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EL ZAIRE EN EL MARCO DEL MOVIMIENTO GENERAL DE LOS DESCUBRIMIENTOS DE LAS COSTAS OCCIDENTALES DE AFRICA EN EL SIGLO xv MALWANGA MUMBWANI PUMBULU o © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El descubrimiento de la desembocadura del Kongo en el siglo xv es el resultado de un accidente de recorrido. El Zaire actual, que no corresponde en su configuración, con el antiguo Reino del Kongo el cual estaba compuesto por unas partes de las actuales Repúblicas Populares del Congo y el de Angola, y de una parte del mismo ZaYre: la actual Región de Bajo-Zaire y el histórico estuario del Kongo por donde los portugueses tuvieron los primeros contactos con el antiguo Reino del Kongo. La desembocadura daba a e,ste Reino una postura estratégica que se puede comparar a la de las Islas Canarias en el Atlántico. Sin ningún ánimo de hacer la apología del determinismo que en el presente caso no sería más que negativo para estos territorios, se puede afirmar que estaban predestinadamente expuestos a contactos con mundos extraños. Es así que en el siglo xv no tardaron en ser visitados de forma organizada por Potencias europeas, principalmente ibéricas: España y Portugal, que organizaron expediciones, luego conquistas y en fin la seudo «pacificación», esto en el caso de las Islas Canarias. En el caso del Kongo, estos primeros contactos se hicieron en sus primeros momentos de forma satisfactoria, traduciéndose por el intercambio de Embajadas, el envío de misioneros para la evangelización, la construcción de escuelas e iglesias, etc.... Los lusitanos, luego desvelaron sus verdaderos propósitos, cuando introdujeron la trata de esclavos, el alcohol y otro tipo de vejaciones, lo que les opusieron con los Soberanos de la época, empezando por el Rey Alfonso I el Grande. Estos enfrentamientos culminarían en la famosa guerra de Mpila en 1665, fecha que constituye el preludio de la decadencia del Reino del Kongo. Los móviles generalmente conocidos, como base de actuación expansionista de las Potencias ibéricas: España y Portugal, que llevaron al descubrimiento de la desembocadura del Kongo, e © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 172 Malwanga Mumbwani Pumbulu incluso, al de las Islas Canarias, aunque el proceso de ocupación de éstas venía haciéndose ya desde el año 1402, y que corrientemente se considera como debut de estas exploraciones la fecha de 1415, que es la de la conquista de Ceuta, hay que tener en cuenta que este proceso de ocupación de las Islas Canarias finalizó en 1496, es decir, dentro del marco de esta expansión del siglo xv; estos móviles fueron los mismos en la actuación de Portugal como en la de España en sus políticas imperiales, y estos móviles fueron: - En primer lugar, la cristianización y la evangelización forzosa, en suma, la culturización. - En segundo lugar, la colonización, sobre todo, para el abastecimiento en materias primas y también el establecimiento. PRESENTACIÓN GEOGRÁFICA DEL ZAiRE Antes de abordar nuestro tema de este día:: «El Zai're en el marco de la expansión europea del siglo XV», hemos pensado que, quizás sería útil localizar geográficamente a este país en el seno del Continente africano, por la sencilla razón de que nuestra pequeña experiencia en la península nos ha demostrado muchas veces, que los conocimientos de los españoles medios sobre Africa -precisamente Africa negra- son muy elementales, me atrevería a decir que son quasi nulos, Así nos ha parecido de suma necesidad hacer un ligero esbozo de la geografía del Zai"re por una buena comprensión del tema que tocamos, El Za'ire, antiguo Congo-Belga, y también conocido después de su independencia en el3ü de junio de 1960 sucesivamente por los nombres de Congo-Leopoldville, Congo-Kinshasa, finalmente se hizo llamar como se le conoce ahora desde el 27 de octubre de 1971 con el movimiento del «recours aI'authenticité» (recurso a la autenticidad), movimiento que recoge los valores ancestrales positivos rechazando los valores extranjeros negativos importados, En sus límites actuales difiere mucho de los del antiguo Reino del Kongo, objeto de la presente ponencia, que en el punto de vista, o mejor dicho, en el contexto de los Estados actuales correspondería a la parte marítima de la República Popular del Congo al Oeste de ciudad de Brazzaville, al enclavo angoleño de Cabinda, a la parte de la Región de Kinshasa situada al Oeste de dicha ciudad, a la Región zai"reña de Bajo Zai"re, al Norte de Angola hasta la altura de San Pablo de Loanda. La parte central de esta región de expansión de las tribus del Kongo correspondería al Reino Kongo propiamente dicho, comprendido en- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zaire en el marco del movimiento general de los deKubrimientos... 173 tre el Océano Atlántico al Oeste, el río Kwango al Este, limitado al Norte por el río Zaire hasta el nivel del «Pool Malebo» (Stanley Pool) y en el sur por el río Kwanza, el cual se deja caer un poquito al sur de San Pablo de Loanda l. Como anteriormente hemos señalado, el nombre de Zaire que es el del país, es también el del actual río Zaire -antes Congo-, y de la moneda, vino históricamente de la deformación de la palabra «Nzadi» (río) por los primeros portugueses que llegaron al Congo, quienes al preguntar a los nativos cómo se llamaba el río donde se encontraban; les contestaron: «¡Maia Nzadi!» que significa río por excelencia, río poderoso. Los portugueses entendieron «Zai"re». Este país en su configuración geográfica actual, tiene casi la forma de una botella cuyo gollete se encuentra tornado hacia el Océano Atlántico: tiene una superficie de 2.345.409 km2 , es decir, que este país es el tercero de Africa detrás de Sudán y Argelia, quienes les superan en estas cifras. Pero contrariamente a los dos últimos citados países que tienen 2/3 de sus suelos desiertos, el Zai"re tiene todo su suelo arable, agua en abundancia, lluvia y una vegetación exuberante. Encima del mapa de Europa, el Zaire cubriría una vez y media la superficie del conjunto de los países de la Comunidad Europea. Tiene una superficie igual a 80 veces la de Bélgica (30.515) su antigua metrópoli; 4,5 Francia y España. Comparado con los países latinoamericanos, es también tercero después de Brasil que tiene 8.511.975 y Argentina 2.776.889. Pasa igual en comparación con los países de Asia donde el Zaire está situado en tercera posición después de China que tiene 9.561.000 y la India 3.268.000. A caballo sobre la línea imaginaria del Ecuador, se encuentra entre 1"10' y 31"15' de longitud Este, es decir, totalmente situado al Este del meridiano de Greenwich; en su más grande distancia Este-Oeste mide 2.110 km, es decir, comparable a la distancia entre Roma y Varsovia; por otra parte, se sitúa entre 13"27' de latitud Sur y 5"20/ de latitud Norte, lo que supone una distancia Norte-Sur de 2.190, comparable a la distancia París-Sofía2 . Aparece así, que el Zaire se encuentra en el centro del continente africano, es por otra parte esa situación, la que justifica la denominación corriente de ese país como «corazón o pulmones» de Africa. Esa 1. CORNEVIN. Robert et Mariane: Histoire du Congo Leopoldvil/e. CoIlection Le Monde d'Outre-Mer. Edition Berger-Levrault. 1963. p. 7. 2. Voici le Zaire. Bureau du Président de la Republique du Zalre. 1975. p. 3. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 174 Malwanga Mumbwani Pumbulu '-', " . situación estratégica hizo decir al africanista antillano Frantz Fanon, que el Za"ire parece el gatillo de un fusil (Africa) o mejor dicho, que Africa parece un fusil cuyo gatillo se encuentra en el Zai"re. Dispone en conjunto de 9.165 Kms de fronteras terrestres que le separan al Norte-Oeste de la República Popular del Congo; al Norte de la República Centro Africana; al Norte-Este del Sudán; al Este de Uganda, Rwanda, Burundi y Tanzania; al Sur de Zambia y al Sur-Oeste de Angola. Esas fronteras corresponden, salvo en el Sur-Oeste y al Sur, a límites naturales: los cursos del río Za"ire, de Oubangui y de Mbomou entre la República del Zai"re, el Congo Popular y la República Centro Africana; la línea divisoria de aguas entre la cuenca del Zai're y del Nilo, aliado de Sudán; la profunda depresión tectónica meridiana de los confines orientales, jalonada por los lagos Mobutu (ex Albert), Idi Amín (ex Edouard), Kivu, Tanganyka y Moero aliado (hacia) los países de Africa del Este. INTRODUCCIÓN Una vez presentado geográficamente el Zai're, pasaremos al objeto principal de la ponencia, afirmando que aunque alejado de las Islas Canarias, como lo es igualmente de Argelia, Mauritania, Túnez, Marruecos, etc ... como han podido darse cuenta, no obstante, el Zai're y las Islas Canarias se encuentra geográficamente en el mismo continente. A este respecto, José María Pinto de la Rosa en su obra: «Canarias prehistórica y Africa Occidental española» aboga en ese sentido cuando afirma, que «geográficamente pertenecen (las Islas Canarias) a Africa y en el orden político a Europa, como dos provincias de España>? Esas ideas se corroboran cuando uno observa la distancia que separa las Islas Canarias de la costa africana, la más próxima es Sidi Hescham, entre los cabos Guer y Bajador que es de 102 kms, de una parte y por otra, la distancia que separa estas mismas Islas del puerto de Cádiz (España), 1.049 kms. Luego, nos hemos permitido buscar algunas ligeras similitudes en los descubrimientos de ambos territorios por los ibéricos en el siglo xv. En efecto, la desembocadora del río Congo fue, como tendremos la 3. PINTO DE LA ROSA. J. M.: Canarias prehispánica y Africa occidental. Instituto de Estudios Africanos. e.S.l.e.. Madrid. 1954, p. 26. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zai"re en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 175 ocasión de comprobarlo en el desarrollo del presente trabajo, descubierto en 1482 por portugueses, mientras que aunque se sabe que las Islas Canarias tuvieron contactos con árabes, mallorquines, vizcaínos y valencianos ... , los verdaderos contactos organizados entre estas islas y las potencias ibéricas empiezan con las expediciones, y después la conquista de las Islas Canarias por Juan de Bethencourt y la seudo «pacificación », entre 1402 y 1496. Generalmente, se considera la fecha de 1415, que es la de la toma de la ciudad marroquí de Ceuta como el principio de las exploraciones ibéricas hacia las costas atlánticas situadas al Oeste de Africa. En lo concerniente al Zai"re, hemos podido leer en la obra «Le Congo-Beige» de Infor-Congo, lo siguiente, en lo que se refiere al descubrimiento del Kongo y de la expansión portuguesa, que «paradoxalmente, ese descubrimiento del Congo por portugueses en 1482 es una secuela de las guerras que la Europa cristiana había emprendido contra los musulmanes: en efecto, es cuando rechazaba los últimos moros, tras la caída de Ceuta, llave de Africa del Norte, que los portugueses pensaron continuar su ruta hacia el Sur. Mucho tiempo había de perseguirles esta obsesión de la persecución de los moros: debía de acompañarles cuando descubrieron sucesivamente el río Senegal, el Congo, el Zambeze. Cada uno de los ríos encontrados a lo largo de la costa atlántica, iban a intentar remontarlo en la esperanza -jamás realizada- de alcanzar así un lago interior ilusorio que les hubiera abierto la vía hacia otro río y de ahí hacia el Reino fabuloso del «Pretre lean». proyectaban liberar ese Reino imaginario de sus vecinos «infieles» y, luego, con su ayuda coger al revés, del lado Egipto, fuerzas del Islam. Inútil de precisar que ese sueño jamás se realizó, mas permitió abrir las primeras puertas de Africa Central. El tal sueño bélico no era el único motivo que animaba a los portugueses. Al mismo tiempo, intentaban descubrir una ruta segura que les conduciría hacia ricas tierras de las Indias. Caminando, jalonaban esa ruta de puestos, muchas veces fortificados, y se aseguraban el monopolio del comercio. Muy rápidamente, el monopolio comercial portugués iba por otra parte a cubrir un enorme tráfico de esclavos. Las complejidad de sus móviles explica los aspectos contradictorios y movedores de la penetración portuguesa en Africa4 • La importancia 4. INFOR-CONGO: Le Congo Belge. Tomo 1. Edité par I'Office de l'Information et des relations publiques pour le Congo Beige et le Ruanda-Urundi, Bruxelles, 1958, pp. 75-77. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 176 Ma/wanga Mambwani Pamba/a de esta política de expansión portuguesa hacia las costas africanas del Atlántico, hizo que encontráramos otro testimonio en "Portugueses en Africa" de David M. Abshire y Michael A. Samuels, que escriben: «How did Prince Henry and his contemporaries see the impulse for this movement. which marks the beginning of modern colonizatíon? Prince Henry's chronicler Gomes Eanes de Azurara Iisted their motives under five headings. The first was to explore the african coast beyond the Canary Islands and a «cape called Bojador », because at that time «neither by writings nar by the memory of man, was the nature of the land beyond that cape known with any certainty». The second was to find out whether there was Christian peoples in Africa with whom it might be possible to trade; the third, to discover how far the territories of the Moors extended, since discover how far the territories of the Moors extended. since «every wise man is obliged by natural prudence to wish far a knowledge of the power of his enemy». The fourth motive was to see if it was possible to find a Christian King who. «for love of our Lord Jesus Christ» the faith of our Lord Jesus Christ and to bring to him all souls that wish to be saved»5. De forma lapidaria podemos afirmar, sin equivocamos, que hubo como base de la conducta expansiva portuguesa esencialmente dos motivos: religiosos, rechazo de los moros y la salvación de nuevas almas en nombre de la cristiandad de una parte y de otra materialista, la búsqueda de la ruta para las Indias ricas en materias de toda índole, sobre todo las especias. LAS RELACIONES ENTRE LOS REINOS DE PORTUGAL y KONGO EN EL SlGLOXy6 A) El preludio de la expansión Portuguesa hacia las costas africanas Como lo hemos subrayado en nuestra introducción a este trabajo el descubrimiento de la desembocadura del río Zaire no es el resultado 5. Portagaese Africa. A hand book. Edited by David M. Abshire & Michale A. Samuels. Pall Mall Press. London. 1969. p. 35. 6. Así realmente se escribe sobre el reino de Kongo. para subrayar la diferencia entre el Congo. desde la Conferencia de Berlín y el Estado Independiente del Congo (Ele) propiedad privada del Rey Leopoldo 1I de Bélgica hasta el cambio del Congo en Zai"re. y el antiguo Reino del Kongo. también en los idiomas bantús no existiendo la letra «C,> se usa en su lugar la letra «K». en el caso. la diferencia entre Congo. como Estado Independiente propiedad privada del Rey Leopoldo 1I. Congo Colonia belga. y el antiguo Reino africano. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El ZaiTe en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 177 de una expedición preparada hacia ese país, mas es simplemente, según nuestro modo de ver, un accidente en el recorrido de los navegantes lusos. En suma es la prolongación de la expedición marítima contra la ciudad de Ceuta; es así que se considera la fecha de 1415, conquista de la dicha ciudad, como el principio o la apertura de la era de los descubrimientos. Se desprende que después de la firma de la paz entre las potencias ibéricas de Castilla y Portugal, era comprensible que los lusitanos atacaran a los moros, considerados como enemigos constantes de los ribereños quienes muchos eran atacados por los navíos piratas que salían de los puertos marroquíes, donde se abastecían para luego librarse a actas de piratería en las aguas y en las costas portuguesas7 • Según Manuel Murias, de quien recogimos las ideas antes expresadas, las opiniones sobre qué punto dirigir las expediciones de ataque a los moros eran muy divergentes en los portugueses; cuando unos se pronunciaban por la conquista de Ceuta, otros afirmaban que se tenía que conquistar Granada o Gibraltar antes llamado el Estrecho de Hércules. Esta última ciudad, Gibraltar, que está en frente de Ceuta, las dos dominadas por los Moros daban a estos últimos un verdadero control del estrecho. No obstante, un sector de la opinión lusitana consideraba la conquista de Granada como un acto de provocación hacia los castellanos, siendo esta ciudad fruto de las conquistas de aquel Reino. Es así como surgió la idea en el espíritu de los portugueses de atacar Granada conjuntamente con Castilla. El infante Fernando declinó la oferta, excusándose sin motivo aparente; se piensa por otra parte, que este último estaba absorbido por otras preocupaCiones, o simplemente que la colaboración en este asunto con Portugal era contrario a sus intereses. Es en este ambiente donde el Intendente de Hacienda Joao Alfonso de Azambuja propuso la conquista de Ceuta; el Rey de Portugal que consideraba la operación ceutí como una aventura, le repugnaba; pero fue convencido por los Infantes que la encontraban interesante. Por otra parte, Ch. André Julien afirma en su obra, que fue la burguesía comerciante de Lisboa cuyos barcos eran capturados por los piratas en el estrecho quienes influyeron decisivamente en la decisión final. Se dio cuenta luego de que la conquista de Ceuta no podía más que aventajar a toda la península. Se sabía también que Ceuta estaba en la cabeza de las grandes rutas del comercio con el Norte de Africa y con el desierto 7. MURIAS, Manuel: Breve historie de la colonisation portugaise. Editorial Atica, Lisboa. 1940, p. 35. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 178 Malwanga Mumbwani Pumbulu hasta el golfo de Guinea. Por otra parte, la ciudad del desierto hasta el golfo de Guinea, por otra, la ciudad de Ceuta permitía al Infante Enrique observar la navegación por donde pasaba una gran parte del comercio entre el Mediterráneo y los puertos del Norte de Europa. Aunque fuera de duda que esta operación contra Ceuta no fue de explotación, pero más bien de conquista, ésta no obstante, abre la era de los descubrimientos. Es, sin temor a equivocarnos, en ese marco que hay que incluir la expedición que condujo al descubrimiento del estuario del Congo (Zalre). Este movimiento de expansión portuguesa tiene su impulsor, el Infante Enrique de Portugal, que fue uno de los Infantes que convencieron al Rey Juan 1 de Portugal a que decidiera la conquista de Ceuta. A este propósito, en una conferencia dada el17 de agosto de 1927, por Migue! de Abreu, en el Palacio de la Haya, sobre la política colonial e internacional de Portugal. éste dijo: «El iniciador, el animador de los descubrimientos fue el Príncipe Enrique, el Navegador. Desde su residencia de Sages, a la punta del Cabo de San Vicente, al extremo sur de Portugal, prepara científicamente los descubrimientos marítimos. Lector curioso y asiduo de los relatos de viajes y exploraciones, rodeado de sabios y cartógrafos, quedó en la historia como la personificación del espíritu nuevo, que empujaba a los portugueses hacia la mar incógnita»H. No obstante, aunque se le reconozcan muchos méritos a causa de su voluntad y recursos, los progresos decisivos se hicieron bajo e! impulso de Juan II de Portugal. B) EL DESCUBRIMIENTO DEL REINO KONGO y LAS RELACIONES LUSOCONGOLEÑAS En efecto, es bajo el reinado de este último citado, donde se establecen las primeras relaciones entre un país europeo, Portugal y el Reino del Kongo -sobre el cual se poseen los más antiguos y numerosos documentos- entraba en contactos con Europa y hacía su aparición en la historia internacional'>. Este Reino, según Infor-Congo en «Le Congo- Beige», había sido fundado hacia finales del siglo XIII y principios del XIV por cazadores llegados del Sur-Este que una larga migración había conducido hacia las riberas atlánticas. ¡¡o ABREU, Miguel de: La fJolitique coloniale et intemacionale du Portugal. Conférence réalisée le 17 aout 1927, au Palais de la Haya. 9. KI-ZARBO. Joseph: Historia del Africa Negra (de los orígenes al siglo XIX). Alianza Universidad, 1980. pp. 262-263. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zarre en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 179 La apertura de este nuevo capítulo de la historia del Reino del Kongo, se ha realizado con la llegada y el descubrimiento de ese Reino por el Capitán Diego Cao o Diego Cam, gentilhombre de la Casa Real portuguesa, quien salió en 1482 de Lisboa para explorar las costas de Africa Austral. En este contexto el historiador africano de origen voltaico lo retraza de la forma siguiente. «En 1482, el navegante portugués Diego Cao, quien visitó la costa africana, notó una mañana, que el agua marina se había enturbiado y transportaba hierbas y desechos vegetales. Comprendió en seguida que se hallaba frente a una poderosa vía de agua dulce. Pero no osó penetrar demasiado en ella y se limitó a erigir una estela (padrao) en la orilla meridional del río, la bautizó con el nombre del río do padrao. Durante el segundo viaje, Diego Cao llevó consigo misioneros y negros de Guinea, que fueron desembarcados junto al río para que sirvieran de intérpretes. Por medio de gestos pudieron comprender al fin que no muy lejos, hacia el interior, existía un rey poderoso. Así pues, se envió una delegación en la dirección indicada sin ningún temor, pues los autóctonos no eran ni hostiles ni agresivos; al contrario, mostraban simplemente «señales de gran dulzura y amistad»; como los delegados no volvían, Diego Cao aprovechó el hecho de que los notables Kongoleños se hallaban en su velero para levar anclas y llevárselos como rehenes. Al año siguiente (parece ser en 1485) volvió con los Kongoleños, bautizados y vestidos como nobles lisboetas. El pueblo reunido en la orilla, no les reconoció en un primer momento, gritando con admiración «mindele mia ndombe» (blancos negros). Pues cuando al fin fueron reconocidos, fue el delirio. La noticia llegó rápidamente a la capital Mbanza-Kongo, donde el Rey Nzinga Nkuvu les presentó a los misioneros y delegados, quien a su vez había guardado como rehenes, a la vez que escuchaba con viva curiosidad a los Kongoleños que volvían de su forzada misión. Poco después, los portugueses partieron acompañados por una delegación real debidamente organizada para esta ocasión. En Lisboa la Embajada Kongoleña fue convidada a un banquete oficial por Juan 1I «un banquete como el que se ofrece a los embajadores de otras naciones ». El Jefe de la delegación, Nsuk, se convirtió pronto en Joao de Silva, siendo el propio rey de Portugal su padrino de bautismo ... En 1491, las carabelas portuguesas fueron recibidas en el Kongo con alegría redoblada, con «cánticos tocando las trompas, címbalos y otros instrumentos del país. Y, cosa admirable de decir, a lo largo de esta distancia de ciento cincuenta millas que separaba el mar de la ciudad de San Salvador (Mbanza-Kongo había sido rebautiza- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 180 Malwanga Mumbwani Pumbu/u da Salvador) los caminos estaban completamente, barridos y dotados de grandes cantidades de alimentos y de cosas útiles para los portugueses». Así pues, hubo nuevo intercambio de presentes. Los dos Reinos se hallaban en su plena luna de miel. Esta sería de corta duración. Según Robert Levéque, en este momento el Rey de este país africano se encontraba en guerra con los Bateke; éste prometió convertirse al cristianismo si llegaba a conseguir la victoria. Habiéndolo conseguido, se hizo bautizar bajo el nombre de Don Juan. Pero se negó a volverse monógamo, lo que le traería problemas con los misioneros 10. El Manikongo (Señor del Kongo), el Rey Nzinga Nkuvu que se convirtió al cristianismo después de su bautismo en 149110 abandonaría pronto, para volver a la práctica de su propia religión, aunque no abjuró de aquélla ni llevó a cabo persecuciones. Mariane y Robert Cornevin, hacen la versión siguiente de los hechos: «El Manikongo que se convirtió en mayo de 1491, él Ysus gobernadores, intentaron imponer a sus súbditos la religión cristiana, pero desencadenó una oposición tan viva que se vio obligado a abdicar y cuando muere, en 1507 uno de sus hijos, Gobernador provincial de Mbanza Nzundi, llamado Nzinga Mbemba quien había tomado en su bautismo el nombre de Alfonso, se amparó al trono, después de una furiosa batalla, en 1506, que le enfrentó a su primo, es decir, al sobrino de su padre, Mpanzu representante del grupo tradicionalista. Con la victoria del Gran Rey Alfonso, da comienzo un largo reinado y el más importante de la historia del Reino del Kongo. Es también el período de las relaciones más interesantes entre el Reino de Portugal y el del Congo. En efecto, L. Jadin y M. Dicorato en su obra «La correspondencia de Don Alfonso, Rey de Congo», intentan, a través del estudio de las correspondencias intercambiadas entre el Rey Alfonso del Kongo y Manuel de Portugal, demuestran el estado real de las relaciones entre ambos Reinos que en un principio fueron fructuosas y cordiales. En efecto, estas relaciones conocieron un auge formidable y el Rey Manuel concedió al Rey del Kongo· el mismo trato que daba éste a sus colegas europeos. Así, por ejemplo, en una carta dirigida a Alfonso 1, en 1512, el Rey Manuel empezó con estos términos: «Muy Potente y excelente Rey del Congo, Nos, Dom Manuel, por la gracia de Dios, lO. LEVÉQUE. Robert. J.: Le Congo Beige. son histoire. Editions du Marais. Bruxelles. p. 14. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zarre en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 181 Rey de Portugal y de Guinea. Os mandamos muchas salutaciones. Le queremos mucho y deseamos que Dios Os otorgue larga vida y salud como Vos lo deséais ... »11. Alfonso reinó de 1507 a 1543. Este nuevo converso actuó como arduo propagandista de la fe cristiana y de la moda de vida portuguesa; organizó su corte bajo el modelo de Lisboa: los Duques, Marqueses vestidos a la moda portuguesa reemplazaron a los gobernantes y otros dignatarios. Hizo construir numerosas iglesias hasta el punto de que su Capital se hizo llamar «ekongo dia ngunga», Kongo ciudad de las campanas; se trataba por supuesto, de las campanas de las Iglesias. Es bajo el reinado del Rey Alfonso donde se realizó por primera vez la idea de un clérigo africano católico. Envió su hijo, bautizado Enrique, a Roma recibir una formación eclesiástica (1513). En 1521 bajo la demanda del Rey Manuel de Portugal, Enrique, fue consagrado obispo de Utique. Claro es, como uno puede darse cuenta, que bajo el impulso de Don Alfonso, el Reino del Kongo conoció una vida internacional muy activa: Este soberano, no sólo mantenía relaciones de igualdad con la Corte de Portugal, pero también mantuvo durante su vida, corrientes diplomáticas con la Santa Sede; envió a Roma, entre los años 1504 y 1539, tres Embajadas para pedir por él, los mismos privilegios que los otorgados al Rey de Portugal; más no vaciló en reclamar por su Reino la anexión de la Isla de Sao Tomé, en la época refugio de los piratas. Esta obra grandiosa de las relaciones entre ambos Reinos no fue una obra unilateral del Rey Alfonso del Kongo, pero fue un conjunto de acciones bilaterales cuyo corresponsal en Portugal no fue otro que el Rey Manuel, en muchos aspectos animador de éstas; éste fue el verdadero heredero de Juan 1I de Portugal. Se sabe que este Rey de Portu-. gal, aunque movido por empresas comerciales, era de naturaleza muy religiosa y se ocupaba siempre en primer lugar en sus acciones del servicio de Dios y de la doctrina de la Santa fe. Según aparece en la obra de Louise Jadin y Mireille Dicorati, «Correspondance de Dom Alfonso, Roi du Congo», lo esencial de las dos relaciones entre los dos países giraba en torno a los problemas ligados: 11. lADIN. Louise. et DICORATI. Mireille: Correspondance de Dom Alfonso Roi du Congo (1506-1543). Académie Royale des Sciences d'Outre-Mer. Bruxelles. 1974. p.32. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 182 Malwanga Mumbwani Pumbulu l." A la evangelización y la culturización A este respecto se reconoce que al lado de los esfuerzos de la evangelización, los ensayos de aculturización o de educación del pueblo kongoleño estaban orientados hacia la cultura y la civilización portuguesa. Es así, por ejemplo, que este fenómeno de culturización marcó por mucho tiempo las costumbres de los principales jefes del Kongo que tomaron títulos de Conde, de Marqués, de Duque y más tarde de Infantes o Caballeros del Cristo. Se adoptó también en la Corte, a Mbanza, una parte de los apellidos usados en la Corte de Portugal por los funcionarios principales. Otro hecho que se puede mencionar, es la tentativa de Alfonso I de introducir códigos de leyes portuguesas en él, pero por desgracia esta propuesta no tuvo éxito ... La culturización marcó también mucho al propio Rey quien se empeñaría en destruir en vano el culto antiguo. 2." La trata de los esclavos No se puede hablar de las relaciones luso-kongoleñas del final del siglo xv y, sobre todo, del principio del siglo XVI, sin hacer mención del desgraciado asunto de la trata de los esclavos. Este tráfico que empezó de forma modesta, tomaría rápidamente dimensiones realmente desmesuradas; era reservado' a los comerciantes portugueses residentes en Sao Tomé, que se veían obligados a pagar pesadas tasas a Fernao de Melo, Gobernador de la Isla. Este último no tardó en cometer abuso, cuando el Rey Alfonso quiso enviar a Portugal manillas de cobre y esclavos para obtener, en contrapartida del Rey Manuel, ornamentos, vino y harina para el culto, a fin de compensar los gastos de envío en su Reino de artesanos y misioneros que necesitaba urgentemente el páis. Una parte o a veces la totalidad de los envíos de Alfonso cambiaba de destino por la codicia de los gobernadores de la Isla de Sao Tomé o de sus agentes ... Otras d~savenencias similares hicieron que las buenas relaciones entre el Rey Alfonso y los portugueses culminaron hacia un envenenamiento progresivo de éstas. Dentro de muchos sucesos se recoge el hecho de que capitanes que venían al puerto de Mpinda y a Mbanza-Kongo, no temían engañar al Rey Alfonso, tanto en la entrega de regalos y mensajes del Rey Manuel como en el embarque de esclavos enviados al Rey de Portugal por el Rey de Kongo y fraudulentamente robados por los capitanes. Luego, parece que el Rey Alfonso empezó a temer las consecuen- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zai"re en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 183 cias del comercio de esclavos que iba siempre creciendo. En efecto, sus compatriotas se dejaban impresionar por las mercancías europeas, y se ponían, por consiguiente, a reclutar esclavos por la fuerza, acaparándose arbitrariamente de hombres libres para venderles luego a los negreros europeos de Mpinda. Por consiguiente, el Rey tomó decretos severos prohibiendo estas razzias y el establecimiento de los mercados, tanto a Mbanza-Kongo como a los Pumbos, mercados interiores, lejanos de venta de esclavos. Como es obvio, las razones que empujaba el Rey del Kongo en prohibir totalmente este negocio infame residía en el temor de éste de ver su Reino despoblado. Hubiera querido permitir la entrada en el Kongo, sólo de un navío por año para asegurarse de los abastecimientos necesarios para el servicio religicso. No quería tampoco exponer su Reino al mercantilismo de los comisionistas portugueses que querían establecer sus despachos en todas las regiones del Kongo. El Rey Juan que sucedió al Rey Manuel le contestó que ya era imposible retroceder y que el progreso imponía, al contrario, la expansión de este comercio, pues la exportación de la mano de obra era -por desgracia- casi el único artículo de cambio que el Kongo y Africa Central podían ofrecer a Europa. La cantidad de marfil y manillas de cobre disponible era insuficiente. Las búsquedas de metales preciosos estaban aconsejadas por Portugal pero al Rey del Kongo no le convenía. No obstante, parece ser que después de algunos años, el rey Alfonso, empezó a apreciar las ventajas del comercio de la trata, sobre todo, de los esclavos, yque hubiera exigido el monopolio, así que la interdicción a las autoridades de Lisboa de comprar esclavos provenientes de Angola a través de los portugueses de Sao Tomé. El Rey Alfonso instituyó un severo servicio de control en el puerto de Mpinda a fin de impedir la deportación ilícita de hombres libres. A la vez unos reglamentos especiales fueron tomados de común acuerdo a la compra de esclavos por los misioneros. Estos últimos sólo tendrían para hacer frente a los gastos de mantenimiento, vestidos y objetos del culto en el Kongo, el producto de la venta de estos esclavos a Sao Tomé. Parece ser, que hacia 1529 bajo el consejo del Rey Juan, expertos portugueses y congoleños fueron encargados de todas las operaciones para evitar que las hiciesen los misioneros. 3." A los estudiantes kongoleños en Portugal y Embajada de Roma. El estudio de la correspondencia del Rey Alfonso demuestra claramente que una parte importante de los intercambios de cartas entre © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 184 Malwanga Mumbwani Pumbulu ambos soberanos trataba de la estancia, en Portugal, de príncipes kongoleños, hijos, sobrinos y primos del Rey Alfonso. A partir de 1508, el Rey había enviado a su hijo, como lo habíamos señalado anteriormente, Don Enrique, a cursar estudios de humanidades a Portugal; algunos jóvenes negros le acompañaban. Durante casi cuarenta años, el Rey del Kongo seguiría enviando a Portugal decenas de jóvenes de su familia y otros, para intentar cursar estudios en este país. Estos jóvenes eran recibidos en Portugal en las casas de los canónigos de San Eloi de Lisboa y de Setubal a cuenta de la Corona de Portugal. En compensación el Rey Alfonso enviaba al Rey de Portugal esclavos como regalos ... Las relaciones exteriores del Kongo, por otra parte, gracias a los Reyes de Portugal Manuel y Juan IlI, no se limitaron sólo con Portugal; se extendieron hacia otros países y ciudades europeas, entre ellas Roma. A este respecto, Louise Jadin afirma, que Teobaldo Filesi descubrió en los archivos del Vaticano, una correspondencia del Rey Juan III dirigida a su enviado en Roma Martinho de Portugal para que obtuviese las dispensas de matrimonio de tercer grado de consanguinidad y afinidad, en favor de los congoleños en general y en particular para el matrimonio de Don Alfonso y Doña Catarina. Hubo también intercambio de cartas entre el Rey Alfonso y los Papas León X, Clemente VII y Pablo I1I, en las cuales estos últimos aseguraban al Rey negro sus cuidados hacia el Reino del Kongo y sus Reyes. Se puede también señalar aquí la intervención que hizo el Rey Manuel I acerca del Papa León X en favor de la promoción del príncipe Enrique al arzobispado. Luego, el Rey Alfonso decidió, en 1539, enviar a su hermano como Embajador, presentar su obediencia al Papa Pablo III a Roma, bajo invitaciones de Juan IIl. El Reino del Kongo, aparte de las ya sabidas relaciones bilaterales con Portugal y con la Santa Sede, estableció también relaciones diplomáticas con Brasil y los Países Bajos. Cuando se lee esta abundante literatura, en las primeras relaciones entre el Kongo y Portugal, que parece ser muy positiva, uno se queda boquiabierto al conocer los acontecimientos que sucedieron luego. La Historia una vez más se repite. La obra del Capitán Diego Cao, al descubrir la desembocadura, no fue ni bien completada ni juiciosamente explotada por los portugueses. En este contexto dijeron Mariane y Robert Cornevin, que esta extraordinaria experiencia de cristianización de un Reino africano debía de fracasar, no por culpa del Rey Alfonso ni tampoco de sus sujetos ni aun de sus vecinos africanos, pero por la de los portugueses mismos. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 /::1 ZaiTe en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 185 Muchos otros autores que escribieron sobre este tema como Oavidson Macmillan, cuya opinión hacemos nuestra, piensan que "al principio, el portugués encontró necesario y deseable respetar la soberanía de este fuerte reino y sus vecinos. Se presentaron como amigos y aliados como lo hicieron a lo largo de la costa de Senegal, en la boca de Gambia, a Elmina y al BenÍn. Quedaron bastante tiempo contentos de este estado de cosas, mientras sacaban del Congo el mayor número posible de cautivos destinados a la esclavitud en otros lugares. Aunque casi desde el principio, el comercio ultramarino de esclavos tuvo un odioso efecto de violencia y profundización de la desesperación. Ya en 1526, el Rey Alfonso escribía a su «real hermano» de Lisboa que «no podemos calcular cuán grande es el daño .. , y también, Sire, la corrupción y muy licencioso que nuestro país esté siendo completamente despoblado ... » Por otra parte, el número de los misioneros o técnicos enviados al Kongo fue siempre insuficiente ... , luego el valor moral de los portugueses fue muy a menudo desastroso. El Kongo era sólo una ínfima parte del inmenso imperio colonial portugués de esta época; Portugal, que tenía una población de casi un millón y medio de habitantes, no podía abastecer al Kongo con más hombres válidos y, al nivel general de clérigo católico estaba en lo más bajo, a la víspera de las guerras de religión. Por otra parte, la proximidad del Kongo a la isla de Sao Tomé, poblado esencialmente, a partir de 1493, por condenados a muerte, luego por hijos judíos expulsados de Granada tras la conquista española, no hizo más que empeorar las cosas para el Reino del Kongo. En efecto, es desde esta Isla donde se organizaba todo tipo de tráfico, incluso de personas humanas: la trata de esclavos. Ahora bien, el drama del Kongo en este aspecto, es que su descubrimiento coincidía con el de América por Cristóbal Colón. Tres años después de la llegada de Alfonso I al trono del Kongo es decir, desde 1510, el Rey de España dio orden de reclutar doscientos esclavos destinados a ser vendidos en el Caribe. En 1518 se oficializó el sistema de la trata, por consiguiente, los esclavos negros iban a constituir la única mano de obra utilizada en las plantaciones españolas de Cuba, de Hispañola (Haití y República) de la nueva Granada (Norte América del Sur) y más tarde en las minas de Perú. Los portugueses que descubrieron el continente negro al precio de duros esfuerzos, encontraban en el comercio de esclavos una fuente rápida y fácil de enriquecimiento, que les hizo abandonar muy rápidamente el negocio de otras © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 186 Ma/wanga Mumbwani Pumbulu mercancías; es así que en 1520 abandonaron su factoría del Benin donde compraban pimienta. En la costa de oro, actual Ghana, buscaron más esclavos, dejando a algunos pocos traficantes ingleses y franceses traer cargamentos de polvo de oro, marfil y caparazones de tortugas. Una vez más, la proximidad de la Isla de Sao Tomé y de sus plantaciones, la relativa facilidad de la travesía hacia Brasil utilizando la escala de la isla de Asunción debió de hacerles intensificar la búsqueda de los esclavos en el Kongo donde la ausencia de todo metal precioso en esta época ya se hacía rápidamente evidente. Cuando en 1543 murió Alfonso 1, su hijo y su sobrino Diego (1544-1561) se disputaron el trono; es el segundo, Diego, quien venció. Este no soportaba la presión ejercida por comerciantes de Sao Tomé y la ingerencia de Jesuitas en la política local. Estos últimos, apartados del Kongo desde 1555, se consagraron a la región de Ndongo situada al Sur del río Kwanza cuyo Rey o Ngola (de donde viene el nombre de Angola) parecía más manipulable que los Manikongo (Señores del Kongo). En 1561, cuando muere Diego, el Reino del Kongo atacado por las tribus guerreras yakas, comparables a los Hunos que invadieron Europa, se debilitó más y más. Los Ngola, quienes reconocían la soberanía de los Manikongo desde casi dos siglos, no podían más que emanciparse de ellos. Pero su alianza con los portugueses se reveló destrozada; la colonia portuguesa de Angola no fue nunca otra cosa que un inmenso terreno de caza de esclavos. En 1575, negando la autoridad de Ngola, el Rey Sebastián de Portugal acordaba a Paulo Dias de Novais la «donataria », es decir, la propiedad a título personal y hereditaria, de treinta y cinco leguas de la costa al sur del río Kwanza y de sus tierras hacia el interior, tan lejos que podría tomar posesión, a cargo de él para mantener una guarnición de cuatrocientos hombres en la isla de Loanda, de construir fuertes e introducir cien familias portuguesas. Los hombres introducidos en Angola sirvieron esencialmente para encuadrar y armar guerreros que iban a hacer «razzias» de esclavos. En 1602 el gobernador portugués de Loanda, Joao Rodríguez Cotinho, recibió la orden de abastecer anualmente a las colonias españolas del nuevo mundo de cuatro mil doscientos cincuenta esclavos y este número luego fue aumentado largamente. Se puede afirmar sin temor a quivocarnos, que al final del reinado de Alfonso, el Reino del Kongo se quedó en mala postura. Era sólo el principio, pues más tarde, se iría empeorando más y más. El saqueo del Kongo y la destrucción de su capital San Salvador © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zarre en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 187 fue parada gracias a Don Alvaro, sucesor de Don Alfonso y Diego, quien llamó a los portugueses en su ayuda: llegados en 1578, los portugueses tardaron un año en restablecer el orden y rechazar a los Yakas. Después de esta intervención, los portugueses dejaron el Kongo para dedicarse enteramente a Angola que presentaba oportunidad comercial más favorable. La indignación de Alvaro 11 delante de esta actitud portuguesa le llevaría a guerrear con los portugueses, apoyándose en las rivalidades europeas, intentó poner su Reino bajo tutela de la Santa Sede, luego favoreció la llegada al Kongo de los Holandeses, quienes empezaban a poner pies en Africa. El juego de balanza entre Holanda y Portugal así iniciado, siguió durante todo el siglo XVII. Cuando después de la efímera toma de Loanda en 1641, los holandeses suplantan a los portugueses en la orilla occidental de Africa, se creó así una corriente diplomática nueva entre ellos y el Rey del Kongo. Este envió Embajadas a Brasil y Amsterdam y pidió ayuda al Príncipe de este último país (Orange) para luchar contra los lusitanos; por otra parte, una Embajada Holandesa fue también recibida en la Corte Kongoleña. Pero al poco tiempo, los portugueses recogen sus posiciones perdidas. Luego, movidos como en el siglo precedente por el deseo de minas de oro imaginarias, entraron abiertamente en guerra contra el Rey y sus guerreros que fueron vencidos en la famosa batalla de Ambuila o Mpila en 1665. Es realmente a partir de este momento cuando se precipitó la decadencia del Reino del Kongo. Así, puesto fuera de combate por las fuerzas militares portuguesas, abandonado en el comercio a favor de Angola, minado por el tráfico de esclavos, el Reino del Kongo caería en la vasallatización y, Estado fantasma, éste terminaría por ser desmembrado definitivamente en el período del gran movimiento imperialista europeo del siglo XIX consagrado por la conferencia de Berlín, entre el Rey astuto de un pequeño país, Bélgica, Francia, Portugal, Inglaterra y Alemania. ¿Sin duda, a partir de 1941, el Rey del Kongo estaba bautizado? ¿Sin duda su nieto se convirtió en 1518 en primer obispo kongoleño? ¿Sin duda, albañiles, carpinteros venidos de Portugal construyeron Iglesias y Escuelas? ¿Sin duda, también se bautizaron al pueblo por dosis masivas? ¿Sin duda, en fin un pequeño contingente de capuchinos ejerció hasta 1834, aunque reducida y de forma esporádica cierta actividad? Las respuestas a estas preguntas retóricas son, sin duda, todas afir- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 188 Malwanga Mumbwani Pumbulu mativas, pero también es cierto que el cristianismo tal como fue introducido en aquel entonces, no arraigó; pues impuesto por el poder, no recogió en conjunto la adhesión de los corazones; se confundió muchas veces con un oportunismo político. Así pues, cuando llegaron los Belgas al final del XIX, no encontraron más que vestigios, algunos ritos en el sentido perdido u otra pared de Iglesias caída y cubierta de hierbas, y así que algunos crucifijos de cobre de fabricación local que fueron conservados a través de las generaciones. En fin, antes de poner un punto final a este trabajo, nos hemos permitido hacer una aproximación entre el primer contacto entre el Reino de Kongo y Europa, y lo mismo con las Islas Canarias, afirmando que sin ánimo de polémicas y teniendo en la mente la convicción de que no se pueden recrear situaciones o estado de cosas de hace siglos, si no el mundo actual estaría en continua revuelta; pero esto no constituye razón suficiente para no remojarse y reflexionar sobre estos ambientes anteriores al contacto con el mundo europeo. Así pues, aunque muy alejado uno del otro en el tiempo, hemos podido comprobar que existen similitudes entre el contenido del Acta General de Berlín de 1885, el espíritu de sus protagonistas, y los Tratados de Alcac;obas (1478) y el de Tordesillas (1494), Estas Potencias Ibéricas en el siglo XV y europeas luego en el siglo XIX, no tuvieron en cuenta la opinión de los nativos de territorios ocupados en sus negociaciones de repartos. En este sentido, hablando de esta famosa de Berlín en su tesis doctoral, Narcisse Mayetela, «Les Etats Africains et le principe du droit des peuples a disposer d'eux memes», afirma que «cette Conférence qui eut pour enjeu le Continent africain et ou las africains ne furent pas conviés, arreta et dicta les regles de fond et de procédure applicables a I'avenir a I'accupation de ce qui restait des cotes africaines» 12. En el caso de las Islas Canarias, la ocupación de «Jure» es consecuencia de la bula papal que repartía las zonas de dominios entre Portugal y España. l2. MAYETELE. Narcisse: Les EraIs Africains el le principe du droit des peuples ii disposer d'eux memes. These de doctorat a I'Université de Droie d'Economie et des Sciences Sociales de Paris (París 2). © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zai"re en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 189 BIBLIOGRAFÍA CASTILLO, Pedro Agustín del: Descripción histórica y geográfica de las Islas Canarias. Tomo 1. Imprenta Silvero Aguirre, 1948-1960. HERRERA, Salvador López: Las Islas Canarias a través de la historia. Madrid, 1971 (ver en el C.S.I.S.). TORRES, Cordero: Textos básicos de Africa. Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1962 (vol. 1). UBIETO; REGLA; JOVER; SECO: Introducción a la Historia de España. Editorial Teide. Barcelona, 1963, duodécima edición, actual, 1979. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
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Título y subtítulo | El Zaire en el marco del movimiento general de los descubrimientos de las costas occidentales de Africa en el siglo XV |
Autor principal | Mumbwani Pumbulu, Malwanga |
Publicación fuente | VI Coloquio de historia canario - americano |
Numeración | Coloquio 06. Tomo 3 |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 1984 |
Páginas | p. 169-190 |
Materias | Congresos ; Historia ; Canarias ; América |
Notas | Coordinación y prólogo de Francisco Morales Padrón |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 730572 Bytes |
Texto | EL ZAIRE EN EL MARCO DEL MOVIMIENTO GENERAL DE LOS DESCUBRIMIENTOS DE LAS COSTAS OCCIDENTALES DE AFRICA EN EL SIGLO xv MALWANGA MUMBWANI PUMBULU o © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El descubrimiento de la desembocadura del Kongo en el siglo xv es el resultado de un accidente de recorrido. El Zaire actual, que no corresponde en su configuración, con el antiguo Reino del Kongo el cual estaba compuesto por unas partes de las actuales Repúblicas Populares del Congo y el de Angola, y de una parte del mismo ZaYre: la actual Región de Bajo-Zaire y el histórico estuario del Kongo por donde los portugueses tuvieron los primeros contactos con el antiguo Reino del Kongo. La desembocadura daba a e,ste Reino una postura estratégica que se puede comparar a la de las Islas Canarias en el Atlántico. Sin ningún ánimo de hacer la apología del determinismo que en el presente caso no sería más que negativo para estos territorios, se puede afirmar que estaban predestinadamente expuestos a contactos con mundos extraños. Es así que en el siglo xv no tardaron en ser visitados de forma organizada por Potencias europeas, principalmente ibéricas: España y Portugal, que organizaron expediciones, luego conquistas y en fin la seudo «pacificación», esto en el caso de las Islas Canarias. En el caso del Kongo, estos primeros contactos se hicieron en sus primeros momentos de forma satisfactoria, traduciéndose por el intercambio de Embajadas, el envío de misioneros para la evangelización, la construcción de escuelas e iglesias, etc.... Los lusitanos, luego desvelaron sus verdaderos propósitos, cuando introdujeron la trata de esclavos, el alcohol y otro tipo de vejaciones, lo que les opusieron con los Soberanos de la época, empezando por el Rey Alfonso I el Grande. Estos enfrentamientos culminarían en la famosa guerra de Mpila en 1665, fecha que constituye el preludio de la decadencia del Reino del Kongo. Los móviles generalmente conocidos, como base de actuación expansionista de las Potencias ibéricas: España y Portugal, que llevaron al descubrimiento de la desembocadura del Kongo, e © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 172 Malwanga Mumbwani Pumbulu incluso, al de las Islas Canarias, aunque el proceso de ocupación de éstas venía haciéndose ya desde el año 1402, y que corrientemente se considera como debut de estas exploraciones la fecha de 1415, que es la de la conquista de Ceuta, hay que tener en cuenta que este proceso de ocupación de las Islas Canarias finalizó en 1496, es decir, dentro del marco de esta expansión del siglo xv; estos móviles fueron los mismos en la actuación de Portugal como en la de España en sus políticas imperiales, y estos móviles fueron: - En primer lugar, la cristianización y la evangelización forzosa, en suma, la culturización. - En segundo lugar, la colonización, sobre todo, para el abastecimiento en materias primas y también el establecimiento. PRESENTACIÓN GEOGRÁFICA DEL ZAiRE Antes de abordar nuestro tema de este día:: «El Zai're en el marco de la expansión europea del siglo XV», hemos pensado que, quizás sería útil localizar geográficamente a este país en el seno del Continente africano, por la sencilla razón de que nuestra pequeña experiencia en la península nos ha demostrado muchas veces, que los conocimientos de los españoles medios sobre Africa -precisamente Africa negra- son muy elementales, me atrevería a decir que son quasi nulos, Así nos ha parecido de suma necesidad hacer un ligero esbozo de la geografía del Zai"re por una buena comprensión del tema que tocamos, El Za'ire, antiguo Congo-Belga, y también conocido después de su independencia en el3ü de junio de 1960 sucesivamente por los nombres de Congo-Leopoldville, Congo-Kinshasa, finalmente se hizo llamar como se le conoce ahora desde el 27 de octubre de 1971 con el movimiento del «recours aI'authenticité» (recurso a la autenticidad), movimiento que recoge los valores ancestrales positivos rechazando los valores extranjeros negativos importados, En sus límites actuales difiere mucho de los del antiguo Reino del Kongo, objeto de la presente ponencia, que en el punto de vista, o mejor dicho, en el contexto de los Estados actuales correspondería a la parte marítima de la República Popular del Congo al Oeste de ciudad de Brazzaville, al enclavo angoleño de Cabinda, a la parte de la Región de Kinshasa situada al Oeste de dicha ciudad, a la Región zai"reña de Bajo Zai"re, al Norte de Angola hasta la altura de San Pablo de Loanda. La parte central de esta región de expansión de las tribus del Kongo correspondería al Reino Kongo propiamente dicho, comprendido en- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zaire en el marco del movimiento general de los deKubrimientos... 173 tre el Océano Atlántico al Oeste, el río Kwango al Este, limitado al Norte por el río Zaire hasta el nivel del «Pool Malebo» (Stanley Pool) y en el sur por el río Kwanza, el cual se deja caer un poquito al sur de San Pablo de Loanda l. Como anteriormente hemos señalado, el nombre de Zaire que es el del país, es también el del actual río Zaire -antes Congo-, y de la moneda, vino históricamente de la deformación de la palabra «Nzadi» (río) por los primeros portugueses que llegaron al Congo, quienes al preguntar a los nativos cómo se llamaba el río donde se encontraban; les contestaron: «¡Maia Nzadi!» que significa río por excelencia, río poderoso. Los portugueses entendieron «Zai"re». Este país en su configuración geográfica actual, tiene casi la forma de una botella cuyo gollete se encuentra tornado hacia el Océano Atlántico: tiene una superficie de 2.345.409 km2 , es decir, que este país es el tercero de Africa detrás de Sudán y Argelia, quienes les superan en estas cifras. Pero contrariamente a los dos últimos citados países que tienen 2/3 de sus suelos desiertos, el Zai"re tiene todo su suelo arable, agua en abundancia, lluvia y una vegetación exuberante. Encima del mapa de Europa, el Zaire cubriría una vez y media la superficie del conjunto de los países de la Comunidad Europea. Tiene una superficie igual a 80 veces la de Bélgica (30.515) su antigua metrópoli; 4,5 Francia y España. Comparado con los países latinoamericanos, es también tercero después de Brasil que tiene 8.511.975 y Argentina 2.776.889. Pasa igual en comparación con los países de Asia donde el Zaire está situado en tercera posición después de China que tiene 9.561.000 y la India 3.268.000. A caballo sobre la línea imaginaria del Ecuador, se encuentra entre 1"10' y 31"15' de longitud Este, es decir, totalmente situado al Este del meridiano de Greenwich; en su más grande distancia Este-Oeste mide 2.110 km, es decir, comparable a la distancia entre Roma y Varsovia; por otra parte, se sitúa entre 13"27' de latitud Sur y 5"20/ de latitud Norte, lo que supone una distancia Norte-Sur de 2.190, comparable a la distancia París-Sofía2 . Aparece así, que el Zaire se encuentra en el centro del continente africano, es por otra parte esa situación, la que justifica la denominación corriente de ese país como «corazón o pulmones» de Africa. Esa 1. CORNEVIN. Robert et Mariane: Histoire du Congo Leopoldvil/e. CoIlection Le Monde d'Outre-Mer. Edition Berger-Levrault. 1963. p. 7. 2. Voici le Zaire. Bureau du Président de la Republique du Zalre. 1975. p. 3. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 174 Malwanga Mumbwani Pumbulu '-', " . situación estratégica hizo decir al africanista antillano Frantz Fanon, que el Za"ire parece el gatillo de un fusil (Africa) o mejor dicho, que Africa parece un fusil cuyo gatillo se encuentra en el Zai"re. Dispone en conjunto de 9.165 Kms de fronteras terrestres que le separan al Norte-Oeste de la República Popular del Congo; al Norte de la República Centro Africana; al Norte-Este del Sudán; al Este de Uganda, Rwanda, Burundi y Tanzania; al Sur de Zambia y al Sur-Oeste de Angola. Esas fronteras corresponden, salvo en el Sur-Oeste y al Sur, a límites naturales: los cursos del río Za"ire, de Oubangui y de Mbomou entre la República del Zai"re, el Congo Popular y la República Centro Africana; la línea divisoria de aguas entre la cuenca del Zai're y del Nilo, aliado de Sudán; la profunda depresión tectónica meridiana de los confines orientales, jalonada por los lagos Mobutu (ex Albert), Idi Amín (ex Edouard), Kivu, Tanganyka y Moero aliado (hacia) los países de Africa del Este. INTRODUCCIÓN Una vez presentado geográficamente el Zai're, pasaremos al objeto principal de la ponencia, afirmando que aunque alejado de las Islas Canarias, como lo es igualmente de Argelia, Mauritania, Túnez, Marruecos, etc ... como han podido darse cuenta, no obstante, el Zai're y las Islas Canarias se encuentra geográficamente en el mismo continente. A este respecto, José María Pinto de la Rosa en su obra: «Canarias prehistórica y Africa Occidental española» aboga en ese sentido cuando afirma, que «geográficamente pertenecen (las Islas Canarias) a Africa y en el orden político a Europa, como dos provincias de España>? Esas ideas se corroboran cuando uno observa la distancia que separa las Islas Canarias de la costa africana, la más próxima es Sidi Hescham, entre los cabos Guer y Bajador que es de 102 kms, de una parte y por otra, la distancia que separa estas mismas Islas del puerto de Cádiz (España), 1.049 kms. Luego, nos hemos permitido buscar algunas ligeras similitudes en los descubrimientos de ambos territorios por los ibéricos en el siglo xv. En efecto, la desembocadora del río Congo fue, como tendremos la 3. PINTO DE LA ROSA. J. M.: Canarias prehispánica y Africa occidental. Instituto de Estudios Africanos. e.S.l.e.. Madrid. 1954, p. 26. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zai"re en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 175 ocasión de comprobarlo en el desarrollo del presente trabajo, descubierto en 1482 por portugueses, mientras que aunque se sabe que las Islas Canarias tuvieron contactos con árabes, mallorquines, vizcaínos y valencianos ... , los verdaderos contactos organizados entre estas islas y las potencias ibéricas empiezan con las expediciones, y después la conquista de las Islas Canarias por Juan de Bethencourt y la seudo «pacificación », entre 1402 y 1496. Generalmente, se considera la fecha de 1415, que es la de la toma de la ciudad marroquí de Ceuta como el principio de las exploraciones ibéricas hacia las costas atlánticas situadas al Oeste de Africa. En lo concerniente al Zai"re, hemos podido leer en la obra «Le Congo-Beige» de Infor-Congo, lo siguiente, en lo que se refiere al descubrimiento del Kongo y de la expansión portuguesa, que «paradoxalmente, ese descubrimiento del Congo por portugueses en 1482 es una secuela de las guerras que la Europa cristiana había emprendido contra los musulmanes: en efecto, es cuando rechazaba los últimos moros, tras la caída de Ceuta, llave de Africa del Norte, que los portugueses pensaron continuar su ruta hacia el Sur. Mucho tiempo había de perseguirles esta obsesión de la persecución de los moros: debía de acompañarles cuando descubrieron sucesivamente el río Senegal, el Congo, el Zambeze. Cada uno de los ríos encontrados a lo largo de la costa atlántica, iban a intentar remontarlo en la esperanza -jamás realizada- de alcanzar así un lago interior ilusorio que les hubiera abierto la vía hacia otro río y de ahí hacia el Reino fabuloso del «Pretre lean». proyectaban liberar ese Reino imaginario de sus vecinos «infieles» y, luego, con su ayuda coger al revés, del lado Egipto, fuerzas del Islam. Inútil de precisar que ese sueño jamás se realizó, mas permitió abrir las primeras puertas de Africa Central. El tal sueño bélico no era el único motivo que animaba a los portugueses. Al mismo tiempo, intentaban descubrir una ruta segura que les conduciría hacia ricas tierras de las Indias. Caminando, jalonaban esa ruta de puestos, muchas veces fortificados, y se aseguraban el monopolio del comercio. Muy rápidamente, el monopolio comercial portugués iba por otra parte a cubrir un enorme tráfico de esclavos. Las complejidad de sus móviles explica los aspectos contradictorios y movedores de la penetración portuguesa en Africa4 • La importancia 4. INFOR-CONGO: Le Congo Belge. Tomo 1. Edité par I'Office de l'Information et des relations publiques pour le Congo Beige et le Ruanda-Urundi, Bruxelles, 1958, pp. 75-77. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 176 Ma/wanga Mambwani Pamba/a de esta política de expansión portuguesa hacia las costas africanas del Atlántico, hizo que encontráramos otro testimonio en "Portugueses en Africa" de David M. Abshire y Michael A. Samuels, que escriben: «How did Prince Henry and his contemporaries see the impulse for this movement. which marks the beginning of modern colonizatíon? Prince Henry's chronicler Gomes Eanes de Azurara Iisted their motives under five headings. The first was to explore the african coast beyond the Canary Islands and a «cape called Bojador », because at that time «neither by writings nar by the memory of man, was the nature of the land beyond that cape known with any certainty». The second was to find out whether there was Christian peoples in Africa with whom it might be possible to trade; the third, to discover how far the territories of the Moors extended, since discover how far the territories of the Moors extended. since «every wise man is obliged by natural prudence to wish far a knowledge of the power of his enemy». The fourth motive was to see if it was possible to find a Christian King who. «for love of our Lord Jesus Christ» the faith of our Lord Jesus Christ and to bring to him all souls that wish to be saved»5. De forma lapidaria podemos afirmar, sin equivocamos, que hubo como base de la conducta expansiva portuguesa esencialmente dos motivos: religiosos, rechazo de los moros y la salvación de nuevas almas en nombre de la cristiandad de una parte y de otra materialista, la búsqueda de la ruta para las Indias ricas en materias de toda índole, sobre todo las especias. LAS RELACIONES ENTRE LOS REINOS DE PORTUGAL y KONGO EN EL SlGLOXy6 A) El preludio de la expansión Portuguesa hacia las costas africanas Como lo hemos subrayado en nuestra introducción a este trabajo el descubrimiento de la desembocadura del río Zaire no es el resultado 5. Portagaese Africa. A hand book. Edited by David M. Abshire & Michale A. Samuels. Pall Mall Press. London. 1969. p. 35. 6. Así realmente se escribe sobre el reino de Kongo. para subrayar la diferencia entre el Congo. desde la Conferencia de Berlín y el Estado Independiente del Congo (Ele) propiedad privada del Rey Leopoldo 1I de Bélgica hasta el cambio del Congo en Zai"re. y el antiguo Reino del Kongo. también en los idiomas bantús no existiendo la letra «C,> se usa en su lugar la letra «K». en el caso. la diferencia entre Congo. como Estado Independiente propiedad privada del Rey Leopoldo 1I. Congo Colonia belga. y el antiguo Reino africano. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El ZaiTe en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 177 de una expedición preparada hacia ese país, mas es simplemente, según nuestro modo de ver, un accidente en el recorrido de los navegantes lusos. En suma es la prolongación de la expedición marítima contra la ciudad de Ceuta; es así que se considera la fecha de 1415, conquista de la dicha ciudad, como el principio o la apertura de la era de los descubrimientos. Se desprende que después de la firma de la paz entre las potencias ibéricas de Castilla y Portugal, era comprensible que los lusitanos atacaran a los moros, considerados como enemigos constantes de los ribereños quienes muchos eran atacados por los navíos piratas que salían de los puertos marroquíes, donde se abastecían para luego librarse a actas de piratería en las aguas y en las costas portuguesas7 • Según Manuel Murias, de quien recogimos las ideas antes expresadas, las opiniones sobre qué punto dirigir las expediciones de ataque a los moros eran muy divergentes en los portugueses; cuando unos se pronunciaban por la conquista de Ceuta, otros afirmaban que se tenía que conquistar Granada o Gibraltar antes llamado el Estrecho de Hércules. Esta última ciudad, Gibraltar, que está en frente de Ceuta, las dos dominadas por los Moros daban a estos últimos un verdadero control del estrecho. No obstante, un sector de la opinión lusitana consideraba la conquista de Granada como un acto de provocación hacia los castellanos, siendo esta ciudad fruto de las conquistas de aquel Reino. Es así como surgió la idea en el espíritu de los portugueses de atacar Granada conjuntamente con Castilla. El infante Fernando declinó la oferta, excusándose sin motivo aparente; se piensa por otra parte, que este último estaba absorbido por otras preocupaCiones, o simplemente que la colaboración en este asunto con Portugal era contrario a sus intereses. Es en este ambiente donde el Intendente de Hacienda Joao Alfonso de Azambuja propuso la conquista de Ceuta; el Rey de Portugal que consideraba la operación ceutí como una aventura, le repugnaba; pero fue convencido por los Infantes que la encontraban interesante. Por otra parte, Ch. André Julien afirma en su obra, que fue la burguesía comerciante de Lisboa cuyos barcos eran capturados por los piratas en el estrecho quienes influyeron decisivamente en la decisión final. Se dio cuenta luego de que la conquista de Ceuta no podía más que aventajar a toda la península. Se sabía también que Ceuta estaba en la cabeza de las grandes rutas del comercio con el Norte de Africa y con el desierto 7. MURIAS, Manuel: Breve historie de la colonisation portugaise. Editorial Atica, Lisboa. 1940, p. 35. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 178 Malwanga Mumbwani Pumbulu hasta el golfo de Guinea. Por otra parte, la ciudad del desierto hasta el golfo de Guinea, por otra, la ciudad de Ceuta permitía al Infante Enrique observar la navegación por donde pasaba una gran parte del comercio entre el Mediterráneo y los puertos del Norte de Europa. Aunque fuera de duda que esta operación contra Ceuta no fue de explotación, pero más bien de conquista, ésta no obstante, abre la era de los descubrimientos. Es, sin temor a equivocarnos, en ese marco que hay que incluir la expedición que condujo al descubrimiento del estuario del Congo (Zalre). Este movimiento de expansión portuguesa tiene su impulsor, el Infante Enrique de Portugal, que fue uno de los Infantes que convencieron al Rey Juan 1 de Portugal a que decidiera la conquista de Ceuta. A este propósito, en una conferencia dada el17 de agosto de 1927, por Migue! de Abreu, en el Palacio de la Haya, sobre la política colonial e internacional de Portugal. éste dijo: «El iniciador, el animador de los descubrimientos fue el Príncipe Enrique, el Navegador. Desde su residencia de Sages, a la punta del Cabo de San Vicente, al extremo sur de Portugal, prepara científicamente los descubrimientos marítimos. Lector curioso y asiduo de los relatos de viajes y exploraciones, rodeado de sabios y cartógrafos, quedó en la historia como la personificación del espíritu nuevo, que empujaba a los portugueses hacia la mar incógnita»H. No obstante, aunque se le reconozcan muchos méritos a causa de su voluntad y recursos, los progresos decisivos se hicieron bajo e! impulso de Juan II de Portugal. B) EL DESCUBRIMIENTO DEL REINO KONGO y LAS RELACIONES LUSOCONGOLEÑAS En efecto, es bajo el reinado de este último citado, donde se establecen las primeras relaciones entre un país europeo, Portugal y el Reino del Kongo -sobre el cual se poseen los más antiguos y numerosos documentos- entraba en contactos con Europa y hacía su aparición en la historia internacional'>. Este Reino, según Infor-Congo en «Le Congo- Beige», había sido fundado hacia finales del siglo XIII y principios del XIV por cazadores llegados del Sur-Este que una larga migración había conducido hacia las riberas atlánticas. ¡¡o ABREU, Miguel de: La fJolitique coloniale et intemacionale du Portugal. Conférence réalisée le 17 aout 1927, au Palais de la Haya. 9. KI-ZARBO. Joseph: Historia del Africa Negra (de los orígenes al siglo XIX). Alianza Universidad, 1980. pp. 262-263. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zarre en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 179 La apertura de este nuevo capítulo de la historia del Reino del Kongo, se ha realizado con la llegada y el descubrimiento de ese Reino por el Capitán Diego Cao o Diego Cam, gentilhombre de la Casa Real portuguesa, quien salió en 1482 de Lisboa para explorar las costas de Africa Austral. En este contexto el historiador africano de origen voltaico lo retraza de la forma siguiente. «En 1482, el navegante portugués Diego Cao, quien visitó la costa africana, notó una mañana, que el agua marina se había enturbiado y transportaba hierbas y desechos vegetales. Comprendió en seguida que se hallaba frente a una poderosa vía de agua dulce. Pero no osó penetrar demasiado en ella y se limitó a erigir una estela (padrao) en la orilla meridional del río, la bautizó con el nombre del río do padrao. Durante el segundo viaje, Diego Cao llevó consigo misioneros y negros de Guinea, que fueron desembarcados junto al río para que sirvieran de intérpretes. Por medio de gestos pudieron comprender al fin que no muy lejos, hacia el interior, existía un rey poderoso. Así pues, se envió una delegación en la dirección indicada sin ningún temor, pues los autóctonos no eran ni hostiles ni agresivos; al contrario, mostraban simplemente «señales de gran dulzura y amistad»; como los delegados no volvían, Diego Cao aprovechó el hecho de que los notables Kongoleños se hallaban en su velero para levar anclas y llevárselos como rehenes. Al año siguiente (parece ser en 1485) volvió con los Kongoleños, bautizados y vestidos como nobles lisboetas. El pueblo reunido en la orilla, no les reconoció en un primer momento, gritando con admiración «mindele mia ndombe» (blancos negros). Pues cuando al fin fueron reconocidos, fue el delirio. La noticia llegó rápidamente a la capital Mbanza-Kongo, donde el Rey Nzinga Nkuvu les presentó a los misioneros y delegados, quien a su vez había guardado como rehenes, a la vez que escuchaba con viva curiosidad a los Kongoleños que volvían de su forzada misión. Poco después, los portugueses partieron acompañados por una delegación real debidamente organizada para esta ocasión. En Lisboa la Embajada Kongoleña fue convidada a un banquete oficial por Juan 1I «un banquete como el que se ofrece a los embajadores de otras naciones ». El Jefe de la delegación, Nsuk, se convirtió pronto en Joao de Silva, siendo el propio rey de Portugal su padrino de bautismo ... En 1491, las carabelas portuguesas fueron recibidas en el Kongo con alegría redoblada, con «cánticos tocando las trompas, címbalos y otros instrumentos del país. Y, cosa admirable de decir, a lo largo de esta distancia de ciento cincuenta millas que separaba el mar de la ciudad de San Salvador (Mbanza-Kongo había sido rebautiza- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 180 Malwanga Mumbwani Pumbu/u da Salvador) los caminos estaban completamente, barridos y dotados de grandes cantidades de alimentos y de cosas útiles para los portugueses». Así pues, hubo nuevo intercambio de presentes. Los dos Reinos se hallaban en su plena luna de miel. Esta sería de corta duración. Según Robert Levéque, en este momento el Rey de este país africano se encontraba en guerra con los Bateke; éste prometió convertirse al cristianismo si llegaba a conseguir la victoria. Habiéndolo conseguido, se hizo bautizar bajo el nombre de Don Juan. Pero se negó a volverse monógamo, lo que le traería problemas con los misioneros 10. El Manikongo (Señor del Kongo), el Rey Nzinga Nkuvu que se convirtió al cristianismo después de su bautismo en 149110 abandonaría pronto, para volver a la práctica de su propia religión, aunque no abjuró de aquélla ni llevó a cabo persecuciones. Mariane y Robert Cornevin, hacen la versión siguiente de los hechos: «El Manikongo que se convirtió en mayo de 1491, él Ysus gobernadores, intentaron imponer a sus súbditos la religión cristiana, pero desencadenó una oposición tan viva que se vio obligado a abdicar y cuando muere, en 1507 uno de sus hijos, Gobernador provincial de Mbanza Nzundi, llamado Nzinga Mbemba quien había tomado en su bautismo el nombre de Alfonso, se amparó al trono, después de una furiosa batalla, en 1506, que le enfrentó a su primo, es decir, al sobrino de su padre, Mpanzu representante del grupo tradicionalista. Con la victoria del Gran Rey Alfonso, da comienzo un largo reinado y el más importante de la historia del Reino del Kongo. Es también el período de las relaciones más interesantes entre el Reino de Portugal y el del Congo. En efecto, L. Jadin y M. Dicorato en su obra «La correspondencia de Don Alfonso, Rey de Congo», intentan, a través del estudio de las correspondencias intercambiadas entre el Rey Alfonso del Kongo y Manuel de Portugal, demuestran el estado real de las relaciones entre ambos Reinos que en un principio fueron fructuosas y cordiales. En efecto, estas relaciones conocieron un auge formidable y el Rey Manuel concedió al Rey del Kongo· el mismo trato que daba éste a sus colegas europeos. Así, por ejemplo, en una carta dirigida a Alfonso 1, en 1512, el Rey Manuel empezó con estos términos: «Muy Potente y excelente Rey del Congo, Nos, Dom Manuel, por la gracia de Dios, lO. LEVÉQUE. Robert. J.: Le Congo Beige. son histoire. Editions du Marais. Bruxelles. p. 14. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zarre en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 181 Rey de Portugal y de Guinea. Os mandamos muchas salutaciones. Le queremos mucho y deseamos que Dios Os otorgue larga vida y salud como Vos lo deséais ... »11. Alfonso reinó de 1507 a 1543. Este nuevo converso actuó como arduo propagandista de la fe cristiana y de la moda de vida portuguesa; organizó su corte bajo el modelo de Lisboa: los Duques, Marqueses vestidos a la moda portuguesa reemplazaron a los gobernantes y otros dignatarios. Hizo construir numerosas iglesias hasta el punto de que su Capital se hizo llamar «ekongo dia ngunga», Kongo ciudad de las campanas; se trataba por supuesto, de las campanas de las Iglesias. Es bajo el reinado del Rey Alfonso donde se realizó por primera vez la idea de un clérigo africano católico. Envió su hijo, bautizado Enrique, a Roma recibir una formación eclesiástica (1513). En 1521 bajo la demanda del Rey Manuel de Portugal, Enrique, fue consagrado obispo de Utique. Claro es, como uno puede darse cuenta, que bajo el impulso de Don Alfonso, el Reino del Kongo conoció una vida internacional muy activa: Este soberano, no sólo mantenía relaciones de igualdad con la Corte de Portugal, pero también mantuvo durante su vida, corrientes diplomáticas con la Santa Sede; envió a Roma, entre los años 1504 y 1539, tres Embajadas para pedir por él, los mismos privilegios que los otorgados al Rey de Portugal; más no vaciló en reclamar por su Reino la anexión de la Isla de Sao Tomé, en la época refugio de los piratas. Esta obra grandiosa de las relaciones entre ambos Reinos no fue una obra unilateral del Rey Alfonso del Kongo, pero fue un conjunto de acciones bilaterales cuyo corresponsal en Portugal no fue otro que el Rey Manuel, en muchos aspectos animador de éstas; éste fue el verdadero heredero de Juan 1I de Portugal. Se sabe que este Rey de Portu-. gal, aunque movido por empresas comerciales, era de naturaleza muy religiosa y se ocupaba siempre en primer lugar en sus acciones del servicio de Dios y de la doctrina de la Santa fe. Según aparece en la obra de Louise Jadin y Mireille Dicorati, «Correspondance de Dom Alfonso, Roi du Congo», lo esencial de las dos relaciones entre los dos países giraba en torno a los problemas ligados: 11. lADIN. Louise. et DICORATI. Mireille: Correspondance de Dom Alfonso Roi du Congo (1506-1543). Académie Royale des Sciences d'Outre-Mer. Bruxelles. 1974. p.32. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 182 Malwanga Mumbwani Pumbulu l." A la evangelización y la culturización A este respecto se reconoce que al lado de los esfuerzos de la evangelización, los ensayos de aculturización o de educación del pueblo kongoleño estaban orientados hacia la cultura y la civilización portuguesa. Es así, por ejemplo, que este fenómeno de culturización marcó por mucho tiempo las costumbres de los principales jefes del Kongo que tomaron títulos de Conde, de Marqués, de Duque y más tarde de Infantes o Caballeros del Cristo. Se adoptó también en la Corte, a Mbanza, una parte de los apellidos usados en la Corte de Portugal por los funcionarios principales. Otro hecho que se puede mencionar, es la tentativa de Alfonso I de introducir códigos de leyes portuguesas en él, pero por desgracia esta propuesta no tuvo éxito ... La culturización marcó también mucho al propio Rey quien se empeñaría en destruir en vano el culto antiguo. 2." La trata de los esclavos No se puede hablar de las relaciones luso-kongoleñas del final del siglo xv y, sobre todo, del principio del siglo XVI, sin hacer mención del desgraciado asunto de la trata de los esclavos. Este tráfico que empezó de forma modesta, tomaría rápidamente dimensiones realmente desmesuradas; era reservado' a los comerciantes portugueses residentes en Sao Tomé, que se veían obligados a pagar pesadas tasas a Fernao de Melo, Gobernador de la Isla. Este último no tardó en cometer abuso, cuando el Rey Alfonso quiso enviar a Portugal manillas de cobre y esclavos para obtener, en contrapartida del Rey Manuel, ornamentos, vino y harina para el culto, a fin de compensar los gastos de envío en su Reino de artesanos y misioneros que necesitaba urgentemente el páis. Una parte o a veces la totalidad de los envíos de Alfonso cambiaba de destino por la codicia de los gobernadores de la Isla de Sao Tomé o de sus agentes ... Otras d~savenencias similares hicieron que las buenas relaciones entre el Rey Alfonso y los portugueses culminaron hacia un envenenamiento progresivo de éstas. Dentro de muchos sucesos se recoge el hecho de que capitanes que venían al puerto de Mpinda y a Mbanza-Kongo, no temían engañar al Rey Alfonso, tanto en la entrega de regalos y mensajes del Rey Manuel como en el embarque de esclavos enviados al Rey de Portugal por el Rey de Kongo y fraudulentamente robados por los capitanes. Luego, parece que el Rey Alfonso empezó a temer las consecuen- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zai"re en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 183 cias del comercio de esclavos que iba siempre creciendo. En efecto, sus compatriotas se dejaban impresionar por las mercancías europeas, y se ponían, por consiguiente, a reclutar esclavos por la fuerza, acaparándose arbitrariamente de hombres libres para venderles luego a los negreros europeos de Mpinda. Por consiguiente, el Rey tomó decretos severos prohibiendo estas razzias y el establecimiento de los mercados, tanto a Mbanza-Kongo como a los Pumbos, mercados interiores, lejanos de venta de esclavos. Como es obvio, las razones que empujaba el Rey del Kongo en prohibir totalmente este negocio infame residía en el temor de éste de ver su Reino despoblado. Hubiera querido permitir la entrada en el Kongo, sólo de un navío por año para asegurarse de los abastecimientos necesarios para el servicio religicso. No quería tampoco exponer su Reino al mercantilismo de los comisionistas portugueses que querían establecer sus despachos en todas las regiones del Kongo. El Rey Juan que sucedió al Rey Manuel le contestó que ya era imposible retroceder y que el progreso imponía, al contrario, la expansión de este comercio, pues la exportación de la mano de obra era -por desgracia- casi el único artículo de cambio que el Kongo y Africa Central podían ofrecer a Europa. La cantidad de marfil y manillas de cobre disponible era insuficiente. Las búsquedas de metales preciosos estaban aconsejadas por Portugal pero al Rey del Kongo no le convenía. No obstante, parece ser que después de algunos años, el rey Alfonso, empezó a apreciar las ventajas del comercio de la trata, sobre todo, de los esclavos, yque hubiera exigido el monopolio, así que la interdicción a las autoridades de Lisboa de comprar esclavos provenientes de Angola a través de los portugueses de Sao Tomé. El Rey Alfonso instituyó un severo servicio de control en el puerto de Mpinda a fin de impedir la deportación ilícita de hombres libres. A la vez unos reglamentos especiales fueron tomados de común acuerdo a la compra de esclavos por los misioneros. Estos últimos sólo tendrían para hacer frente a los gastos de mantenimiento, vestidos y objetos del culto en el Kongo, el producto de la venta de estos esclavos a Sao Tomé. Parece ser, que hacia 1529 bajo el consejo del Rey Juan, expertos portugueses y congoleños fueron encargados de todas las operaciones para evitar que las hiciesen los misioneros. 3." A los estudiantes kongoleños en Portugal y Embajada de Roma. El estudio de la correspondencia del Rey Alfonso demuestra claramente que una parte importante de los intercambios de cartas entre © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 184 Malwanga Mumbwani Pumbulu ambos soberanos trataba de la estancia, en Portugal, de príncipes kongoleños, hijos, sobrinos y primos del Rey Alfonso. A partir de 1508, el Rey había enviado a su hijo, como lo habíamos señalado anteriormente, Don Enrique, a cursar estudios de humanidades a Portugal; algunos jóvenes negros le acompañaban. Durante casi cuarenta años, el Rey del Kongo seguiría enviando a Portugal decenas de jóvenes de su familia y otros, para intentar cursar estudios en este país. Estos jóvenes eran recibidos en Portugal en las casas de los canónigos de San Eloi de Lisboa y de Setubal a cuenta de la Corona de Portugal. En compensación el Rey Alfonso enviaba al Rey de Portugal esclavos como regalos ... Las relaciones exteriores del Kongo, por otra parte, gracias a los Reyes de Portugal Manuel y Juan IlI, no se limitaron sólo con Portugal; se extendieron hacia otros países y ciudades europeas, entre ellas Roma. A este respecto, Louise Jadin afirma, que Teobaldo Filesi descubrió en los archivos del Vaticano, una correspondencia del Rey Juan III dirigida a su enviado en Roma Martinho de Portugal para que obtuviese las dispensas de matrimonio de tercer grado de consanguinidad y afinidad, en favor de los congoleños en general y en particular para el matrimonio de Don Alfonso y Doña Catarina. Hubo también intercambio de cartas entre el Rey Alfonso y los Papas León X, Clemente VII y Pablo I1I, en las cuales estos últimos aseguraban al Rey negro sus cuidados hacia el Reino del Kongo y sus Reyes. Se puede también señalar aquí la intervención que hizo el Rey Manuel I acerca del Papa León X en favor de la promoción del príncipe Enrique al arzobispado. Luego, el Rey Alfonso decidió, en 1539, enviar a su hermano como Embajador, presentar su obediencia al Papa Pablo III a Roma, bajo invitaciones de Juan IIl. El Reino del Kongo, aparte de las ya sabidas relaciones bilaterales con Portugal y con la Santa Sede, estableció también relaciones diplomáticas con Brasil y los Países Bajos. Cuando se lee esta abundante literatura, en las primeras relaciones entre el Kongo y Portugal, que parece ser muy positiva, uno se queda boquiabierto al conocer los acontecimientos que sucedieron luego. La Historia una vez más se repite. La obra del Capitán Diego Cao, al descubrir la desembocadura, no fue ni bien completada ni juiciosamente explotada por los portugueses. En este contexto dijeron Mariane y Robert Cornevin, que esta extraordinaria experiencia de cristianización de un Reino africano debía de fracasar, no por culpa del Rey Alfonso ni tampoco de sus sujetos ni aun de sus vecinos africanos, pero por la de los portugueses mismos. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 /::1 ZaiTe en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 185 Muchos otros autores que escribieron sobre este tema como Oavidson Macmillan, cuya opinión hacemos nuestra, piensan que "al principio, el portugués encontró necesario y deseable respetar la soberanía de este fuerte reino y sus vecinos. Se presentaron como amigos y aliados como lo hicieron a lo largo de la costa de Senegal, en la boca de Gambia, a Elmina y al BenÍn. Quedaron bastante tiempo contentos de este estado de cosas, mientras sacaban del Congo el mayor número posible de cautivos destinados a la esclavitud en otros lugares. Aunque casi desde el principio, el comercio ultramarino de esclavos tuvo un odioso efecto de violencia y profundización de la desesperación. Ya en 1526, el Rey Alfonso escribía a su «real hermano» de Lisboa que «no podemos calcular cuán grande es el daño .. , y también, Sire, la corrupción y muy licencioso que nuestro país esté siendo completamente despoblado ... » Por otra parte, el número de los misioneros o técnicos enviados al Kongo fue siempre insuficiente ... , luego el valor moral de los portugueses fue muy a menudo desastroso. El Kongo era sólo una ínfima parte del inmenso imperio colonial portugués de esta época; Portugal, que tenía una población de casi un millón y medio de habitantes, no podía abastecer al Kongo con más hombres válidos y, al nivel general de clérigo católico estaba en lo más bajo, a la víspera de las guerras de religión. Por otra parte, la proximidad del Kongo a la isla de Sao Tomé, poblado esencialmente, a partir de 1493, por condenados a muerte, luego por hijos judíos expulsados de Granada tras la conquista española, no hizo más que empeorar las cosas para el Reino del Kongo. En efecto, es desde esta Isla donde se organizaba todo tipo de tráfico, incluso de personas humanas: la trata de esclavos. Ahora bien, el drama del Kongo en este aspecto, es que su descubrimiento coincidía con el de América por Cristóbal Colón. Tres años después de la llegada de Alfonso I al trono del Kongo es decir, desde 1510, el Rey de España dio orden de reclutar doscientos esclavos destinados a ser vendidos en el Caribe. En 1518 se oficializó el sistema de la trata, por consiguiente, los esclavos negros iban a constituir la única mano de obra utilizada en las plantaciones españolas de Cuba, de Hispañola (Haití y República) de la nueva Granada (Norte América del Sur) y más tarde en las minas de Perú. Los portugueses que descubrieron el continente negro al precio de duros esfuerzos, encontraban en el comercio de esclavos una fuente rápida y fácil de enriquecimiento, que les hizo abandonar muy rápidamente el negocio de otras © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 186 Ma/wanga Mumbwani Pumbulu mercancías; es así que en 1520 abandonaron su factoría del Benin donde compraban pimienta. En la costa de oro, actual Ghana, buscaron más esclavos, dejando a algunos pocos traficantes ingleses y franceses traer cargamentos de polvo de oro, marfil y caparazones de tortugas. Una vez más, la proximidad de la Isla de Sao Tomé y de sus plantaciones, la relativa facilidad de la travesía hacia Brasil utilizando la escala de la isla de Asunción debió de hacerles intensificar la búsqueda de los esclavos en el Kongo donde la ausencia de todo metal precioso en esta época ya se hacía rápidamente evidente. Cuando en 1543 murió Alfonso 1, su hijo y su sobrino Diego (1544-1561) se disputaron el trono; es el segundo, Diego, quien venció. Este no soportaba la presión ejercida por comerciantes de Sao Tomé y la ingerencia de Jesuitas en la política local. Estos últimos, apartados del Kongo desde 1555, se consagraron a la región de Ndongo situada al Sur del río Kwanza cuyo Rey o Ngola (de donde viene el nombre de Angola) parecía más manipulable que los Manikongo (Señores del Kongo). En 1561, cuando muere Diego, el Reino del Kongo atacado por las tribus guerreras yakas, comparables a los Hunos que invadieron Europa, se debilitó más y más. Los Ngola, quienes reconocían la soberanía de los Manikongo desde casi dos siglos, no podían más que emanciparse de ellos. Pero su alianza con los portugueses se reveló destrozada; la colonia portuguesa de Angola no fue nunca otra cosa que un inmenso terreno de caza de esclavos. En 1575, negando la autoridad de Ngola, el Rey Sebastián de Portugal acordaba a Paulo Dias de Novais la «donataria », es decir, la propiedad a título personal y hereditaria, de treinta y cinco leguas de la costa al sur del río Kwanza y de sus tierras hacia el interior, tan lejos que podría tomar posesión, a cargo de él para mantener una guarnición de cuatrocientos hombres en la isla de Loanda, de construir fuertes e introducir cien familias portuguesas. Los hombres introducidos en Angola sirvieron esencialmente para encuadrar y armar guerreros que iban a hacer «razzias» de esclavos. En 1602 el gobernador portugués de Loanda, Joao Rodríguez Cotinho, recibió la orden de abastecer anualmente a las colonias españolas del nuevo mundo de cuatro mil doscientos cincuenta esclavos y este número luego fue aumentado largamente. Se puede afirmar sin temor a quivocarnos, que al final del reinado de Alfonso, el Reino del Kongo se quedó en mala postura. Era sólo el principio, pues más tarde, se iría empeorando más y más. El saqueo del Kongo y la destrucción de su capital San Salvador © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zarre en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 187 fue parada gracias a Don Alvaro, sucesor de Don Alfonso y Diego, quien llamó a los portugueses en su ayuda: llegados en 1578, los portugueses tardaron un año en restablecer el orden y rechazar a los Yakas. Después de esta intervención, los portugueses dejaron el Kongo para dedicarse enteramente a Angola que presentaba oportunidad comercial más favorable. La indignación de Alvaro 11 delante de esta actitud portuguesa le llevaría a guerrear con los portugueses, apoyándose en las rivalidades europeas, intentó poner su Reino bajo tutela de la Santa Sede, luego favoreció la llegada al Kongo de los Holandeses, quienes empezaban a poner pies en Africa. El juego de balanza entre Holanda y Portugal así iniciado, siguió durante todo el siglo XVII. Cuando después de la efímera toma de Loanda en 1641, los holandeses suplantan a los portugueses en la orilla occidental de Africa, se creó así una corriente diplomática nueva entre ellos y el Rey del Kongo. Este envió Embajadas a Brasil y Amsterdam y pidió ayuda al Príncipe de este último país (Orange) para luchar contra los lusitanos; por otra parte, una Embajada Holandesa fue también recibida en la Corte Kongoleña. Pero al poco tiempo, los portugueses recogen sus posiciones perdidas. Luego, movidos como en el siglo precedente por el deseo de minas de oro imaginarias, entraron abiertamente en guerra contra el Rey y sus guerreros que fueron vencidos en la famosa batalla de Ambuila o Mpila en 1665. Es realmente a partir de este momento cuando se precipitó la decadencia del Reino del Kongo. Así, puesto fuera de combate por las fuerzas militares portuguesas, abandonado en el comercio a favor de Angola, minado por el tráfico de esclavos, el Reino del Kongo caería en la vasallatización y, Estado fantasma, éste terminaría por ser desmembrado definitivamente en el período del gran movimiento imperialista europeo del siglo XIX consagrado por la conferencia de Berlín, entre el Rey astuto de un pequeño país, Bélgica, Francia, Portugal, Inglaterra y Alemania. ¿Sin duda, a partir de 1941, el Rey del Kongo estaba bautizado? ¿Sin duda su nieto se convirtió en 1518 en primer obispo kongoleño? ¿Sin duda, albañiles, carpinteros venidos de Portugal construyeron Iglesias y Escuelas? ¿Sin duda, también se bautizaron al pueblo por dosis masivas? ¿Sin duda, en fin un pequeño contingente de capuchinos ejerció hasta 1834, aunque reducida y de forma esporádica cierta actividad? Las respuestas a estas preguntas retóricas son, sin duda, todas afir- © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 188 Malwanga Mumbwani Pumbulu mativas, pero también es cierto que el cristianismo tal como fue introducido en aquel entonces, no arraigó; pues impuesto por el poder, no recogió en conjunto la adhesión de los corazones; se confundió muchas veces con un oportunismo político. Así pues, cuando llegaron los Belgas al final del XIX, no encontraron más que vestigios, algunos ritos en el sentido perdido u otra pared de Iglesias caída y cubierta de hierbas, y así que algunos crucifijos de cobre de fabricación local que fueron conservados a través de las generaciones. En fin, antes de poner un punto final a este trabajo, nos hemos permitido hacer una aproximación entre el primer contacto entre el Reino de Kongo y Europa, y lo mismo con las Islas Canarias, afirmando que sin ánimo de polémicas y teniendo en la mente la convicción de que no se pueden recrear situaciones o estado de cosas de hace siglos, si no el mundo actual estaría en continua revuelta; pero esto no constituye razón suficiente para no remojarse y reflexionar sobre estos ambientes anteriores al contacto con el mundo europeo. Así pues, aunque muy alejado uno del otro en el tiempo, hemos podido comprobar que existen similitudes entre el contenido del Acta General de Berlín de 1885, el espíritu de sus protagonistas, y los Tratados de Alcac;obas (1478) y el de Tordesillas (1494), Estas Potencias Ibéricas en el siglo XV y europeas luego en el siglo XIX, no tuvieron en cuenta la opinión de los nativos de territorios ocupados en sus negociaciones de repartos. En este sentido, hablando de esta famosa de Berlín en su tesis doctoral, Narcisse Mayetela, «Les Etats Africains et le principe du droit des peuples a disposer d'eux memes», afirma que «cette Conférence qui eut pour enjeu le Continent africain et ou las africains ne furent pas conviés, arreta et dicta les regles de fond et de procédure applicables a I'avenir a I'accupation de ce qui restait des cotes africaines» 12. En el caso de las Islas Canarias, la ocupación de «Jure» es consecuencia de la bula papal que repartía las zonas de dominios entre Portugal y España. l2. MAYETELE. Narcisse: Les EraIs Africains el le principe du droit des peuples ii disposer d'eux memes. These de doctorat a I'Université de Droie d'Economie et des Sciences Sociales de Paris (París 2). © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 El Zai"re en el marco del movimiento general de los descubrimientos... 189 BIBLIOGRAFÍA CASTILLO, Pedro Agustín del: Descripción histórica y geográfica de las Islas Canarias. Tomo 1. Imprenta Silvero Aguirre, 1948-1960. HERRERA, Salvador López: Las Islas Canarias a través de la historia. Madrid, 1971 (ver en el C.S.I.S.). TORRES, Cordero: Textos básicos de Africa. Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1962 (vol. 1). UBIETO; REGLA; JOVER; SECO: Introducción a la Historia de España. Editorial Teide. Barcelona, 1963, duodécima edición, actual, 1979. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 |
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