Un soneto de Luis García de Vegueta
y la respuesta de don Agustín Millares Carlo
ANTONIOH ENR~QJUIMEZÉN EZ
UNED, Las Palmas
ABREVIATURYA SO TROS ELEMENTOS EMPLEADOS
AMC: Agustín Millares Carlo.
BMC: Boletín Millares Carlo, Las Palmas.
DLP: Diario de Las Palmas, periódico de Las Palmas.
LPr : La Provincia, periódico de Las Palmas.
1: Empleo la barra inclinada para señalar los cambios de pá-gina
en la transcripción de la carta de AMC; y los cambios
de párrafo en la transcripción de los escritos de los perió-dicos.
[ma.] : Manuscrito.
[me .]: Mecanografiado.
Desde la publicación en este mismo Boletín de "La poesía de don Agus-tín
Millares Carlo"1, por el que esto escribe, en que se intentaba ofrecer
una aproximación histórica a la actividad poética de AMC (Primera par-te)
y presentar los poemas del mismo que había sido capaz de reunir (Se-
Boletín Millares Carlo, núm. 16. Centro Asociado UNED. Las Palmas de Gran Canana, 1998
48 Antonio Henríquez Jirnénez
gunda parte), he acopiado bastante material de noticias sobre su queha-cer
poético y las opiniones sobre tal actividad de otras personas. También
han aparecido noticias de otros poseedores de poemas de AMC y prome-sas
de envío de los mismos. Aquí presento dos sonetos cruzados entre
AMC y el escritor canario Luis García de Vegueta.
Cuando el que esto escribe recopilaba de acá y de allá poemas de AMC
para publicarlos, me habló don Luis García de Vegueta de un soneto de
AMC, enviado al escritor con motivo de la campaña originada por el
nombramiento de Cronista de la Ciudad de Las Palmas. Se pasaba el tiem-po
y el soneto no aparecía, hasta que una buena tarde de septiembre de
1997 me telefonea don Luis para indicarme que ya lo había encontrado,
junto con unas cuantas cartas de AMC. Agradezco al escritor canario su
generosidad.
No sé cuándo se realizaría el conocimiento personal de estos dos
amantes de la tierra canaria y de su historia. Ni el propio García de Ve-gueta
puede ser preciso al respecto. La primera referencia que he encon-trado,
en la que García de Vegueta habla de AMC, es de 1972. En ella de-muestra
conocer la obra de contenido canario más importante de AMC, el
Ensayo de una biobibliografía de escritores naturales de las islas Canarias.
Por la correspondencia cruzada entre ambos, se ve que AMC conocía ya
la actividad literaria de García de Vegueta. Al llegar éste al número mil de
sus crónicas dianas -"Nuestra ciudad- en el periódico local de Las Pal-mas,
LPr, apareció una preciosa carta de AMC (28-IX- 1975)2, titulada
"Carta a un escritor". En ella, AMC le da su opinión sobre el género que
cultiva y afirma que se cuenta entre sus lectores. De camino, le aconseja
que reúna las crónicas en un volumen "para placer y gusto de quien como
yo le admira y felicita." En otra carta de las entregadas por García de Ve-gueta,
AMC le alaba un cuento sobre San Borondón que le ha enviado, ca-lificándolo
de "gran acierto". Le dice: "lo he leído de un tirón, de la cruz a
la fecha. Es un acierto, no sólo por los encantos de una narración sem-brada
acá y allá de esas expresiones tan propias de su modus operandi [. . .],
sino por la totalidad del relato, admirablemente construido y tan bien es-crito
como era de esperar del autor de ese milagro diario que son las Cró-nicas
de la ciudad».
García de Vegueta conocería, por múltiples motivos, la producción de
AMC. Su hermano Rafael García Díaz aparece entre los que cita el diario
2 Dentro de "Las Páginas especiales del domingo", dedicadas a celebrar las mil cró-nicas
de Luis García de Vegueta en su artículo diario "Nuestra ciudad. Apareció bajo el
título "Carta a un escritor". Colaboraron en el homenaje -además de AMC- Pedro Cu-llen
del Castillo, Pedro Lezcano, Juan Rodríguez Doreste, Antonio Rumeu de Armas y
Lothar Siemens.
Un soneto de Luis García de Vegueta y la respuesta de don Agustín ... 49
HOY (Las Palmas, 5-IX-1933) como asistentes al banquete-homenaje en
honor de AMC, con motivo de habérsele concedido el premio Fastenrath
de la Academia Española. Éste, Rafael, fue durante mucho tiempo direc-tivo
de El Museo Canario, entidad con la que AMC colaboró siempre. Mu-
&o más tarde, Luis García de Vegueta, como directivo del Gabinete Lite-rano,
tendría ocasión de recibirlo en la institución cuando ésta nombra
«Socio de mérito)) a AMC (y a Juan Bosch Millares). También García de
Vegueta habla de ello en "Nuestra ciudad. Homenaje" (LPv, 2-XII-1979, p.
2). El acto se celebró el 5-XII-1979.
En su sección diaria de LB, «Nuestra ciudad)) o en otros artículos en
el mismo periódico, García de Vegueta aprovecha muchas ocasiones para
reseñar los trabajos de AMC. Cito a continuación las que he podido en-contrar,
con lo más importante que dice sobre AMC:
En "Nuestra ciudad. Poesía de exportación" (LPr, 28-VII-1972, p. 2), le
refresca la memoria al escritor Ángel Sánchez sobre "el descubrimiento a
la mayoría de los canarios lectófilos y de las minorías muy poetizadas"
por José Agustín Goytisolo (en su Nueva poesía cubana) de que un cana-rio
(Silvestre de Balboa) es el autor de la primera obra en verso escrita en
las Antillas. Descubrimiento que "se queda en el aire si se tiene en cuenta
la Biobibliogvafia de escritores naturales de las Islas Canarias de Agustín
Millares Carló, que lleva la casi venerable fecha de publicación de 1932 y
que puede satisfacer cualquier duda sobre la canariedad de Silvestre de
Balboa. Y sobre su obra principal Espejo de Paciencia."
En "Manolo Millares, ya en el recuerdo" (LPr, 15-VIII-1972, p. 9), ha-ce
un sentido retrato de Manuel Millares Sall, recientemente fallecido. Al
hablar del "hombre", afirma: "era un producto típico de la familia que a
través de muchas generaciones ha mantenido en alto el espíritu de la cul-tura
y el arte." Cita a continuación a: Cristóbal Millares, Millares Torres,
los Hermanos Millares, "el excepcional investigador don Agustín Millares
Carló", y a los hermanos de Manuel, Agustín, José Mana, Jane, Juan Luis
y Eduardo Millares Sall.
En "Nuestra ciudad. Erudición" (LB, 28-E-1972, p. 2)) al hablar de
los eruditos que llenan sus estudios con amplísimas notas "donde se con-frontan
las opiniones de "..., le sigue un gran número de escritores y fuen-tes
canarios, entre los que se cita a AMC.
En ((Millares Carlo y la biografía de Argote de Molina» (LPr, 14-VIII-
1973, p. 11)) entrevista a AMC con ocasión de la nueva edición, corregida
y aumentada, de la obra de Antonio Palma Chaguaceda (El historiador
Gonzalo Avgote de Molina, 1949). «El ilustre catedrático ha completado la
obra de Palma Chaguaceda que ahora edita el Ayuntamiento de Las Pal-mas)).
«Y tratándose de don Agustín, puede suponerse cómo ha quedado
enriquecido el texto". AMC elogia la decisión del Ayuntamiento y la labor
50 Antonio Henríquez Jiménez
de la imprenta Lezcano. Recuerda a su "gran amigo" Antonio Palma Cha-guaceda,
"con quien trabajé hombro con hombro en otras empresas." Pa-san
al tema del estado de los trabajos de la segunda edición de la Bio-bi-bliografia
y sobre sus nuevas publicaciones. «Nos despedimos de don
Agustín, la amabilidad personificada, sin atrevemos a pedirle la conclu-sión
del trabajo iniciado en una época anterior del Museo Canario: el es-tudio
comparativo de las diversas crónicas de la Conquista. Si él quisie-ra...))
Acaba al trabajo dando las gracias al Ayuntamiento «y a ese gran
adelantado de nuestra cultura: don Agustín Millares Carió.))
En «Nuestra ciudad. Amigos del poeta)) (LPr, 12-11-1975, p. 2), habla
sobre los amigos del poeta Alonso Quesada: "También don Agustín Milla-res
Carló, con motivo del homenaje en el Gabinete Literario, señaló peri-pecias
y sentimientos de la borrascosa vida interior del poeta. Y recitó de m
D
memoria Erika ("Allá en la lejanía, está el recuerdo...") y otros poemas de E
Alonso Quesada en la época de su trabajo en una casa de banca inglesa." O
n En «Notas culturales. Paleografía)) (LPr, 12-IX-1975, p. S), reseña el
-
m
O
inicio del Plan cultural con el Curso de Paleografía impartido por AMC, al E
E
que asisten muchos alumnos. 2 E
En "Nuestra ciudad. Asamblea cultural)) (LPr, 13-1-1 976, p.2), habla de
-
la asamblea convocada por el Plan Cultural en la villa de Teror, celebrada 3
«en el salón de actos del Instituto de Enseñanza Media bajo la presiden-
- -
0
cia de don Agustín Millares Carlo, don Cristóbal García del Rosario y
m
E
otros miembros adscritos al Plan Cultural [...] La asamblea se cerró en O
medio del optimismo general. Don Agustín, con su eterna juventud, ofre- n
cía una estampa de confianza en el futuro.)) -E
a
En «Nuestra ciudad. Unión y fuerza)) (LPr, 31-111-1976, p. 2), comenta l
la rica vida cultural de la ciudad de Las Palmas, "superior a la mayoría de n
n
las poblaciones españolas". Los ciudadanos deben prestar apoyo a los pro-motores.
"Ahí está, por ejemplo, don Agustín Millares Carlo y su intento 3
O
de hacer llegar la cultura a los últimos rincones de la geografía insular.
Hace unos días los telespectadores tuvieron ocasión de contemplar un es-pectáculo
poco edificante: don Agustín, el ilustre investigador, era zaheri-do
sin piedad por sus interlocutores; se le negaba, entre otras cosas, el de-recho
a explicar las tareas realizadas bajo su tutela: microfilmación de
protocolos, ediciones de libros de tema insular, indagaciones en torno a
los archivos municipales, fichas pormenorizadas de documentos en poder
de particulares, etc. Si no se quiso escuchar al coordinador de estos tra-bajos,
¿para qué hablar de la democratización de la cultura?))
En «Nuestra ciudad. Hasta más ver, amigos» (LPr, 1-VIII-1976, p. 2),
dedica la crónica «A don Agustín Millares Carlo, gran aficionado a la
lucha canaria.)) Trata sobre las noticias de nuestro pasado que se en-cuentran
en los manuscritos de los archivos. Se detiene en la noticia de la
Un soneto de Luis García de Vegueta y la respuesta de don Agustín ... 5 1
visita de un luchador canario a la Península, recogida en la Crónica de
Juan H.
En «Arte. Padrón Noble, en la Casa de Colón, y alumnos del Colegio
Alemán, en la Sala Cairasco))( LPr, 2 1- VI-1 9 77, p. 1o ), reseña la exposición
que se celebra dentro de los actos organizados con motivo del 499 aniver-sario
de la fundación de la ciudad. Manuel Padrón Noble expone sus ca-ricaturas
en la Casa de Colón. «La presentación estuvo a cargo de don
~gust ínM illares Carló, quien se mostró en desacuerdo con la definición
de la caricatura por la Academia y dijo que Padrón Noble se limita a ha-cer
una sátira suave, bienintencionada, de las personas. Añadió que las
obras podían figurar en una especie de museo de la ciudad, citando un
precedente venezolano, junto a mapas, fotografías y otros documentos
gráficos de nuestro tiempo. Brindó la idea al señor Ortiz Wiot, alcalde de
Las Palmas, que asistió a la inauguración de la muestra.))
En ((Bibliografía de escritores canarios. La obra de Millares Carlo y
Hernández Suárez, definitiva)) (LPr, 6-XII-1977, p. 7), ofrece una reseña
de la obra.
En «Nuestra ciudad. Un libro y un himno" (LPr, 5-111-1978, p. 2), al ha-blar
sobre la publicación del libro de Manuel Hernández Suárez, Contri-bución
a la historia de la imprenta en Canarias, cita la obra de Antonio Viz-caya
Cárpenter, a la que ésta completa. Y añade: "Estos autores y Millares
Carlo forman la máxima trilogía de la especialidad.
En "Nuestra ciudad. Arte, libros, catedral" (LPr, 1-V-1979, 2), bajo el
epígrafe "Un adelantado de la cultura", se puede leer: "En este trasvase in-teratlántico
hay que señalar también la aportación de un investigador is-leño
a la cultura hispanoamericana. Nos referimos al volumen Libros del
siglo XVI, que su autor don Agustín Millares Carlo va a presentar dentro de
breves días en la Universidad de los Andes, en Mérida, Venezuela. Entre
los libros magistralmente descritos por el doctor Millares Carlo figura Pla-za
Universal de todas Ciencias y Artes, de Cristóbal Suárez de Figueroa, que
trae una curiosa descripción del arte de imprimir al comienzo del siglo
XVXI y épocas anteriores. / En fin, un canario en la vanguardia de la cultu-ra
española y americana."
En "Nuestra ciudad. Una carrera: vivir y soñar" (LPr, 6-IV-1979, p. 2),
habla de los vientos de renovación que corren por la ciudad, situación que
le lleva a rememorar "un punto de partida ya lejano, esperanzador, que
anuló violentamente la guerra civil y que ahora rebrota para dar paso al
cumplimiento del ciclo que entonces se iniciaba." La juventud de ahora
"no tuvo ocasión de conocer a los profesores, intelectuales y artistas que
representaban la continuidad del destino histórico; se rompió la tradición
y el país quedó desangelado, sin contenido ideológico" aglutinador. "Y lo
que decimos para la nación vale también para la isla. Hasta aquí ha vuel-
52 Antonio Hennquez Jiménez
to con nosotros una ilustre personalidad de las letras hispanas e isleñas,
don Agustín Millares Carlo, pero jconoce la juventud la trascendencia de
su labor intelectual en el campo de la historia, de la paleografia, de la di-plomática,
de la literatura clásica y moderna? Si al fin pudimos rescatar-lo,
(cómo se ha permitido volver a la nada el Plan Cultural y todo lo que
se presentaba bajo su eficiente mandato? Creedme, amigos, don Agustín
debiera ser declarado inmortal, por los dioses y por los amantes de los es-tudios
canarios. / Veremos lo que nos depara el aire de renovación a que
aludíamos al principio. Claro que no surgirán inmediatamente, como pe-día
una carta al director, los Shakespeare y Cervantes reprimidos por cua-renta
años de censura. Muchas cosas, y entre ellas la literatura, necesitan
tiempo y paz para ser realizadas. De momento lo más importante es con- ",
seguir que la juventud adopte una actitud responsable ante la vida comu- D
nitaria y particular, ajena a esos nirvanas de vía estrecha que tienden una E
nube sobre la falta de ideales. 1 Vivir: una carrera que hay que aprender O
n -
como otra cualquiera y de la que todos somos estudiantes." =m
O
E En «Su autor, don Pedro Cullen del Castillo. Incorpovación de la isla y E
2
Fuero y Privilegios concedidos a Gran Canaria))(, LPr, 12-IV-1979,p . 6 ) ,t ras =E
una introducción, se presentan las palabras que pronunció Luis García de
Vegueta en el acto de presentación del libro de Cullen del Castillo en el Sa- 3
lón Dorado del Ayuntamiento de Las Palmas el día 9-N. Dice, con respec-
- -
0m
to a AMC: «El libro está enriquecido por un prólogo de don Agustín Mi- E
llares Carlo, excepcional como suyo, y que coadyuva a desenredar esa O
madeja de datos y conjeturas que caracteriza el quehacer histórico de las n
islas, escrito a veces por monjes -Alonso de Espinosa, Abreu Galindo-, E a-por
médicos -Marín y Cubas, Gregorio Chil-, y también por poetas: An- l
tonio de Viana y Cairasco de Figueroa. Hacía falta un humanista esencial n
0
como el doctor Millares Carlo para que el equilibrio del saber y el espíri-
3 tu pusiera las cosas en su punto, es decir, lo más cercano posible a una re- o
alidad, una verdad, que se desvanecía al irse recreando en la memoria.))
En «Nuestra ciudad. Investigación" (LPr, 31-X-1979, p. 2), el autor se
congratula de las personas que investigan en las instituciones de la isla.
Cita a varias de ellas (Vicente Hernández, Alfredo Herrera, Manuel Lobo,
Manuel Hernández, Jesús Quintana, Francisco Morales), "y como cifra y
resumen de todos ellos al maestro Millares Carlo, que prepara una edición
de la Historia de Mann y Cubas C...] Don Agustín nos confía que acaba de
enviar tres pavorosos paquetes con el original para la tercera edición de su
manual de Paleografía Española, fruto de muchos años de ímprobo tra-bajo,
que publicará Espasa-Calpe de Madrid. Veamos más noticias, según
una carta que hemos recibido hace poco". Se transcribe luego un párrafo
de la carta que le ha enviado AMC. Acaba la crónica, doliéndose de que "el
ilustre investigador no pueda acrecer el tiempo destinado a los temas is-
Un soneto de Luis García de Vegueta y la respuesta de don Agustín ... 5 3
leños. ¿Qué piensan los responsables de la cultura canaria? ¿Qué hacen
nuestras corporaciones? ¿Por qué murieron o andan en el ostracismo los
planes de ordenación intelectual a nivel provincial? Las preguntas, como
siempre, caerán en el vacío más absoluto. Dos cosas diferentes: política y
cultura."
García de Vegueta participó en el "Memorial Millares Carlo", celebra-do
en el Club de Prensa Canaria (14-11-1980), en recuerdo del reciente-mente
fallecido AMC. Tomo de LPr del día siguiente (p. 7): "Luis García
de Vegueta dijo querer hablar con el corazón y por eso no escribió una so-la
línea. Se limitó a ilustrar, con gracia, la isleñidad socarrona de don
Agustín, su gusto por las cosas, los hechos y los dichos de la tierra, su
constante aliento para que nuestro compañero continuara reflejando
cuentos y anécdotas en su diaria sección de crónicas de la ciudad. Sin ol-vidarse,
por supuesto, de poner de manifiesto la importancia y trascen-dencia
de su obra." El DLP del mismo día añade, sin embargo, alguna otra
noticia a la anterior. Reseña así la intervención de García de Vegueta: "El
cronista de la ciudad recordó su obra fundamental Paleografía española
así como la Biobibliografia de escritores canarios. / Leyó García de Vegue-ta
un simpático soneto que le dedicara a Millares Carlo, y la respuesta de
éste, no menos enjundiosa, y se detuvo en la relación de algunas anécdo-tas
que demuestran la socarronería isleña de don Agustín."
Los dos sonetos que presento se encuadran dentro de la tradición jo-cosa
y académica de nuestra literatura del siglo xvm, donde el ingenio y la
agudeza suponían un realce en la categona del hombre de letras. El de
García de Vegueta llega hasta la invectiva. Es -creo- un fiel reflejo del
estado del mundillo literario de Las Palmas, con alusiones -directas
unas, veladas otras- a escritores del entorno insular. AMC, en la carta
donde envía su soneto, manifiesta su estado de ánimo al escribirlo. Bajo
la serenidad y elegancia que transpira, se descubre un humor socarrón.
Antonio Henríquez Jiménez
[29 de abril de 1977.13
A DON AGUSTÍN MILLARES
Oh Sánchez de León. Oh sombrerero
uncido al turbio sueño de poeta.
Oh falaz Federico, de la meta
del ocio y la bohemia compañero4.
Cincuenta y siete firmas, pinturero
desfile en pelotón, y la pirueta
del que lanza a los diablos la careta
armándose a sí mismo caballero.
Nadie el sueño de gloria nos confirma.
Del lúcido decoro, desacato
y ruina y negación del Atis Tima.
Oh mensaje infeliz de un garabato.
Sabio investigador ¿qué hace tu firma
desplegada entre tanto mentecato?
Luis García de Vegueta
3 Véase la carta siguiente de AMC, de 10-V-1977.
4 José Sánchez de León, dependiente de una sombrerena. Federico Sarmiento, pe-riodista.
Los dos -y Francisco Correa Viera-, aunque todos ellos amigos de García de
Vegueta, habían recogido firmas en favor de la candidatura del abogado Carlos Ramírez
Suárez para ocupar el cargo de Cronista Oficial de la Ciudad de Las Palmas. Entre las 57
firmas, figuraba la de AMC. La propuesta en favor de Ramírez Suárez apareció en El Eco
de Canarias (24-IV-1977, p. 27). Por la Comisión Gestora firman Federico Sarmiento Her-nández,
Neo-Tea; José Sánchez de León, poeta; y Francisco Correa Viera, escritor. AMC
encabeza la lista de firmantes, en la que aparecen -entre otros- Joaquín Artiles, Anto-nio
Bkthencourt, Antonio Rumeu, Antonio Infantes Florido, María Dolores de la Fe y Al-fonso
Armas. La entrega de estas firmas al Ayuntamiento dio origen a una propuesta del
periódico LPr en favor de García de Vegueta, seguida de varias adhesiones. Al final, Gar-cía
de Vegueta sena elegido por unanimidad Cronista Oficial de Las Palmas de Gran Ca-naria
el 29-X-1977. Como se ve por la posterior correspondencia y la dedicación periodís-tica
de García de Vegueta a la vida y obra de AMC, este hecho no afectó a la amistad entre
ambos.
Un soneto de Luis García de Vegueta y la respuesta de don Agustín ... 55
CARTAY SONETO DE AMC
Lma.1
Las Palmas, 10 de mayo de 1977.
[Escudo]
EXCMA. MANCOMUNIDAD DE CABILDOS
DE LAS PALMAS
BRAVO MURILLO, 21, 6.". P.
PLAN CULTURAL
Sr. D. Luis García de Vegueta.
Mi querido amigo: contesto a su carta del 29 del pasado abril. El 28
marché a Madrid, donde estuve una semana y sólo a mi regreso leí su es-crito
y el soneto. Ignoraba entonces el problema que se había planteado
en torno a la designación de cronista de la ciudad5; y como no tenía noti-cia
alguna referente a su candidatura, que no se había hecho pública, no
entendí de momento su carta ni la significación del poema. Esta ignoran-cia
se refleja en el «intento de soneto» que compuse entonces / y que tam-bién
a título de curiosidad le envío.
Ni qué decir tiene que mi admiración hacia V. se acrecienta cada día,
así como la estimación para con su persona. Crea V., querido amigo, en la
sinceridad de mis palabras, y mande como guste a s.s. y a.
A[gustín] Millares Carlo
5 El abogado Carlos Ramírez Suárez era antiguo amigo de AMC. Éste lo había pre-sentado
en el Ateneo de Madrid (Cfr. «En memoria de Galdós. Conferencia dada en el Ate-neo
de Madrid por Carlos Ramírez Suárez, el 4 del actual. Presentación de Agustín Milla-res
Carló. Palabras de Millares Carló~e, n DLP, 23-1-1922). Ramírez no desaprovechaba
ocasión de hablar sobre la personalidad y obra de AMC en sus colaboraciones periodísti-cas.
Por lo que se ve, aspiraba a la designación de Cronista Oficial de la Ciudad. La reco-gida
de firmas para tal fin le había sido anunciada a García de Vegueta, según me cuenta
éste, por el poeta Pedro Perdomo Acedo.
Antonio Henríquez Jiménez
A DON LUIS GARCIA DE VEGUETA
Tu soneto leí, dilecto amigo,
a un tiempo con deleite y amargura,
pues de tu numen es feliz testigo,
pero encierra en el fondo una censura.
Mi pobre musa, que a invocar me obligo,
por todas las deidades te asegura
que ni soy adivino, ni consigo
averiguar la causa que te apura.
Mi admiración por ti no he vacilado
en declarar cuando ocasión ha habido,
nunca de reiterarla fatigado.
(Qué delito mi firma ha cometido,
ni cuál yo, por habeme acompañado
de quienes tu desdén han merecido?
Agustín Millares Carlo
6 Se encuentra en una cuartilla, separada de la carta.