XXII Coloquio de Historia Canario-Americana
ISSN 2386-6837, Las Palmas de Gran Canaria. España, (2017), XXII-157, pp. 1-17
VULNERABILIDAD URBANA Y SEGREGACIÓN RESIDENCIAL DE LA POBLACIÓN EXTRANJERA NO COMUNITARIA EN LAS CIUDADES MÁS POPULOSAS DE CANARIAS1
URBAN VULNERABILITY AND RESIDENTIAL SEGREGATION OF NON-EU FOREIGN POPULATION IN THE MAIN CITIES OF THE CANARY ISLANDS
Ramón Díaz Hernández*; Josefina Domínguez Mujica**; Juan Manuel Parreño Castellano***
Cómo citar este artículo/Citation: Díaz Hernández, R.; Domínguez Mujica, J. y Parreño Castellano, J. M. (2017). Vulnerabilidad urbana y segregación residencial de la población extranjera no comunitaria en las ciudades más populosas de Canarias. XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016), XXII-000. http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/10095
Resumen: Con el cambio de milenio, ha crecido de manera espectacular el número de extranjeros no comunitarios residentes en Canarias. Desde un primer momento, su cualificación les situó en los estratos económicos inferiores, lo que unido a su condición de extranjeros, les confirió una mayor vulnerabilidad social. La crisis económica iniciada en 2008 les ha afectado especialmente, manifestando una menor capacidad de adaptación.
Este artículo tiene como objetivo analizar el grado de vulnerabilidad social de los extranjeros no comunitarios en el periodo de crisis en los ocho municipios más populosos de Canarias. La vulnerabilidad social es definida a partir de indicadores económicos, demográficos y residenciales, para lo que se ha usado el Censo de Población y Vivienda de 2011 y el Padrón Continuo de Población (2004-15). Para subsanar las carencias territoriales de estas fuentes, hemos acudido a la segregación residencial y al estudio de las pautas de localización para detectar situaciones de vulnerabilidad urbana.
Palabras clave: Ciudad, Vulnerabilidad urbana, Segregación residencial, Extranjeros
Abstract: With the turn of the millennium, the number of non-EU foreigners residing in the Canary Islands has grown dramatically. From the outset, their qualification and the status as foreigners placed them in a low eco-nomic strata and gave them greater social vulnerability. The economic crisis began in 2008 has particularly af-fected them, showing less capacity for adaptation.
This article aims to analyze the degree of social vulnerability of non-EU foreigners in the crisis period in the eight most populous municipalities of the Canary Islands. Social vulnerability is defined by economic, demo-graphic and residential indicators, for which 2011 Population and Housing Census and Continuous Population Register (2004-15) have been used. In order to overcome the territorial deficiencies of these sources, we have scored to residential segregation and the study of localization patterns to detect situations of urban vulnerability.
Keywords: City, Urban Vulnerability, Residential Segregation, Foreigners
* Catedrático de Escuela Universitaria. Grupo de Investigación "Sociedades y Espacios Atlánticos". De-partamento de Geografía. ULPGC. C/Pérez del Toro, 1. 35003. Las Palmas de Gran Canaria. España. Teléfono: +34 928452776; correo electrónico: ramon.diaz@ulpgc.es
** Catedrática de Universidad. Grupo de Investigación "Sociedades y Espacios Atlánticos". Departamen-to de Geografía. ULPGC. C/Pérez del Toro, 1. 35003. Las Palmas de Gran Canaria. España. Teléfono: +34 928451736; correo electrónico: josefina.dominguezmujica@ulpgc.es
*** Titular de Universidad. Grupo de Investigación "Sociedades y Espacios Atlánticos". Departamento de Geografía. ULPGC. C/Pérez del Toro, 1. 35003. Las Palmas de Gran Canaria. España. Teléfono: +34 928452776; correo electrónico: juan.parreno@ulpgc.es
1 El presente artículo se enmarca dentro del proyecto de investigación del Plan Nacional de I+D+I del Ministerio de Economía y Competitividad "Crisis y vulnerabilidad en ciudades insulares españolas: transforma-ciones en los espacios de reproducción social" (CSO2015-68738-P). MINECO/FEDER.
RAMÓN DÍAZ HERNÁNDEZ; JOSEFINA DOMÍNGUEZ MUJICA Y JUAN MANUEL PARREÑO CASTELLANO
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INTRODUCCIÓN
El sistema capitalista genera un desarrollo desigual que se manifiesta tanto a nivel social, con una clara estratificación de la población según los recursos económicos disponibles, como a nivel territorial, con áreas en donde se concentra la actividad económica y otras que adoptan un rol residual en el sistema productivo2. Así como tenemos una sociedad dividida en clases, encontramos también territorios vencedores y vencidos en el capitalismo global.
Personas y territorios tienen capacidad para adaptarse a los vaivenes cíclicos y los cambios estructurales propios del sistema económico y esto depende de la posición económica previa y de las herramientas que se tengan para la resiliencia y la adaptación; entre ellas destaca la capacitación y la influencia del entorno. En este último sentido, son fundamentales las ayudas recibidas de las macroestructuras políticas y sociales, es decir, del complejo marco que conforman la asistencia y las ayudas propias del Estado del Bienestar.
En función del nivel de afección por las situaciones económicas adversas y de la capacidad para enfrentarlas, las personas y los territorios presentan diferentes estados de vulnerabilidad. Por lo tanto, podemos considerar que "en esencia, la vulnerabilidad puede ser definida como un estado de elevada exposición a ciertos riesgos e incertidumbres, combinado con una menguante habilidad para protegerse o defenderse de ellos y de gestionar sus consecuencias negativas"3.
Siguiendo los pioneros trabajos de MOSER (1998), la vulnerabilidad social es el resultado de la ecuación dada por la suma de la exposición a los riesgos, la incapacidad para enfrentarlos y la inhabilitad para adaptarse (Vulnerabilidad = exposición a riesgos + incapacidad para enfrentarlos + inhabilidad para adaptarse activamente)4.
En situaciones de crisis económica, como la que vivimos desde 2008, la vulnerabilidad social es un concepto de gran relevancia, en la medida en que puede ayudar a describir el impacto social de la crisis, a predecir sus efectos futuros y a reconducir las intervenciones necesarias. Esta capacidad para describir, diagnosticar y predecir depende de la relación directa que mantiene la vulnerabilidad social con determinadas características socioeconómicas, demográficas, residenciales y subjetivas de la población. Todas estas características se pueden concretar a través de indicadores precisos, llegándose a determinar cuantitativamente el nivel de vulnerabilidad social de un grupo humano.
En consecuencia, el concepto de vulnerabilidad social media entre la inclusión y la exclusión, siendo la antesala de ésta5. Este hecho es lo que ha provocado que, desde comienzo del milenio, los análisis de vulnerabilidad se han desarrollado enormemente, sobre todo a raíz de que el Banco Mundial lo haya convertido en un marco conceptual de sus intervenciones6.
La vulnerabilidad urbana se refiere "a la potencialidad de que la población de un determinado espacio urbano concreto sea afectado por alguna circunstancia adversa, de modo que el concepto alude no tanto a la existencia de una situación crítica constatada en la actualidad como a la de unas determinadas condiciones de riesgo, fragilidad, desfavorecimiento o desventaja que harían posible la entrada en esa situación crítica"7. En otros términos, la vulnerabilidad urbana es el proceso urbano por el que se combinan ciertas desventajas, de forma que toda esperanza de movilidad social ascendente o de superar la exclusión social es extremadamente difícil de alcanzar. Por el contrario, se produce una
2 HARVEY (2006).
3 NACIONES UNIDAS (2003).
4 CEPAL (2002).
5 ALGUACIL, CAMACHO y HERNÁNDEZ (2014).
6 EGEA, SÁNCHEZ y SOLEDAD, (2012).
7 MINISTERIO DE FOMENTO (2010), p. 3. VULNERABILIDAD URBANA Y SEGREGACIÓN RESIDENCIAL...
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percepción de inseguridad y temor a la posibilidad de una movilidad social descendente o de empeoramiento de las condiciones de vida actuales8 .
Así como la vulnerabilidad social es un concepto multidimensional aprehensible a través de un conjunto de indicadores, la vulnerabilidad urbana es fiel a este principio, pero los indicadores deben concretarse en un espacio territorial delimitado y más o menos homogéneo9. La vulnerabilidad urbana está condicionada, por tanto, por la escala territorial del análisis. La dimensión territorial permite además el reconocimiento de procesos espaciales como la segregación residencial, la definición de barrios desfavorecidos y marginales e, incluso, de guetos en la ciudad10.
En esta comunicación nos centramos en el caso de los extranjeros no comunitarios residentes en los ocho mayores municipios de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria, Telde, Santa Lucía de Tirajana y San Bartolomé de Tirajana en Gran Canaria; Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna y Arona en Tenerife y Arrecife en Lanzarote); por lo que, de entrada, nos referimos a un colectivo que parte de una mayor desventaja social debido a su estatus jurídico, además de otras dificultades que se pueden derivar del hecho de residir en un país extranjero, como el idioma, la falta de apoyos familiares o de redes de contactos sociolaborales, por sólo citar algunos ejemplos.
FUENTES Y METODOLOGÍA
A partir de la metodología utilizada en el "Atlas de la vulnerabilidad urbana en España"11, hemos seleccionado una serie de indicadores demográficos, socioeconómicos y residenciales. La selección de dichos indicadores dependió de varias circunstancias: en primer lugar, a diferencia del citado atlas, no se consideró toda la población sino una parte relativamente reducida, lo que implicó que muchos de los indicadores no se pudieran aplicar a escala de sección censal, ante la falta de información. En segundo lugar, el tamaño demográfico, relativamente reducido de algunos de los municipios analizados, impidió que se pudieran obtener datos significativos a nivel de sección. Por último, las peculiaridades del colectivo estudiado restaron importancia a algunos indicadores relevantes en el análisis de la vulnerabilidad, como, por ejemplo, el envejecimiento de la población.
En consecuencia, de entre los indicadores demográficos básicos, se recurrió al porcentaje de menores de 16 años de nacionalidad no comunitaria en relación con el total de menores y el número de personas en vivienda principal, o lo que es lo mismo, el tamaño promedio del hogar.
Los indicadores socioeconómicos calculados fueron el porcentaje de población no comunitaria en situación de desempleo, el de empleados a tiempo parcial y el porcentaje de analfabetos y sin estudios de población no comunitaria con edades comprendidas entre 16 y 64 años.
Por último, los indicadores residenciales se concretaron en el tamaño promedio de la vivienda ocupada por población no comunitaria y el porcentaje de personas de nacionalidad no comunitaria que residían en viviendas construidas antes de 1991.
Todos estos indicadores, que tomaron como año de referencia 2011, se obtuvieron también para la población española, de tal modo que se valoró la situación de vulnerabilidad de la población extranjera no comunitaria en relación con la española.
8 HERNÁNDEZ (2007).
9 FOESSA (2013).
10 EGEA (2008); MÉNDEZ (2013) y TEMES (2014).
11 HERNÁNDEZ; MATESANZ y GARCÍA, (2015). RAMÓN DÍAZ HERNÁNDEZ; JOSEFINA DOMÍNGUEZ MUJICA Y JUAN MANUEL PARREÑO CASTELLANO
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A partir del análisis de estas tres dimensiones de la vulnerabilidad urbana, nos aproximamos al estudio de las pautas de distribución de la población objeto de estudio en el espacio urbano. En concreto se calculó el índice de segregación del colectivo de los extranjeros no comunitarios y la localización en el espacio urbano a través del cálculo de coeficientes de localización. El análisis permitió la representación gráfica y la elaboración de cartografía en el caso de los coeficientes de localización con Arc-Gis, para lo que se usó un método de interpolación basado en el cálculo de densidades Kernell, lo que supuso rasterizar el mapa de secciones censales, que responde a una estructura vectorial coroplética.
La disponibilidad de datos estadísticos actualizados es un elemento central para este tipo de análisis, pero esto encuentra serias dificultades, sobre todo para escalas de análisis inferiores al nivel municipal, y más concretamente al nivel de sección censal, que es el nivel imprescindible para abordar un análisis espacial detallado. En este caso se recurrió a dos fuentes principales: el Censo de Población y Vivienda de 2011 y el Padrón Continuo de Población para el periodo 2004-2015. La información demográfica del Padrón es poblacional y periódica, pero aporta pocas variables más allá de algunas de carácter demográfico y presenta, en ocasiones, cierto sesgo por la falta de actualización de las bajas. El Censo de 2011, aunque aporta una información muy diversa, tiene la peculiaridad de que es muestral, por lo que a nivel de sección, y sobre todo para grupos demográficos concretos, sólo ofrece estimaciones estadísticas en función de las características probabilísticas de las variables consideradas, por lo que hay que tomar sus resultados con cautela. Además de estas dos fuentes primarias se recurrió a otras primarias y secundarias con el objetivo de contextualizar y discutir los resultados.
Con todo ello, los objetivos principales de esta aportación son, en primer lugar, conocer el nivel de vulnerabilidad urbana de los extranjeros no comunitarios en los ocho municipios más populosos de Canarias en el año 2011 en relación con los niveles promedios que presentaba la población española. Por tanto, se pretende caracterizar la vulnerabilidad urbana en el grave contexto de la crisis económica iniciada en 2008. En segundo lugar, analizar la segregación residencial y las pautas de localización del colectivo objeto de este artículo combinando, en este caso, el análisis sincrónico con el diacrónico, remontándonos para ello hasta 2004, lo que permite abordar el análisis residencial en dos periodos económicos diferenciados, el de expansión económica y el consecuente periodo de crisis.
LA POBLACIÓN EXTRANJERA NO COMUNITARIA EN EL CONTEXTO DE LA CRISIS ECONÓMICA
La llegada de población extranjera a Canarias ha registrado ligeras variaciones respecto a la que caracteriza al conjunto de España. Una mirada retrospectiva a las últimas décadas pone de manifiesto que, desde los años setenta del siglo pasado, se modificó el signo migratorio del Archipiélago debido a que la inmigración superó por primera vez a la secular emigración, y con anterioridad a lo que venía sucediendo en el resto de España. El adelantamiento de esa inversión migratoria se explica por el desarrollo económico basado en el binomio turismo intensivo-construcción que atrajo numerosa población del extranjero y de las restantes comunidades autónomas.
Con posterioridad, el momento álgido de la atracción inmigratoria se registró en Canarias en el cambio de siglo, con máximos entre 1998 y 2008. A partir de ese momento, se advierte un claro retroceso en la intensidad de la inmigración, una reducción del saldo migratorio y una caída del stock de extranjeros.
Según los cálculos del INE, en el conjunto del estado español el balance migratorio con el exterior, desde 2015 a 2022, arrojará unas pérdidas anuales que superan ampliamente las doscientas mil personas, mientras que Canarias, en ese mismo intervalo de tiempo, registrará unos resultados ligeramente positivos, con cifras que se moverán en torno a las 2.000 personas VULNERABILIDAD URBANA Y SEGREGACIÓN RESIDENCIAL...
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de media/año. Los saldos migratorios durante los años de la crisis revelan que, pese a la disminución de la atracción inmigratoria, Canarias continúa arrojando valores positivos (eso sí, mucho más bajos que en años precedentes), frente a los cada vez más negativos del resto de España.
En esa divergencia influyen varios factores derivados de una parte de la oferta laboral no cualificada (construcción, servicios, agricultura, pesca,…), que durante el ciclo expansivo fue muy intensa y que se ha visto acompañada de un proceso de reagrupamiento familiar, también muy concurrido; y de otra parte, la creciente residencialización de numerosos extranjeros, especialmente de personas que al concluir su ciclo laboral han encontrado en las islas unas condiciones ventajosas para disfrutar del ocio y del clima característico de las Islas.
En cifras absolutas hay ahora menos extranjeros no comunitarios que cuando finalizó el ciclo expansivo de la economía canaria y comenzó la crisis económica que todavía se cierne sobre el Archipiélago. No obstante, se advierte igualmente un comportamiento diferenciado entre Canarias y el resto de España en lo relativo a los extranjeros no comunitarios, tal como se refleja en la figura 1. Mientras que en el conjunto de España el regreso de extranjeros no comunitarios a sus países de origen ha sido torrencial, especialmente entre los años 2010 a 2014, en Canarias, por el contrario, el retorno ha sido menor y los saldos migratorios anuales se han mantenido positivos todos esos años debido al reagrupamiento familiar y, sin duda también, a la constatación por parte de muchos inmigrantes de que siempre es mejor residir en Canarias en tiempos de crisis que volver a sus países de origen (Venezuela, Cuba, Bolivia, África occidental y subsahariana, el Magreb, etc.) donde la situación socioeconómica y política es incierta. Esos hechos, sumados a que muchos extranjeros no comunitarios ya se habían integrado en la realidad socioeconómica insular, han permitido que, pese a las numerosas salidas, persista un notable stock de extranjeros no comunitarios residiendo en los municipios más poblados de Canarias.
Figura 1. Balance migratorio de los extranjeros no comunitarios con el exterior por años (España y Canarias)
Fuente: INE, Estadística de Migraciones. Elaboración propia.
Las expectativas de futuro de este colectivo según las previsiones realizadas por el INE hasta 2022 parecen acortar su presencia (véase tabla 1) por la vía del retorno de inmigrantes laborales a sus países de origen o a otros destinos más atractivos o bien por la obtención de la nacionalización (véase figura 2).
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Tabla 1. Población extranjera no comunitaria residente en los municipios canarios más poblados (2015)
Población total en 2015 Población no comunitaria Tasa de extranjería de no comunitarios Arona 79.928 10.707 13,1 Arrecife 56.940 7.434 13 Santa Lucía de T. 69.069 5.969 8,6 San Bartolomé de T 54.932 4.944 7,2 Las Palmas de GC 379.766 16.971 4,1 Sta. Cruz de Tenerife 203.811 6.715 3 La Laguna 152.843 3.770 2,5 Telde 102.078 1.418 1,3 Total Canarias 2.100.306 107.283 5,1 Resto de Canarias 1.204.750 49.355 4,1 España 46.624.382 2.782.534 6
Fuente: INE, Explotación del Padrón. Elaboración propia.
Figura 2 Concesión de la nacionalidad española por grupos de nacionalidad en España (cifras absolutas)
Fuente: INE, Estadísticas de concesión y adquisición de nacionalidad española. Elaboración propia.
Los ocho municipios canarios seleccionados no sólo son los más poblados del Archipiélago canario, sino que además se caracterizan porque en ellos se desarrollan importantes actividades relacionadas con los servicios, el turismo, la industria, la administración pública, la construcción, los transportes o la pesca, motivo por el cual han concentrado las cifras más elevadas de la población extranjera no comunitaria que sigue residiendo en las Islas.
Durante los años 2009-2015, esos municipios han experimentado en mayor o menor grado una pérdida de población inmigrante no comunitaria, pero mantienen aún un colectivo numeroso de residentes equivalente al 43,2% de la población extranjera total de Canarias en 2016. Eso explica a su vez el que las tasas de extranjería (véase tabla 1 y figura 3) sigan VULNERABILIDAD URBANA Y SEGREGACIÓN RESIDENCIAL...
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siendo relevantes a nivel regional; y que cuatro de los ocho municipios más poblados (Arona, Santa Lucía de Tirajana, Arrecife y San Bartolomé de Tirajana) mantengan tasas de extranjería no comunitaria superiores a la media regional.
Figura 3. La tasa de extranjería por continentes de procedencia en los municipios más poblados de Canarias
Fuente: INE, Explotación del Padrón, 2015. Elaboración propia.
Por continentes de procedencia, la distribución de los extranjeros no comunitarios en los ocho municipios seleccionados presenta grandes diferencias porcentuales. Por ejemplo, dentro del colectivo no comunitario el grupo que más sobresale es el de los americanos, especialmente en Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Telde, Arrecife, Santa Lucía de Tirajana y Las Palmas de Gran Canaria (véase figura 3). Los inmigrantes africanos constituyen el segundo colectivo de no comunitarios y están presentes, sobre todo, en Santa Lucía de Tirajana, Arrecife, Las Palmas de Gran Canaria, Arona y San Bartolomé de Tirajana. Los asiáticos, apátridas y las personas llegadas de Oceanía constituyen pequeñas comunidades asentadas preferentemente en San Bartolomé de Tirajana, Arona, Las Palmas de Gran Canaria, Telde y Santa Cruz de Tenerife. Finalmente, los inmigrantes venidos de la Europa no comunitaria tienen dentro de este conjunto una menor presencia, en términos relativos, siendo más visibles en los municipios de San Bartolomé de Tirajana y Arona que en los cinco restantes.
VULNERABILIDAD SOCIOECONÓMICA: DESEMPLEO Y EDUCACIÓN
Es habitual en los estudios sobre pobreza, desarrollo humano, desigualdad en la distribución de la renta, vulnerabilidad o exclusión social recurrir al uso de indicadores como el porcentaje de paro, la tasa de paro de larga duración, la importancia del empleo a tiempo parcial, el número de parados por hogar, la cobertura al desempleo y el número de desempleados sin protección. En el presente trabajo nos vamos a centrar solamente en el RAMÓN DÍAZ HERNÁNDEZ; JOSEFINA DOMÍNGUEZ MUJICA Y JUAN MANUEL PARREÑO CASTELLANO
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porcentaje de población desempleada, en la contratación a tiempo parcial y en el nivel educativo para conocer la diferencia que existe entre españoles y extranjeros no comunitarios.
Entre 2007 y 2014, el porcentaje de población en paro en los municipios más poblados de Canarias se multiplicó por más de dos, a excepción de San Bartolomé de Tirajana, que se distingue por su menor crecimiento. En cifras absolutas, se ha pasado en esos años de 78.302 parados en 2007, a 167.132 en 2014, con una variación de 88.830 personas desempleadas. Todo esto pone en evidencia la gravedad de la crisis en una economía tan vulnerable como la canaria y las dramáticas consecuencias sociales que el desempleo trae consigo. A los trabajadores extranjeros la crisis les ha afectado más aún, si cabe. Trece de cada cien parados en Canarias son extranjeros. Eso significa que la tasa de desempleo (EPA) de la población extranjera acabó en 2016 siendo casi siete puntos superior a la media de los trabajadores canarios.
De acuerdo con el Censo de 2011, analizando los índices de paro en los ocho municipios más poblados de Canarias, se aprecia como el conjunto de los trabajadores españoles que ejercen en nuestras islas registra unos porcentajes de desempleo muy elevados, próximo al 20%, a excepción de Arrecife, La Laguna y Santa Cruz de Tenerife, que se sitúan ligeramente por debajo de esos valores. Aún reconociendo la gravedad de la situación para el conjunto de la población activa, llama poderosamente la atención cómo, en el caso de los extranjeros no comunitarios, la situación es todavía más severa, pues soporta valores iguales o superiores al 30% en Telde, Santa Lucía de Tirajana, Arrecife, Las Palmas de Gran Canaria y prácticamente La Laguna. Sólo en San Bartolomé de Tirajana, y por poca diferencia en Arona, los foráneos no comunitarios están mejor posicionados respecto a sus homónimos canarios (véase figura 4).
Figura 4. Porcentaje de población desempleada, 2011
Fuente: INE, Censo de Población y Vivienda, 2011. Elaboración propia.
El empleo temporal, estacional o a tiempo parcial es una modalidad que reduce la calidad del empleo y abarata los costes salariales para los que contratan. Por lo tanto, la temporalidad es una expresión más de precariedad en el empleo y un signo inequívoco de baja remuneración salarial. Si tomamos en consideración sólo el porcentaje de población con trabajo a tiempo parcial vemos que esta modalidad afecta mucho más a los extranjeros no comunitarios que a los españoles que ejercen en las Islas. Esta realidad es perceptible especialmente en Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana, Arrecife y La Laguna, siendo la diferencia un tanto menor en Arona, mientras que VULNERABILIDAD URBANA Y SEGREGACIÓN RESIDENCIAL...
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en los municipios de Telde y Santa Lucía de Tirajana la paridad entre españoles y foráneos no comunitarios es casi perfecta en lo referente a la contratación a tiempo parcial (véase figura 5).
Figura 5. Porcentaje de población con trabajo a tiempo parcial, 2011
Fuente: INE, Censo de Población y Vivienda, 2011. Elaboración propia.
La elevada tasa de desempleo en Canarias tropieza con un obstáculo de difícil solución como es el bajo nivel educativo de la población activa. La relación entre desempleo, nivel educativo y edad de los trabajadores es evidente en todo análisis objetivo sobre estas materias. De ahí se desprende el siguiente panorama: el 38,2% de los parados de 25-64 años y el 44,5% de los parados de 25-34 años disponía en 2014 sólo de educación secundaria obligatoria y estudios básicos. La situación mejora un poco cuando se dispone de estudios secundarios de segunda etapa (28,7% y 32,3%) pero, sobre todo, son los estudios superiores los que consiguen de forma nítida reducir el porcentaje de personas desempleadas tanto en el tramo de edades 25-64 años (20,4%) como en el los jóvenes de 25-34 años (26,7%). A pesar de ello, los dos dígitos prevalecen en todas las situaciones y dibujan un panorama desalentador.
En líneas generales, este perfil puede considerarse válido para el conjunto de los trabajadores por cuenta ajena que ejercen en nuestro archipiélago sea cual sea su origen, pero dentro del mismo encontramos diferencias muy notables debido a que la población no comunitaria presenta unos índices de analfabetismo y de personas sin estudios que duplican los valores alcanzados por los españoles en las dos provincias canarias, con lo cual, la relación empleo/nivel educativo tiene necesariamente una carga mucho más negativa para el colectivo extranjero no comunitario que tendrá por ello un plus de dificultad tanto a la hora de su inserción en el mercado laboral (véase tabla 2) como en su integración social.
Tabla 2. Porcentaje de analfabetos y población sin estudios (16-64 años de edad, 2011)
Españoles No comunitarios Las Palmas de G.C. 3,61 6,16 Sta. Cruz de Tenerife 3,24 5,20
Fuente: INE, Censo de Población y Vivienda, 2011. Elaboración propia. RAMÓN DÍAZ HERNÁNDEZ; JOSEFINA DOMÍNGUEZ MUJICA Y JUAN MANUEL PARREÑO CASTELLANO
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5. VULNERABILIDAD DEMOGRÁFICA Y RESIDENCIAL
Hemos intentado aproximarnos a la vulnerabilidad urbana definida por razones demográficas y residenciales a partir de cuatro variables: importancia de menores no comunitarios, número de miembros del hogar, tamaño y antigüedad de la vivienda.
El índice de población extranjera de nacionalidad no comunitaria en edad infantil (es decir menores de 16 años) respecto al total de menores es un indicador de vulnerabilidad demográfica de gran interés, dado que un valor elevado supone una demanda sustancial de medidas para la integración de los menores, sobre todo en el contexto de la escuela.
Las dificultades para obtener información fiable a nivel de sección censal no nos permite concretar esta problemática en áreas determinadas dentro de cada municipio. No obstante, el porcentaje de niños no comunitarios a escala municipal es un valor que nos aproxima a la vulnerabilidad urbana. En este sentido, los municipios de Arona (16,9%), Arrecife (13,2%), San Bartolomé de Tirajana (12,2%) y Santa Lucía de Tirajana (8,5%) son los que presentan, de manera destacada, las mayores cifras.
Si tenemos presente que Arona y San Bartolomé de Tirajana se caracterizan por una mayor concentración territorial de la población no comunitaria, podemos colegir que en estos municipios se estén planteando mayores retos para la integración social. De igual modo, atendiendo a la nacionalidad de los niños, y en especial a la lengua que se habla en el entorno familiar, la elevada presencia de niños de nacionalidad africana en Arona, San Lucía de Tirajana y Arrecife y de países de Europa del Este en Arona, es un elemento que favorece la vulnerabilidad urbana de estos colectivos (véase figura 6)
Ya, en fechas tempranas para el reciente fenómeno inmigratorio en Canarias, se señalaba que la constante arribada de población extranjera a las Islas había sobrepasado en determinadas áreas muy concretas la capacidad del dispositivo docente, lo que había obligado a dar respuestas a estas nuevas necesidades no sólo mediante intervenciones en la edificación de más instalaciones escolares, sino también en la reestructuración del sistema educativo para favorecer la integración. En ese contexto el Pacto Social por la Educación subscrito entre las distintas instituciones, sindicatos y asociaciones implicadas supuso el reconocimiento oficial de un conjunto de carencias sobrevenidas y la adopción del proyecto Plan Sur, en el que se abordaba por primera vez en Canarias la cuestión de la pluralidad cultural como una alternativa educacional12. En el informe La atención al alumnado inmigrante en el sistema educativo en España (2005) se especificaban las medidas necesarias para atender a este colectivo (enfoque multicultural, acogida, cambios organizativos y curriculares, atención cultural y lingüística, atención a las familias...), lo que unido a la puesta en marcha del Programa de Educación Intercultural de Canarias da idea del esfuerzo que supone para la administración este reto en un contexto de crisis.
12 DÍAZ y PARREÑO (2002). VULNERABILIDAD URBANA Y SEGREGACIÓN RESIDENCIAL...
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Figura 6. Distribución de los menores de 16 años extranjeros no comunitarios por continente
Fuente: INE, Censo de Población y Vivienda, 2011. Elaboración propia.
La inclusión y la integración desde la escuela se muestra como un elemento clave13, sobre todo si tenemos presente que entre 2010 y 2012 algo más del 40,5% de los menores de 16 años en familias extranjeras no comunitarias estaban bajo el umbral de la pobreza relativa, casi el doble (23,4%) que las familias españolas y extranjeras comunitarias, según Estadísticas de la Unión Europea sobre Ingresos y Condiciones de vida.
Las condiciones residenciales y específicamente las directamente relacionadas con la vivienda también muestran una situación de desventaja en relación con la población española.
La mayoría de los hogares españoles en los municipios estudiados tienen de dos a cuatro miembros. Sin embargo, entre los hogares de los extranjeros no comunitarios aquellos con cinco o más miembros son más frecuentes. Una situación parecida ya se detectaba en 2001 en el caso de Santa Lucía de Tirajana14. Esta diferencia está relacionada con una mayor precariedad económica, que les obliga a compartir vivienda, a la frecuencia de familias más extensas y al mantenimiento de hogares en los que los miembros del núcleo central conviven con otros familiares.
13 PLIEGO y VALERO (2011).
14 PARREÑO y DOMÍNGUEZ (2009). RAMÓN DÍAZ HERNÁNDEZ; JOSEFINA DOMÍNGUEZ MUJICA Y JUAN MANUEL PARREÑO CASTELLANO
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Figura 7. Número de personas en hogares no comunitarios (izquierda) y
españoles (derecha), 2011
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
0 0 0 0 0 0 0 0
Fuente: INE, Censo de Población y Vivienda, 2011. Elaboración propia.
A pesar de la presencia de hogares de mayores dimensiones, el tamaño promedio de las
viviendas de los extranjeros no comunitarios es menor en relación con la de los españoles en
todos los municipios. En Santa Lucía de Tirajana la diferencia alcanza los 23,1 m2, en
Arrecife, casi 15 m2, en Las Palmas de Gran Canaria y Arona, en torno a los 12 metros
cuadrados. Esta paradoja nos da una clara idea de unas condiciones habitacionales de peor
calidad entre los extranjeros. Conclusiones parecidas se obtenían para el conjunto de España
en el análisis por vivienda por continente de nacionalidad a partir de los datos de la Encuesta
Nacional de Inmigración de 2007, en el que destacaban, por sus peores condiciones
habitacionales, los inmuebles ocupados por extranjeros africanos15.
Tabla 3. Tamaño promedio de las viviendas ocupadas por españoles y
extranjeros no comunitarios, 2011 (en m2)
Municipio Españoles
No comuni-tarios
Diferencia
Sta. Lucía de T. 98,9 75,9 23,1
Arrecife 94,5 79,7 14,8
Arona 83,4 71,4 12
Las Palmas G.C. 88,9 77,2 11,7
Sta Cruz T. 93,2 82,8 10,3
Telde 88,4 79,5 8,9
S. Bartolomé T. 87,9 79,8 8,2
S. Cristóbal de LL 95,9 88,8 7,1
Fuente: INE, Censo de Población y Vivienda, 2011. Elaboración propia.
Los extranjeros no sólo ocupan viviendas más pequeñas, sino que en muchos casos, son
más antiguas. Por ejemplo, si analizamos el porcentaje de ambos colectivos que residen en
viviendas anteriores a 1991 (inmuebles de más de 20 años en 2011) vemos que en municipios
como Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Telde o San Bartolomé de
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Tirajana, la cifra entre los extranjeros no comunitarios es mayor. Solamente en los casos de Arona y Arrecife se da la circunstancia contraria, por lo que podemos colegir que no sólo la mayor precariedad explica esta diferencia entre ambos grupos sociales, sino que también los mercados locales de vivienda dejan ver sus peculiaridades. El mercado de vivienda de nueva construcción alcanzó elevadas cifras de venta en algunos municipios durante la década prodigiosa de la construcción (1998-2008) debido a la extraordinaria presencia de compradores extranjeros no comunitarios.
Figura 8. Porcentaje de personas que en 2011 vivían en edificios terminados antes de 1991
Fuente: INE, Censo de Población y Vivienda, 2011. Elaboración propia.
LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL
La distribución de los extranjeros no comunitarios en el tejido intraurbano de los municipios escogidos es un elemento de gran valor, tanto para conocer el modelo de ciudad existente en las Islas como para calibrar de un modo más certero la vulnerabilidad urbana de este colectivo, dado que el Censo de Vivienda de 2011 no permite un análisis a microescala de muchas de las variables que la caracterizan.
El índice de segregación o de disimilaridad, que mide entre 0 y 1, el grado de semejanza en la distribución de dos grupos poblacionales, nos permite cuantificar en un sólo valor la diferencia en la pauta territorial de los extranjeros no comunitario respecto al resto de la población. En 2015, los índices oscilan entre 0,17 en el caso de Arrecife, el municipio donde los extranjeros no comunitarios muestran una menor segregación, hasta 0,36 en Las Palmas de Gran Canaria. A pesar de la disparidad de resultados, estamos antes niveles de segregación que podemos calificar de moderados.
Los resultados de este índice hay que tomarlos con precaución ya que están condicionados por el número de secciones censales, por tanto, por el tamaño demográfico del municipio, y del colectivo analizado16. No obstante, se trata de una aproximación cuantitativa valiosa en la medida en que permite una comparación rápida.
En este sentido, es de gran valor conocer las tendencias a lo largo del tiempo en una misma ciudad, dado que el número de secciones censales no suele cambiar drásticamente. En este caso, se detectan tres municipios (Arona, San Cristóbal de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife) en los que crece la segregación tanto en el periodo de expansión como en el de crisis, a tenor de los resultados obtenidos en 2009 y 2015. En Arrecife, Las Palmas de Gran
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Canaria y San Bartolomé de Tirajana, en la época de crisis ha aumentado la segregación, al contrario de lo que había ocurrido en el periodo anterior. Por último, en Santa Lucía de Tirajana y Telde la segregación tiende a bajar en ambos periodos.
La segregación residencial es un elemento que refuerza la vulnerabilidad urbana en términos generales, porque si bien ésta es la antesala de la exclusión, la segregación lo es de la “ghetización”. Pero debemos señalar que no siempre menor segregación (o más dispersión) significa menor exclusión, como se observa en un estudio reciente para los municipios andaluces17.
Tabla 4. Índices de Segregación de la población extranjera no comunitaria en los ocho mayores municipios canarios
Municipio
2004
2009
2015
Arona
0.20
0.22
0.27
Arrecife
0.17
0.13
0.17
Las Palmas de Gran Canaria
0.40
0.36
0.36
S. Bartolomé de Tirajana
0.38
0.33
0.34
S. Cristóbal de La Laguna
0.31
0.32
0.32
Sta. Cruz de Tenerife
0.31
0.31
0.31
Sta. Lucía de Tirajana
0.24
0.22
0.21
Telde
0.34
0.32
0.29
Fuente: INE, Padrón Continuo de Población. Elaboración propia.
El cálculo del coeficiente de localización del colectivo analizado a nivel de sección y la representación de los valores obtenidos a través de mapas de densidades nos permite visualizar la distribución territorial de los extranjeros. Por falta de espacio, nos ceñiremos a dos casos contrarios, el de Las Palmas de Gran Canaria, el municipio donde se registra la mayor segregación, y el de Santa Lucía de Tirajana, donde se da la situación contraria.
En el municipio capitalino los extranjeros no comunitarios se concentran especialmente en las secciones censales del Puerto, Santa Catalina y Guanarteme, con focos secundarios en La Isleta, Schamann y Arenales-Lugo. En amplios sectores de la ciudad, el número de extranjeros que residen es escaso. Los extranjeros localizan sus viviendas en barrios con centralidad (incluso Schamann es uno de los barrios de la “Ciudad Alta” mejor comunicados), donde encuentran alquileres bajos, bien porque el inmueble o su entorno no está en las mejores condiciones, bien por sus reducidas dimensiones (apartamentos). Tampoco hay que despreciar que algunas nacionalidades, como lo marroquíes, entre los que se ha desarrollado el autoempleo comercial, tienen un modelo residencial segregado, porque su actividad económica también está segregada en el territorio de la ciudad, al estar fuertemente vinculada con el ambiente portuario y turístico. Por el contrario, la importancia del trabajo doméstico entre mujeres latinoamericanas, tiende a favorecer, en términos espaciales, la dispersión territorial. Esas peculiaridades se aprecian en estudios precedentes18.
El caso de Santa Lucía es el opuesto, ya que gran parte del tejido edificado presenta una presencia similar de los extranjeros no comunitarios. Estamos ante una situación de menor diferenciación económica del espacio urbano, que además tiene una conformación más
17 NATERA RIVAS (2015).
18 PARREÑO y DOMÍNGUEZ (2008); DOMÍNGUEZ, PARREÑO y DÍAZ (2010). VULNERABILIDAD URBANA Y SEGREGACIÓN RESIDENCIAL...
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reciente que en el caso de Las Palmas de Gran Canaria. Esto explica que aparezca un gran núcleo con altos coeficientes, en el que sólo en el entorno de la zona comercial de Vecindario y en la costa aparecen sectores con valores inferiores, donde la vivienda es más cara. El caso de Santa Lucía de Tirajana se puede extrapolar a Arrecife, precisamente los dos municipios con menores tasas de segregación.
Junto a la menor diferenciación socioespacial de estos dos casos, en el de Santa Lucía de Tirajana hay que considerar el papel que juega este municipio en la ciudad turística del sur de Gran Canaria19, como territorio vivienda de todo un espacio marcado por el desarrollo turístico litoral en Maspalomas Costa Canaria y Costa Mogán. Hasta cierto punto, esto también se puede extender a Arrecife. La situación de Arona es similar, en el sentido de que la ciudad turística determina la diferenciación funcional y social del territorio, pero con la peculiaridad de que este municipio alberga tanto núcleos turísticos como, en mayor proporción, barrios dormitorios.
Figura 9. Densidad de los coeficientes de localización de la población extranjera no comunitaria en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Lucía de Tirajana en 2015
Fuente: INE, Padrón Continuo de Población. Elaboración propia.
CONCLUSIONES
Los análisis de vulnerabilidad urbana son una herramienta valiosa para el diagnóstico y la intervención en los problemas sociales de la ciudad. Aunque es una herramienta que se ha aplicado para el conjunto de la población urbana, también es posible utilizarla para colectivos específicos. En este caso nos hemos centrado en los extranjeros no comunitarios. Esto conlleva mayores dificultades técnicas, sobre todo en el contexto del Censo de Población y
19 PARREÑO y DOMÍNGUEZ (2013). RAMÓN DÍAZ HERNÁNDEZ; JOSEFINA DOMÍNGUEZ MUJICA Y JUAN MANUEL PARREÑO CASTELLANO
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Vivienda de 2011, que impide la correcta extrapolación de resultados a escala de sección censal para subgrupos poblacionales. En nuestro análisis, el estudio se ha servido en ocasiones de los valores municipales de los ocho mayores municipios de Canarias, utilizando el cálculo de la segregación residencial y los coeficientes de localización como indicadores indirectos de la dimensión territorial de la vulnerabilidad urbana.
El estudio comparado con la población española nos permite detectar que, en plena crisis económica, el colectivo de extranjeros no comunitarios presenta una realidad de mayor vulnerabilidad en todos los sentidos, demográfica, socioeconómica y residencial; y que durante esta última década, su situación parece haber empeorado en muchos municipios, a tenor de la evolución de los índices de segregación.
Todo ello nos pone sobre aviso acerca de las dificultades de este colectivo para adaptarse a estas situaciones y del deterioro de las condiciones de vida de los extranjeros no comunitarios por la crisis económica. Las políticas para la integración social no parecen haber dado los resultados esperados, algo que se suma a la exclusión que han sufrido los no comunitarios de las cada vez más exiguas medidas compensatorias propias del Estado del Bienestar.
No planteamos que, de seguir ahondándose en esta tendencia, la vulnerabilidad urbana se manifieste en una clara exclusión social o que la segregación nos lleve a la “ghetización”, pero sí nos alerta acerca de que es necesario plantearse que la extranjería requiere de una mirada específica que palíe y evite situaciones de grave deterioro social.
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