnaero cerrado de individuos y admiiaiín reí-servada
que le dio carácter en los siglos siguientes; proibaiblemente su orig«n
coincide, con los comienzos de la;devodón especial a la Sagrada Imagen, que será
lo mismo que «u llegada a la Isla. El sdglo XIX fué de d\ira ¡prueba para esta
devoción; coroentzando con el incendio que redujo a cenizas el temiplo d» San Migue}
d e las Viotorias, acanto el más espléndido de La Lagaña, (resipecto die cuya
fundación hemos visto Datas qu^ demuestran cuanto interesó al Adelantado),
se pudo por fortuna salvar de él la propa Imagen, tesoro insus'titufibl^
Después las revoluciones y vicisitu<íes políticas zarandearon la institución y sus
bienes, pero a través de todo pudo Itegar a nuestro siglo 'con un caudal de de^
voción poxnilaír jamás menguado. Con é#puede la Esclavitud mirar con ofitimiff-mo
el futuro y abrigar ambiciosos .proyectos de edaficadón de un nuevo tenrplo
digno de la Sagrada Imagen y de su veneración.—E. S.
TARQUISt Pedro.—"El pulpito de la Catedral de La
Laguna". Diario "La Tarde" correspondiente a loe dias
18, 19, 22 y 28 de agosto.
Este trabajo comistituye una comipleta información en la que se dan' a conocer
diaios muy curiosos entresacados de un legajo que existe en la Biblioteca
Provincial de La Laguna respecto, a esa joya de arte, y en el que figuran las cartas
que nwdiairom entre Andrés José Jayme, donante del pulpito, y Domingo Ca-vazola,
encwrgadto en Genova de aKfejuirir la obra.
El autor transcribe aJiguna® de las cartas cruzadas entre Jayme y Cavr.zola,
y por ellas se ¡sabe que d "pulpito costó unos 800 ^tesos de islasi, que isu autor fai
Pascual Bochiairdos discípulo aventajado del notaible escultor Francesco Schi%fíno,
que ise Jie ©ncairgó en 1764 y llegó a Tenerife en 1767, después d« varios incidlen-teis
que apunta «1 señor Tarquis, dando aimemddladi e interés al trabajo (periodístico.
' . '
La divulgacdóin, escrita con soltura y a la que el autor agrega datos de investigación
propia, merece ser conocida de cuántos se lirteresan por esos temas
de histeria y arte.
GONZÁLEZ DÍAZ, Francisco.—"Cervantes, Don Quijote,
(España..." Tip. "Diario". Las Palmas, 1942. St fí-ginaa
en 89.
De nuevo este brillante escritor ha dado gallardas muestras de su ins«nio
sieiinpre loiano, como en ilos tiempos que escribió aquel libro tan sugestivo que
tituW "A través de Temerife". «
EJ aiutor, proeiista y poeta a la vez, se propuso relacionar en su trabajo tres
iwmemiBld^udes: Cervantes, Don Quijote y España, logrando .cumplidamente su
empeño con uri sentidlo profundam.«nte nacional V filosófico, -expoesto con magnificáis
imácgene» y atildado lenguaje. Para GonzáJez Díaz, CervamteB es Oon
Quijote y Don Quijote y Cervantes «ion España, pues viv«n la utísma •vida torturada
y excelsa, en busca de .camino^ para Ueg^ar «I bien, a da verdad y a la