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XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO: ARQUEOLOGÍA DE UNA COLECCIÓN ARTÍSTICA THE ART IN EL MUSEO CANARIO: ARCHEOLOGY OF AN ART COLLECTION Fernando Betancor Pérez Cómo citar este artículo/Citation: Betancor Pérez, F. (2017). El arte en El Museo Canario: arqueología de una colección artística. XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016), XXII-058. http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/10000 Resumen: En este artículo nos aproximaremos al estudio de la relación establecida entre El Museo Canario y el arte. Para ello analizaremos los hitos histórico-artísticos más significativos que expresan esos vínculos y analiza-remos su colección de arte. La colección artística de El Museo Canario es una de las menos conocidas de las que se conservan en la institución y es el resultado de más de cien años de historia. Aunque en esta ocasión nos de-tendremos de manera especial en el análisis de la sección pictórica, la colección está integrada por 725 obras (pintura, grabado, escultura y dibujo). Palabras clave: El Museo Canario; Arte; Pintura; Canarias Abstract: In this article, we will approach the study of the established relationship between El Museo Canario and art. To be able to do this, we will analyze the most significant historical landmarks that show those links, and we will analyze their art collection. El Museo Canario's art collection is one of the least popular from the ones saved in the intitution eventhough it's the result of more than 100 years of history. This collection is com-posed from 725 pieces (paintings, sculptures, drawings and engravings) but in this case, we are going to analyze in depth the pictoric section. Keywords: El Museo Canario; Art; Painting; Canaries ¿ARQUEOLOGÍA DE UNA COLECCIÓN ARTÍSTICA? Cuando evocamos El Museo Canario nos viene a la memoria la sala Verneau dominada por la impactante presencia de cráneos y restos momificados o la rica colección de piezas de cerámica que forma parte de la exposición permanente. Porque si bien es cierto que en un inicio la Historia Natural desempeñó un papel de primer orden en la configuración del Museo, y que posee uno de los centros de documentación más importantes del Archipiélago, no es menos cierto que desde su origen la Sociedad Científica mantuvo una vocación arqueológica que iría en aumento con el paso del tiempo. Así, en la actualidad la sección museística de la Sociedad Científica se ha convertido en un museo arqueológico especializado en las formas de vida de la población indígena de Gran Canaria. Esta realidad ha llevado a que otras colec-ciones hayan tenido un tratamiento desigual, quedando en algunos casos olvidadas. En este sentido, la artística es una de las colecciones menos conocidas de las que integran los hete-rogéneos fondos de El Museo Canario. Cada una de las piezas que la conforman han perma-necido en la sombra, sepultadas por la magnitud de los restos arqueológicos que dan la carac-terización principal a la centenaria institución. De una manera gráfica podríamos afirmar que hasta 1999 esta olvidada colección se encontraba situada en el nivel estratigráfico más pro- Archivero. Sociedad Científica El Museo Canario. C/ Dr. Verneau, 2. 35001. Las Palmas de Gran Cana-ria. España. Teléfono: 34 928336800; correo electrónico: fbetancor@elmuseocanario.com FERNANDO BETANCOR PÉREZ 2 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 fundo de una hipotética excavación arqueológica, hecho que ha sido el origen de que haya habido que emprender un trabajo casi arqueológico para conseguir su recuperación, rescate que todavía no podemos dar por concluido, puesto que aún resta por documentar diversas pie-zas y ponerlas en valor. Por lo tanto, con este texto1 tratamos de dar a conocer una colección que, a pesar de su modestia, presenta algunos destellos de gran valor plástico, y es un conjunto artístico cuya génesis y desarrollo corren de manera paralela a la historia del propio museo en el que se in-serta, adquiriendo por ello un gran valor patrimonial e histórico. EL MUSEO CANARIO Y LAS ARTES PLÁSTICAS Desde un primer momento El Museo Canario contó entre sus objetivos con dar forma a una colección de objetos artísticos canarios, convirtiéndose lo contenido en el artículo prime-ro del primer Reglamento de la Sociedad en la expresión originaria del interés que despertaría el arte en la institución2. En 1879, año del establecimiento de El Museo Canario, no existía en Gran Canaria entidad alguna que contara con una exposición artística permanente, hecho que llevaría a sus fundadores a plantear este propósito como una verdadera necesidad que vendría a llenar un vacío en el espacio cultural grancanario3. Pero antes de ocuparnos del análisis de la colección artística es imprescindible identificar siete hitos históricos y artísticos de gran trascendencia que nos ayudarán a comprender mejor la vinculación sostenida por la Sociedad Científica con el arte. Gabinete de reproducciones Una de las primeras actividades a través de la que se manifestó esta relación entre El Museo Canario y el arte la constituyó la puesta en marcha de un “Gabinete de reproducciones artísti-cas”. La iniciativa de dar forma a esta nueva sección partió en diciembre de 1903 del socio Ma-nuel Valido Rodríguez. Con la finalidad de estudiar la idea fue nombrada una comisión integra-da por José Franchy y Roca, Federico Valido y Amaranto Martínez de Escobar4. Aunque ésta informó de manera favorable el objeto de su consulta, manifestó, no obstante, su preocupación ante la inexistencia de un local adecuado para exhibir las piezas que integrarían el gabinete5. A pesar de ese reparo -que demuestra la preocupación de los miembros de El Museo por exponer de forma apropiada sus colecciones-, la junta directiva admitió finalmente la iniciativa6. Sin embargo, no sería hasta 1906 cuando se dio el verdadero impulso a la idea, recono-ciendo ese mismo año el secretario de la institución que “…se había echado en olvido la crea-ción del gabinete de reproducciones o vaciados…”7. Con el objetivo de subsanar ese olvido se establecieron los primeros contactos con José Ramón Mélida, director del Museo de Repro- 1 Este texto, síntesis de la conferencia dictada en el Centro de Arte la Regenta (Las Palmas de Gran Cana-ria) en 2013, forma parte de una investigación en curso sobre la relación de El Museo Canario con las artes. 2 Reglamento… (1879), p. 1. En el artículo primero del reglamento ya se hace alusión al coleccionismo de objetos de arte: “Esta Sociedad se propone crear un Museo, donde, en sus correspondientes secciones, se colec-cionen y expongan al público objetos de ciencias naturales, arqueológicas y de artes …” 3 No obstante, el Gabinete Literario había puesto en práctica diversas iniciativas artísticas y expositivas desde su fundación en 1844. CAMPOS ORAMAS (1998); NARANJO SANTANA (2016). 4 Archivo General de El Museo Canario (AMC/AMC). Libros de actas de la Junta directiva (LAJD). Se-sión de 16 de diciembre de 1903. Libro 2, f. 108r. 5 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 24 de enero de 1904. Libro 2, f. 108v. 6 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 1 de febrero de 1904. Libro 2, f. 111r-111v. No obstante, fue reconocido que era urgente la reforma de los estatutos para poder encajar el nuevo gabinete en El Museo Canario. 7 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 20 de octubre de 1906. Libro 3, p. 13. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 3 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 ducciones Artísticas de Madrid8. La colección fue solicitada al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de manera oficial en 19079. No sería hasta final de ese mismo año cuando se concedería el lote de vacia-dos, comisionándose al propio José Ramón Mélida para que se encargara de su remisión a Las Palmas de Gran Canaria. No obstante, las reproducciones se hicieron esperar algunos meses más10, presentándose la nueva colección el 24 de mayo de 1908 -coincidiendo con la celebra-ción de los actos conmemorativos del XXVIII aniversario de la inauguración de El Museo Canario-, en el salón de actos municipal decorado para la ocasión con las reproducciones rea-lizadas por Lucas Bartolozzi11. Al margen del interés que presenta esta iniciativa, es preciso subrayar que la recepción de este repertorio escultórico, suscitó un debate interno sobre la idoneidad de la creación de esta nueva sección con aquel material, puesto que los estatutos de la Sociedad parecían no permitir el ingreso de aquellos vaciados al no tener relación con Canarias. Sin embargo, el debate se zanjó, no sin ciertas dudas sobre la necesidad de reformar los estatutos, basándose en el hecho de que El Museo Canario “…había sido creado para el fomento y adelanto de las ciencias, letras y artes…”12, teniendo cabida en él, por tanto, una colección de estas características13. La colección fue trasladada en 1920 desde las Casas Consistoriales a la sede social de la calle doctor Chil, encargándose al pintor Eladio Moreno Durán la dirección de la nueva ubicación14. Exposición de artistas canarios en Madrid El Museo Nacional de Arte Moderno (Madrid) fue el marco que sirvió de escenario para la celebración en 1943 y 1944 de sendas exposiciones dedicadas al arte canario. La provincia de Santa Cruz de Tenerife presentó las obras de sus artistas en 1943, mientras que la de Las Pal-mas hizo lo propio en el verano del año siguiente. Las muestras fueron ideadas por Juan Con-treras y López de Ayala, marqués de Lozoya y Director General de Bellas Artes (1939-1951), con la finalidad de “...procurar la valoración de todos los elementos que constituyen la escuela de arte hispánico...”15. Éste, no dudó en encargar a El Museo Canario la organización de la exposición referida a Las Palmas, figurando en la comisión ejecutiva de la misma tanto el presidente de El Museo Canario, José Díaz Hernández, como su secretario, Eduardo Benítez Inglott. La Sociedad Científica se encargó de convocar a los artistas y de reunir todas las 8 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 24 de diciembre de 1906. Libro 3, p. 227. Éste informó a los miembros de El Museo Canario que la Academia de Bellas Artes de San Fernando concedía gratuitamente colecciones de vaciados a los museos que lo solicitaran, debiendo el receptor abonar el embalaje y traslado. 9 AMC/AMC. Correspondencia (C), 1907. Carta remitida por Teófilo Martínez de Escobar al Ministerio de Instrucción Público y Bellas Artes [1907]. 10 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 13 de enero de 1908. Libro 3, p. 28. Al haberse agotado el crédito de 1907 para este tipo de asuntos, debió esperarse a la entrada en vigor del presupuesto de 1908 del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. 11 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 6 de abril de 1908. Libro 3, pp. 48-49. Fueron remitidos 13 vaciados: Venus de Milo, esclavo de Miguel Ángel, Discóbolo de Scopas, Fauno del cabrito, Baco de Sansovino, Venus de Medicis, Busto de Carlos V y 6 tableros de Florencia. AMC/AMC, C, 1908. Carta remitida por José Ramón Mélida a Amaranto Martínez de Escobar. En esta carta indica cómo han de ser los pedestales en que deben estar expuestas las piezas. 12 AMC/AMC, C, 1907. Carta remitida por Teófilo Martínez de Escobar al Ministro de Instrucción Públi-ca y Bellas Artes. 13 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 24 de noviembre de 1921. Libro 3, p. 237. Tanto es así que en 1921 se comunicó a la Junta la donación de un nuevo lote de vaciados por el Museo de Reproducciones Artísticas. 14 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 6 de abril de 1920. Libro 3, p. 227. Como es sabido, El Museo Canario ocupó sus primeras décadas de andadura unas salas en las Casas Consistoriales de Las Palmas de G. C. En la actualidad se conservan 3 piezas de esta colección: bustos de Carlos V, Aquiles y Séneca. 15 Exposición… (1944), p. 10. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 4 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 obras que figurarían en el catálogo final de la muestra. Por su parte, el Cabildo Insular de Gran Canaria sería responsable de remitir las piezas a Madrid16. 97 obras pictóricas y 27 esculturas fueron presentadas en agosto de 1944 en el Museo Na-cional de Arte Moderno (Madrid), contándose con la participación, entre otros, de Néstor, Juan Carló, Jesús González Arencibia, Tomás Gómez Bosch, César Manrique, Nicolás Mas-sieu y Matos, Francisco Lasso, Manuel Ramos o Juan Jaén17. Esta exposición no sólo representó un nuevo acercamiento de El Museo Canario a las artes plásticas, sino que, ante todo -además de suponer una posibilidad de promoción para los artis-tas isleños-, fue el reconocimiento oficial de que la Sociedad Científica grancanaria era una institución capacitada para desarrollar aquel encargo. Incorporación al C.S.I.C. En 1944 en El Museo Canario daba comienzo a una nueva etapa marcada por su incorpo-ración al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, integrándose un año después en el Patronato de Centros de Estudios Locales, sección rebautizada con posterioridad como Patro-nato José María Quadrado18. La adhesión de El Museo Canario al C.S.I.C. -segundo en Cana-rias la del Instituto de Estudios Canarios- marcó un hito en su devenir histórico. Por un lado, las subvenciones recibidas posibilitaron el regreso al panorama editorial de la revista El Mu-seo Canario, cuya publicación se había interrumpido en 1933. Por otro lado, los centros ads-critos al Consejo quedaban al margen de la censura previa, prerrogativa que influía no sólo en la facilidad para emprender investigaciones sin cortapisas, sino que esa libertad de acción permitía a los gestores de los centros adscritos diseñar una programación en la que podía tener cabida cualquier tipo de actividad sin el temor de que fueran prohibidas por los estamentos oficiales. Esta situación posibilitó que las puertas de El Museo Canario estuvieran abiertas a cualquier manifestación cultural, desde las más tradicionales a las más modernas. Por tanto, no tener que pasar la censura previa garantizaba la presentación de actos que, por su contenido excesivamente contemporáneo o por ser demasiado lejanos a los ideales del régimen político imperante, no era posible convocar en otro tipo de establecimientos. En este sentido, en 1950 el pintor Felo Monzón, en la inauguración de la exposición del pintor José Julio Rodríguez, afirmó que aquel era un buen ejemplo de que El Museo Canario tenía “…siempre abiertas sus puertas para toda manifestación artística, aún siendo como la pre-sente, por su avanzada manifestación ultramoderna, de marcada impopularidad…”19. Sala de exposiciones La apertura de una sala de exposiciones fue el hito más significativo a través del que se manifestó el estrecho vínculo establecido entre El Museo Canario y las artes. 16 AMC/AMC. ES 35001 AMC/AMC 3439. Expediente sobre la exposición de artistas canarios en Ma-drid, 1944. La exposición contó con el apoyo económico del Ministerio de Educación Nacional gestionando El Museo Canario todos los gastos generados, que iban desde la adquisición de lienzos por parte de los artistas, hasta la compra de pigmentos, bastidores, etc. 17 Exposición... (1944). En la introducción del catálogo, escrita por el marqués de Lozoya, fue destacada la obra de Néstor, de quien se exponía su Poema del Mar; de Nicolás Massieu y Matos, del que se mostraban 20 obras; y del escultor Manolo Ramos. Fueron impresos 1000 catálogos de 64 páginas. 18 Dicho patronato, al igual que el resto de los que daban forma a la estructura del C.S.I.C., desaparecería en el año 1977. En la actualidad, El Museo Canario continúa vinculado al Consejo formando parte de la Confe-deración de Centros de Estudios Locales (C.E.C.E.L.). 19 Falange, 15 de marzo de 1950, p. 2. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 5 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 La institución no había contado hasta la década de 1940 con un espacio adecuado creado ex profeso para celebrar actos, debiéndose adaptar las salas del museo cuando se celebraba algún evento, tal como sucedió en 1937 con motivo de la exposición de tres obras de Jesús González Arencibia y dos de Plácido Fleitas20. Ante esta carencia de infraestructuras, en 1945 los miembros de la junta directiva gestiona-ron una subvención, proveniente del Mando Económico de Canarias, con la finalidad de “…aprovechar los patios posteriores de las casas nº 33 y 35 de la calle del Dr. Chil”21, que eran espacios inservibles para la función museística. La obra de remodelación, proyectada por el arquitecto Fernando Delgado, supondría la construcción de dos plantas. La baja estaría ocupada por un vestíbulo y por salones anexos a la biblioteca. La planta alta sería destinada a salón de actos y sala de exposiciones. Esta edificación fue inaugurada el 3 de febrero de 1946. Con la construcción de estos nuevos locales no sólo fueron mejoradas las condiciones del área bibliotecaria, sino que, asimismo, se dieron las circunstancias adecuadas para que pudie-ran ser organizados todo tipo de actos culturales. Entre éstos, desempeñó un papel de primer orden la actividad expositiva. Así, los artistas insulares tuvieron desde 1946 un nuevo salón en el que dar a conocer su producción plástica. Escuela Luján Pérez: sección artística de El Museo Canario En el año 1917 Domingo Doreste “fray lesco” publicó en el periódico “La Crónica” un artículo bajo el título de “Los decoradores del mañana”. En aquel texto, no sólo exponía su idea de crear una escuela de artes decorativas, sino que criticaba con contundencia la, a su juicio, precaria situación educativa, cultural y estética existente en la capital grancanaria. Este artículo sería el origen de la Escuela Luján Pérez, un centro en el que el alumno gozaba de total libertad creativa y en el que se trataba de proporcionar una formación artística y cultural en el amplio sentido de la palabra. Fue el mismo año de su fundación, en 1918, cuando la Escuela entraría en contacto con El Museo Canario, solicitando el préstamo de algunas de las piezas de la ya citada colección de reproducciones artísticas. Sin embargo, el gran vínculo estético entre la Escuela y El Museo Canario se produjo a través de los restos de la cultura material aborigen. Así, los alumnos del centro docente -encabezados por Plácido Fleitas- “descubrieron” la cerámica prehispánica, erigiéndose en fuente de inspiración en sus creaciones artísticas. Con posterioridad, en la década de 1950, cuando la Escuela no pasaba por su mejor mo-mento económico, volvió a confluir la historia de las dos instituciones. Por un lado, en 1953 se celebró en los salones de El Museo Canario la segunda exposición colectiva del centro artístico22. Por otro lado, con la finalidad de darle un nuevo impulso que le devolviera su anti-guo esplendor, en 1956 la Sociedad Científica tomó bajo su patrocinio la Luján Pérez con la finalidad de “...conservar el espíritu primitivo evitando se convierta en una academia 20 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 3 de mayo de 1932. Libro 4 p. 242. Esta puede ser considerada la prime-ra gran exposición de arte celebrada en El Museo Canario. No obstante, en 1932 el escultor Manolo Ramos pro-puso la celebración de una muestra, pero la ausencia de documentación al respecto nos inclina a pensar que nun-ca llegó a realizarse. Del mismo modo, en 1932, coincidiendo con el segundo centenario del nacimiento del historiador José de Viera y Clavijo y el cincuenta aniversario de la instalación oficial de El Museo Canario fue organizada una exposición de copias fotográficas de los dibujos del manuscrito de Leonardo Torriani. Esta muestra sí llegó a realizarse contándose con Alberto Manrique de Lara como iluminador de las instantáneas y director artísticos de la exposición. Conmemoración... (1932). 21 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 6 agosto 1945. Libro 6, f. 166v-168r. 22 BARQUÍN (1953, 5 y 6 de junio), pp. 5 y 7. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 6 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 más...”23. Con tal objetivo la Escuela, aunque quedaría instalada en las dependencias de la Sociedad Económica de Amigos del País, pasaría a constituir la sección de artes plásticas de El Museo Canario, reglamentándose de manera adecuada la nueva situación24. A la espera de que fuera redactado dicho reglamento -aprobado en 1958- la Escuela Luján Pérez sería inau-gurada como sección artística de El Museo Canario el 28 de julio de 195625. Una exposición de la obra de Jorge Oramas26, sirvió como punto de arranque para la nueva etapa en la historia de la Luján Pérez. Entre 1959 y 1965 la Escuela figurará consignada en el capítulo sexto -dedicado a actos y actividades culturales- de los presupuestos de El Museo Canario concediéndosele una sub-vención anual de 12.000 pesetas27. En 1965 fue creado el Patronato de Escuelas Municipales de Artes, organismo del que pasó a depender económicamente la Escuela Luján Pérez28, si bien esto no ha impedido que las relaciones entre ambas instituciones se hayan mantenido hasta la actualidad29. “Laboratorio de Arte” Esta denominación fue la elegida por José Miguel Alzola González para designar una ini-ciativa con el objetivo de crear un catálogo fotográfico monumental y artístico de las Islas Canarias. El señor Alzola, por entonces miembro de la comisión de arte de El Museo Canario, propuso a la Junta Directiva el 23 de febrero de 1956 la creación de este “Laboratorio” en el que se obtendrían copias de todos los negativos existentes en la institución museística referi-dos a obras de arte30, si bien el objetivo general no era otro que la confección de un archivo de fotografías y clichés de objetos, obras y monumentos artísticos canarios31. El catálogo comenzó a ser confeccionado, no sólo tomando como base estos negativos pre-existentes, sino a partir de las reproducciones fotográficas de las obras escultóricas de José Luján Pérez que habían sido realizadas para ilustrar la monografía que, inscrita en los actos conmemorativos del bicentenario del nacimiento del escultor guiense, había encargado El Museo Canario a Enrique Marco Dorta32. Pero el fin del “Laboratorio” era mucho más ambicioso, razón por la que en el verano de 1956 se puso en marcha una campaña artística en Fuerteventura y Lanzarote con el propósito de “…obtener una colección exhaustiva de fotografías de todo el tesoro artístico dispuesto en aquellas islas…”33. El resultado final de esta iniciativa estaría integrado por un corpus contenido por una ficha catalográfica34 de cada objeto artístico35. El valor de estos documentos es incalculable, ya que 23 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 17 de junio de 1957. Libro 7, f. 178v. 24 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 3 de noviembre de 1958. Libro 7, f. 192r-194r. 25 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 18 de junio de 1956. Libro 7, f. 164r. El deseo de la Junta era inaugurar la Escuela el 18 de julio de 1956, debiéndose retrasar el acto diez días. 26 Falange, 29 de julio de 1956. 27 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 21 de noviembre de 1956. Libro 7, f. 167r. Ya en 1956 El Museo Cana-rio se había hecho cargo de algunos gastos. Así, abonó 5.896 pesetas para la adquisición de caballetes, sillas, carpetas, etc. También aportó 3.000 pesetas con el fin de disminuir el déficit que padecía el Centro. 28 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 21 de junio de 1965. Libro 8, f. 116v. 29 Así, la Escuela Luján Pérez concedió el título de socio honorífico a El Museo Canario en 2008 por su contribución al cumplimiento de los fines del centro artístico. 30 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 18 de junio de 1956. Libro 7, f. 164v. 31 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 23 de febrero de 1956. Libro 7, f. 135v. 32 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 21 de mayo de 1956. Libro 7, f. 160r. 33 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 18 de junio de 1956, fol. 164v-166v. La expedición, con una duración de 45 días, fue dirigida por Enrique Marco Dorta con el auxilio de Miguel Tarquis y José Naranjo. 34 Las fichas poseen la fotografía correspondiente, pero se encuentran sin contenido textual. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 7 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 -además de mostrarnos el interés del museo por el arte-, nos ofrece una visión general del es-tado de conservación del patrimonio en aquel momento. Premio de artes plásticas Alicia Sarmiento El 19 de mayo de 1977 se produjo el fallecimiento de la socia de El Museo Canario Alicia Sarmiento Pérez (1917-1977)36. La finada no olvidó en sus últimas disposiciones a la Socie-dad de la que era partícipe, legándole parte de su biblioteca, un sofá de caoba y un bargueño37. Asimismo, la señora Sarmiento dejó consignada una cantidad económica con el fin de instau-rar, con los intereses que fuera produciendo, un premio de artes plásticas que llevaría su nom-bre y sería otorgado por El Museo Canario con el objeto de ayudar a jóvenes que desearan realizar estudios de Bellas Artes. La convocatoria de la primera edición de dicho galardón se llevó a cabo en 1979, integrán-dose la concesión del mismo en el programa de actos organizado para conmemorar el primer centenario de la fundación de El Museo Canario38. Con posterioridad, y durante la década de 1980, el premio fue transformado en un concurso escolar de expresión artística, entregándose lotes de libros a los alumnos destacados. Este cambio de orientación tenía su razón de ser en que fuera creciendo el capital originalmente consignado -por otro lado ya devaluado-, y poder así ofrecer una beca más sustanciosa a los futuros artistas39. En 1987, el galardón fue concedido en la XIX Exposición Regional de Be-llas Artes celebrada en el Gabinete Literario40. Por último, a finales de la década de 1990 se reanudó la convocatoria entre los artistas lo-cales, concediéndose la distinción con carácter bienal y participando en la selección de artistas premiados la Escuela Luján Pérez. A través de este rápido recorrido nos hemos aproximado a los siete hitos más expresivos de la relación que ha mantenido El Museo Canario con las artes plásticas. Cada uno de estos sie-te elementos41 ha tenido repercusión directa sobre la colección artística, cuya formación está íntimamente ligada a la propia historia de El Museo. LA COLECCIÓN ARTÍSTICA La colección artística de El Museo Canario es el resultado de más de cien años de historia. Entre las piezas que la constituyen se encuentran preferentemente obras generadas a lo largo de los siglos XIX y XX, coincidiendo con el propio desarrollo de la Sociedad Científica, si bien, podremos encontrar algunos ejemplares creados en siglos precedentes, fundamentalmen-te en el ámbito del grabado. Entre el patrimonio artístico de El Museo Canario encontramos 726 piezas distribuidas en cinco técnicas artísticas: la pintura (290), el grabado (313), el dibujo (104), la escultura (18) y 35 De las referidas a Gran Canaria y Fuerteventura se conservan 122 y 207 fichas respectivamente. La ex-pedición a Lanzarote no debió de realizarse, puesto que no existe ficha alguna relativa a dicha isla. 36 La Provincia, 20 de mayo de 1977, p. 48. 37 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 25 de octubre de 1977. Libro 9, f. 161r. 38 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 12 de enero de 1979. Libro 9, f. 175v-176r. 39 Premio… (1992). 40 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 19 de octubre de 1987. Libro 11, f. 61v. El Gabinete Literario solicitó a El Museo Canario su colaboración otorgándose el Premio Alicia Sarmiento en dicha muestra. 41 Al margen de estos elementos básicos El Museo Canario también participó en otras iniciativas de índo-le artístico como las dirigidas a la erección de monumentos o la colaboración en eventos expositivos. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 8 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 la fotografía (1)42. Génesis y crecimiento de la colección Como hemos señalado con anterioridad la colección artística de El Museo Canario se ha ido configurando de manera paralela al desarrollo de la propia institución. Su crecimiento se ha producido de manera paulatina, combinándose etapas de estancamiento con épocas de gran actividad. De una manera general, podemos establecer tres etapas en lo que al incremento de la colección respecta: — 1879-1947: da comienzo con la fundación de El Museo Canario, prolongándose hasta el año en que se celebran de manera habitual exposiciones en el salón de actos construido en 1946. Es un período dominado por la donación como forma de ingreso y marcado por el cre-cimiento lento. — 1948-1974: etapa de gran esplendor para el arte en la Sociedad Científica al iniciarse el programa de exposiciones temporales. El rápido crecimiento está sustentado en las donacio-nes que los artistas realizarán tras la clausura de sus respectivas muestras. — 1975-2016: la última etapa está marcada por un nuevo declive inicial al reducirse el número de exposiciones de artes plásticas. El crecimiento se sustentará tanto en las donacio-nes como en las adquisiciones. Hay que subrayar que a partir de 1999 se producirá un incre-mento en los ingresos a raíz del impulso concedido al Premio Alicia Sarmiento, al donar los galardonados una obra con destino a la colección de El Museo. La colección pictórica: del retrato a la abstracción Nos detendremos de manera especial en esta ocasión en la colección de pintura, puesto que, a nuestro juicio presenta un mayor interés que las restantes técnicas artísticas presentes en la colección, al contener piezas de gran valor y estar representados en ella pintores de re-conocido prestigio en la plástica insular, como, entre otros, Manuel González Méndez, Ma-nuel Ponce de León y Falcón, Cirilo Suárez, Santiago Tejera Quesada, Felo Monzón, Juan Ismael, Manolo Millares, Jesús González Arencibia, José Dámaso, Rafael Bethencourt “Ra-faely” o Tomás Gómez Bosch. Como ya ha sido señalado con anterioridad la forma de ingreso de las piezas en El Museo Canario se ha producido a través de tres vías básicas: la donación y, en menor medida, la ad-quisición y el legado. Ésta última vía de ingreso puede ser calificada como singular, puesto que solo ha estado presente en esta colección en una ocasión. Se trata del valioso Retrato de Gregorio Chil y Naranjo pintado por Manuel González Méndez en 1900 (Ilust. 1), obra que formaba parte de los bienes legados por el fundador del museo a la institución, y que perma-neció en posesión de su viuda Rosenda Suárez Tascón hasta su fallecimiento en 1913, fecha en que pasó a ser plena propiedad de la Sociedad Científica43. 42 No han sido incluidas las fotografías históricas que se conservan en El Museo Canario debido a que éstas no son concebidas como objetos artísticos sino como piezas documentales, de ahí que formen parte del archivo de la institución y sean sometidas a los procesos técnicos archivísticos pertinentes. El Museo Canario sólo conserva una fotografía, obra de Teresa Correa, que podamos incluir en el ámbito artístico. 43 Este retrato fue siempre la imagen oficial del fundador de El Museo Canario, de ahí que se intentara que estuviera en las mejores condiciones. En 1942 fue encargada su restauración a Eladio Moreno Durán. En el año 2001 volvió a ser restaurado, ocupándose Amparo Caballero Casassa de su tratamiento. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 9 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 Retrato de Gregorio Chil y Naranjo Manuel González Méndez, 1900 ES 35001 MC/PA Pint-0001 - El Museo Canario La colección pictórica: donaciones espontáneas Como ya hemos anotado con anterioridad, la donación ha sido una vía de ingreso muy habitual en la colección de El Museo Canario. La sección pictórica se erige en una buena muestra de esta dinámica. Así, de las 290 obras pictóricas, 126 -el 43,5% del conjunto total de piezas- han ingresado a través de esta desprendida vía. En algunas ocasiones se trata de dona-ciones espontáneas realizadas por los propios autores o por propietarios de las obras. Uno de los primeros ingresos que se produjo por esta vía no fue otro que la paleta con la que Manuel González Méndez pintó el Retrato de Camille Saint-Saëns que forma parte de la colección del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria44. En 1900 fue recibido en El Museo Canario aquel útil de pintor que, al estar enriquecido con una miniatura que reproducía de manera abocetada la efigie del compositor francés, adquiere un valor añadido. Además, esta pieza puede ser considerada la primera que pasó a formar parte de la colección45. 44 HERNÁNDEZ SOCORRO (2006), p. 205. 45 AMC. ES 35001 AMC/AMC 1376. Primer libro de registro de entrada. Como tal, es el primer objeto FERNANDO BETANCOR PÉREZ 10 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 Del mismo modo, Amaranto Martínez de Escobar en 1904, donó a la Sociedad de la que era secretario, una copia del Retrato de Chil y Naranjo cuyo original, al que nos hemos referi-do al tratar del legado, había sido pintado por González Méndez. Martínez de Escobar, aficio-nado a la pintura, realizó esta copia con la finalidad de entregarla a la institución para que ésta contara con una efigie del fundador cuando se celebraba algún acto que debía ser presidido por la imagen de aquél, sin necesidad de tener que recurrir al traslado del lienzo original, que hasta 1913 obró en poder de la viuda del doctor. Asimismo, entre los objetos donados en 1906 por José Franchy y Roca figuraba “…un re-trato a dos tintas de nuestro inolvidable presidente don Domingo J. Navarro…”46. Esta obra no ha de ser otra que la efigie, que resuelta a modo de grisalla, salió del estudio del pintor gancanario Santiago Tejera Quesada. Posteriormente, en 1934, se produciría el ingreso de un Retrato de Eusebio Navarro Ruiz. Este cuadro fue regalado en 1896 por su autor, Manuel González Méndez, al retratado. Con el paso del tiempo, Carlos Ramírez Suárez, sobrino del señor Navarro Ruiz, lo donó a El Museo Canario47, poseyendo, de este modo, la Sociedad Científica tres obras de este relevante pintor palmero. Esta forma de ingreso no se ha extinguido con el paso de los años. En este sentido, destaca-remos, por su interés histórico y artístico, las donaciones realizadas más recientemente por los hermanos Roberto Carlos y Delia Mabel Lavarello, Mercedes Henning, José Miguel Alzola González y Lothar Siemens Hernández. Los dos primeros, bisnietos de Víctor Grau-Bassas -primer conservador de El Museo Canario-, protagonizaron una sorprendente donación que mostraba una actividad muy poco conocida del conservador: una marina pintada en Argentina a finales del siglo XIX48. Por su parte, la donación de Mercedes Henning Sánchez supuso poder contar en la colec-ción con un pintor que hasta entonces no figuraba en ella: Tomás Gómez Bosch. Así, el Re-trato Santiago Sánchez Yánez, pintado por este artista, es desde el año 2008 una gran pieza que muestra la faceta retratística de Gómez Bosch. El que fuera presidente de El Museo Canario, José Miguel Alzola González, mostró a través de la donación de dos obras pictóricas su constante deseo de crecimiento de la Socie-dad a la que representaba. De este modo, en el año 2002 entregó la obra Cueva Pintada de Gáldar, de Josefa Domínguez. Esta tabla fue pintada en la década de 1960 mientras se reali-zaban las obras de consolidación de las pinturas de la cueva galdense, trabajo en el que parti-cipaba la autora de la pieza donada49. Asimismo, un retrato de sí mismo pintado en 2002 por Manolo Ruiz -artista del que El Museo Canario cuenta con cuatro obras- está también entre las aportaciones del sr. Alzola. No podemos concluir el capítulo de donaciones espontáneas sin mencionar la figura de Lothar Siemens Hernández, uno de los socios que más ha contribuido al crecimiento de la colección de pintura, entregando entre 1991 y 1999 siete obras pictóricas. Entre éstas desta-camos el lienzo Rogativa de lluvia, de Jesús González Arencibia (Ilust. 2), donación con la que la institución se reencontró con uno de los primeros artistas que, como ya mencionamos, expuso en ella en la década de 193050. artístico inserto en el primer libro de ingresos de la Sociedad Científica 46 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 20 de octubre de 1906. Libro 3, f. 10. 47 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 1 de julio de 1934. Libro 5, f. 60r. 48 ALZOLA GONZÁLEZ (1994), p. 12; BETANCOR PÉREZ (2001a), pp. 23-24. 49 AMC/AMC, Correspondencia. Carta remitida por José Miguel Alzola al director-gerente de El Museo Canario, 28 de enero de 2002. 50 Sin salirnos del marco de las donaciones espontáneas, en ocasiones entre las colecciones documentales conservadas en El Museo Canario puede ser localizada alguna obra de arte. Formando parte de la Colección documental Juan Ismael -donada por los herederos del pintor en 1983-, se encuentra una carpeta en cuya portada Juan Ismael pintó un paisaje siguiendo la estética de la Escuela Luján Pérez EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 11 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 Rogativa de lluvia Jesús González Arencibia ES 35001 MC/PA Pint-0117 - El Museo Canario La adquisición: vía de ingreso secundaria Esta forma de ingreso, con 191 piezas, ha supuesto el 65,8% de las entradas en la pinacoteca51. Una de las adquisiciones más llamativas fue la propiciada por Néstor Álamo en 1958, año en que ofreció en venta un Retrato de Domingo J. Navarro, atribuido a Manuel González Méndez. El cuadro, tasado en 6.000 pesetas, fue adquirido el 22 de diciembre de 195852. Sin embargo, en la actualidad no existe en la institución retrato alguno que represente al que fuera primer presidente de El Museo Canario firmado por este pintor. Por el contrario, si se cuenta con una retrato de di-cho personaje obra de Manuel Ponce de León y Falcón. Nos inclinamos a pensar que la pieza adquirida fue ésta última y se confundiera la autoría, teniendo en cuenta que a mediados del siglo XX la trayectoria de Ponce de León no había sido aún estudiada de manera concienzuda53. Sin duda, otro de los ingresos vía adquisición que más llama la atención son las 12 acuare-las pintadas por el británico G.E.R. Dalton entre 1888 y 188954. A pesar de que su interés artístico no es muy elevado, su atractivo estriba en que cada una de ellas reproduce una pa-norámica de un núcleo de población, preferentemente de Gran Canaria, mostrándose el estado 51 A pesar de que el porcentaje de ingresos vía adquisición es más elevado que el de donaciones hemos considerado esta forma de ingreso como secundaria, entre otras cosas porque 164 de las obras adquiridas forman parte de un álbum de caricaturas realizadas por Francisco González. Fue comparado por El Museo Canario en una única transacción por 815 pesetas en 1950. AMC/AMC, Libramientos, 1950. 52 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 22 diciembre de 1958. Libro 7, f. 195r. 53 ALLOZA MORENO (1981), p. 197; HERNÁNDEZ SOCORRO (1996), p. 223. Alloza lo considera obra de Manuel Ponce de León, al igual que Hernández Socorro, especialista en su producción artística. 54 Regalo... (1994-1995). Los trámites de compra fueron concluidos el 29 de julio de 1994. Cuatro de es-tas piezas, las que reproducen los núcleos de Gáldar, Guía, Agaete y Agüimes, fueron adquiridas con la ayuda económica de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas de Gran Canaria. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 12 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 en que se encontraba cada uno de ellos entre 1888 y 1889. Así, Gáldar, Guía, Agaete, San Nicolás de Tolentino o Agüimes son reproducidos con detalle, hecho que concede a estas pie-zas un sobresaliente valor documental. Continuamos este breve recorrido a través del capítulo de adquisiciones haciendo referencia al Retrato de Baltasar Champsaur Sicilia, pintado en 1926 por Cirilo Suárez (Ilust. 3). Esta obra, propiedad de Juan Manuel Trujillo, permaneció en depósito en El Museo Canario hasta 1948. Ese año, su dueño lo ofreció en venta a la Sociedad Científica junto a otros objetos y a una colección de manuscritos sobre Canarias55. Tenemos constancia documental de la adquisición de los objetos y documentos56, pero no así del cuadro. Por lo tanto, o bien fue adquirido sin expedirse documen-to alusivo a la compraventa, o bien se llegó a un acuerdo de cesión, puesto que, lo cierto, es que en la actualidad es uno de los mejores retratos que integra la colección. Retrato de Baltasar Champsaur Sicilia Cirilo Suárez, 1926 ES 35001 MC/PA Pint-0021 - El Museo Canario 55 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 9 de noviembre de 1948, Libro 7, f. 51v. 56 AMC/AMC, Libramientos, 1948. El libramiento del pago por compra del mobiliario fue expedido el 23 de julio de 1948. Por su parte, el pago de los manuscritos fue librado el 14 de octubre del mismo año. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 13 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 Finalizamos este recorrido a través de las adquisiciones aludiendo la representación de San Juan Nepomuceno (Ilust. 4). La pieza, adscrita a la escuela de Juan de Miranda, fue adquirida en 1996 a José Cabrera Falcón. El distintivo de esta figuración lo constituyen tanto su carácter religioso -temática excepcional en este fondo artístico-, como su cronología dieciochesca, etapa representada en El Museo Canario sólo por este valioso lienzo. San Juan Nepomuceno [Escuela de Juan de Miranda], s. XVIII ES 35001 MC/PA Pint-0078 - El Museo Canario Las exposiciones y el crecimiento de la colección pictórica Entre la exposición protagonizada por Plácido Fleitas y Jesús González Arencibia en 1937 y la que celebró Agustín Casassa en el año 2000 han transcurrido 63 años a lo largo de los que El Museo Canario ha acogido 104 exposiciones57. A pesar de que la primera exposición de artes plásticas de la que tenemos constancia no llevó aparejada el ingreso de obra alguna, nos detendremos brevemente en ella por la importancia que 57 Hacemos referencia aquí sólo a las exposiciones de carácter artístico. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 14 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 posee en el contexto general expositivo relacionado con la centenaria institución. La muestra fue inaugurada el 26 de agosto de 1937 en un modesto “saloncillo de exposiciones”, con la di-rección artística del pintor Néstor Martín Fernández de la Torre58. La obra expuesta era de temática religiosa: Procesión en la cumbre y Alba del sacramento, de Arencibia; y un Cristo tallado en madera, obra de Fleitas. Esta exposición, clausurada el 6 de septiembre de 1937, además de contar con gran repercusión en la prensa59, fue preámbulo de lo que sería habitual desde 1948, año a partir del que hubo continuidad en la programación expositiva: — 1948-1957: a lo largo de esta primera década fueron celebradas 46 exposiciones60 pro-tagonizadas de una manera preferente por artistas que comenzaban o afianzaban su carrera plástica. Entre éstos sobresale un joven Manolo Millares Sall -que presentó su obra en este salón en cinco ocasiones entre 1948 y 1954, siendo el primer artista que colgó sus cuadros en la nueva sala de exposiciones de El Museo Canario-; Felo Monzón61, que lo hizo en cuatro oportunidades; o Juan Ismael, que expuso su obra en 1950 y 1955. No obstante en esta prime-ra etapa no sólo tuvieron cabida los artistas más transgresores o más jóvenes. Por el contrario, el maestro Tomás Gómez Bosch o el tradicional Francisco Bonnin Miranda también presenta-ron su obra en El Museo. — 1958-1967: esta década arrancó con una exposición de Felo Monzón, muestra a la que siguieron otras 34 exposiciones, entre las que destacamos las de Dolores Massieu -que expuso por primera vez en la sala de El Museo Canario-, José Dámaso, “Rafaely”, Ángel González Doreste, Elías Marrero, Jane Millares o Yolanda Graziani. — 1968-1978: las 19 exposiciones que tuvieron lugar a lo largo de estos años están presi-didas por una nueva exposición, esta vez antológica, de Yolanda Graziani; la muestra con-memorativa de los 50 años de la Escuela Luján Pérez; así como por la exposición póstuma dedicada a Antonio Padrón (1970). — 1979-2016: sólo se programan tres muestras protagonizadas por José Socorro Alonso (1981), Adolfo Moreno Calvo (1991) y Agustín Casassa (2000). Pero… ¿cómo ha influido esta actividad expositiva en el crecimiento de la colección pictó-rica? Desde el primer momento quedó establecido que todo artista al que fuera cedida la sala para exponer su obra debía entregar una de las piezas expuestas con el doble objetivo de que quedara constancia de su paso por El Museo Canario y que, de esta manera, se diera forma a un fondo artístico representativo de la plástica canaria. No obstante, lo cierto es que no en todos los casos se produjo esa donación. La relación inserta a continuación presenta las 36 pinturas que han sido identificadas procedentes de exposiciones, cifra lejana a las 104 mues-tras celebradas a lo largo del tiempo: AUTOR INGRESO TÍTULO DIMENS. Manolo Millares 1948 Acuarela S/T 49x61 cm. Manolo Millares 1948 Acuarela S/T 64x49 cm. Felo Monzón 1948 Síntesis Canaria 33,5x23,5 cm. Francisco Bonnin Miranda 1949 [Paisaje] 50x64 cm. Juan Ismael 1950 S/T 50x30 cm. Carmelo F. González 1950 Hórreo curvo 40x48 cm. 58 AMC/AMC, Correspondencia de salida, 30 de agosto de 1937. 59 DORESTE SILVA (1937, 6 de septiembre), p. 2. 60 BETANCOR PÉREZ (2007), p. 75. Puede ser consultada la relación de exposiciones. 61 En su primera exposición en El Museo Canario, “Esquemas de síntesis canaria”, Felo Monzón -que había permanecido en prisión entre 1936 y 1940 por razones políticas- se enfrentó a un intento de prohibición de su muestra. La adscripción al CSIC de la institución y la exención de censura posibilitó que la exposición fuera inaugurada, presentando asimismo el pintor la conferencia “Elogio al arte vivo”. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 15 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 José Julio Rodríguez 1950 S/T [Monotipo] 47x34 cm. Santi Suros (Grupo Lais) 1951 El cirq grec 50x61 cm. George Kamké 1951 S/T 63x53 cm. José Dámaso 1958 Niño y Caballo 66x65 cm. A. González Doreste 1959 Desnudo y ajedrez 52X90 cm. Elías Marrero 1959 Marina 78,5x48 cm Domenico Consoli 1960 Iglesia de S. Antonio Abad 30x20 cm. José Luis Crespo 1960 S/T 34x48 cm. Francisco Lezcano 1960 Mujer portando pescado 48,5x47,5 cm Rafael Bethencourt “Rafaely” 1960 S/T [Composición] 57x65 cm. Folke Sjöberg 1960 S/T 23,5x29 cm. Mbomio 1961 S/T 32x23 cm. R. Ripio 1965 Cebollas 32x46 cm. Yolanda Graziani 1965 S/T 64x80 cm. Martín de Vidales 1966 [Puente] 50,5x72 cm. Mª Victoria García Fresco 1967 La resurrección de los muertos 29x44 cm. Rita Vié 1967 Madrid antiguo 61x50 cm Joaquín Montull 1967 Escena religiosa 49x34 cm. Eduardo Millares 1966 [Pajaritas de papel] 48x33,5 cm. Jacqueline Huybers 1970 Novena sinfonía de Beethoven 20x120 cm. Francisco Tauro 1971 S/T [Abstracción] 48x64 cm. Nané 1971 S/T 81x100 cm. Nané 1971 S/T 35x50 cm. Julián Quirante 1971 Paseo en la playa 81x65 cm. Juan Luis Alzola 1971 S/T 54x64 cm. Manuel Ruiz 1972 Barranco 54x64 cm. Christian Fiore 1972 S/T 86x183 cm. Adolfo Moreno Calvo 1991 Castillo de San Cristóbal 69x100 cm. José Gopar 19… S/T [Proyecto de mural] 48x62 cm. Agustín Caballero Casassa 2000 Casas de piedra 84x53 cm. El Premio Alicia Sarmiento de pintura y el crecimiento de la colección Como ya señalamos, el legado dejado por Alicia Sarmiento tras su fallecimiento, posibilitó la instauración de un premio de pintura. Como agradecimiento, El Museo Canario encargó un retrato de la señora Sarmiento realizado, a partir de un retrato fotográfico, por el pintor Alfre-do Candela en su taller madrileño62. Los artistas galardonados en las diferentes ediciones han sido los siguientes: EDICIÓN PREMIADO OBRA DONADA 1979 Rufina Santana S/T 2000 Mario Comas Bodegón 2002 Nicasio Torres Melgar (Ilust. 5) S/T 2005 Carmen Ausina Subducción 2007 Eliseo Méndez /Carmen Pérez Rosales Sueña Don Quijano…/ Bodegón 2009 Birgitta Enberborg / Rosa Arífica Mishal Interior de Isla (I) / Mararía Todos los premiados relacionados con anterioridad, no sólo tenían la posibilidad de expo- 62 Información ofrecida por José Miguel Alzola González el 06 de junio de 2005. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 16 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 ner una selección de su obra el día elegido para la entrega de la distinción, sino que debían ceder una pieza a la institución. De alguna forma, los ingresos producidos por esta vía han servido para conceder una actualización plástica a la colección Como hemos podido constatar a la lo largo del texto precedente la relación entre El Museo Canario y el arte dio comienzo prácticamente desde el instante en que se fraguó la idea de la fundación de la institución museística. Las iniciativas y actividades artísticas organizadas su-ponen una evidente muestra de ello. El resultado final ha sido una colección artística63 cuanti-tativamente modesta si la comparamos con la de otros centros museísticos insulares. Sin em-bargo, cualitativamente está a un nivel muy alto puesto que entre sus piezas encontramos obras de artistas de la talla de Manuel González Méndez, Manolo Millares, Felo Monzón, Juan Ismael, José Dámaso o Rafael Bethencourt “Rafaely”, entre otros muchos pintores de reconocido prestigio que, en muchos casos, dieron comienzo su carrera en la sala de El Museo Canario, convirtiéndose esta colección en una pieza de indiscutible valor para el mejor cono-cimiento de la trayectoria de buen número de artífices isleños. BIBLIOGRAFÍA ALLOZA MORENO, M. A. (1981). La pintura en Canarias en el siglo XIX. Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. ALZOLA GONZÁLEZ, J. M. (1994). “Reencuentro con Víctor Grau Bassas” en Noticias del Museo Canario, nº 7 (primera época), Las Palmas de Gran Canaria: El Museo Canario, p. 12. BARQUÍN, P. (1953, 5 y 6 de junio). “La Escuela Luján Pérez. 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Navarro de Manuel Ponce de León; la Composición, de Rafael Bethencourt “Rafaely”; el Cirq Grec, de Santi Suros; y el Retrato de Baltasar Champsaur Sicilia, de Cirilo Suárez.
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Calificación | |
Título y subtítulo | El arte en El Museo Canario: arqueología de una colección artística |
Autor principal | Betancor Pérez, Fernando |
Entidad | Cabildo de Gran Canaria |
Publicación fuente | XXII Coloquio Historia canario - americana |
Numeración | Coloquio 22 |
Sección | Arte |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2016 |
Páginas | pp. 0528-0543 |
Materias | Congreso ; Historia ; Canarias ; América ; Museo Canario ; Arqueología ; Arte |
Enlaces relacionados | Enlace al editor : http://coloquioscanariasamerica.casadecolon.com/ |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 682778 Bytes |
Texto | XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO: ARQUEOLOGÍA DE UNA COLECCIÓN ARTÍSTICA THE ART IN EL MUSEO CANARIO: ARCHEOLOGY OF AN ART COLLECTION Fernando Betancor Pérez Cómo citar este artículo/Citation: Betancor Pérez, F. (2017). El arte en El Museo Canario: arqueología de una colección artística. XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016), XXII-058. http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/10000 Resumen: En este artículo nos aproximaremos al estudio de la relación establecida entre El Museo Canario y el arte. Para ello analizaremos los hitos histórico-artísticos más significativos que expresan esos vínculos y analiza-remos su colección de arte. La colección artística de El Museo Canario es una de las menos conocidas de las que se conservan en la institución y es el resultado de más de cien años de historia. Aunque en esta ocasión nos de-tendremos de manera especial en el análisis de la sección pictórica, la colección está integrada por 725 obras (pintura, grabado, escultura y dibujo). Palabras clave: El Museo Canario; Arte; Pintura; Canarias Abstract: In this article, we will approach the study of the established relationship between El Museo Canario and art. To be able to do this, we will analyze the most significant historical landmarks that show those links, and we will analyze their art collection. El Museo Canario's art collection is one of the least popular from the ones saved in the intitution eventhough it's the result of more than 100 years of history. This collection is com-posed from 725 pieces (paintings, sculptures, drawings and engravings) but in this case, we are going to analyze in depth the pictoric section. Keywords: El Museo Canario; Art; Painting; Canaries ¿ARQUEOLOGÍA DE UNA COLECCIÓN ARTÍSTICA? Cuando evocamos El Museo Canario nos viene a la memoria la sala Verneau dominada por la impactante presencia de cráneos y restos momificados o la rica colección de piezas de cerámica que forma parte de la exposición permanente. Porque si bien es cierto que en un inicio la Historia Natural desempeñó un papel de primer orden en la configuración del Museo, y que posee uno de los centros de documentación más importantes del Archipiélago, no es menos cierto que desde su origen la Sociedad Científica mantuvo una vocación arqueológica que iría en aumento con el paso del tiempo. Así, en la actualidad la sección museística de la Sociedad Científica se ha convertido en un museo arqueológico especializado en las formas de vida de la población indígena de Gran Canaria. Esta realidad ha llevado a que otras colec-ciones hayan tenido un tratamiento desigual, quedando en algunos casos olvidadas. En este sentido, la artística es una de las colecciones menos conocidas de las que integran los hete-rogéneos fondos de El Museo Canario. Cada una de las piezas que la conforman han perma-necido en la sombra, sepultadas por la magnitud de los restos arqueológicos que dan la carac-terización principal a la centenaria institución. De una manera gráfica podríamos afirmar que hasta 1999 esta olvidada colección se encontraba situada en el nivel estratigráfico más pro- Archivero. Sociedad Científica El Museo Canario. C/ Dr. Verneau, 2. 35001. Las Palmas de Gran Cana-ria. España. Teléfono: 34 928336800; correo electrónico: fbetancor@elmuseocanario.com FERNANDO BETANCOR PÉREZ 2 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 fundo de una hipotética excavación arqueológica, hecho que ha sido el origen de que haya habido que emprender un trabajo casi arqueológico para conseguir su recuperación, rescate que todavía no podemos dar por concluido, puesto que aún resta por documentar diversas pie-zas y ponerlas en valor. Por lo tanto, con este texto1 tratamos de dar a conocer una colección que, a pesar de su modestia, presenta algunos destellos de gran valor plástico, y es un conjunto artístico cuya génesis y desarrollo corren de manera paralela a la historia del propio museo en el que se in-serta, adquiriendo por ello un gran valor patrimonial e histórico. EL MUSEO CANARIO Y LAS ARTES PLÁSTICAS Desde un primer momento El Museo Canario contó entre sus objetivos con dar forma a una colección de objetos artísticos canarios, convirtiéndose lo contenido en el artículo prime-ro del primer Reglamento de la Sociedad en la expresión originaria del interés que despertaría el arte en la institución2. En 1879, año del establecimiento de El Museo Canario, no existía en Gran Canaria entidad alguna que contara con una exposición artística permanente, hecho que llevaría a sus fundadores a plantear este propósito como una verdadera necesidad que vendría a llenar un vacío en el espacio cultural grancanario3. Pero antes de ocuparnos del análisis de la colección artística es imprescindible identificar siete hitos históricos y artísticos de gran trascendencia que nos ayudarán a comprender mejor la vinculación sostenida por la Sociedad Científica con el arte. Gabinete de reproducciones Una de las primeras actividades a través de la que se manifestó esta relación entre El Museo Canario y el arte la constituyó la puesta en marcha de un “Gabinete de reproducciones artísti-cas”. La iniciativa de dar forma a esta nueva sección partió en diciembre de 1903 del socio Ma-nuel Valido Rodríguez. Con la finalidad de estudiar la idea fue nombrada una comisión integra-da por José Franchy y Roca, Federico Valido y Amaranto Martínez de Escobar4. Aunque ésta informó de manera favorable el objeto de su consulta, manifestó, no obstante, su preocupación ante la inexistencia de un local adecuado para exhibir las piezas que integrarían el gabinete5. A pesar de ese reparo -que demuestra la preocupación de los miembros de El Museo por exponer de forma apropiada sus colecciones-, la junta directiva admitió finalmente la iniciativa6. Sin embargo, no sería hasta 1906 cuando se dio el verdadero impulso a la idea, recono-ciendo ese mismo año el secretario de la institución que “…se había echado en olvido la crea-ción del gabinete de reproducciones o vaciados…”7. Con el objetivo de subsanar ese olvido se establecieron los primeros contactos con José Ramón Mélida, director del Museo de Repro- 1 Este texto, síntesis de la conferencia dictada en el Centro de Arte la Regenta (Las Palmas de Gran Cana-ria) en 2013, forma parte de una investigación en curso sobre la relación de El Museo Canario con las artes. 2 Reglamento… (1879), p. 1. En el artículo primero del reglamento ya se hace alusión al coleccionismo de objetos de arte: “Esta Sociedad se propone crear un Museo, donde, en sus correspondientes secciones, se colec-cionen y expongan al público objetos de ciencias naturales, arqueológicas y de artes …” 3 No obstante, el Gabinete Literario había puesto en práctica diversas iniciativas artísticas y expositivas desde su fundación en 1844. CAMPOS ORAMAS (1998); NARANJO SANTANA (2016). 4 Archivo General de El Museo Canario (AMC/AMC). Libros de actas de la Junta directiva (LAJD). Se-sión de 16 de diciembre de 1903. Libro 2, f. 108r. 5 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 24 de enero de 1904. Libro 2, f. 108v. 6 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 1 de febrero de 1904. Libro 2, f. 111r-111v. No obstante, fue reconocido que era urgente la reforma de los estatutos para poder encajar el nuevo gabinete en El Museo Canario. 7 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 20 de octubre de 1906. Libro 3, p. 13. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 3 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 ducciones Artísticas de Madrid8. La colección fue solicitada al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de manera oficial en 19079. No sería hasta final de ese mismo año cuando se concedería el lote de vacia-dos, comisionándose al propio José Ramón Mélida para que se encargara de su remisión a Las Palmas de Gran Canaria. No obstante, las reproducciones se hicieron esperar algunos meses más10, presentándose la nueva colección el 24 de mayo de 1908 -coincidiendo con la celebra-ción de los actos conmemorativos del XXVIII aniversario de la inauguración de El Museo Canario-, en el salón de actos municipal decorado para la ocasión con las reproducciones rea-lizadas por Lucas Bartolozzi11. Al margen del interés que presenta esta iniciativa, es preciso subrayar que la recepción de este repertorio escultórico, suscitó un debate interno sobre la idoneidad de la creación de esta nueva sección con aquel material, puesto que los estatutos de la Sociedad parecían no permitir el ingreso de aquellos vaciados al no tener relación con Canarias. Sin embargo, el debate se zanjó, no sin ciertas dudas sobre la necesidad de reformar los estatutos, basándose en el hecho de que El Museo Canario “…había sido creado para el fomento y adelanto de las ciencias, letras y artes…”12, teniendo cabida en él, por tanto, una colección de estas características13. La colección fue trasladada en 1920 desde las Casas Consistoriales a la sede social de la calle doctor Chil, encargándose al pintor Eladio Moreno Durán la dirección de la nueva ubicación14. Exposición de artistas canarios en Madrid El Museo Nacional de Arte Moderno (Madrid) fue el marco que sirvió de escenario para la celebración en 1943 y 1944 de sendas exposiciones dedicadas al arte canario. La provincia de Santa Cruz de Tenerife presentó las obras de sus artistas en 1943, mientras que la de Las Pal-mas hizo lo propio en el verano del año siguiente. Las muestras fueron ideadas por Juan Con-treras y López de Ayala, marqués de Lozoya y Director General de Bellas Artes (1939-1951), con la finalidad de “...procurar la valoración de todos los elementos que constituyen la escuela de arte hispánico...”15. Éste, no dudó en encargar a El Museo Canario la organización de la exposición referida a Las Palmas, figurando en la comisión ejecutiva de la misma tanto el presidente de El Museo Canario, José Díaz Hernández, como su secretario, Eduardo Benítez Inglott. La Sociedad Científica se encargó de convocar a los artistas y de reunir todas las 8 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 24 de diciembre de 1906. Libro 3, p. 227. Éste informó a los miembros de El Museo Canario que la Academia de Bellas Artes de San Fernando concedía gratuitamente colecciones de vaciados a los museos que lo solicitaran, debiendo el receptor abonar el embalaje y traslado. 9 AMC/AMC. Correspondencia (C), 1907. Carta remitida por Teófilo Martínez de Escobar al Ministerio de Instrucción Público y Bellas Artes [1907]. 10 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 13 de enero de 1908. Libro 3, p. 28. Al haberse agotado el crédito de 1907 para este tipo de asuntos, debió esperarse a la entrada en vigor del presupuesto de 1908 del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. 11 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 6 de abril de 1908. Libro 3, pp. 48-49. Fueron remitidos 13 vaciados: Venus de Milo, esclavo de Miguel Ángel, Discóbolo de Scopas, Fauno del cabrito, Baco de Sansovino, Venus de Medicis, Busto de Carlos V y 6 tableros de Florencia. AMC/AMC, C, 1908. Carta remitida por José Ramón Mélida a Amaranto Martínez de Escobar. En esta carta indica cómo han de ser los pedestales en que deben estar expuestas las piezas. 12 AMC/AMC, C, 1907. Carta remitida por Teófilo Martínez de Escobar al Ministro de Instrucción Públi-ca y Bellas Artes. 13 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 24 de noviembre de 1921. Libro 3, p. 237. Tanto es así que en 1921 se comunicó a la Junta la donación de un nuevo lote de vaciados por el Museo de Reproducciones Artísticas. 14 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 6 de abril de 1920. Libro 3, p. 227. Como es sabido, El Museo Canario ocupó sus primeras décadas de andadura unas salas en las Casas Consistoriales de Las Palmas de G. C. En la actualidad se conservan 3 piezas de esta colección: bustos de Carlos V, Aquiles y Séneca. 15 Exposición… (1944), p. 10. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 4 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 obras que figurarían en el catálogo final de la muestra. Por su parte, el Cabildo Insular de Gran Canaria sería responsable de remitir las piezas a Madrid16. 97 obras pictóricas y 27 esculturas fueron presentadas en agosto de 1944 en el Museo Na-cional de Arte Moderno (Madrid), contándose con la participación, entre otros, de Néstor, Juan Carló, Jesús González Arencibia, Tomás Gómez Bosch, César Manrique, Nicolás Mas-sieu y Matos, Francisco Lasso, Manuel Ramos o Juan Jaén17. Esta exposición no sólo representó un nuevo acercamiento de El Museo Canario a las artes plásticas, sino que, ante todo -además de suponer una posibilidad de promoción para los artis-tas isleños-, fue el reconocimiento oficial de que la Sociedad Científica grancanaria era una institución capacitada para desarrollar aquel encargo. Incorporación al C.S.I.C. En 1944 en El Museo Canario daba comienzo a una nueva etapa marcada por su incorpo-ración al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, integrándose un año después en el Patronato de Centros de Estudios Locales, sección rebautizada con posterioridad como Patro-nato José María Quadrado18. La adhesión de El Museo Canario al C.S.I.C. -segundo en Cana-rias la del Instituto de Estudios Canarios- marcó un hito en su devenir histórico. Por un lado, las subvenciones recibidas posibilitaron el regreso al panorama editorial de la revista El Mu-seo Canario, cuya publicación se había interrumpido en 1933. Por otro lado, los centros ads-critos al Consejo quedaban al margen de la censura previa, prerrogativa que influía no sólo en la facilidad para emprender investigaciones sin cortapisas, sino que esa libertad de acción permitía a los gestores de los centros adscritos diseñar una programación en la que podía tener cabida cualquier tipo de actividad sin el temor de que fueran prohibidas por los estamentos oficiales. Esta situación posibilitó que las puertas de El Museo Canario estuvieran abiertas a cualquier manifestación cultural, desde las más tradicionales a las más modernas. Por tanto, no tener que pasar la censura previa garantizaba la presentación de actos que, por su contenido excesivamente contemporáneo o por ser demasiado lejanos a los ideales del régimen político imperante, no era posible convocar en otro tipo de establecimientos. En este sentido, en 1950 el pintor Felo Monzón, en la inauguración de la exposición del pintor José Julio Rodríguez, afirmó que aquel era un buen ejemplo de que El Museo Canario tenía “…siempre abiertas sus puertas para toda manifestación artística, aún siendo como la pre-sente, por su avanzada manifestación ultramoderna, de marcada impopularidad…”19. Sala de exposiciones La apertura de una sala de exposiciones fue el hito más significativo a través del que se manifestó el estrecho vínculo establecido entre El Museo Canario y las artes. 16 AMC/AMC. ES 35001 AMC/AMC 3439. Expediente sobre la exposición de artistas canarios en Ma-drid, 1944. La exposición contó con el apoyo económico del Ministerio de Educación Nacional gestionando El Museo Canario todos los gastos generados, que iban desde la adquisición de lienzos por parte de los artistas, hasta la compra de pigmentos, bastidores, etc. 17 Exposición... (1944). En la introducción del catálogo, escrita por el marqués de Lozoya, fue destacada la obra de Néstor, de quien se exponía su Poema del Mar; de Nicolás Massieu y Matos, del que se mostraban 20 obras; y del escultor Manolo Ramos. Fueron impresos 1000 catálogos de 64 páginas. 18 Dicho patronato, al igual que el resto de los que daban forma a la estructura del C.S.I.C., desaparecería en el año 1977. En la actualidad, El Museo Canario continúa vinculado al Consejo formando parte de la Confe-deración de Centros de Estudios Locales (C.E.C.E.L.). 19 Falange, 15 de marzo de 1950, p. 2. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 5 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 La institución no había contado hasta la década de 1940 con un espacio adecuado creado ex profeso para celebrar actos, debiéndose adaptar las salas del museo cuando se celebraba algún evento, tal como sucedió en 1937 con motivo de la exposición de tres obras de Jesús González Arencibia y dos de Plácido Fleitas20. Ante esta carencia de infraestructuras, en 1945 los miembros de la junta directiva gestiona-ron una subvención, proveniente del Mando Económico de Canarias, con la finalidad de “…aprovechar los patios posteriores de las casas nº 33 y 35 de la calle del Dr. Chil”21, que eran espacios inservibles para la función museística. La obra de remodelación, proyectada por el arquitecto Fernando Delgado, supondría la construcción de dos plantas. La baja estaría ocupada por un vestíbulo y por salones anexos a la biblioteca. La planta alta sería destinada a salón de actos y sala de exposiciones. Esta edificación fue inaugurada el 3 de febrero de 1946. Con la construcción de estos nuevos locales no sólo fueron mejoradas las condiciones del área bibliotecaria, sino que, asimismo, se dieron las circunstancias adecuadas para que pudie-ran ser organizados todo tipo de actos culturales. Entre éstos, desempeñó un papel de primer orden la actividad expositiva. Así, los artistas insulares tuvieron desde 1946 un nuevo salón en el que dar a conocer su producción plástica. Escuela Luján Pérez: sección artística de El Museo Canario En el año 1917 Domingo Doreste “fray lesco” publicó en el periódico “La Crónica” un artículo bajo el título de “Los decoradores del mañana”. En aquel texto, no sólo exponía su idea de crear una escuela de artes decorativas, sino que criticaba con contundencia la, a su juicio, precaria situación educativa, cultural y estética existente en la capital grancanaria. Este artículo sería el origen de la Escuela Luján Pérez, un centro en el que el alumno gozaba de total libertad creativa y en el que se trataba de proporcionar una formación artística y cultural en el amplio sentido de la palabra. Fue el mismo año de su fundación, en 1918, cuando la Escuela entraría en contacto con El Museo Canario, solicitando el préstamo de algunas de las piezas de la ya citada colección de reproducciones artísticas. Sin embargo, el gran vínculo estético entre la Escuela y El Museo Canario se produjo a través de los restos de la cultura material aborigen. Así, los alumnos del centro docente -encabezados por Plácido Fleitas- “descubrieron” la cerámica prehispánica, erigiéndose en fuente de inspiración en sus creaciones artísticas. Con posterioridad, en la década de 1950, cuando la Escuela no pasaba por su mejor mo-mento económico, volvió a confluir la historia de las dos instituciones. Por un lado, en 1953 se celebró en los salones de El Museo Canario la segunda exposición colectiva del centro artístico22. Por otro lado, con la finalidad de darle un nuevo impulso que le devolviera su anti-guo esplendor, en 1956 la Sociedad Científica tomó bajo su patrocinio la Luján Pérez con la finalidad de “...conservar el espíritu primitivo evitando se convierta en una academia 20 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 3 de mayo de 1932. Libro 4 p. 242. Esta puede ser considerada la prime-ra gran exposición de arte celebrada en El Museo Canario. No obstante, en 1932 el escultor Manolo Ramos pro-puso la celebración de una muestra, pero la ausencia de documentación al respecto nos inclina a pensar que nun-ca llegó a realizarse. Del mismo modo, en 1932, coincidiendo con el segundo centenario del nacimiento del historiador José de Viera y Clavijo y el cincuenta aniversario de la instalación oficial de El Museo Canario fue organizada una exposición de copias fotográficas de los dibujos del manuscrito de Leonardo Torriani. Esta muestra sí llegó a realizarse contándose con Alberto Manrique de Lara como iluminador de las instantáneas y director artísticos de la exposición. Conmemoración... (1932). 21 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 6 agosto 1945. Libro 6, f. 166v-168r. 22 BARQUÍN (1953, 5 y 6 de junio), pp. 5 y 7. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 6 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 más...”23. Con tal objetivo la Escuela, aunque quedaría instalada en las dependencias de la Sociedad Económica de Amigos del País, pasaría a constituir la sección de artes plásticas de El Museo Canario, reglamentándose de manera adecuada la nueva situación24. A la espera de que fuera redactado dicho reglamento -aprobado en 1958- la Escuela Luján Pérez sería inau-gurada como sección artística de El Museo Canario el 28 de julio de 195625. Una exposición de la obra de Jorge Oramas26, sirvió como punto de arranque para la nueva etapa en la historia de la Luján Pérez. Entre 1959 y 1965 la Escuela figurará consignada en el capítulo sexto -dedicado a actos y actividades culturales- de los presupuestos de El Museo Canario concediéndosele una sub-vención anual de 12.000 pesetas27. En 1965 fue creado el Patronato de Escuelas Municipales de Artes, organismo del que pasó a depender económicamente la Escuela Luján Pérez28, si bien esto no ha impedido que las relaciones entre ambas instituciones se hayan mantenido hasta la actualidad29. “Laboratorio de Arte” Esta denominación fue la elegida por José Miguel Alzola González para designar una ini-ciativa con el objetivo de crear un catálogo fotográfico monumental y artístico de las Islas Canarias. El señor Alzola, por entonces miembro de la comisión de arte de El Museo Canario, propuso a la Junta Directiva el 23 de febrero de 1956 la creación de este “Laboratorio” en el que se obtendrían copias de todos los negativos existentes en la institución museística referi-dos a obras de arte30, si bien el objetivo general no era otro que la confección de un archivo de fotografías y clichés de objetos, obras y monumentos artísticos canarios31. El catálogo comenzó a ser confeccionado, no sólo tomando como base estos negativos pre-existentes, sino a partir de las reproducciones fotográficas de las obras escultóricas de José Luján Pérez que habían sido realizadas para ilustrar la monografía que, inscrita en los actos conmemorativos del bicentenario del nacimiento del escultor guiense, había encargado El Museo Canario a Enrique Marco Dorta32. Pero el fin del “Laboratorio” era mucho más ambicioso, razón por la que en el verano de 1956 se puso en marcha una campaña artística en Fuerteventura y Lanzarote con el propósito de “…obtener una colección exhaustiva de fotografías de todo el tesoro artístico dispuesto en aquellas islas…”33. El resultado final de esta iniciativa estaría integrado por un corpus contenido por una ficha catalográfica34 de cada objeto artístico35. El valor de estos documentos es incalculable, ya que 23 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 17 de junio de 1957. Libro 7, f. 178v. 24 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 3 de noviembre de 1958. Libro 7, f. 192r-194r. 25 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 18 de junio de 1956. Libro 7, f. 164r. El deseo de la Junta era inaugurar la Escuela el 18 de julio de 1956, debiéndose retrasar el acto diez días. 26 Falange, 29 de julio de 1956. 27 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 21 de noviembre de 1956. Libro 7, f. 167r. Ya en 1956 El Museo Cana-rio se había hecho cargo de algunos gastos. Así, abonó 5.896 pesetas para la adquisición de caballetes, sillas, carpetas, etc. También aportó 3.000 pesetas con el fin de disminuir el déficit que padecía el Centro. 28 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 21 de junio de 1965. Libro 8, f. 116v. 29 Así, la Escuela Luján Pérez concedió el título de socio honorífico a El Museo Canario en 2008 por su contribución al cumplimiento de los fines del centro artístico. 30 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 18 de junio de 1956. Libro 7, f. 164v. 31 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 23 de febrero de 1956. Libro 7, f. 135v. 32 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 21 de mayo de 1956. Libro 7, f. 160r. 33 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 18 de junio de 1956, fol. 164v-166v. La expedición, con una duración de 45 días, fue dirigida por Enrique Marco Dorta con el auxilio de Miguel Tarquis y José Naranjo. 34 Las fichas poseen la fotografía correspondiente, pero se encuentran sin contenido textual. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 7 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 -además de mostrarnos el interés del museo por el arte-, nos ofrece una visión general del es-tado de conservación del patrimonio en aquel momento. Premio de artes plásticas Alicia Sarmiento El 19 de mayo de 1977 se produjo el fallecimiento de la socia de El Museo Canario Alicia Sarmiento Pérez (1917-1977)36. La finada no olvidó en sus últimas disposiciones a la Socie-dad de la que era partícipe, legándole parte de su biblioteca, un sofá de caoba y un bargueño37. Asimismo, la señora Sarmiento dejó consignada una cantidad económica con el fin de instau-rar, con los intereses que fuera produciendo, un premio de artes plásticas que llevaría su nom-bre y sería otorgado por El Museo Canario con el objeto de ayudar a jóvenes que desearan realizar estudios de Bellas Artes. La convocatoria de la primera edición de dicho galardón se llevó a cabo en 1979, integrán-dose la concesión del mismo en el programa de actos organizado para conmemorar el primer centenario de la fundación de El Museo Canario38. Con posterioridad, y durante la década de 1980, el premio fue transformado en un concurso escolar de expresión artística, entregándose lotes de libros a los alumnos destacados. Este cambio de orientación tenía su razón de ser en que fuera creciendo el capital originalmente consignado -por otro lado ya devaluado-, y poder así ofrecer una beca más sustanciosa a los futuros artistas39. En 1987, el galardón fue concedido en la XIX Exposición Regional de Be-llas Artes celebrada en el Gabinete Literario40. Por último, a finales de la década de 1990 se reanudó la convocatoria entre los artistas lo-cales, concediéndose la distinción con carácter bienal y participando en la selección de artistas premiados la Escuela Luján Pérez. A través de este rápido recorrido nos hemos aproximado a los siete hitos más expresivos de la relación que ha mantenido El Museo Canario con las artes plásticas. Cada uno de estos sie-te elementos41 ha tenido repercusión directa sobre la colección artística, cuya formación está íntimamente ligada a la propia historia de El Museo. LA COLECCIÓN ARTÍSTICA La colección artística de El Museo Canario es el resultado de más de cien años de historia. Entre las piezas que la constituyen se encuentran preferentemente obras generadas a lo largo de los siglos XIX y XX, coincidiendo con el propio desarrollo de la Sociedad Científica, si bien, podremos encontrar algunos ejemplares creados en siglos precedentes, fundamentalmen-te en el ámbito del grabado. Entre el patrimonio artístico de El Museo Canario encontramos 726 piezas distribuidas en cinco técnicas artísticas: la pintura (290), el grabado (313), el dibujo (104), la escultura (18) y 35 De las referidas a Gran Canaria y Fuerteventura se conservan 122 y 207 fichas respectivamente. La ex-pedición a Lanzarote no debió de realizarse, puesto que no existe ficha alguna relativa a dicha isla. 36 La Provincia, 20 de mayo de 1977, p. 48. 37 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 25 de octubre de 1977. Libro 9, f. 161r. 38 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 12 de enero de 1979. Libro 9, f. 175v-176r. 39 Premio… (1992). 40 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 19 de octubre de 1987. Libro 11, f. 61v. El Gabinete Literario solicitó a El Museo Canario su colaboración otorgándose el Premio Alicia Sarmiento en dicha muestra. 41 Al margen de estos elementos básicos El Museo Canario también participó en otras iniciativas de índo-le artístico como las dirigidas a la erección de monumentos o la colaboración en eventos expositivos. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 8 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 la fotografía (1)42. Génesis y crecimiento de la colección Como hemos señalado con anterioridad la colección artística de El Museo Canario se ha ido configurando de manera paralela al desarrollo de la propia institución. Su crecimiento se ha producido de manera paulatina, combinándose etapas de estancamiento con épocas de gran actividad. De una manera general, podemos establecer tres etapas en lo que al incremento de la colección respecta: — 1879-1947: da comienzo con la fundación de El Museo Canario, prolongándose hasta el año en que se celebran de manera habitual exposiciones en el salón de actos construido en 1946. Es un período dominado por la donación como forma de ingreso y marcado por el cre-cimiento lento. — 1948-1974: etapa de gran esplendor para el arte en la Sociedad Científica al iniciarse el programa de exposiciones temporales. El rápido crecimiento está sustentado en las donacio-nes que los artistas realizarán tras la clausura de sus respectivas muestras. — 1975-2016: la última etapa está marcada por un nuevo declive inicial al reducirse el número de exposiciones de artes plásticas. El crecimiento se sustentará tanto en las donacio-nes como en las adquisiciones. Hay que subrayar que a partir de 1999 se producirá un incre-mento en los ingresos a raíz del impulso concedido al Premio Alicia Sarmiento, al donar los galardonados una obra con destino a la colección de El Museo. La colección pictórica: del retrato a la abstracción Nos detendremos de manera especial en esta ocasión en la colección de pintura, puesto que, a nuestro juicio presenta un mayor interés que las restantes técnicas artísticas presentes en la colección, al contener piezas de gran valor y estar representados en ella pintores de re-conocido prestigio en la plástica insular, como, entre otros, Manuel González Méndez, Ma-nuel Ponce de León y Falcón, Cirilo Suárez, Santiago Tejera Quesada, Felo Monzón, Juan Ismael, Manolo Millares, Jesús González Arencibia, José Dámaso, Rafael Bethencourt “Ra-faely” o Tomás Gómez Bosch. Como ya ha sido señalado con anterioridad la forma de ingreso de las piezas en El Museo Canario se ha producido a través de tres vías básicas: la donación y, en menor medida, la ad-quisición y el legado. Ésta última vía de ingreso puede ser calificada como singular, puesto que solo ha estado presente en esta colección en una ocasión. Se trata del valioso Retrato de Gregorio Chil y Naranjo pintado por Manuel González Méndez en 1900 (Ilust. 1), obra que formaba parte de los bienes legados por el fundador del museo a la institución, y que perma-neció en posesión de su viuda Rosenda Suárez Tascón hasta su fallecimiento en 1913, fecha en que pasó a ser plena propiedad de la Sociedad Científica43. 42 No han sido incluidas las fotografías históricas que se conservan en El Museo Canario debido a que éstas no son concebidas como objetos artísticos sino como piezas documentales, de ahí que formen parte del archivo de la institución y sean sometidas a los procesos técnicos archivísticos pertinentes. El Museo Canario sólo conserva una fotografía, obra de Teresa Correa, que podamos incluir en el ámbito artístico. 43 Este retrato fue siempre la imagen oficial del fundador de El Museo Canario, de ahí que se intentara que estuviera en las mejores condiciones. En 1942 fue encargada su restauración a Eladio Moreno Durán. En el año 2001 volvió a ser restaurado, ocupándose Amparo Caballero Casassa de su tratamiento. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 9 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 Retrato de Gregorio Chil y Naranjo Manuel González Méndez, 1900 ES 35001 MC/PA Pint-0001 - El Museo Canario La colección pictórica: donaciones espontáneas Como ya hemos anotado con anterioridad, la donación ha sido una vía de ingreso muy habitual en la colección de El Museo Canario. La sección pictórica se erige en una buena muestra de esta dinámica. Así, de las 290 obras pictóricas, 126 -el 43,5% del conjunto total de piezas- han ingresado a través de esta desprendida vía. En algunas ocasiones se trata de dona-ciones espontáneas realizadas por los propios autores o por propietarios de las obras. Uno de los primeros ingresos que se produjo por esta vía no fue otro que la paleta con la que Manuel González Méndez pintó el Retrato de Camille Saint-Saëns que forma parte de la colección del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria44. En 1900 fue recibido en El Museo Canario aquel útil de pintor que, al estar enriquecido con una miniatura que reproducía de manera abocetada la efigie del compositor francés, adquiere un valor añadido. Además, esta pieza puede ser considerada la primera que pasó a formar parte de la colección45. 44 HERNÁNDEZ SOCORRO (2006), p. 205. 45 AMC. ES 35001 AMC/AMC 1376. Primer libro de registro de entrada. Como tal, es el primer objeto FERNANDO BETANCOR PÉREZ 10 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 Del mismo modo, Amaranto Martínez de Escobar en 1904, donó a la Sociedad de la que era secretario, una copia del Retrato de Chil y Naranjo cuyo original, al que nos hemos referi-do al tratar del legado, había sido pintado por González Méndez. Martínez de Escobar, aficio-nado a la pintura, realizó esta copia con la finalidad de entregarla a la institución para que ésta contara con una efigie del fundador cuando se celebraba algún acto que debía ser presidido por la imagen de aquél, sin necesidad de tener que recurrir al traslado del lienzo original, que hasta 1913 obró en poder de la viuda del doctor. Asimismo, entre los objetos donados en 1906 por José Franchy y Roca figuraba “…un re-trato a dos tintas de nuestro inolvidable presidente don Domingo J. Navarro…”46. Esta obra no ha de ser otra que la efigie, que resuelta a modo de grisalla, salió del estudio del pintor gancanario Santiago Tejera Quesada. Posteriormente, en 1934, se produciría el ingreso de un Retrato de Eusebio Navarro Ruiz. Este cuadro fue regalado en 1896 por su autor, Manuel González Méndez, al retratado. Con el paso del tiempo, Carlos Ramírez Suárez, sobrino del señor Navarro Ruiz, lo donó a El Museo Canario47, poseyendo, de este modo, la Sociedad Científica tres obras de este relevante pintor palmero. Esta forma de ingreso no se ha extinguido con el paso de los años. En este sentido, destaca-remos, por su interés histórico y artístico, las donaciones realizadas más recientemente por los hermanos Roberto Carlos y Delia Mabel Lavarello, Mercedes Henning, José Miguel Alzola González y Lothar Siemens Hernández. Los dos primeros, bisnietos de Víctor Grau-Bassas -primer conservador de El Museo Canario-, protagonizaron una sorprendente donación que mostraba una actividad muy poco conocida del conservador: una marina pintada en Argentina a finales del siglo XIX48. Por su parte, la donación de Mercedes Henning Sánchez supuso poder contar en la colec-ción con un pintor que hasta entonces no figuraba en ella: Tomás Gómez Bosch. Así, el Re-trato Santiago Sánchez Yánez, pintado por este artista, es desde el año 2008 una gran pieza que muestra la faceta retratística de Gómez Bosch. El que fuera presidente de El Museo Canario, José Miguel Alzola González, mostró a través de la donación de dos obras pictóricas su constante deseo de crecimiento de la Socie-dad a la que representaba. De este modo, en el año 2002 entregó la obra Cueva Pintada de Gáldar, de Josefa Domínguez. Esta tabla fue pintada en la década de 1960 mientras se reali-zaban las obras de consolidación de las pinturas de la cueva galdense, trabajo en el que parti-cipaba la autora de la pieza donada49. Asimismo, un retrato de sí mismo pintado en 2002 por Manolo Ruiz -artista del que El Museo Canario cuenta con cuatro obras- está también entre las aportaciones del sr. Alzola. No podemos concluir el capítulo de donaciones espontáneas sin mencionar la figura de Lothar Siemens Hernández, uno de los socios que más ha contribuido al crecimiento de la colección de pintura, entregando entre 1991 y 1999 siete obras pictóricas. Entre éstas desta-camos el lienzo Rogativa de lluvia, de Jesús González Arencibia (Ilust. 2), donación con la que la institución se reencontró con uno de los primeros artistas que, como ya mencionamos, expuso en ella en la década de 193050. artístico inserto en el primer libro de ingresos de la Sociedad Científica 46 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 20 de octubre de 1906. Libro 3, f. 10. 47 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 1 de julio de 1934. Libro 5, f. 60r. 48 ALZOLA GONZÁLEZ (1994), p. 12; BETANCOR PÉREZ (2001a), pp. 23-24. 49 AMC/AMC, Correspondencia. Carta remitida por José Miguel Alzola al director-gerente de El Museo Canario, 28 de enero de 2002. 50 Sin salirnos del marco de las donaciones espontáneas, en ocasiones entre las colecciones documentales conservadas en El Museo Canario puede ser localizada alguna obra de arte. Formando parte de la Colección documental Juan Ismael -donada por los herederos del pintor en 1983-, se encuentra una carpeta en cuya portada Juan Ismael pintó un paisaje siguiendo la estética de la Escuela Luján Pérez EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 11 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 Rogativa de lluvia Jesús González Arencibia ES 35001 MC/PA Pint-0117 - El Museo Canario La adquisición: vía de ingreso secundaria Esta forma de ingreso, con 191 piezas, ha supuesto el 65,8% de las entradas en la pinacoteca51. Una de las adquisiciones más llamativas fue la propiciada por Néstor Álamo en 1958, año en que ofreció en venta un Retrato de Domingo J. Navarro, atribuido a Manuel González Méndez. El cuadro, tasado en 6.000 pesetas, fue adquirido el 22 de diciembre de 195852. Sin embargo, en la actualidad no existe en la institución retrato alguno que represente al que fuera primer presidente de El Museo Canario firmado por este pintor. Por el contrario, si se cuenta con una retrato de di-cho personaje obra de Manuel Ponce de León y Falcón. Nos inclinamos a pensar que la pieza adquirida fue ésta última y se confundiera la autoría, teniendo en cuenta que a mediados del siglo XX la trayectoria de Ponce de León no había sido aún estudiada de manera concienzuda53. Sin duda, otro de los ingresos vía adquisición que más llama la atención son las 12 acuare-las pintadas por el británico G.E.R. Dalton entre 1888 y 188954. A pesar de que su interés artístico no es muy elevado, su atractivo estriba en que cada una de ellas reproduce una pa-norámica de un núcleo de población, preferentemente de Gran Canaria, mostrándose el estado 51 A pesar de que el porcentaje de ingresos vía adquisición es más elevado que el de donaciones hemos considerado esta forma de ingreso como secundaria, entre otras cosas porque 164 de las obras adquiridas forman parte de un álbum de caricaturas realizadas por Francisco González. Fue comparado por El Museo Canario en una única transacción por 815 pesetas en 1950. AMC/AMC, Libramientos, 1950. 52 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 22 diciembre de 1958. Libro 7, f. 195r. 53 ALLOZA MORENO (1981), p. 197; HERNÁNDEZ SOCORRO (1996), p. 223. Alloza lo considera obra de Manuel Ponce de León, al igual que Hernández Socorro, especialista en su producción artística. 54 Regalo... (1994-1995). Los trámites de compra fueron concluidos el 29 de julio de 1994. Cuatro de es-tas piezas, las que reproducen los núcleos de Gáldar, Guía, Agaete y Agüimes, fueron adquiridas con la ayuda económica de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas de Gran Canaria. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 12 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 en que se encontraba cada uno de ellos entre 1888 y 1889. Así, Gáldar, Guía, Agaete, San Nicolás de Tolentino o Agüimes son reproducidos con detalle, hecho que concede a estas pie-zas un sobresaliente valor documental. Continuamos este breve recorrido a través del capítulo de adquisiciones haciendo referencia al Retrato de Baltasar Champsaur Sicilia, pintado en 1926 por Cirilo Suárez (Ilust. 3). Esta obra, propiedad de Juan Manuel Trujillo, permaneció en depósito en El Museo Canario hasta 1948. Ese año, su dueño lo ofreció en venta a la Sociedad Científica junto a otros objetos y a una colección de manuscritos sobre Canarias55. Tenemos constancia documental de la adquisición de los objetos y documentos56, pero no así del cuadro. Por lo tanto, o bien fue adquirido sin expedirse documen-to alusivo a la compraventa, o bien se llegó a un acuerdo de cesión, puesto que, lo cierto, es que en la actualidad es uno de los mejores retratos que integra la colección. Retrato de Baltasar Champsaur Sicilia Cirilo Suárez, 1926 ES 35001 MC/PA Pint-0021 - El Museo Canario 55 AMC/AMC. LAJD. Sesión de 9 de noviembre de 1948, Libro 7, f. 51v. 56 AMC/AMC, Libramientos, 1948. El libramiento del pago por compra del mobiliario fue expedido el 23 de julio de 1948. Por su parte, el pago de los manuscritos fue librado el 14 de octubre del mismo año. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 13 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 Finalizamos este recorrido a través de las adquisiciones aludiendo la representación de San Juan Nepomuceno (Ilust. 4). La pieza, adscrita a la escuela de Juan de Miranda, fue adquirida en 1996 a José Cabrera Falcón. El distintivo de esta figuración lo constituyen tanto su carácter religioso -temática excepcional en este fondo artístico-, como su cronología dieciochesca, etapa representada en El Museo Canario sólo por este valioso lienzo. San Juan Nepomuceno [Escuela de Juan de Miranda], s. XVIII ES 35001 MC/PA Pint-0078 - El Museo Canario Las exposiciones y el crecimiento de la colección pictórica Entre la exposición protagonizada por Plácido Fleitas y Jesús González Arencibia en 1937 y la que celebró Agustín Casassa en el año 2000 han transcurrido 63 años a lo largo de los que El Museo Canario ha acogido 104 exposiciones57. A pesar de que la primera exposición de artes plásticas de la que tenemos constancia no llevó aparejada el ingreso de obra alguna, nos detendremos brevemente en ella por la importancia que 57 Hacemos referencia aquí sólo a las exposiciones de carácter artístico. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 14 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 posee en el contexto general expositivo relacionado con la centenaria institución. La muestra fue inaugurada el 26 de agosto de 1937 en un modesto “saloncillo de exposiciones”, con la di-rección artística del pintor Néstor Martín Fernández de la Torre58. La obra expuesta era de temática religiosa: Procesión en la cumbre y Alba del sacramento, de Arencibia; y un Cristo tallado en madera, obra de Fleitas. Esta exposición, clausurada el 6 de septiembre de 1937, además de contar con gran repercusión en la prensa59, fue preámbulo de lo que sería habitual desde 1948, año a partir del que hubo continuidad en la programación expositiva: — 1948-1957: a lo largo de esta primera década fueron celebradas 46 exposiciones60 pro-tagonizadas de una manera preferente por artistas que comenzaban o afianzaban su carrera plástica. Entre éstos sobresale un joven Manolo Millares Sall -que presentó su obra en este salón en cinco ocasiones entre 1948 y 1954, siendo el primer artista que colgó sus cuadros en la nueva sala de exposiciones de El Museo Canario-; Felo Monzón61, que lo hizo en cuatro oportunidades; o Juan Ismael, que expuso su obra en 1950 y 1955. No obstante en esta prime-ra etapa no sólo tuvieron cabida los artistas más transgresores o más jóvenes. Por el contrario, el maestro Tomás Gómez Bosch o el tradicional Francisco Bonnin Miranda también presenta-ron su obra en El Museo. — 1958-1967: esta década arrancó con una exposición de Felo Monzón, muestra a la que siguieron otras 34 exposiciones, entre las que destacamos las de Dolores Massieu -que expuso por primera vez en la sala de El Museo Canario-, José Dámaso, “Rafaely”, Ángel González Doreste, Elías Marrero, Jane Millares o Yolanda Graziani. — 1968-1978: las 19 exposiciones que tuvieron lugar a lo largo de estos años están presi-didas por una nueva exposición, esta vez antológica, de Yolanda Graziani; la muestra con-memorativa de los 50 años de la Escuela Luján Pérez; así como por la exposición póstuma dedicada a Antonio Padrón (1970). — 1979-2016: sólo se programan tres muestras protagonizadas por José Socorro Alonso (1981), Adolfo Moreno Calvo (1991) y Agustín Casassa (2000). Pero… ¿cómo ha influido esta actividad expositiva en el crecimiento de la colección pictó-rica? Desde el primer momento quedó establecido que todo artista al que fuera cedida la sala para exponer su obra debía entregar una de las piezas expuestas con el doble objetivo de que quedara constancia de su paso por El Museo Canario y que, de esta manera, se diera forma a un fondo artístico representativo de la plástica canaria. No obstante, lo cierto es que no en todos los casos se produjo esa donación. La relación inserta a continuación presenta las 36 pinturas que han sido identificadas procedentes de exposiciones, cifra lejana a las 104 mues-tras celebradas a lo largo del tiempo: AUTOR INGRESO TÍTULO DIMENS. Manolo Millares 1948 Acuarela S/T 49x61 cm. Manolo Millares 1948 Acuarela S/T 64x49 cm. Felo Monzón 1948 Síntesis Canaria 33,5x23,5 cm. Francisco Bonnin Miranda 1949 [Paisaje] 50x64 cm. Juan Ismael 1950 S/T 50x30 cm. Carmelo F. González 1950 Hórreo curvo 40x48 cm. 58 AMC/AMC, Correspondencia de salida, 30 de agosto de 1937. 59 DORESTE SILVA (1937, 6 de septiembre), p. 2. 60 BETANCOR PÉREZ (2007), p. 75. Puede ser consultada la relación de exposiciones. 61 En su primera exposición en El Museo Canario, “Esquemas de síntesis canaria”, Felo Monzón -que había permanecido en prisión entre 1936 y 1940 por razones políticas- se enfrentó a un intento de prohibición de su muestra. La adscripción al CSIC de la institución y la exención de censura posibilitó que la exposición fuera inaugurada, presentando asimismo el pintor la conferencia “Elogio al arte vivo”. EL ARTE EN EL MUSEO CANARIO... 15 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2018, XXII-000, pp. 1-15 José Julio Rodríguez 1950 S/T [Monotipo] 47x34 cm. Santi Suros (Grupo Lais) 1951 El cirq grec 50x61 cm. George Kamké 1951 S/T 63x53 cm. José Dámaso 1958 Niño y Caballo 66x65 cm. A. González Doreste 1959 Desnudo y ajedrez 52X90 cm. Elías Marrero 1959 Marina 78,5x48 cm Domenico Consoli 1960 Iglesia de S. Antonio Abad 30x20 cm. José Luis Crespo 1960 S/T 34x48 cm. Francisco Lezcano 1960 Mujer portando pescado 48,5x47,5 cm Rafael Bethencourt “Rafaely” 1960 S/T [Composición] 57x65 cm. Folke Sjöberg 1960 S/T 23,5x29 cm. Mbomio 1961 S/T 32x23 cm. R. Ripio 1965 Cebollas 32x46 cm. Yolanda Graziani 1965 S/T 64x80 cm. Martín de Vidales 1966 [Puente] 50,5x72 cm. Mª Victoria García Fresco 1967 La resurrección de los muertos 29x44 cm. Rita Vié 1967 Madrid antiguo 61x50 cm Joaquín Montull 1967 Escena religiosa 49x34 cm. Eduardo Millares 1966 [Pajaritas de papel] 48x33,5 cm. Jacqueline Huybers 1970 Novena sinfonía de Beethoven 20x120 cm. Francisco Tauro 1971 S/T [Abstracción] 48x64 cm. Nané 1971 S/T 81x100 cm. Nané 1971 S/T 35x50 cm. Julián Quirante 1971 Paseo en la playa 81x65 cm. Juan Luis Alzola 1971 S/T 54x64 cm. Manuel Ruiz 1972 Barranco 54x64 cm. Christian Fiore 1972 S/T 86x183 cm. Adolfo Moreno Calvo 1991 Castillo de San Cristóbal 69x100 cm. José Gopar 19… S/T [Proyecto de mural] 48x62 cm. Agustín Caballero Casassa 2000 Casas de piedra 84x53 cm. El Premio Alicia Sarmiento de pintura y el crecimiento de la colección Como ya señalamos, el legado dejado por Alicia Sarmiento tras su fallecimiento, posibilitó la instauración de un premio de pintura. Como agradecimiento, El Museo Canario encargó un retrato de la señora Sarmiento realizado, a partir de un retrato fotográfico, por el pintor Alfre-do Candela en su taller madrileño62. Los artistas galardonados en las diferentes ediciones han sido los siguientes: EDICIÓN PREMIADO OBRA DONADA 1979 Rufina Santana S/T 2000 Mario Comas Bodegón 2002 Nicasio Torres Melgar (Ilust. 5) S/T 2005 Carmen Ausina Subducción 2007 Eliseo Méndez /Carmen Pérez Rosales Sueña Don Quijano…/ Bodegón 2009 Birgitta Enberborg / Rosa Arífica Mishal Interior de Isla (I) / Mararía Todos los premiados relacionados con anterioridad, no sólo tenían la posibilidad de expo- 62 Información ofrecida por José Miguel Alzola González el 06 de junio de 2005. FERNANDO BETANCOR PÉREZ 16 XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016) ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, 2017, XXII-058, pp. 1-16 ner una selección de su obra el día elegido para la entrega de la distinción, sino que debían ceder una pieza a la institución. De alguna forma, los ingresos producidos por esta vía han servido para conceder una actualización plástica a la colección Como hemos podido constatar a la lo largo del texto precedente la relación entre El Museo Canario y el arte dio comienzo prácticamente desde el instante en que se fraguó la idea de la fundación de la institución museística. Las iniciativas y actividades artísticas organizadas su-ponen una evidente muestra de ello. El resultado final ha sido una colección artística63 cuanti-tativamente modesta si la comparamos con la de otros centros museísticos insulares. Sin em-bargo, cualitativamente está a un nivel muy alto puesto que entre sus piezas encontramos obras de artistas de la talla de Manuel González Méndez, Manolo Millares, Felo Monzón, Juan Ismael, José Dámaso o Rafael Bethencourt “Rafaely”, entre otros muchos pintores de reconocido prestigio que, en muchos casos, dieron comienzo su carrera en la sala de El Museo Canario, convirtiéndose esta colección en una pieza de indiscutible valor para el mejor cono-cimiento de la trayectoria de buen número de artífices isleños. BIBLIOGRAFÍA ALLOZA MORENO, M. A. (1981). La pintura en Canarias en el siglo XIX. Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. ALZOLA GONZÁLEZ, J. M. (1994). “Reencuentro con Víctor Grau Bassas” en Noticias del Museo Canario, nº 7 (primera época), Las Palmas de Gran Canaria: El Museo Canario, p. 12. BARQUÍN, P. (1953, 5 y 6 de junio). “La Escuela Luján Pérez. 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Conmemoración del 2º centenario del nacimiento del historiador D. José de Viera y Clavijo y 50º aniversario de la instalación oficial de El Museo Canario. Las Palmas de Gran Canaria: El Museo Canario. DORESTE SILVA, L. (1937, 6 de septiembre). “Arte canario”, en Falange, p. 2. Exposición… (1944). Exposición de artistas de la provincia de Gran Canaria. Madrid. HERNÁNDEZ SOCORRO, M. R. (1996). Manuel Ponce de León y Falcón pintor grancanario del siglo XIX. Las Palmas de Gran Canaria: Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas de Gran Canaria. HERNÁNDEZ SOCORRO, M. R. (2006). Bienes muebles del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Cana-ria: un patrimonio por descubrir. Las Palmas de Gran Canaria: Ayuntamiento. NARANJO SANTANA, M. C. (2016). Cultura, Ciencia y Sociabilidad en Las Palmas de Gran Canaria en el siglo XIX. El Gabinete Literario y El Museo Canario. Madrid: Mercurio. Premio… (1992). “Premio Alicia Sarmiento” en Noticias del Museo Canario, nº 2 (1ª época), Las Palmas de Gran Canaria: El Museo Canario, p. 16. Regalo... (1994-1995). “Un regalo de la Económica: antiguos grabados y pinturas de Canarias” en Noticias del Museo Canario, nº 7 (primera época), Las Palmas de Gran Canaria: El Museo Canario, p. 5. Reglamento... (1879). Reglamento de la Sociedad El Museo Canario. Las Palmas de Gran Canaria: El Museo Canario. 63 Dentro del programa de restauración encomendado a la restauradora Amparo Caballero Casassa han sido in-tervenidas: Retrato de Juan de León y Castillo, de Santiago Tejera; Paisaje, de Manolo Ruiz; Paleta de González Méndez; Retrato de José Larena-Avellaneda; los retratos de Chil y Naranjo, pintados por González Méndez y Ama-ranto Martínez de Escobar; el Retrato de Domingo J. Navarro de Manuel Ponce de León; la Composición, de Rafael Bethencourt “Rafaely”; el Cirq Grec, de Santi Suros; y el Retrato de Baltasar Champsaur Sicilia, de Cirilo Suárez. |
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