Teatro Social
Dramas perdidos
en el camI•l flo
de la memorI•a
CIRILO LE,\L ~IU.JICA
"Si el teatro es claro reflejo de la
inquietud de la época, nada puede
impedir que sea también expresión
de las inquietudes de siempre."
Paco de la Zaranda, 1999
Se podría calificar el drama social como un género trasnochado o en peligro de extinción ante el
predominio escénico de espectáculos evasivos y esteticistas. Reflexionar sobre el teatro de compromiso,
de contenido y de abordaje social, especialmente con el teatro de la memoria histórica, se
nos impone como una necesidad, especialmente cuando nuestra sociedad -de larga trayectoria
migratoria- corre el peligro de cerrarse, de posesionarse en discursos, actitudes y comportamiento
xenófobos con los retornados e inmigrantes. La memoria, como las miradas del pasado, constituye
un legado esencial para el futuro. El recuerdo de acontecimientos y dramas del pasado - de
los que importa el por qué- representan una afirmación de la historia y del presente. El teatro es
un espacio para la reflexión de lo que ha sido, es y podrá ser la aventura del ser humano. Un espacio
contra la amnesia y el olvido. Un espacio abierto a la solidaridad.
L OS autores que apuestan por un
teatro social se interesan por lo
que ocurre a su alrededor, no
obvian las realidades de su comunidad y
se inmi scuyen en los problemas de su
tiempo para encontrar la enjundia de las
tramas a escenificar. Los textos y las ficciones
son arquitecturas levantadas por
la fantasía sobre hechos o circunstancias
que pudieron marcar sus propias vidas o
la historia del pueblo al que pertenecen.
En esta época y en el espacio geográfico
insular donde vivimos, que corre el peli gro
de saturarse saturado por la masificación
y eclosión urbanística, es imprescindible
apelar a un teatro que lleve al
corazón de la escena historias de la memoria
emigrante para contribuir a la denuncia
de actitudes y resabios xenófobos e inso¡
idarios que fácilmente se pueden despertar
contra los inmigrantes que arriban
al territorio insular intentando alcanzar lo
que nuestros padres y abuelos fueron a bus-car
al otro lado del Atl ántico huyendo de
la miseria y el poder caciquil.
En los últimos años Cananas viene experimentando
las más altas tasas de riquezas,
lo que la convierte en un lugar de
referencia y esperanza para grupos de
inmigrantes; sin embargo, pese al crecimiento
y la expansión económica, se sigue
produciendo una paulatina destrucción de
puestos de trabajo, se dan los salarios más
bajos del Estado y no se eliminan las bolsas
de pobrezal
, y los consecuentes problemas
de marginalidad, alcoholismo,
delincuencia, drogadicción, deficiente a limentación,
etc. Lo cual nos lleva a pensar
que cuando un mercado de trabajo se
estrecha brotan con fuerza los individuali
smos y los particularismos, y, llegados
a extremos, el rechazo y la violencia. Pese
a esta situac ión de precariedad laboral
apostarnos por la solidaridad y, desde esta
perspectiva o compromiso, el teatro puede
jugar un modesto papel , testimonial o de
denuncia, en la prevención contra el racismo,
contra las abusos discriminadores, la
xenofobia y la vejación. Afirma con rotundidad
Fernando Savater: "Nadie tiene el
derecho de humillara nadie. De humillarle
por su color de piel, por su lengua o por
su acento, por su lugar de nacimiento, por
su hábitos de vida, por sus orígenes y tradi
ciones. Ni mucho menos, desde luego.
por su pobreza o desamparo que le hacen
buscar refugio entre nosotros. La raza más
detestada de todas, la más perseguida y discriminada,
es la raza de los pobres.2"
El teatro, como expresión viva de la
cultura y el <u1e, como comunicación directa,
ha de buscar sus temas e n la calle, en
la vida, e n los sueños o en la memoria hi stórica,
aunque suponga deselllerrar cadáveres
o maquillar muertos, puesto que en
el proceso de creación hay que estar abi erto
a todas las orillas, especialmente, a la
desembocadura de las corrientes del presente
y del pasado. Enlre los principales
N EO 39
vacíos y carencias de gran parte del teatro
que se rea liza en las is las destaca su
falta de compromiso con la hi storia del
momento y de la sociedad de l presen te.
El drama de la vida apenas se proyecta en
la escena: la ausencia del fenómeno de la
inmigración es lino de tantos ejemplos. Y
hay que hablar de emigración porque es
un problema actual , contemporáneo y del
futuro. Es un fenómeno imparab le. L.:'lS riadas
humanas de los países del centro de
África hacia la opulenta Europa. en el
tránsito de la miseria a la espe ranza a través
de un camino minado de dolor, explotación,
odio y rechazo, van dejando un fu erte
rastro de dramas y tragedias que, de alguna
manera, se dieron en los emigrantes canarios.
Recordar el pueblo canario de hoy
las vicisi tudes que tuvieron que pasar sus
mayores, de alguna manera, les tiene que
sensibilizar sobre esta nueva corrien te
migrntoria, el caso más evidente fueron los
28 inmigrantes de Sierra Leona a los que
los tratantes hicieron creer que desembarcaban
en las costas fmncesas y fueron abandonados
en la isla de El Hierro, a fina les
de l mes de febrero de 1999.
Teatro de la memoria
Frente a la ola de inmigración e insolidaridad
que des pierta urge un teatro de
la memoria, un teatro que recuerde y evoque
la ol vidada tradición migratoria del
canario, en la que fu eron más los isle ños
que quedaron ahogados en la más espantosa
miseria que los que ascendieron a la
opulencia. Un tealro que contribuya a esa
solidaridad con los inmigrantes africanos,
latinoamericanos o as iáticos, como con los
propios canarios que naufragaron en Su
aventura de "{¡(:er la América, tanto en Cuba
como en Venezuela y hoy se encuel1lran
sin apenas fuerza para confi arse a la caridad
para retornar a la tierra nalaL
A través del j uego del teatro se pueden
abordar acontecimientos situados en el
pasado, arrancarlos del olvido para someterlos
a un proceso de recreación contemporánea
que va más alláde una reconstrucción
hi stórica, retrato de época o una
suerte de periodismo escénico. Un planteamiento
dramático cargado de conOictos
que puedan ex plicar, elllre otros aspectos.
las consecuencias de determ inados
suceso en la conciencia colectiva, en la política
o en la cu ltura de un momento determinado.
Venti lar acontcccres de la memoria en
40 .LS... T
un teatro moderno, con sus di stintas tendenc
ias, expres iones y escuelas, sin ll egar
a e ncorsetarse en manifestaciones
puramente rea li stas o costumbri stas. ni
en un teatro documental o drama hi stóri co.
Extraer argumentos, obras, tramas de
la hi storia y la memoria para ex trapolarlas
a cualq uier momento y lugar. En el caso
de los motines y la l11alanza de los isleños
que tuvieron lugar en Cuba. se trataría
de una reflexión sobre el ¡xx:ler y el abuso
del mismo, más que de una dramati zación
de tales episodios. De la refere ncia hi stórica
concreta -de las que se ex traen las situaciones
de conflicto o las intrigas-. ofrecer
una mirada y evolucionar hac ia la
indetenninación espacial y temporal. Entre
los hechos y las palabras se e ncuentra el
espacio del arti fi cio y la fi cción (Vargas
Llosa. 1997). El creador ha de trabajar
s iempre con la libertad sufic iente para
modificar la realidad, el dato hi stórico y
transmitir los conflictos del universo humano:
la ri sa y el dolor. Para ello hay que elaborar
textos imaginat ivos, cargados de
recursos teatrales, no sólo para lanzar una
mirada retrospect iva y crítica sobre acontecimientos
pretéritos, sino para destapar
emociones y explorar sentimientos, despertar
inquietudes e interrogantes. De no
lograr esa brillantez, por muy histórico que
haya sido e l suceso, no dejaría de ser un
trago indigeribl e. El rescate de la memoria
no tiene por qué ser un tostonazo.
El teatro y su época
Durante sig los ha habido tan to una literatura
como un teatro sin comprometer.
atado siempre a los intereses de los poderosos
y también han ex istido manifestaciones
de exaltac ión de los débiles y olvidados.
En determinados momentos en el
teau'o se ha podido escuchar la voz del pueblo,
el clamor de su protesta, la expres ión
de su dignidad. El teatro es la más inmediata
de las fo rmas literarias para reflejar
cambios que se dan e n la sociedad. Ya
desde mediados del siglo XIX había arrai gado
la concepc ión del teatro como espejo
de la sociedad donde se contempla toda
entera; el teatro un espacio donde se ve el
pasado y el present e, y se sueña el porve
nir. Esa definición del teatro como "termómetro
de la cultura de un pueblo", la
recogería en la cent uria s iguie nte Federico
García Lorca ( 1898- 1936). Esta concepción
llevó a algunos au tores, siempre
minoritarios, a mostrarse sensibilizados ante
ciertos tema... . sociales. a preocuparse abiertamente
por la situac ión de los trabajadores.
por las clases bajas y los oprimidos.
Joaquín Dicenta ( 1863- 19 17). au tor de
la pieza Jual/ Josél ex presaba con claridad
en 1890 la necesidad de que e l teatro
recogicrn la realidad palpitante de "aquellos
vicios, aquellas injusticias, aquellos
problemas sombríos, que agitan y corroen
a las modernas sociedades y pre..'ienlarlos
a los ojos del público solic itando. con el
poderoso lenguaje del arte, su resolución
y su remedio" (Thatcher Gies, 1996). Con
el estreno de Juan José. el año 1895, fecha
en que e mpieza la guerra de Cuba, se ini c
ia en España el teatro denominado de la
cueSTión social. Para García Pavón se
enmarcan dentro del concepto de teatro de
cueSTión social, "aquellas obras y autores
que centran su atención en la lucha de
clases; en el drama humano surgido de unas
es tructuras socia les injustas; en el teatro,
en SUllla, que se limita a exponer estas
injusticias de manera túc ita o ex presa y propugna
unas fórmulas revoluc ionarias o
evolucionistas para su corrección".4
En la centuria pasada se conside raba al
teatro como una escuela moral, un pú lpito
desde el que se podía predicar y dar enseñanzas
de ética y pol ítica. y un espejo en
el que veía la sociedad sus logros y <Ispi raciones'
. Entre los años 1880 y 1890
empieza a flo recer sobre los escenarios
españoles los conflictos derivados de las
cri sis políticas y los problemas sociales.
No hay que olvidar que el teatro del
siglo X IX fue el de la burguesía que detentaba
el poder. El teatro como un mecani smo
con el c ual el poder podía ejercer su control,
o su influencia, al menos, sobre el comportamiento
del públ ico. Los dramas nuevos
tenían que competir ferozmente con
las traducciones de obras extranjeras o
con las re fundi ciones de piezas del Siglo
de Oro. Se daba el caso. denunciado por
L..'1ITIt, de que se pagaba por las traducciones
tan to como por las comedias origin ales,
O inc luso más.
George Büchner, aUlOr entre otros textos
de Woyzeckl'l, es el dramaturgo alemán
más importante del siglo X IX. cuya obra,
dado el carácter revolucionario de la misma,
le obligó a abandonar Alemania. Su solidaridad
y compas ión con los parias y las
clases más bajas de la sociedad, irritó a
un público burgués que prefería sumergirse
en el teatro para revi vir grandes estampas
escéni cas de carác ter hi stórico. Señala
Juan Antonio Vízcano ( 1999) que "las
los que destaca Santiago (de Cuba) y cierra
Espaíla , de Ernesto Caballero, qui en, a
través de unas alegorías humanas - la criada
Almatea y el soldado Aureliano---- cuyas
peripecias y desgrac ias cotid ianas (a este lado
y al otro del océano), sirven para conducir
el tran scurso de los hechos hi stóricos, recreados
libremente8
• La Sociedad General de
Autores y Editores (SGAE) y la Fundación
Autor se apuntan a los fastos conmemorativos
de la emancipac ión cubana, diseñando
el proyecto CUBA'98 con el objeto de
estrechar la proxim idad hi stórica, cultu ral
y sentimental que conserva España y Cuba.
Manifestaciones que no terminan de escapar
de los mitos y los tópicos con respecto
al pasado y el presente de la relación entre
España y Cuba. En cualquier caso, el papel
de los canarios en el proceso de emancipación,
algunos de los cuales llegaron a alcanzar la
graduación de generales en el ejército ins urgente;
la rebeldía o la deserc ión del ejército
de los mozos canarios de las clases des-favorec
idas por no poder eludir el ingreso
a fi las mediante la llamada redención, pagando
unas 2.000 pesetas si el afectado debía
por sort eo servir en ultramar, o contratando
a un susti tuto que acudi era en su lugar;
las campañas de recogida de fondos para repatriar
a aquellos isleños que estaban viviendo
en condic iones difíc iles; el miedo a
desembarco de tropas extranjeras en las
islas, etc., son situaciones perfec tamente
trasladables al mundo escénico, lite rario o
cinematográfico, para acercarlas a los lectores
o espectadores de hoy de una fo rma
atractiva y enriquecedora, sensibil izándolos
hacia los que acuden a nuestro territo rio
• huyendo de confl ictos, guerras, represiones
y muertes y no tienen voz para expresar
sus demandas, sus necesidades, sus esperanzas
y an he los. El historiador Manuel de
Paz Sánchez nos ha recordado que "muchos
integrantes del mundo intelectual de la colo-
I nia canaria en Cuba no sólo se preocupa....
ron por vindicar la dignidad y el protagoni
smo hi stórico del canario en la hi slOria y
en la sociedad contemporánea de la Gran
Antilla y, de hecho, en la propia historia de
~ América, sino que, desde la dis tancia, trataron
de mante nerse permanentemente en
contacto con su lugar de origen y volcaron
en sus medios de comunicación y de opi nión
sus ideas, consejos y proyectos, lo
mejor de sí mismos, para contribuir al futuro
bienestar de sus islas nativas, como queri
endo asirlas con la mano, desde la entrañable
cercanía de sus propios recuerdos9
,
Teatro de rescate
El abord aje de temas de la memoria e migrante,
con su carga de imágenes y la música
de ambas orillas es una vía para la indagación
de un teatro que busque su propia
ex pres ión y personalidad, sacudi éndose, en
la medida de lo posible, las imitacio nes que
monótonamente repi te. El espíri tu de la búsqueda
de un lenguaje artístico propio nos
puede llevar al rescate del patrimonio cu ltural
generado en la emigración y el conocimiento
o acercamiento a las cultu ras de
los pueblos receptores de nuestras masas emigrantes.
Con estas asunciones partimos a la búsqueda
de una serie de hechos protagoni zados
por isleños en la isla de Cuba desde mediados
del siglo XVIII hasta los primeros decenios
del siglo XX, sin olvidar el abrumador
capítulo de la guerra de independencia. Episodios
que en los últimos tiempos han ido
sal iendo a la luz gracias a la labor de hi storiadores
empeñados en ofrecerlos a las
nuevas generac iones, desconocedoras , en
la mayoría de los casos, de tales sucesos en
los que participaron directa e indirectamente
sus ancestros emigrantes. Más que el relato
de los mismos, nos interesa una aproximarnos
a sus posibi lidades dramáticas y
rescate escén ico.
Se calcula que en la segunda mitad del siglo
XIX emigraron de Canarias, de manera ofi cial
o clandesti na, de 90.000 a 100.000 personas.
De ellos a Cuba fueron entre 50.000
y 60.000 Y entre 20.000 y 25.000 a Venezuela.
Entre las causas fundamenta les de la
emigración canaria a Cuba y Venezuela se
encuentran los altos precios y los bajos salarios,
los múltiples y elevados impuestos, la
elevada natal idad, las sequías, las rui nas
agrícolas, el min ifundismo, el analfabetismO,
etc.
El canario en Cuba fue, por encima de todo,
agricultor en las vegas de tabaco, colono en
tierra de nadie y medianero cultivador de frutos
y viandas, así corno vendedor ambulante,
bi lletero y barati llero. La mayoría de
los vegueros eran isleños que siem pre prefiri
eron este cultivo, al alcance de los agricultores
pobres que, además, era de hOIll bres
libres. Por eso, e n la hi sto riografía
cubana las rebeliones vegueras son conoc idas
como los "moti nes de los isleños" a los
que se consideran precedentes de las luchas
independentistas.
Los motines comienzan el año 17 16 con
la Uegada a Cuba del gobernador Vicente Raja
para establecer el estanco del tabaco. Creó
..
Teatro Social
obras de Büchner eran consideradas por
los críticos de su tiempo como un arte del
arroyo, en este sentido se adelantó a toda
la denuncia social que habría de realizar
décadas más larde el teatro naturalista"7.
Efectivamente. habría que esperar a 2ola,
quien en 188 1 teorizó sobre la influencia
del naturali smo el1 la escena, para que se
diera paso en el escenario a los problemas
del proletariado. En 1887 tiene lugar la aparición
del Teatro Libre, de André Antoine,
verdadero creador de la realización
escénica y en concebir las relaciones entre
teatro y públ ico. Con esta propuesta intenta
<lcabar con el estilo teatral y sustitu irlo
por su identificación con la vida coti diana.
Salvo contadas obras como L -/¡eroe de
Santiago Rusiñol, Lo de San Quintín y UI
loca de la C(I.W, de Benito Pérez Galdós
y Las galas del difullfo de Valle- Inclán,
apenas aparece el fenómeno de la guerra
o la emigración a América en el teatro, Los
vaivenes de la polÍlica, las guerras, los
con nietos sociales, el estancamiento eco-nómico.
las huelgas, las epidemias, etc.,
que afectan directamente a los autores,
actores, público y sociedad no aparecen
en escena.
La vida escénica insular de finales del
siglo XIX y comienzos del siglo XX, an imada
por las compañías profesionales que
visitaban Canarias en sus rutas americanas
y por los grupos alicionados locales.
no renejó buena p<Ule del drama de sutiempo:
la vida y tragedia del importante fl ujo
de emigrantes que acudían a Cuba, huyendo
de la miseria y de las quin tas, así como
el confli cto de la guerra colonial. Este
divorcio con la dialéct ica de su tiempo y
falta de sinton ía con el discurso social e
ideológ ico de su momento es. sa lvo contadas
excepciones, uno de los principales
que arrastra.
En esa época el teatro gozaba de gran
actividad y recepción por parte del público,
comprensible ante la inexistencia otros
medios de expresión y comunicación como
el cine, la radio o la televis ión, Tal C0l110
señala Domingo Pércz Minik (1968) apull-ta
en el prólogo al libro de Francisco Martínez
Viera Anales del Tearm en Tellerife.
que recoge la actividad escénica en Canarias
desde sus albores hasta los años treinta
de esta centuria que es excepcional la
actividad dramática "no sólo por las compañías
que nos visi taban, siete o nueve todos
los afias, de ópera, comedia o drama, sino
también por el quehacer de los grupos
aficionados y por tan increíble cont inui dad",
Pérez Minik se preguntaba de dónde
salía el público para mantener cincuenta
representaciones o más en el Teatro Guimcrá
de una compañía, O sostener la presencia
de tres comp'lñías al mismo tiempo.
Tal COIllO recoge Francisco Murtínez
Viera en sus anales "fue el año de 1899,
uno de los mejores para el arte dramáti co
en nuestra ciudad, en contraste grande
con el anterior (de tri:-.tc recordación
por la tragedia colonial), cn que sólo nos
visitó en sus comientOs una compañ ía
inglesa, de opereta, que si n pena ni gloria,
nos hizo una fugaz temporada. Pero
éste de 1899 compensó con creces la
~obreza del anterior, y pudo ca lificarse de
los más brillmHes en la hi storia de nuestro
coli seo". En 1899 se ponen en escena
las comedias dramáticas Vivir ell gral/de
de Miguel de Echegaray, Las persoflas
decelltes, de Enrique Gaspar y Ferreol o
/111 error j lldicia/, de Victoriano Sardou,
Ese mismo años, María Guerrero escenifica
el drama de Angel Guimern7ierra baja
y La IlIja del mar, cuyo estreno pura España
la había reservado el autor para su ciu dad
natal. Ante el clamoroso éx ito obtenido
por la obra de Guimerá y ame los
numerosos telegramas de felic itación
enviados a Barcelona éste contestó al
alcalde de Santa Cruz de Tenerife: "Con
emoción gra ndísima suplícole trasmita
queridos pai sanos profundos agradec imientos.
Escribiré para que la estrene la
señora Guerrero en Santa CIlIZ una tnlgedia
sobre la conquista de Teneri fe". Guimerá
no llegó a cumplir su promesa,
La memoria emigrante
La celebración del centenario de 1898,
en las que las que Canarias no figuraba ni
siquiera como referencia geográfica, nos
inundó de una abrumadora marea de publicaciones
cuya temática estuvo centrada en
la cri sis o desastre del 98; algunas series
de televi sión; el estreno de la película
Malllbí, de los hermanos Ríos y la pues~
ta en escena de varios espectácu los, entre
T N 41
Teatro Social
una faclOría o dependencia fisca l para
adquirir la producción. lo que no gustó
a los vegueros cultivadores que se COIl centraron
en la hacienda Jesús del MOnle
para marchar de all í a La Habana en
protesta. Al gobernador no le gustó el
cariz que iban lomando la protesla y
suspendió el estanco y se embarcó para
Esparia. Al poco llegó a La Habana un
nuevo gobernador con tropas suficientes
para illl l>oner la voluntad de la corona
y el estanco comenzó a funcionar a
pesar del descontento. Las protestas
arreciaron enseguida por la demora en
las compras y en los pagos y los vegueros
bloquearon la entrada de ganados en
La Habana y quemaron las casas y las
cosechas de los que habían aceptado el
estanco. El conOieto se agravó en 1723.
Los vegueros volvieron a amotinarse en
Jesús del Mon te y el gobernador, decidido
a acabar con ellos, envió una fuerza
de 200 hombres que los di spersó e
hizo 12 prisioneros. a los que fu si ló sin
juicio colgando los cadáveres de los
árboles del camino que comunicaba La
Habana y Jesús del Montelo.
la matanza de los isleños
La escena de ahorcamien tos y muertes
a isleños volvería a reproducirse doscientos
años más tarde como consecuencia
del secuestro del hacendado de
Ciego de Á vi la, el coronel Enrique Pina
Jiménez, por tres obreros agrícolas natumIes
de las Islas Canarias. El secuestro
desató una macabra matanza, silenciada
por la prensa, en la que perecieron
más de cuarenta personas. en su gran
mayoría procedente de Canarias. sin
relación alguna con los hechos.
A punto de concluir el sig lo XX, el
grupo canario "MedioA lllllld Teatro" y
el cubano ''Teatro Primero", han asumido
el reto de rescatar para la escena aquel
episodio olvidado. Este proyecto de
puesta en escena de apelación a la memo-ria
oral y a fuentes historiográficas, fundamentalmente
los estudios realizados
por Manuel de Paz Sánchez. sobre el
fenómeno del bandolerismo en Cuba, así
como las recreaciones literarias de Reynaldo
González, Ul fiesta de los (iburones
y el libro de memorias Soga y Sangre.
del juez Ángel Cárdenas, del que extraemos
las siguientes líneas:
•• D • Ü
~
o
~
6
.~
D
5
''La obra de lajusticia. aplicada lega lmente
al del incuente. elcva y dignifica
al ejecutor. Pero el crimen rea liz'ldo en
nombre de ¡ajusticia, y a cspaldas de la
ley. eleva y dignifica a la vícti ma, sea
quien sea, y la coloca por encima del criminal.
Si el crimcn se cjecUlrl con abusos
de autoridad o de fuerza, o bajo la
impunidad del poder, entonces ese crimen
es más horrendo y monst ruoso. La
víctima se hace merecedora de mayor
respeto y más elevada consideración
que su victimario".
La compañía "Medio Almud Tealro"
fue invitada a Cuba para participar en
un fes tival en la localidad de Ciego de
Ávila, donde tuvieron la oportun idad
de recorrer los lugares en el que sucedi
eron los hechos recordados por los
viejos de la zona como la Matanza de
los Isleños. Contactaron con los descendientes
de los protagonistas y con actores
cub.:'ltlos interes..'\dos en darle vida escénica
a ese epi sodio que, pese al paso de
los años, dejó honda huella en la IOC<llidad.
Manuel Lui s, uno de los responsables
de la compañía icolal tcrJ y pariente
lejano de uno de los protagonistas del
..ecueSlro Enrique Pina señaló que "el
hecho de viajar a Cuba para dar a conocer
un espectáculo como Orques/ilw de
Cuell/os Can(ll'ioJ nos ha dado una visión
más amplia de nuestro trabajo. Comprobamos
que nuestro montaje. basado
en hi storias de gen te de aquí, ha ll egado
perfectamente a un público de otra
realidad, de otra cultura. Es un trabajo
válido aquí y allá. lo cual nos da seguridad
y nos anima a seguir por el camino
del teatro de rescate a partir de las
fuentes vivas. El viaje también sirvió
para contactar con los familiares de
Secundino Rosado y con un glll(XJde teatro
de Ciego de Avila interesado, como
nosotros, en real izar una obra inspirada
en los bandidos canarios de la éJXK:a de
Machado. Una coi ncidencia asombro''
Sa el hecho de mostrar in terés por este
hecho hi stórico que aquí nos ha dolido
Tllucho. Pienso que es una manera de arrojar
luz sobre las motivaciones y los acontecimientos
como sucedieron realmente.
El recuerdo y la visión que conserva
mi familia difiere en gran medida de
la que forma en que esos oscuros hechos
han pasado a la hi storia. Queremos indagaren
el sentimiento de impotencia ante
una injusticia cometida contra unas per-
N E C> 43
sonas y contra su memoria. Es una deuda
pendiente que no podemos soslayar ni
seguir ignorando por más tiempo".
El azar ha querido que las inquietudes
que dos grupos de le<lt ro. uno canario y
Olro cubano, sin relación alguna entre
ellos, hayan desembocado en la indagación
de uno de los capítulos más trágicos
de la emigrac ión canaria en Cuba: la matanza
de los isleños durante la tiranía del
general Gcrardo Machado ( 1925-1933). Un
episodio que tuvo enorme resonancia en
su momenlo y que afectó directamente a
la colonia canaria en Cuba por la o la de
represión y rechazo que se desató sobre
la misma. Unos hechos que, lejanos en el
tiempo siguen reiv indicando su espacio en
la memoria y en la hi storia.
"El que no pierde de vista la meta aunque
camine lentamente, va siempre más
veloz que el que va errante sin objeto", lema
que define la ac tividad de la compañía
'Teatro Primero" , creado, en 1989, en la
localidad cubana de Ciego de Ávilu y
abanderada por Oliver de Jesús, quien
manifestaba en el momento de su funda-
1 El incremento de la renta en Canarias
no ha producido la reducción de sus
niveles de pobreza; según el informe
FOESSA'93, las familias pobres del
archipiélago son unas 107.000, sobre
un total de 438.600 familias: casi 1 de
cada 4 familias canarias esta por debajo
de la renta disponible media del Estado.
2 Fernando Savater: "Siempre contra el
racismoM
• Prólogo al libro Papá, ¿que es
el racismo? de Tahar Sen Jelloun, Alfaguara,
Madrid, 1998.
3 Desde el estreno de la obra Juan José,
1895, se convirtió en una especie de
Don Juan Tenorio socialista que en vez
de representarse el día de los Difuntos
se ponia en escena todos los años el 1
de Mayo para conmemorar el Dia Internacional
del Trabajo, como símbolo de
protesta social, siendo el drama más
representado, después de la obra de
Zorrilla, hasta final de la Guerra Civil
Española.
4 Garcfa Pavón, Francisco: Teatro social
en España, Madrid, Editorial Taurus,
1962.
44 ~ T N E CJ
Teatro SOCial
ci6n no se ntirse alados a líneas establecidas
est ri ctas. sino que les mueve haccr un
teatro que partiendo de un genu ino teatro
campesino pueda lIevar .\ escena las obras
del teatro clásico universal.
"Media Almud Teatro" cuenta con las
aportaciones de fuentes orales directas y
familiares. Uno de los principales implicados
en el secuestro del hacendado procedía
de Icocl el Alto, en Los Realejos, Tenerife.
Sus descendientcs han conservado el
recuerdo de aquellos hechos sangrientos
donde la desinformación y la tergiversación
de los acontecimicntos por parle de
los estamentos oficiales. no han cmpañado
la esperanza de que algún día la luz de
la verdad prevalezca. La matanza de los
isleños, hoy nos puede recordar a crímenes
de Estado. fue decidida, alentada yesLimulada
por la más alta dirección de la
tiranía del general Machado. Los asesinos,
un iformados o vestidos de civi les, contaron
con el beneplácito de los poderes ejecuti
vo, legislativo y judicial para llevar a
cabo sus fechorías.
N o t a s
5 Thatcher Gies: El teatro en la España
del siglo XIX, Cambridge University
Press, Gran Bretaña, 1996.
6 La última puesta en escena de la obra
Woyzeck tuvo lugar en el Teatro Triángulo
de Madrid, el día 10 de febrero de
1999, bajo la dirección de Luis Gavan.
La acción se sitúa en un entorno urbano
contemporáneo, entre vallas metálicas,
cabinas telefónicas, depósitos de
cervezas, y todo un entramado jaula que
encierra a los miserables en las redes
de acero de su destino. Woyzeck es un
emigrante de la Europa del Este que
sobrevive y trapichea en la gran ciudad,
sin querer olvidar la honestidad, la
moral, la franqueza.
7 Vizcano, Juan Antonio: "El arte del
arroyo", La Razón, 14-11-1999, pago 59.
B Santiago (de Cuba) y cierra España,
escrita y dirigida por Ernesto Caballero,
fue estrenada en el madrileño Teatro de
la Abadia, el día 11 de diciembre de
1998, es un espectáculo de gran complejidad
que emplea toda clase de recursos
escénicos para desarrollar su reflexión
dramática: cine mudo, cabaret,
cupletista s sicalípticas, titeres borbóni-
El drama social tiene abiertas las
puertas para partir de la realidad del
presente, sumergirse en la tradición,
buscar en las raices de la cultura y
proyedarse sobre escenarios de hoy,
confrontándose con los espectadores
de hoy. Una recurso, didáctico
si se quiere, para paliar el desconocimiento
de nosotros mismos y
reforzar, desde propia marginalidad
del hecho teatral en las Islas, los
débiles mecanismos de promoción
de los libros y estudios de los investigadores
e historiadores que abordan
el pasado canario. El teatro es
un medio de expresión y reflejO de
todos los temblores y conflictos del
ser humano, todos los interrogantes
acerca de su existencia, del origen
y el destino; el teatro es el espacio
donde entran todos los sueños,
todas las frustraciones, todas las
ambiciones que ha albergado el
alma humana. Desde una perspectiva
de compromiso, el teatro ha
sido y seguirá siendo un espacio
para la libertad, la solidaridad y la
memoria.
cos, niños adivinos, prostitutas, bohemios
y diferentes pajarracos políticos de
aquel 98 y del de cien años después.
9 De Paz Sánchez, Manuel: ~ La imagen
de si mismos. Los isleños en la revista
Islas Canarias de La Haban a~. Studia
Histórica. Historia Contemporánea. Universidad
de Salamanca, Vol. 15, 1997
10 José A. Alemán: "Canarias-Cuba
1998", en Anarda Siglo XXI , n° 1, Las
Palmas de Gran Canaria, 1998, p. 40.
11 Entre los montajes del grupo Teatro
Primero destacan Elogio de la locura,
escenificación de los cuentos de Guy de
Maupassantt, Amor de una vida, La
cabellera y El condecorado, adaptación
del cuento homónimo de Jorge L. Arzola,
Prisionero en el circulo del horizonte,
Gentuza de juguete, basado en cuentos
de Mijait Saltikov, Corazón profundo,
de Carmen Hernandez Perla, Cría
cuervos, espectáculo basado en cuentos
de Azin Nesin y Mijail Saltikov, Los
hijos, de Lázaro Rodríguez Paz, el
espectáculo El Marti que llevo dentro,
de Carlos Ramos, así como el espectáculo
abierto Encuentro cercano, etc.