REVISTA
Desarraigados
BERTA SICHEL
Las experiencias libres, tanto histórica como
temporalmente, de artistas inmigrantes en los
EEUU fue el tema de sendas exposiciones neoyorquinas
de la primavera pasada: Joseph Ste-lla,
en el Whitney Museum of American Art, y
Beyond the Borders: Art of Recent Inmigrants,
(Más allá de las fronteras: el arte de inmigrantes
recientes), en el Bronx Museum. Sin embargo,
sus similitudes y sus diferencias pasaron
inadvertidas para el público, los críticos, e incluso las instituciones
en sí. En términos generales, estas exposiciones revelan
la trayectoria de transformaciones esenciales que están sucediendo
en una esfera cultural y política contemporánea donde
nuevas fuerzas prometen traer autonomía a las experiencias y
prácticas estético-artísticas de grupos específicos. Lo crucial,
no obstante, es cómo se cumple esta promesa.
Joseph Stella. Back of a Man Woking,
1908. Grafito sobre papel. Colección
Beriiard y Dorotliy Rabiii. Cortesía
Wliitiiey Museum of American Art,
Nueva York.
vivido y trabajado bajo el hechizo de la modernidad
y con mentalidad pluriétnica. El
trasfondo de ésta engloba procesos culturales
y políticos, que cancelaban la oportunidad
de la diversidad cultural, a la vez que el
formalismo de la estética clásica del modernismo
en rebelión contra el realismo en
el arte y la literatura. Al contrario, Beyond
the Borders es una colectiva que integra más
de cincuenta obras, por treinta artistas de veintisiete nacionalidades
que actualmente residen en Nueva York. Las obras y la
base conceptual de Beyond the Borders se fundamentaban en
teorías contemporáneas multidisciplinares que razonan la
identidad cultural no como una "esencia inamovible" que permanece
inalterada al margen de la historia y la cultura sino co-mo"..
una naturaleza dinámica capaz de producir sus narrativas
Joseph Stella es una retrospectiva sobre un artista que ha y representaciones propias." [1]
CINIÍOAIIANIICOOÍ AíU MODfíNO
.loseph Stella. Bnltlc ofLights, Coney Islaiid. 1913-14. Oleo sobre
lienzo. 99 X 75 cm. Universidad de Nebrasca, Lincoln. Cortesía
Whitney Museum of American Arl, Nueva York.
.loscpb Stella. Neut York Interpreted (voice of the city)-The White Way I,
1920-22. 5 paneles. Oleo sobre lienzo. 225 x 137 cm.
Cortesía Whitnev .Mnseum of American Art, Nueva York.
Aunque Stella vivió bajo la presión social que compelía a
los inmigrantes a integrarse en "América", era un rebelde. Arribando
a las costas por barco proviniente de Ñapóles en 1896,
fue uno de aquellos "nuevos inmigrantes", que vino no de la
Europa occidental o septentrional sino de la Europa del sur y
del este, que tendía a establecerse más bien en las ciudades buscando
trabajo en las fábricas e industrias y no en zonas rurales.
Las obras primeras de Stella reflejan esta situación, y la exposición
comienza con una serie de retratos individuales de sus ca-maradas
italianos, que al igual que él vivían en las viviendas
humildes de la Lower East Side de Nueva York, (el distrito Este
bajo de Nueva York). Revelando la maestría que Stella tenía
del estilo dibujístico de los grandes maestros, sobre todo Van
Eyck, Vermeer, Rembrandt, Holbein y Durero, estos retratos
evidencian los fuertes lazos que le unían a su gente y a su cultura.
En aquel entonces, los italianos suponían el setenta y cinco
por ciento de los obreros de la construcción en Nueva York.
El ensayo del catálogo de la comisaria Barbara Haskell
nos dice que Stella luchó por encontrar su puesto en una sociedad
cambiante y por conservar su propia identidad, una deter-
Joseph Stella. Dance ofSpríng (Songs ofBirds), 1924. Oleo sobre
lienzo. 107 x 82 cm. William C. Janss. Cortesía Whitney Museum of
American Art, Nueva York.
Joseph Stella. New York ¡nterpreted. The Sky crapers (The l'oice oj the
City), 1920-22. 5 paneles. Oleo sobre lienzo. 252 x 137 cm. Newark
Museum, New Jersey. Cortesía Whitney Museum of American Art,
Nueva York.
minación que le apartó de la escena artística neoyorquina, especialmente
desde 1923 hasta su muerte en 1946. Cuando los
temas de su pintura dejaron de ser los iconos de la revolución
industrial americana, los mismos críticos y coleccionistas que
lo apoyaron desde que regresó de un largo viaje a Europa en
1912, lo abandonaron, situación que hasta fechas recientes no
varió. Las monolíticas ideas culturales de la época no podían
aceptar las fantasías alegóricas de Stella que desplegaban con
intensidad, sensualidad y colorido encendido tal variedad temática:
desde paisajes utópicos de la isla tropical de Barbados
hasta la imaginería religiosa arraigada en el corazón de su Italia
oriunda. "Para la mayoría de los espectadores, la paleta de
Stella resultaba sencillamente demasiado estridente y su exuberancia
estilística demasiado arroUadora", arguye Haskell.
[2] Jamás formaron parte de ninguna exposición importante
dedicada a representar la pintura americana de la época, tal
como la exposición Co«femporaryPaí«f¿«gorganizada por Alfredo
Baar, entonces jefe del Departamento de Escultura y
Pintura del Museum of Modern Art. Años más tarde, en 1963,
en el "apogeo de la década más fervorosamente formahsta en
Bcyoiid The Bordéis. Tlic Broiix Museuin of tlie Arls, Nueva York.
la historia del arte americano", los críticos demolieron la primera
retrospectiva de Stella en el Whitney, que incluía muchas
de estas obras metafóricas, figurativas y coloristas de los
años 30 y 40.
A buena distancia de este formalismo "fervoroso", Be-yond
the Borders nos traza una sociedad ya emancipada de una
ortodoxia étnica beligerante. Intenta comunicar una visión
plural de la experiencia del inmigrante, una experiencia que
hogaño se relaciona con la identidad, el poder, la resistencia y
el reconocimiento. La exposición reconoce las diversas culturas
de los artistas y asume los contenidos de los grupos étnicos al
valorar sus tradiciones mientras que se resisten a aislarse de la
cultura mayoritaria. Sorprendentemente, la exposición nos
brinda una experiencia estética mucho menos hilvanada que la
exposición de Stella. En general, la exposición del Bronx Mu-seum
proyecta un melancólico sentimiento de desarraigo, a la
vez que incluye muchas obras intrigantes con gran frescor individual.
La mayoría de los artistas con frecuencia le insuflan a sus
mensajes narrativas sociales y políticas, estableciendo un nexo
claro entre sus países de origen y la sociedad americana en que
viven, desde la pintura deliberadamente naif del haitiano Ar-nold
Etienne, Colonial Windmill, que pretende desvelar el poder
del discurso imperiaHsta en su tierra natal, hasta la recuperación
de la cerámica precolombina que hace el peruano
Kululi Velarde. Otras visiones singulares de la identidad cultural
y la tradición se dan en la obra fotográfica de Maciej To-porowicz
(polaco), Shirin Neshat (iraní), y lenny Marketon
(griega).
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Beyoiid Tlie Borderx. Tlie Broii.x Musciiiii oí' tlie Arts, Nueva Vorlc.
Beyond the Borders se basa en el pensamiento teórico innovador
que subraya tanto la complicidad como la resistencia
de artistas inmigrantes que tienen la libertad de poder proyectar
constantemente la historia, la cultura y el poder, elementos
justificadores jamás disponibles para Stella. Por ende, la cuestión
no es si la aceptación de unas visiones distintivas de la
identidad cultural está efectivamente abriendo la puerta que
permitirá ampliar el vocabulario estético y representacional. Al
contrario, la diferencia es de otra índole e implica problemas
de una naturaleza semántica y pragmática. Semántica en cuanto
al hecho de que las palabras -al igual que las imágenes- requieren
una traducción cuidadosa de los respectivos contextos
de los movimientos globales. Pragmática en virtud de las consecuencias
desatadas por estas traducciones.
Por una parte, los media actuales dan un sentido de raigambre,
que, a su vez, se ha convertido en uno de los aspectos
del sentido general de pertenencia. Por otra, existe la duda
acerca de quién o qué controla o define la identidad de los individuos,
de los grupos sociales, de las naciones y de la cultura.
Dentro de este marco, los artistas contemporáneos inmigrantes
incuestionablemente gozan de una mayor autonomía artís-
Beyond The Borders. The Bronx Museum of the Arts, Nueva York.
tica. Luego, se ven abocados a comprender las facetas de una
serie mucho más compleja de relaciones entre los múltiples niveles
de la vida política y social, los media internacionales y la
cultura popular. Por efecto de extrapolación, las fronteras entre
estas categorías podrían a la larga segregar a los inmigrantes
posmodernos y poscolonialistas en espacios históricos y
geográficos prefijados, creando una suerte de "escenario limi-nal".
Berta Sichel es una escritora y comisaria independiente que vive en Nueva
York. Imparte clases en el New School for Social Research de Nueva York.
Alfredo Ceibal. Señor Preslclenle's JVake, 1994.
Acrílico solíre lienzo. Beyond The Borders.
riie Bronx Museum of the Arts, Nueva York.
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