Junto a este tipo de decoración se han descrito vasos con
decoración en la cara externa de la base (incisiones y digitacio-nes)
yy recientemente, hemos publicado una serie de 17 vasos
de gran tamaño y forma peculiar («ánforas»)3 y en su mayoría
decorados, donde los motivos decorativos son igualmente di-ferentes,
aunque la técnica seguida sea similar a la ya conoci-da
en la cerámica aborigen de Tenerife.
Durante nuestras prospecciones con C. González Padrón
habíamos hallado ocasionalmente fragmentos con decoración
puntillada en la cara interna de los mismos, que por su pe-q
~ e ñ ota maño hacían imposible deducir la forma y tamaño
del vaso y el motivo decorativo representado. Estos fragrnen- a
tos eran similares a los descritos por L. Diego Cuscoy4, los E
cüales, asimismo, no periilitieroíi pr sü peqüei"lu Lamafio des- O
n
= velar el t.ipo de vasija al que pertenecieron. Esta incógnita se m
O
E mantuvo largos años hasta que en 1975 hallamos en la Caña- £
2
da de la Grieta un vaso que, aunque fragmentado, pudo re- E
construirse prácticamente en su totalidad y que presentaba
3
güiitilladu en la zum central de SU caIa iiiierne. Sede enton-
- ces hasta la. fecha hemos encontrado en nuestras prospeccio- 0m
E
nes algunos vasos más con decoración puntillada en su cara O
interna, dibujando motivos diferentes. Por su rareza y por la
n novedad que suponen en el contexto de la cerámica aborigen E
de Tenerife es por lo que hemos elegido este estudio como ob- a
jetivo del presente trabajo. n
El análisis detallado de las características de los vasos aquí
presentados se ha hecho atendiendo a la siguiente metodología:
L. DIEGOC USCOYU:p . cit., 1971, pp. 123, 141.
M. ARNAY DE LA Rosa, E. Go r u zÁ~~Rz E I ~ R SC,. GONZÁLEPZA DR~y N
J. A. JORGHE ERN~DE(Z(Á: nforas prehispánicas en Tenerifen, ANUARIO DE
ESTUDIOASL T~TIC(OMSa drid-Las Palmas), núm. 29, 1983, pp. 599-634.
L. DIEGOC USCOY0:p . cit., 1971, p. 140, lam. LX.
674 ANUARIO DE ESTUDIOS ATL.4hrTICOS
CERÁMICA ABORIGEN DE TEXERIFE 3
Estudio de las distintas partes constitutivas del vaso 5.
Clasificación tipológica según criterios geométricos '.
Factura, valorando los aspectos siguientes:
calidad de la pasta (buena: aspecto compacto; regular:
aspecto poco compacto, pero no escarnosa; mala: tex-tura
escarnosa);
clase y tamaño del desgrasante; (fino: 0,5-1 mm.; medio:
1-2,5 mm.; grueso: 2,5-5 mrn.);
terminación de la superficie del vaso, tipo y calidad (bue-na:
sin irregularidades; regular: presentando algunas
irregularidades; mala: llena de irregularidades).
Decoración (técnica, localización y motivos) ?.
Dimensiones, considerando: altura, ancho máximo, gro-sor
del labio, de la pared y de la base.
La descripción de cada uno de los vasos se ha hecho aten-diendo
siempre al siguiente esquema:
* Características de la zona. * Características del hallazgo.
2. Descripción del vaso:
9 Estado de conservación.
e Dimensiones.
A. LLANOSy J. 1. VEGAS(:( Ensayo de un método para el estudio y
clasificación tipológica de la cerámica)), Estudios de Arqueologia Alavesa
(homenaje a Domingo FernBndea Medra.no!, níim; 6 !Vitnri_n!,
A. O. SHEPARDC:e ramics for the archaelogist, Carneggie Institution
of Washington, 1968.
M. R. SERONIE-VIVIE{N(I:n troduction l'études des poteries prkhistori-ques)),
Societé Speléologique et prkhistorique de Bodeaux. Memoire núm. 1,
1975.
M. ARNADYE LA ROSA:L a arqueologia en la alta montafia d e Tenerife: un
estudio cerámica. Resumen de la Tesis Doctoral publicado por el Secre-tariado
de Publicaciones de la Universidad de La Laguna, 1981-1982.
M. ARNADYE LA ROSAy E. GO.NZÁLREEZ IMERS«:V asos ceramicos pre-hispánicos
de Tenerife: un análisis estadfstico», A~VARIO DE ESTUDIOS
ATLÁNTICOS (Madrid-Las Palmas), núm. 30, 1984, pp. 79-107.
Núm. 33 (1987) 675
Q Forma.
e Pasta.
Q Terminación.
8 Decoración.
DESCRIPCIÓDNE LOS VASOS
Núm. 1 (fig. 1 a y b; lám. 1 A y B; 11 A)
1. Cañada de la Grieta (Las Cañadas).
En una de las puntas de roca basáltica, a media altura res-pecto
al nivel del suelo y escondido en una covacha abierta
al N. apareció este vaso fragmentado en 15 pedazos. Fue ha-iiaüo
por E. Gonzáiez Reimers en mayo de lY75.
2. Se trata de un vaso roto en 13 fragmentos en el interior
de su escondrijo, en buen estado de conservación.
Sus dimensiones son: 7,5 cm. de altura y 25,4 de ancho.
El grosor del labio es de 0,3 cm., el de la pared es de 0,8 cm.
y ei ae ia base es de 0,s cm.
@ El borde es de tendencia divergente al igual que la pa-red.
La base es convexa. El labio es ligeramente biselado ha-cia
el interior, presentando decoración impresa lineal profusa
en el mismo. Su forma es de casquete esférico.
9 La pasta es buena con desgrasante mineral fino y medio.
La terminación de superficie es espatulada cuidada, me-jor
tratada su superficie interna que la externa.
@ Posee decoración impresa (puntilladai en la zona central
interior del vaso. Forma esta decoración un motivo curvilí-
-a espirai, imy ii.reguiar, de $,5 cm. ;y; 4,s cm.
Núm. 2 (fig. b; lám. 111 A y B)
En uno de los promontorios rocosos que lindan con el llano
de la Cañada de los Gumcheros apareció, colocado en el inte-rior
de un escondrijo, boca abajo, este vaso completo. Se tra-
676 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
Fig. 1 a y ó.-Vaso hallado en la Cañada de la Grieta.
Fig, 2 a.-Vaso encontrado en Abeque (Santiago del Teide).
Fig. 2 b.-Vaso de la Cañada de los Guancheros.
taba de una pequefia oquedad abierta al N.E. al pie de una
gran roca. Fue hallado en noviembre de 1976 por E. González
Reimers.
2. Vaso en perfecto estado de conservacidn.
@ Sus dimensiones son: 6,8 cm. de altura y 21,l cm. de
ancho. El labio tiene un grosor de 0,5 cm., la pared de 0,7 cm.
y la base de 0,6 cm.
@ El borde es de tendencia divergente, al igual que la pa-red.
La base es convexa. El labio es plano con decoración im-presa
lineal profusa. Su forma es de casquete esférico.
@ La pasta es buena. El desgrasante es inapreciable dado
su buen estado cie conservación.
@ La terminación de su superficie es espatulada cuidada,
mejor tratado el interior del vaso que el exterior.
@ Presenta decoración impresa (puntillado) en la zona cen-tral
de su cara interna. Forma un motivo curvilíneo, una es-
-----.¡ 2- piral ue 4,s Ciii. i( 5,; Cizi.
Núm. 3 (fig. 2 a; lárn. IV A y B)
1. Montaña de Abeque (T. M. Santiago del Teide).
Este vaso fue hallado en el brazo meridional de la colada
basáltica que, partiendo desde la Montaña Reventada, rodea la
cara sur de la Montaña de Abeque.
En una oquedad, muy oculto en una rendija entre dos pie-dras,
apareció este vaso, que por haber rodado ligeramente
en el interior del escondrijo, se encuentra partido en dos. Se
halló junto a otro pequeño vaso de forma de tendencia ovoide.
Fue hallado en octubre de 1979 por M. Arnay de la Rosa.
2. Este vaso se encuentra en buen estado de conservación.
Se halló fragmentado en dos pedazos, faltándole un pequeño
trozo triangular de borde.
Sus dimensiones son: 6,3 cm. de alto por 20,5 cm. de an-cho.
El grosor del labio es de 0,3 cm. de la pared o 0,5 cm. de
la base 0,7 cm.
Fig. 3 a y b.-Vaso hallado en el Valle de Chafarí (Las Cañadas).
CERAMICA ABORIGEN DE TENERIFE 9
a El borde es divergente al igual que la pared. La base es
convexa. El labio es plano con decoración impresa lineal pro-fusa.
Su forma es de casquete esférico.
@ La pasta es buena con desgrasante mineral fino.
La terminación de la superficie es espatulada cuidada,
mejor tratada la cara interna del vaso que la externa.
Posee decoración impresa (puntillado) en la zona central
del interior del vaso. Se trata de un motivo curvilíneo, una
espiral de 5,5 cm. >( 5,5 cm.
Núm. 4 (fig. 3 a y b; lám. 11 B)
1. Valle de Chafarí (Las Caiíadas).
Este vaso apareció en el borde oriental de la colada más
antigua de los Chircheros, muy cerca del lugar donde está cu-bierta
por la colada más reciente del mismo volcán. Se encon-tró
roto entre las rotas. Fue hallado por E. González Reimers
en diciembre de 1980.
2. Este vaso se encontró fragmentado entre las rocas en
45 pedazos. Su estado de conservación es aceptable, aunque le
faltan algunos fragmentos y tienen zonas erosionadas en su
superficie.
@ Sus dimensiones son: 7 cm. de altura y 26 de ancho. El
grosor del labio es de 0,5 cm., de la pared 0,7 cm. y de la base
1 cm.
9 La forma y & la pared divergente. La hase
es convexa. El labio es plano con decoración acanalada profu-sa.
Su forma es de casquete esférico.
'@ La pasta es buena con desgrasante mineral fino y medio.
@ La terminación de la superficie es espatulada cuidada,
tunte en SE cm2 interm, vozm externa.
9 Presenta decoración impresa (puntillada) en el centro del
interior del vaso. Se trata de un motivo curvilíneo, al parecer
espiraliforme. Parte de la zona decorada se encuentra erosio-nada
conservándose poco más de la mitad del mot,ivo (lo que
conserva mide 5,5 cm. X 3 cm.).
Núm. 33 11987) 681
Núm. 5 (fig. 4; Iám. IV C;
1. Montañeta Negra (Las Cañadas).
Entre las piedras situadas al pie de un macizo rocoso de
basalto tipo pahoehoe, exactamente en la ladera norte de la
Montañeta Negra, apareció este fragmento. En esta misma
zona se observan en superficie numerosos fragmentos cerárni-cos
dispersos, posiblemente restos de un antiguo hábitat. Muy
cerca del lugar del hallazgo del fragmento se encuentra un
fondo de cabaña. Esta pieza fue hallada por D. Telesforo Bra- a
N vo en 1981. E 2. Wn+- frnrrmnr\+n n n o r n n .r n, rntn an 9n nadnnnr Pornl ra rln O unbc L L ~ ~ U ~ G L La~ p~ xW ~ b k ~AuV L ~ W uv ~UMUYVU.V LUAUVU -V n borde y se en encuentra bastante incompleto. -
m
O
E
@ Lo que conserva mide 17.2 cm. X 18 cm. El grosor de la
2 pared es de 1 cm. -E
@ No se puede establecer la forma del vaso y sus distintas E
partes; no obstante, la curvatura y el tamaño dei fondo pare- 3
-
ce indicar que pertenece este fragmento a un vaso igualmente B
E de forma de casquete esférico. O
@ La pasta es buena con desgrasante mineral fino.
n
68 La terminación es espatulada cuidada, tanto en su cara % a interna como externa l
9 Esta pieza posee una decoración impresa (puntillado am-plio
y profundo) que parece ocupar igualmente una posición $
central en el interior del vaso. Esta decoración forma un nú- "
cleo central circular de cuatro filas de puntos concéntricos
d.el cual parten seis brazos radiales. Estos brazos están consti-tuidos
por tres hileras paralelas de puntos. Cada brazo tiene
una ligera tendencia a abrirse hacia el exterior y está separa-do
del otro brazo por un espacio vacío. Las hileras que for-man
estos brazos parecen que están constituidas de forma pre-cisa
por seis puntos cada una.
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
O 5 cm
Fig. 4.-Fragmento cie la Montaiieta Negra (Las Cañadas).
Núm. 6 (fig. 5 a, b, c y d; lám. V A y B)
1. La Tierra ((Cumbres de Arguayo)) (T. M. Santiago del
Teide).
Este vaso apareció roto entre las rocas, disperso en un ra-dio
de 3 m. aproximadamente, lo que ha dificultado su total
recomposición. Se encontró a unos 30 m. del borte septentrio-nal
del quinto brazo de lava, contando desde el norte de la gi-gantesca
colada de traquibasalto que, partiendo del volcán de
Boca Cangrejo, desciende por las alturas de Arguayo. Fue ha-
D Hado por E. González Reimers en marzo de 1979. E
2. Se trata de 21 fragmentos pertenecientes a la misma va-n
sija, a la que le faltan diversos fragmentos que han impedido g
completarla. No obstante es sencillo reconstruir su forma. O
E
E
Q Sus dimensiones aproximadas son: 5 cm. de alto y 19 cm. 2
E
de ancho. El grosor del labio es de 0,5 cm.; 0,8 de la pared y
1 cm. la base. 3 -
e EI borde es de forma divergente al igual que la pared. -
0
m
La base es convexa. El labio es plano con decoración impresa
lineal profusa. La forma es de casquete esférico. O
@ La pasta es buena con desagrasante mineral fino. n
-E
La terminación de su superficie es espatulada cuidada. ;
e Posee decoración impresa (puntillado muy fino) que ocu-pa
casi todo el interior del vaso, dejando entre 5 y 5 cm. libre E
de decoración en torno al borde. Reconstruyendo los fragrnen- 2
tos se puede observar que se trazo un núcleo central de forma
curvilinea, del que se conserva muy poco. De este núcleo par-ten
una serie de brazos (nueve se pueden contar) de for-ma ra-dial,
algo irregulares en su trazado, formados por hileras de
puntos paralelos, irregulares en su tamaño y forma, aunque
suelen ser de tres y cuatro hileras agrupadas, terminadas ge-neraimente
en forma redondeada. Esta decoración tienen un
aspecto esteliforme o ({floraln.
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
FZg. 5 a, b, c y d.-Diversos fragmentos del vaso hallado en la Tierra
(Arguayo).
Fig. 6 b.-Motivos espiraliformes.
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Como hemos visto, todas las vasijas descritas presentan
bordes y paredes divergentes, y base convexa. Su altura media
es de 6,62 rt 0,34 cm. y su anchura es de 22,4 -+ 1,39 cm.; la
relación altura/anchura es, por tanto, de 0,297 2 0,009 cm.
Son pues, vasijas del tipo 1 de nuestra clasificación tipológica ",
cuya relación altura/anchura máxima es muy inferior a 0,35,
es decir, se trata de vasijas de forma de casquete esférico. Ta-les
vasijas se corresponden tipológicamente con las que L. Die-go
Cucoy8 denomina genéricamente «platos», pensamos que
muy gráficamente, aunque no necesariamente, tal denomina-ción
implique la función que un plato tiene actualmente.
Este tipo de vasos cerárnicos de forma de casquete esféri-co,
con una relación altura/anchura inferior a 0,35 es relativa-mente
raro en la cerámica aborigen de Tenerife (un 2,6 por 100,
según nuestra casuística estudiada '), la inmensa mayoría no
presenta decoración (salvo en el labio). La presencia de estos
vasos con el interior decorado constituye, por tanto, un hecho
excepcional.
Como acabamos de decir, todos ellos presentan decoración
impresa o acanalada profusa en el labio, son de pasta buena,
presentan un buen acabado de su superficie y un desgrasante
fino. Ofrecen, por lo tanto, características comunes a los va-sos
de apéndice de mango cilíndrico y vertedero A, y clara-mente
diferentes de los vasos con mamelones y vertedero B.
Por lo tanto, parecen asociarse de forma clara a uno de 10s
tres grupos cerámicos descritos por nosotros, concretamente
al grupo 1 'O. La pertenencia a este grupo se ve apoyada, ade-más,
por el hecho de que la vasija número 3 apareció junto a
otro vaso con las características propias del citado grupo 1.
Un breve comentario merecen los motivos decorativos pro
sentes en estos vasos. La decoración puntillada es conocida en
a L. DIEGOC USCOY:O p. cit., 1971, PP. 131-134.
M. ARNAYD E LA ROSA:0 1).c it., 1981-1982.
'O M. ARNAYD E LA ROSAY E.G ONZALERZE IMERS:O P.c it., 1984, pp. 95-96.
Núm. 33 (1987) 687
Fig. 7.--Mapa de Tenerife con la distribución de los hallazgos.
CERÁMICA ABORIGEN DE TENERIFE 17
la cerámica aborigen de Tenerife, hallándose tanto en el labio
como en la pared externa, muy cerca del borde o en torno a
asas de mamelones. Su presencia en la cara interna de los va-sos
es, en cambio, muy rara, habiéndose, como hemos dicho,
publicado únicamente varios fragmentos por L. Diego Cuscoy.
No es por lo tanto en cuanto a la técnica en sí en lo que resi-de
la originalidad de estos motivos, sino en lo referente a la
localización de dicha decoración y a las figuras dibujadas.
Como hemos descrito, en tres casos de los seis presentados
es posible observar que estos puntos dibujan una espiral, muy
clara en el vaso número 2 y menos apreciable, pero indudable
si se analiza con minuciosidad, en los vasos números 1 y 3.
Hasta el momento, el motivo decorativo en espiral no ha sido
dado a conocer como manifestación aborigen de Tenerife. Está
en cambio ampliamente presente en diversas manifestaciones
culturales prehispánicas del resto del archipiélago. En La Pal-ma,
por ejemplo, abunda tanto en forma de grabado rupestre
o como motivo decorativo de la cerámica. Igualmente novedo-so
son los motivos que hemos descrito de aspecto esteliforme
(núm. 7) o ((floral)) (núm. 61, con ejemplos también en la pre-historia
palmeral1. Hemos de aclarar, sin embargo, que las
técnicas decorativas y la localización de los motivos decorati-vos
son muy diferentes a los palrneros, por lo que resulta aven-turado
establecer paralelos.
Como hemos dicho ya a lo largo de este trabajo, L. Diego
Cuscoy ha publicado fragmentos de vasos con puntillado en su
interior, opinando que no tenían una finalidad decorativa sino
utilitaria: el puntillado se habría hecho «para que se ejerza
con mayor efectividad y rapidez la acción del calor a través
del fondo y las paredes cercanas al mismo y conseguir así una
pronta cocción de los alimentos» 12. NO compartimos ese punto
de vista. Para nosotros es evidente que cumplen un fin no uti-litario.
La profundidad del puntillado es diferente de un vaso
l1 M. HERNÁNDEZP ÉREZ: «La Palma prehispánica)), El Museo Canario,
Las Palmas de Gran Canaria, 1977.
Zbid.: «Los petroglifos de El Paso, distintos a todos los demás de
Canarias)), El Dia, Santa Cruz de Tenerife, 5 d.e mayo de 1982.
u L. DIEGOG USCOY: Op. cit., 1971, pp. 140-141.
Núm. 33 (1987)
a otro, el diámetro de dichos puntos es asimismo variable y
los motivos decorativos siempre adoptan formas concretas;
así, frente al profundo puntillado que se observa en el vaso
número 7, la decoración apenas se insinúa en el número 2.
Estas vasijas han sido halladas en contexto indudablemen-te
aborigen sin que hayamos podido encontrar en ellos alguna
característica especial que permita inferir que cumplían algu-na
función. Hemos hallado fragmentos con similares caracte-rísticas
en fondos de cabañas tanto de regiones cumbreras
como costeras, y en ningún caso asociados a elementos dife-rentes
de los habitualmente presentes en dicho tipo de yaci-miento.
a
No obstante, la espiral evidentemente posee una especial E
e-+uiotaciSl? simbSliea, el hecha de we ~ 6 ~11 ~~2POs C -u ~ 2 - O
sijas presenten este tipo de motivo decorativo refuerza tal n
=m
afirmación. En este sentido hemos de destacar que reciente- O
E
mente se ha hallado en Tenerife un grabado, presuntamente E
2
prehispánico, con un motivo esteliforrne 13, y, además, también E
---:--A A- 7 ---=:A- ? - - T I - - ---- -,..:-A- 7zL:-- L ~ ~ ; ~ w I ~ L I ~ ~I LAI ~L L~ L: ~puU u~ u u r r a u a ~L U UKJ J ~ LU ILLIUU, Sil basai- 3
to poroso, circular, semejante a una muela de molino inacaba- - 0 do con una decoración que en cierta forma recuerda a la de los m
E
vasos números 6 y 7. Vemos que, por lo tanto, no se trata de O
hechos aislados, y pensamos que son necesarias nuevas inves- n
tigaciones arqueológicas para dilucidar con más exactitud su -E
posible significado. a
n
3
O
l3 Informacidn oral del profesor don Antonio Tejera Gaspar.
690 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Lúm. II.-A, forma de casquete esftrico del vaso de la Cañada de la Grieta;
B, detalle de la decoración curvilínea del vaso del Valle de Chafarí.
Um. V.-A y B, detalle del motivo afloral* representado en el vaso de la
Tierra (Arguayo).