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LENGUA -LITERATURA © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 NO HAY GLORIA DONDE EN CONSEGUIRLO NO HUBO PELIGRO Y TRABAJO. NOTAS SOBRE LA SEGUNDA ESTANCIA DE D. J. WOLFEL EN CANARIAS CARMEN DÍAZ ALAYÓN FRANCISCO JAVIER CASTILLO MARTÍN © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Dominik Josef WOlfel visita Canarias en dos ocasiones. La primera de ellas tiene lugar desde principios de diciembre de 1932 a mediados de febrero de 1933, y en estos dos meses y medio desarrollará un intenso plan de trabajo y actividades que seguimos de cerca en varios de nuestros trabajos (Díaz Alayón y Castillo 1996, 1997a, 1997b y 1998a). Tiene entonces cuarenta y cuatro años, de los cuales los tres últimos los ha dedicado a buscar infatigablemente en todos aquellos archivos europeos que pudieran tener datos relativos a las Afortunadas, y que se reflejan en un conjunto de publicaciones de singular relevancia porque arrojan nueva luz sobre el epílogo de la etapa prehispánica insular, los hechos de la conquista y la primera fase de la colonización (WOlfel 1930a, 1930b, 1930c, 1930d, 1931 a y 1931 b). En Tenerife, etapa inicial de esta primera estancia, a Wblfel se le brinda una acogida cálida y respetuosa, plena de admiración y de afecto. El día 23 de diciembre, asiste en el salón de actos de la Universidad de La Laguna a la constitución del Instituto de Estudios Canarios, sesión en la que se le nombra socio de honor, y también pronuncia tres conferencias: la primera de ellas, el 28 de diciembre, en la sala de la Mancomunidad Provincial de Santa Cruz de Tenerife; la segunda, el 3 de enero siguiente, en el Ateneo de La Laguna (Wblfel 1932, 1933a); y la tercera, esta vez en alemán, seis días más tarde en el Hotel Atlántico de Santa Cruz, organizada por el Deutscher Schulverein y dirigida a la nutrida colonia alemana establecida en Tenerife, además de realizar numerosas visitas y excursiones (Cabildo Insular, Conservatorio de Música, Museo Villa Benítez, Observatorio Meteorológico de Las Cañadas ... ). El 12 de enero comienza su visita a La Palma, que dedica a examinar las colecciones documentales y bibliográficas de la isla, a contactar con los investigadores palmeros y a dar una conferencia el día 16 en los salones del Nuevo Club de Santa Cruz de La Palma (WblfeI1933b). Deja Tenerife el21 de enero y se traslada a Gran Canaria donde inicia la tercera y última etapa de este periplo, que va a su- 291 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 poner tres semanas de intensa actividad en las que tendrá como cuartel general el Museo Canario. Como es de esperar, la mayor parte del tiempo disponible lo dedica Wólfel a los tesoros de la biblioteca y del fondo documental de la institución que lo ha acogido, y además realiza una serie de excursiones a los lugares más interesantes desde el punto de vista antropológico, etnológico y arqueológico, que se reflejan en varios centenares de fotografías. El 6 de febrero pronuncia en la sala del Museo Canario una conferencia sobre sus nuevos hallazgos relativos a la conquista de Gran Canaria (Wólfel 1933c), y ocho días después, el 14, deja las Islas. Está convencido de que la Fundación Rockefeller va a continuar apoyando sus trabajos y proyectos, y que va a regresar muy pronto -«probablemente en otoño», tal y como recoge en sus palabras de despedida en la conferencia del día 6- para llevar a cabo la fase definitiva de la investigación junto con sus dos colaboradores: Eugen Fischer y H. Obermaier. Para él no se trata, por tanto, de un adiós, sino de un hasta pronto, pero no será asÍ. Tardará veinte años en volver. Todo ello será el resultado de la fortuna singularmente adversa que marcó la vida de Wólfel a partir de 1933. La falta del apoyo financiero necesario, la agitada trayectoria de la República española y el trágico colofón de la Guerra Civil impidieron que pudiera realizar sus planes en los años que siguen a su visita a las Islas. A ello se suma la anexión de Austria por el III Reich en 1938, que supone el comienzo de un periodo singularmente duro y difícil para nuestro investigador. Bajo el régimen nazi se intenta privarlo de su magnífico «Archivum Canarium», pero Eugen Fischer consigue llevarse esta colección de reproducciones, fotocopias y anotaciones al Kaiser Wilhelm Institut de Berlín al probar que esta institución había costeado aquellos materiales, providencial intervención que permitirá a Wólfel recuperar más tarde su archivo. Además, nuestro investigador es cesado en su puesto de conservador del Museo Etnológico de Viena, al que se había incorporado como ayudante en 1926, poco después de obtener brillantemente el doctorado. Es una etapa de estrecheces económicas, a las que se une la dura experiencia de la guerra europea, factores todos ellos que constituyeron insalvables obstáculos para el desarrollo de sus proyectos y por ello no pudo alcanzar muchos de los objetivos que se había trazado, entre los que se encontraba la fase definitiva del trabajo de campo en Canarias. Son años duros, de soledad e inseguridad, que se cierran finalmente en 1945, cuando se reincorpora de nuevo al Museo Etnológico y entra en la Universidad de Viena. Pero no son años perdidos porque las dificultades no consiguen mermar su ilusión por los estudios insulares y, a pesar de las limitaciones de todo tipo a que se ve sometido, se esfuerza por avanzar en 292 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 sus líneas de investigación (Wólfel 1 940a, 1940b, 1942a y l 942b; Torriani 1940) y, de modo especial, en su gran proyecto: el catálogo y estudio de todos los materiales lingüísticos conservados de la lengua de los aborígenes canarios, un proyecto que debió de tomar forma en su mente desde una fecha temprana, como se puede ver en el «Bericht» de 1930, donde formula su estudio integral del pasado insular y donde ya se señala la necesidad de contar con un corpus completo para abordar debidamente el análisis lingüístico. La primera entrega en este sentido la hará en 1940 en su edición de la Descrittione de Torriani, que incluye un glosario de 215 entradas con las voces y frases preeuropeas que recoge el ingeniero cremonés, y en cada una de ellas Wólfel proporciona una completa lista de los correspondientes registros consignados por otros autores, formula hipótesis etimológicas para acercarse a la forma original y, siguiendo el método de la comparación de lenguas, establece el oportuno parangón con posibles paralelos, sobre todo del área bereber. Así, con esta experiencia, comienza a trabajar en su ambicioso proyecto -que él dio en llamar Monumenta Linguae Canariae- en la última parte de los años treinta, y la primera redacción la termina en los inicios de la década de los cuarenta. En 1943 nuestro investigador espera ansiosamente la aparición de su gran obra, que alcanza entonces dos volúmenes de 700 páginas y que se encuentra en avanzado estado de composición y preparado para paginar en una imprenta de Leipzig, pero los talleres resultan seriamente destruidos en un bombardeo y toda la labor realizada se pierde. Afortunadamente logra recuperar el manuscrito y, haciéndole frente a la adversidad, inicia a partir de entonces una revisión del trabajo en la que los datos aumentan, el análisis lingüístico se amplía y las conclusiones se depuran. La segunda estancia de Wólfel en las Islas se produce en 1953. Invitado por el Instituto de Estudios Canarios, llega a Tenerife el 20 de febrero, acompañado de su esposa, y Elías Serra le da la bienvenida desde las páginas del periódico Aguere, en su número del 22 de febrero: Este sabio canariófilo está. al fin. de nuevo entre nosotros. El Dr. Domingo- José Wolfel no es, ni mucho menos, un desconocido en esta tierra. Su presencia corporal en estas islas en verdad se remonta a fecha ya lejana. Fue en 1932 cuando el investigador austriaco, que venía trabajando ya hacía años en los problemas científicos del pasado canario, pudo satisfacer su curiosidad. mejor su necesidad, de pisar estas islas. El mismo ha dicho que fue aquí entre nosotros, ante la visión directa de nuestras antigüedades que se concretó su concepción de la ascendencia cultural de los aborígenes canarios. En efecto, lo que Wolfel estudiaba con pasión y con incansable constancia era la naturaleza de las viejas culturas insulares. Wolfel era ya un reputado etnólogo 293 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 y lingüista y estas disciplinas son las que le llevaron al campo de los estudios canarios. Pero al iniciar sus investigaciones observó pronto que todo lo que las historias corrientes dicen de nuestros aborígenes y de sus costumbres y lenguas necesitaba una cuidadosa comprobación, pues el mismo escaso testimonio de los cronistas que nos han conservado estos datos se hallaba infinitivamente viciado por la transmisión descuidada de unos a otros. El deseo, la necesidad de remontar a las fuentes mismas fue lo que llevó a WOlfel a un terreno que no parecía el suyo propio, a los archivos históricos y a las viejas bibliotecas de Roma, de España, de Portugal. Allí la cosecha de manuscritos y de documentos referentes a nuestra historia fue ingente y de primera calidad. WOlfel, maestro en todo aquello a que se consagra, dedicó entonces parte de su tiempo no solo a la publicación de estos materiales sino a la reconstrucción crítica de nuestra historia insular. Curiosamente, la obra de W61fel en este terreno apartado de su propia especialidad, ha sido la más fecunda, si nos atenemos a sus consecuencias públicas. Dominaba entonces, en 1930, entre los eruditos locales y también peninsulares, la idea de que nada de verdadera sustancia podía añadirse ya en el campo de la historia canaria del periodo del descubrimiento y conquista. Nosotros mismos así lo sentíamos cuando, poco antes, nos iniciábamos en este quehacer histórico. El trabajo crítico de Wülfel y la publicación de parte de sus materiales fue una verdadera revolución en este campo científico. Tras sus pisadas nos lanzamos muchos y de esta labor ha venido una reconstrucción total de la visión de aquel pasado. Pero el sabio austriaco tenía ante sí otros fines: éste no fue para él más que un juego, un interludio. Su trabajo se ha centrado luego en la lingüística y en la etnología, campos difíciles y en los que además es muy reducido el público que puede apreciar debidamente su obra. El ha levantado y tiene todavía inédito -y no por su culpa- el primer inventario exhaustivo de los restos de las lenguas primitivas canarias, instrumento previo indispensable para cualquier trabajo serio en esta materia. Listas de voces indígenas habían escrito ya muchos, pero nadie se había ocupado de lo principal, de lo esencial, de someter a cuidadosa depuración crítica cada una de estas voces y su transmisión. Los fáciles comparatismos le repugnan porque con ellos se puede demostrar todo. Y el mismo método circunspecto y crítico ha usado en el estudio de las instituciones y de las creencias indígenas. Cuando vemos tantos improvisadores felices, no ya entre los aficionados locales, sino entre hombres provistos de preparación lingüística, formados a veces en las más exigentes escuelas científicas de la Europa sabia, que se lanzan a las más atrevidas conclusiones fundadas en el aire, sentimos una admiración sincera por este hombre tenaz y cuidadoso, que trabaja las ciencias humanas con el mismo ingenuo rigor que exigen las ciencias exactas. Estas palabras de Elías Serra no son las únicas que se refieren a Wólfel en la prensa insular del momento. Con anterioridad a su llegada a las 294 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Islas, la figura y la labor del ilustre visitante constituyen la e~encia del artículo de Sebastián Jiménez Sánchez «El profesor Dr. Wülfel y el problema culturológico de los canarios y guanches prehistóricos» (véase apéndice), que ve la luz en el periódico Falange de Las Palmas en el número del 1 de febrero -luego reproducido, con ligero cambio de título, en Aguere de La Laguna el 8 de febrero- yen el que se reseña el trabajo Die Religionen des vorindogermanischen Europa que Wülfel había insertado en el volumen 1 de la obra Christus und die Religionen der Erde de Franz Künig, publicada en Viena en 1951. En las líneas finales de su reseña, Jiménez Sánchez felicita al autor por su contribución y hace votos porque «pronto lo veamos en estas islas, donde tanto se le admira, ocupando una cátedra de estudios canarios, a la que por su indiscutible autoridad y solvencia científica tiene legítimo derecho». Los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras serán los primeros en recibir sus enseñanzas, que comienzan el 2 de marzo con la lección inicial del curso «Introducción al estudio del bereber». A ello sigue la conferencia «La leyenda negra y los indígenas canarios», que nuestro investigador imparte el 9 de marzo en la sala de la Mancomunidad Interinsular, organizada por el Instituto de Estudios Canarios y el Cabildo de Tenerife, y donde prueba la posición uniforme y enérgica de la Corona y de los funcionarios reales en la defensa de los aborígenes, todo ello con abundante acopio de datos hallados en sus investigaciones en distintos archivos. Comienza afirmando que la leyenda negra la han concebido y propagado los mayores enemigos de España, como una técnica más de la guerra de propaganda, y llama la atención sobre el hecho de que el régimen de la colonización no fue una innovación en Europa porque ya lo había en todas partes. Siempre las naciones más avanzadas en el uso de las armas se apoderaron de territorios en otras y hace una sinopsis del exterminio de naciones y tribus, pero añade que esto no es aplicable a España, porque lo que distinguió al español y lo que le dio un extraordinario valor fue su posición manifiestamente cristiana de reaccionar contra los abusos que sufrieron los indígenas. En este punto recuerda a fray Bartolomé de las Casas, que se constituyó en defensor de los esclavos, y resalta sus buenas intenciones al intentar evitar abusos y crueldades, si bien le parece que es de lamentar que no hablara ni subrayara lo bueno que entonces se hacía para salvar y civilizar a los indios. Expone la crueldad innecesaria hecha en casos determinados en México, como marcar con fuego la letra G en los prisioneros de guerra, pero señala que los actos personales no pueden considerarse en ningún momento como actos organizados, y que son los hechos individuales y aislados los que han servido para crear y explotar políticamente la Ie- 295 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 yenda negra. Nuestro conferenciante cree que España se puede vanagloriar de ser la patria del derecho de gentes, que defendieran el P. Francisco Vitoria, el P. Suárez y otros. Con abundantes referencias sacadas de los archivos del Vaticano y de Simancas, prueba que los indígenas canarios adoraban a un ser supremo, que no eran idólatras ni llegaron a saber lo que era el mahometanismo, y que Roma los consideraba como poseedores de la revelación primaria, extremo que repiten los historiadores. Luego cita numerosas reales cédulas de los Reyes Católicos, comenzando por una de 1477 en la que la Corona establece de manera clara la forma en que se debía tratar a los gomeros esclavizados, todo ello para probar que los términos de la redacción no eran retórica vacía, sino que se trataba de disposiciones justas y sinceras que se tenían que cumplir. Subraya que más de 120 documentos hablan de los procesos para la liberación de los gomeros y afirma que quien denunció la injusticia ante los reyes no fue otro que don Juan de Frías, quien recibió el encargo expreso de la Corona de buscar por la Península a los gomeros vendidos, y logró ponerlos en libertad y reintegrarlos a su tierra, labor que continuó su sucesor don Miguel de la Serna. Estudia igualmente el caso de los procesos de los guanches conquistados y de los indígenas de paces, así como la actuación de Alonso de Lugo, marcada por las crueldades y las deslealtades. Subraya cómo donde quiera que los españoles han explorado y colonizado perviven los indígenas, cosa que no se puede decir ni afirmar de otros países, y en su opinión lo que la leyenda negra llama exterminio de los naturales es sólo el resultado de la asimilación rápida y total de éstos a la cultura española, porque es un hecho que las clases más destacadas no sólo se identificaron con los castellanos, sino que por los vínculos del matrimonio y de la sangre se incorporaron a la nueva comunidad, asimilación que también puede verse en el hecho de que a los pocos años de la conquista, muchos de los aborígenes fueran a las Indias como conquistadores y colonizadores. Termina afirmando que las deslealtades, crueldades e injusticias individuales están en franca pugna con las doctrinas, el espíritu y las pragmáticas de la Corona y el Consejo Real, y que las características de la conquista y colonización hecha por España, cuando se comparan con las realizadas por otros países, deshacen por completo la injusta leyenda negra que se ha levantado sobre nuestro país. Dentro del curso que el Instituto de Estudios Canarios desarrolla en Santa Cruz de Tenerife, se inicia el segundo cuatrimestre de Literatura Canaria en el que WOlfel tiene un destacado protagonismo con el curso «La civilización indígena canaria y sus relaciones con Euráfrica». La primera lección de este curso tiene lugar el día 12 y en ella habló de metodología de la investigación. Analizó primero el problema de las fuentes, asegurando que 296 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 sin un meticuloso estudio crítico era imposible su utilización, y luego consideró las coincidencias que, en lo que se refiere a las culturas prehispánicas, se dan en las obras de Gaspar Frutuoso, Abreu Galindo, Torriani y Espinosa, por 10 que sospecha la existencia de una crónica, desafortunadamente desconocida, que les sirvió de fuente. Para mostrar la trascendencia de las Islas en la resolución de tantos problemas culturales de Euráfrica, entra luego en la comparación de distintos hechos. Uno de ellos es la estructura del túmulo de «La Guancha» y de otros túmulos diciendo «que recuerdan en su técnica constructiva a los de la época micénica y a los de Cerdeña». En cuanto a la práctica del culto se refirió a los santuarios naturales en los altos de las montañas, que son semejantes a los sirios-palestinos y resalta la importancia de las inscripciones de «Cuatro Puertas» que le recuerdan los signos encontrados en las mesas de sacrificio de Creta, sin que se sepa su significado. Aclara que los cadáveres conservados de los antiguos indígenas de las Canarias no son momias propiamente dichas de tipo egipcio, sino cadáveres secados al sol, tal como se practica en la región del Sudán y del África Negra, donde se encuentran infinidad de cuevas con gran cantidad de éstos. Termina diciendo que es más fácil fantasear que exponer la verdad pura y desnuda y comparar las manifestaciones culturales para deducir paralelos, absteniéndose de toda elucubración. El día 14 tiene lugar la segunda sesión de este curso, que durará hasta el día 21, y cuyos ecos podemos ver en el artículo de María Rosa Alonso «Huellas matriarcales en la cultura aborigen», publicado en El Día el 15 de abril (véase apéndice), cuando ya WOlfel se encuentra en Gran Canaria. La prensa incluye numerosas referencias sobre las actividades que en aquellos días desarrollaba nuestro investigador y sobre la relevancia de sus trabajos. Una muestra de ello la tenemos en el artículo «El Dr. WOlfel y su vocación de canariólogo» de Luis Diego Cuscoy, publicado en El Día, en el número del 15 de marzo (véase apéndice). En esta contribución, Diego Cuscoy sigue toda la trayectoria del investigador en el campo de los estudios canarios, que arranca en 1918 cuando encuentra en Alemania un ejemplar de la edición que Franz van Lóher hace del poema de Viana; y termina señalando la importancia que tienen los últimos descubrimientos arqueológicos que se han producido en las Islas para completar las referencias documentales, porque el objeto no aparece solo sino unido a un medio geográfico, a una habitación, a una necrópolis, a unas tierras de pasto o de cultivo, y gracias a ello la arqueología nos va devolviendo formas de vida, régimen económico, ritos funerarios, y prácticas religiosas. Particular interés tiene la sesión plenaria especial que el Instituto de Estudios Canarios celebra en su honor el día 16. Comenzó el acto con unas pa- 297 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 labras de Elías Serra, en las que se refirió, entre otras cosas, a la labor investigadora de Wolfel y a su destacado papel dentro de los estudios insulares, y acto seguido tomó la palabra el homenajeado, quien dijo que más de la mitad de su vida la ha dedicado a profundizar en la historia y etnología de Canarias, y que a estas alturas tenía la sospecha de que su última tarea iba a ser en la misma dirección. Manifiesta que ha sido para él un grata sorpresa encontrar en las islas un equipo tan eficiente de investigadores, que llevan a cabo una labor de calidad como lo muestra todo lo que se ha avanzado en los últimos años, y destacó la labor editorial del Instituto. Seguidamente WOlfel desarrolló una interesante disertación sobre «Lo hecho y lo hacedero en la investigación canaria», en la que resumió la labor llevada a cabo en los últimos años y trazó un completo plan de trabajo y de actividades que consideraba urgentes para llegar a esclarecer cuestiones que no lo estaban del todo. En primer lugar señaló la necesidad de proseguir la investigación en los archivos, tanto insulares como peninsulares y extranjeros, y se refirió a su labor de rastreo documental, sobre todo en Simancas, donde no le cabía duda alguna de que todavía guardaba valiosos documentos referentes a Canarias, y para facilitar la labor de los futuros investigadores, se ofreció a enviar desde Viena la relación de sus trabajos, para indicar exactamente en qué punto quedaron, y que los que le sigan sepan de dónde deben partir. Estima que uno de los primeros objetivos en este sentido debe ser la búsqueda de los informes de los embajadores venecianos de la época, en los que con toda seguridad se pueden encontrar datos relevantes para las islas. En segundo lugar, tras haberse referido a la labor documental, pasó a exponer todo un amplio programa de actividad editorial. Considera de gran interés la publicación, comentada y con notas, del Canarien, así como de la correspondencia sostenida entre los Bethencourt insulares y los de Francia. De igual forma estima que se deberían publicar las variantes de Abreu y Galindo, el texto de Glas, y el trabajo de Wandewalle, para ver de paso en qué fuentes bebió Viera y Clavijo. También, y puesto que la de Leipzig ya estaba agotada, le parece necesaria una nueva edición del Torriani, que llevaría una introducción suya en español, y la versión alemana del texto la reemplazaría la española. Al mismo tiempo, por ser una fuente original, deberían publicarse los capítulos que Gaspar Frutuoso le dedica a Canarias en Saudades da terra, y lo mismo dice de las crónicas de Sedeño y Escudero, comparándolas con la «Lacunense», la «Matritense» y la de Ulloa. Considera una buena aportación al estudio de los problemas lingüísticos de Canarias sus Monumenta linguae canariae, cuya composición fue destruida en un bombardeo, pero cuyos originales, enriquecidos con nuevas aportaciones, están afortunadamente en su poder. 298 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 En tercer lugar entró a considerar la actividad arqueológica y en este sentido abogó porque las excavaciones amplíen sus campos de acción, mostrándose sorprendido de los descubrimientos de los últimos años, y destacando la labor que se lleva a cabo por la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas. Espera que, de continuar a este ritmo, muy pronto se podrán poseer datos suficientes para la reconstrucción etnológica de los aborígenes, y a este respecto pidió un esfuerzo especial para acelerar las publicaciones de carácter arqueológico, ya que hay descubrimientos recientes de gran valor, y que es preciso poner a disposición de los especialistas. Finalmente, en relación con los estudios antropológicos, indicó la necesidad de investigar en la población actual a partir de los trabajos apuntados por Fischer, y recoger de los textos antiguos todas las descripciones referentes a los indígenas. Cerró su exposición con unas palabras de Alonso de Espinosa: «Pues no hay gloria donde en conseguirlo no hubo peligro y trabajo», con las que quiere animar a los investigadores insulares. Le contestó el director del Instituto, quien puso de manifiesto el alcance extraordinario del plan de actividades que Wólfel había trazado e hizo votos porque sus orientaciones y afanes sirvieran para animar a todos los que trabajan en una cuestión tan apasionante como la del pasado de las islas. Tal y como se puede ver en esta sesión de trabajo y de homenaje. la relación entre el Instituto de Estudios Canarios y el ilustre visitante no puede ser más estrecha y una muestra ilustrativa de la fortaleza de estos lazos es el amplio protagonismo que tiene nuestro investigador en el volumen Reformación del Repartimiento de Tenerife en 1506 y colección de documentos sobre el Adelantado y su gobierno, que ve la luz pocos meses después de esta segunda visita y que contiene una notable colección documental sobre la historia de la conquista e hispanización de las Islas que procede de la rica cosecha que Wólfel había hecho en el archivo de Siinancas a comienzos de los años treinta y que había permanecido inédito. Todo este caudal histórico, parte de él en fotocopias del original y otra parte en cuidadas transcripciones, lo puso nuestro investigador a la disposición del Seminario de Historia de la Universidad de La Laguna, que lleva a cabo la oportuna labor preparatoria, y el Instituto de Estudios Canarios lo saca a la luz como número VI de la serie Fontes Rerum Canariarum. El 25 de marzo Wólfel se traslada a Gran Canaria y, tras unos días de descanso, comienza un intenso programa de trabajo. Al igual que en la visita anterior, también en esta ocasión las actividades de Wólfel se centraron en el Museo Canario, institución de la que era socio de honor desde 1941, donde desarrolló un ciclo de cuatro conferencias y tres cursos monográficos, que la prensa local difunde ampliamente y sigue con todo de- 299 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 talle. De modo concreto La Provincia se refiere a ello en el número del 4 de abril e inserta una entrevista: Es de interés palpitante la visita del Doctor W61fel a Canarias, después de veinte años de ausencia. Esta presencia, que al principio pasó desapercibida. llenará en este mes de abril la parte más noble de la preocupación intelectual de Las Palmas. Nadie ha descubierto más cosas nuevas sobre la historia de las Islas fuera de aquí. Y nadie ha sacado más consecuencias que él de la Historia de Canarias para la Historia universal del hombre primitivo. En estos días su lugar habitual de estar son las salas del Museo Canario, al cual viene todas las mañanas desde Tafira Alta. Vive en el Hotel Lentiscal. Habla lentamente el castellano, casi sin acento extranjero, incluso con una dulzura extraña y con una sonrisa siempre iluminando el rostro curtido, por lo menos tan alegre como su blanca cabeza. Tiene una enorme riqueza de vocabulario, y siempre una cortesía y un optimismo muy vienés, incluso cuando habla del martirio que ha sufrido su patria largamente. -En Viena, cuando nos despedimos, decimos siempre ahora «y cuidado que no te lleve el coco». -Don Domingo -él quiere que aquí lo llamemos así, don Domingo ¿cuál es en conjunto el resultado de todas sus investigaciones sobre la civilización primitiva de los canarios? -Después de largos años de tanteos la consecuencia final es que no tenemos más remedio que considerarla como un «fondo de saco» como el último resto vivo de una gran civilización que en tiempos abarcó toda la cuenca del Mediterráneo y gran parte de Europa y África. -¿Sobre qué tiempo podemos situar esta civilización? -No después del 11.° milenio antes de Cristo, ni tampoco antes del m.o. -¿Qué tuvo que ver esta cultura con las conocidas de Mesopotamia an-tigua, el Nilo, Creta ... '? -Fue la capa común que unió a todas ellas cuando no existían como civilización individualizadas. -¿Qué razas sustentaron esto? -No la nórdica, aria o indoeuropea. Fue una feliz simbiosis de la Cro-magnon con la que llama Denniker «atlantomediterránea -frente a los rubios de órbitas cuadradas, un tipo de pelo negro, cara alargada y órbitas ovalestodavía continúan unidas en la actual población de Canarias. -¿Desde qúe época, según su parecer, fueron habitadas las islas? -Los hechos decisivos de esta población ocurrieron antes del primer mi-lenio y terminó esta comunicación alrededor del 800 a. de J. C. -¿Servirá el carbono radioactivo para determinarlo? -Llevaré muestras para hacer la prueba. En Egipto y Mesopotamia han dado excelente resultado. En América se han aplicado y se han fijado fechas del 1.500 a. de J. C. Pero es conveniente que manden ustedes también muestras a Madrid. 300 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 -Hemos oído que ha descubierto usted mucha documentación original sobre la conquista ¿Puede usted decirnos cuáles son los hechos fundamentales que se deducen de esta nueva luz? -La destrucción de la leyenda negra antiespañola sobre la desaparición de la raza indígena; la pervivencia de ella y su fusión pacífica, el gran papel que desempeñó en la conquista de Gran Canaria el obispo de Rubicón don Juan de Frías, impulsor y autor y apóstol de la misma; la verdadera historia de la conquista de La Palma con Francisca, una indígena que cristianizó y conquistó la mitad de la isla; hablaré de esto en una conferencia ... -¿Hay trabajo para el porvenir? -La investigación sobre Canarias no está sino a su mitad o algo menos. He aportado a Tenerife documentos para su historia y aquí traigo otros también para ustedes, sólo sobre los gomeros de aquí y toda su cuestión, ciento veinte escritos documentales nuevos. Mi intención es crear aficionados, una escuela, y para ello indicaré donde se encontrará nuevas fuentes que vengan a ilustrar la historia de Canarias. -¿Quiere usted hacer alguna manifestación más para el público de la isla? -Sí. Haga constar que si he dado algo al estudio de Canarias me ha dado mucho más a mí, pues por ella he descubierto la muestra más próxima y las pruebas más palpables de la primitiva civilización matriarcal preindoeuropea como unidad indiscutible en Euráfrica. En todo el mundo no conozco un lugar donde los hombres de cierta educación se interesen tanto por el pasado de su país como aquí. El Museo Canario, verdadero sustentador de esta fuerza educativa fue el punto de partida para el descubrimiento de la Europa preindoeuropea ... Nos manifiesta también el Dr. Walfel que se propone, aparte de las conferencias y cursillos anunciados, dar a la publicidad en Canarias una serie de trabajos entre los que nos habla del matriarcado y su teoría, de interés humano. También nos dice que está invitado en Francia, Alemania e Inglaterra para hablar del paralelismo cronológico de los últimos descubrimientos sobre las civilizaciones primitivas de América con estas del Mediterráneo y la posible relación, a través de Canarias, de este mar con aquel continente. Como se puede ver, el profesional que tiene a su cargo la entrevista la reproduce con toda fidelidad, y ello nos permite acercarnos al español característico de W61fel. Dos días después, el 6 de abril, pronuncia la conferencia «Los indígenas canarios y el descubrimiento de la Euráfrica antigua », la primera del ciclo de cuatro que tiene previstas. Después de una brillante y graciosa presentación de Simón Benítez Padilla, comienza el Dr. W61fel delimitando el concepto de Euráfrica, que en su opinión abarca geográficamente desde el Vístula al desierto del Sáhara, y de este espacio y de las orillas del Mediterráneo parte el conferenciante para hablar de sus posiciones dentro del análisis de la historia y contrarias por completo al 301 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 concepto antiguo de culturas-cajones. Antes, cuando un hecho nuevo salía a la luz, se le forzaba a encajar dentro de lo ya conocido: la mitología griega era creación de Hesiodo, la escritura y la navegación era cosa de los fenicios, Mesopotamia y Egipto eran círculos cerrados, y en esta historia preconcebida surge el hecho de Canarias. Su organización social y otros signos de su cultura no correspondían al concepto que se tenía de lo primitivo, y la luz de su razón de ser la encontró WOlfel en el nuevo concepto de cultura no como cajón cerrado impermeable y vertical, sino como capa extendida horizontalmente. A este aislamiento de Canarias halló respuesta en el «megalítico» europeo, que al principio se consideró exclusivamente nórdico y después irlandés, bretón, peninsular, norteamericano. Siria, Arabia, Anatolia, el Cáucaso, sur de la India, Polinesia y América fueron las sucesivas conquistas de esta cultura del II milenio. Concebir aquello como una barbarización de lo egipcio extendida al mundo, ya no era posible. Sólo cabía esta explicación: los hombres del megalítico eran navegantes. Los historiadores de Canarias niegan esto, excepto uno: Torriani y éste describe a las naves canarias como análogas a las que aparecen pintadas en la cerámica del Egeo minoico. Las barcas encontradas en la prehistoria sueca y las dibujadas en el Egipto predinástico son análogas. 1500 años antes de Cristo, mucho antes que griegos y fenicios, el norte del megalítico recorría el mundo. En lo que concierne a la cerámica, los vasos canarios fueron confundidos con vasos megalíticos del norte de Europa. Aunque de técnica muy primitiva, gruesa, son de tipos muy evolucionados, muy civilizados. Se refiere también a la cuestión del matriarcado y señala que los historiadores de la época no lograron explicar el sistema sucesorio de los reyes canarios a pesar de tener referencias como el hecho de que cuando los canarios entregan a la princesa dicen que aquella es «la verdadera señora de la tierra», y como el hecho de que dos caudillos, para hacerse reyes, luchan entre sí por su mano, al mismo tiempo que contra los españoles. Es el mismo caso de la Odisea: el que se casaba con «la señora» ése era el rey de Itaca. También las coincidencias se producen en la cuestión de los dos reyes: el guanarteme y el faicán. Los hay en Roma, Esparta, entre los celtas, y detrás de ellos siempre se advierte la influencia de la mujer: una sacerdotisa que es la que en realidad decide sobre lo que se ha de hacer. La religión del ser supremo era también común a todo el mundo euroafricano. Se supuso que todos sus nombres de atributos como Altísimo, Supremo Hacedor, etc., fueron invenciones de los misioneros, pero lo descubierto en los pueblos correspondientes ha hecho que se desechen estas ideas, porque son expresiones que se encuentran entre los bereberes y en la más primitiva religión egipcia. Por ello el conferenciante defiende un 302 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 nuevo enfoque de la historia a partir del Mediterráneo, que muestra cómo ha cambiado el concepto de las civilizaciones. Éstas, desde el II milenio, son capas extendidas cuyos límites no se conocen. Es probable que todo partiese del Mediterráneo y que incluso América, a través del puente de Canarias, hubiese recibido en su tiempo el impacto de esta horda, pero en opinión del conferenciante todavía queda mucho por andar y el porvenir ha de mostrar lo que puede salir de estas islas. El primero de los cursos monográficos, «La lengua canaria y el bereber », lo impartirá del 7 al 11 de abril. En este sentido, dedicó la primera lección al análisis de las referencias que los cronistas e historiadores traen sobre la lengua indígena, destacando los cambios fonéticoi'> que las falsas lecturas producen en numerosos términos, y la inexistente labor de crítica de fuentes que hace que diversos repertorios, como es el caso de los de Chil, contengan un sinnúmero de voces equivocadas. Sostiene que tanto Torriani como Abreu Galindo y MarÍn de Cubas bebieron en una misma fuente, hoy totalmente desconocida, pone de relieve la importancia que tiene la obra Saudades da terra de Gaspar Frutuoso, y termina haciendo atinadas consideraciones sobre las variantes dialectales en las islas y de la influencia bereber en las mismas, sin que se pueda decir que toda la lengua indígena haya sido bereber. La prensa de Las Palmas sigue muy de cerca todas las actividades del ilustre visitante y son constantes las referencias. El periódico Falange, en su número del 12 de abril, incluye una entrevista bajo el epígrafe «Hablando con el profesor doctor Wolfel»: -Díganos, profesor, ¿desde cuándo conoce usted Canarias? -El verdadero conocimiento lo tuve después de encontrar en Viena, en la venta de libros viejos, un ejemplar de la obra del poeta-historiador canario Antonio de Viana, edición de Franz von Loher, en el año 1918. Ese libro lo adquirí. Fue el primer contacto con las Islas Canarias y el primer libro que de ellas he poseído. -¿Ha escrito mucho, desde entonces, sobre las Islas Canarias? ¿Cómo prendió en usted los estudios canaristas? -A partir de 1918 he estudiado mucho. En 1922 hice un plan de investigación de Canarias, en la seguridad de encontrar muchas fuentes desconocidas. Aprovechando la circunstancia de que el profesor alemán Eugenio Fischer, mi admirado maestro, daba en Viena una conferencia le presenté este plan, que aceptó y me prometió la ayuda necesaria de la ciencia alemana. Desde esa fecha he escrito mucho en revistas científicas austriacas, alemanas, españolas, etc., y he publicado varias obras en las que no faltan los temas canarios por mí tan admirados y preferidos, bastantes de ellos conocidos de los canarios. 303 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 -¿Es verdad que la Historia y la Etnología arqueológica canarias son dos disciplinas de sus grandes predilecciones dentro de los estudios canaristas? -Seguramente es así. Como la Historia es la base para conocer la Etnología y la Arqueología, ella es la otra fuente de la Historia de Canarias. -Los Archivos del Vaticano, Coimbra, Simancas, etc., han proporcionado a V. muchos documentos y nuevas fuentes para aclarar puntos oscuros en orden a la evangelización, conquista e incorporación de las Canarias a la Corona de Castilla. -Mi intento y deseo de estudiar en esos archivos fue averiguar la supervivencia de los indígenas en Canarias y la proporción en que su sangre quedaba en la nueva población de las Canarias españolas. En mi primer estudio en el Archivo Vaticano, años 1929 y 1930, obtuve noticias sobre la primera conquista. En España y Roma salieron entonces muchos y valiosos documentos que contradecían y refutaban la leyenda negra de Canarias. -¿El obispo don Juan de Frías es para usted el gran conquistador de Gran Canaria? -Según los documentos encontrados en Simancas fue don Juan de Frías el primer capitán de la conquista de Gran Canaria y los dineros para esta empresa vinieron de una Bula promulgada para la conversión de los infieles canarios. -¿Qué nos cuenta usted de la leyenda negra de Canarias? -La leyenda negra de exterminación de los indígenas es una elocuente mentira como se puede probar por los procesos sobre la libertad de los canarios hechos esclavos contra todo derecho; las autoridades y el Concejo Real estuvo siempre al servicio de las reglas del derecho de gentes, a favor de los indígenas canarios tal y como fue declarado por el gran Vitoria y sus compañeros. -¿Y del Museo Canario, qué nos dice usted? -Este Instituto es una preciada y gran herencia de hombres ejemplares y excelentes para todas las Canarias. Sin sus colecciones nada se podía hacer hoy. En la seguridad de encontrar en Canarias una alta cultura de los indígenas me acogí al Museo Canario. -¿Conoce usted los descubrimientos y estudios arqueológicos realizados en Canarias en estos últimos años por la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas? -Si, señor; sí los conozco por la amabilidad del señor Comisario Provincial de Excavaciones de la provincia de Las Palmas, don Sebastián Jiménez Sánchez, que me ha enviado gentilmente todo lo nuevo e importante de sus trabajos y estudios. Ellos son de una importancia muy grande por el trabajo científico que se da y las nuevas aportaciones documentales que encierran. Mucho he sabido también de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, por el Comisario de dicha provincia, don Luis Diego Cuscoy. - ¿Qué paralelismos culturales establece usted con Canarias? -La civilización indígena tiene estrecha relación con las más antiguas etapas de las altas culturas de Europa y del África. 304 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 -¿El problema lingüístico de los aborígenes canarios cómo lo ve usted? -Del estudio de los momentos de la lengua indígena he llegado a la existencia de una capa lingüística antigua y común a toda la Euráfrica. -De los grabados e inscripciones, ¿qué nos dice? -Las inscripciones y grabados ponen a los arqueólogos de Europa en la necesidad de revisar las concepciones de la Historia del Mediterráneo vistas hasta el momento actual. -¿Qué impresión ha sacado usted de sus visitas a algunos de los yacimientos arqueológicos grancanarios? -Poder ver lo que se conoce solamente por descripciones, fotografías y dibujos ya vale mucho más. A su vista se me presentan nuevos problemas. -¿ Tienen resonancia en los Centros Culturales de Viena los problemas canarios? -Tengo que decir que hasta ahora, muy poca. La resonancia en los centros culturales de Alemania, Inglaterra, etc., es muy grande. -¿Los actuales derroteros de la investigación española en el campo arqueológico, qué concepto le merecen? -Estoy seguro que tenemos que ser muy agradecidos al Consejo Superior de Investigaciones Científicas y a la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas que tanto han hecho por el progreso de la Arqueología, especialmente aquí en Canarias. -¿Cómo ha encontrado Las Palmas de Gran Canaria después de veinte años de ausencia? -Casi como una ciudad nueva, singularmente en cuanto a la evolución del Puerto de la Luz y las grandes obras realizadas en toda la ciudad. El Puerto y Las Palmas resultan más grandes y más importantes y como tales son de la parte meridional del Atlántico en este lado. -¿Se encuentra satisfecho de haber venido a Canarias? -¡ y cuánto! Como que en todos estos veinte años no he deseado otra cosa urgente que volver a las Islas Canarias y hablar y estudiar con los compañeros de Canarias. Considero como la mejor recompensa de mi trabajo la invitación y ayuda de los Institutos Científicos de Canarias. Haré lo posible por demostrar mi gratitud. -¿Con motivo de su visita a estas islas piensa publicar algún nuevo estudio sobre Canarias? -Lo que pienso primeramente es ponerme en la comparación de lo mucho nuevo que he visto aquí, gracias a la amabilidad de mis queridos amigos canarios. Después se verán los frutos de esa comparación. -¿Algo más, señor profesor? -No señor, sólo a usted y a su distinguido periódico las gracias y grati-tud por sus amabilidades y deferencias. El día 13 de abril tiene lugar la segunda conferencia con el título «La leyenda negra y los indígenas canarios». Luego, del 14 al 18 de abril, explica el segundo de los cursos monográficos, «Análisis de la civilización 305 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 de los indígenas canarios y su comparación con las civilizaciones eurafricanas », y el 20 de abril tiene lugar la tercera conferencia: «La verdadera historia de la conquista de La Palma». Comenzó su exposición poniendo de relieve las reiteradas quejas que los indígenas de La Palma elevan a la Corona de Castilla ante las continuas injusticias y abusos de que eran objeto por parte de los gobernadores y funcionarios. Hace una exposición prolija de las causas que originaron los procesos para dar la libertad a los indígenas, a cuyo efecto cita numerosas reales cédulas descubiertas y estudiadas por él en el Registro del Sello, por las que prueba la gran preocupación de la Corona para remediar las felonías y monstruosidades del Adelantado en las personas de los indígenas palmeros. Estudia con detalle la evangelización en la isla de La Palma, presentando a Francisca la Palmesa o de Gazmira, y a la también indígena Beatriz, del bando de aquélla, como las grandes artífices de la cristianización de la isla y de las paces y tratados hechos con sus naturales, cosa que contribuyó eficazmente a acelerar la incorporación. Francisca pudo venir a Gran Canaria con cuatro reyezuelos, que, una vez instruidos y bautizados, retornaron a La Palma, lográndose más rápidamente la pacificación y evangelización de la isla. Estudia documentalmente la personalidad de Fernández de Lugo, y puso de relieve cómo no obró siempre conforme a las directrices de la Corona, que en todo momento defendía a los indígenas canarios una vez oídas sus quejas. Habla extensamente sobre el simbolismo del patronato que el arcángel San Miguel ejerce sobre la isla, a la que dio su nombre, y de la fecha del 3 de mayo de 1493, efemérides del día de la Cruz que dio su nombre a la capital de la isla. Termina pidiendo que se tenga con Francisca de Gazmira un acto de justo reconocimiento por lo tanto que hizo en pro de sus compañeros indígenas esclavizados, y propone que una forma de honrarla sería dedicarle una inscripción en el frontis de la iglesia principal de Santa Cruz de La Palma. A propósito de esta conferencia creemos que concurren unas circunstancias que conviene comentar. De modo diferente a la visita anterior, en esta ocasión WOlfel no viaja a La Palma, pero se dan una serie de hechos que, desde nuestro punto de vista, parecen apuntar a que el desplazamiento a La Palma no estaba descartado del todo en los planes iniciales, una visita que con toda seguridad nuestro investigador deseaba, sobre todo por los contactos que ha mantenido con algunos investigadores palmeros, como Félix Duarte y Antonino Pestana. Uno de estos hechos indicativos a los que nos referimos es el generoso paréntesis que se produce entre el término de sus actividades en Tenerife y el comienzo de las de Gran Canaria. Bien es verdad que en este caso estamos ante un paréntesis obligado porque del 306 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 22 al 29 de marzo se producen las celebraciones de la Semana Santa, y también hay que considerar que se puede tratar de un descanso necesario no sólo por la edad de W61fel, sino también por el intenso plan de trabajo desarrollado en Tenerife y por el que tiene que acometer en las próximas semanas. Pero también creemos que otro de los hechos indicativos que hay que tener en cuenta en este sentido es la conferencia «La verdadera historia de la conquista de La Palma», que no pronuncia en Tenerife, pero que sí lo hace en el Museo Canario el 20 de abril. La sugerencia que hace en los momentos finales de esta conferencia de que se tenga con Francisca de Gazmira algún tipo de reconocimiento por lo tanto que hizo en pro de sus compañeros indígenas esclavizados, como podría ser dedicarle una inscripción en el frontis de la iglesia del Salvador de Santa Cruz de La Palma, así como la referencia a San Miguel, parecen eminentemente dirigidas a una audiencia palmera, que es la que sabría valorarlas de modo especial. De igual forma, está el hecho de la notable diferencia que se da entre el número de conferencias y cursos monográficos impartidos en Tenerife y el que se da en Gran Canaria, donde nuestro investigador amplía notablemente sus intervenciones. Esta circunstancia puede ser intrascendente, pero desde nuestra perspectiva no parece descaminado pensar que, una vez que se confirma la imposibilidad de trasladarse a La Palma, W61fel pudiera haber aprovechado algunos de los temas y materiales originalmente pensados para esta isla. Las actividades de nuestro investigador no se limitaron a Las Palmas sino que se ampliaron a otras localidades grancanarias. El jueves día 9 visita la ciudad de Telde, acompañado de Sebastián Jiménez Sánchez, Deogracias Rodríguez Pérez y Juan del Río Ayala. En la plaza de San Juan los recibieron el párroco Pedro Hemández Benítez y Laureano Betancor Suárez, teniente alcalde. El Dr. Hemández Benítez le explicó al doctor W61fel todo el tesoro artístico religioso de la iglesia de San Juan, especialmente en lo que se refiere al retablo flamenco del altar mayor, y luego se trasladaron al museo arqueológico particular de Hemández BenÍtez donde W61fel pudo admirar distintas piezas notables de la cultura aborigen. A continuación siguieron hasta los yacimientos arqueológicos de Cuatro Puertas, Tufia, Tara, El Baladero, y otros. Esta visita a Telde tiene su continuidad en otra que se produce el domingo 19, en la que pronunció la conferencia «El megalítico y la unidad de fuentes de las altas civilizaciones» en el casino de San Juan, patrocinada por el Ayuntamiento de esta ciudad. En su intervención subraya que en Canarias se encuentra la clave para el verdadero estudio de las civilizaciones arcaicas, sobre todo ahora que gracias a los últimos descubrimientos de los 307 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 arqueólogos insulares que han ampliado notablemente el conocimiento de la cultura de los naturales canarios, estudios que en aquellos momentos permiten hacer comparaciones y establecer paralelismos culturales muy interesantes y eficaces. Después de almorzar en casa del párroco, el profesor W61fel se dirigió al Barranco de Balas, donde se le mostraron y comentaron los grabados y caracteres alfabetiformes que aparecen en los bloques y paramentos rocosos, y que nuestro investigador calificó de auténtico álbum. Ante tan valiosas escrituras y figuras antiquísimas hizo distintas consideraciones y comparaciones, mostró el más vivo interés por su conservación e integridad, y lamentó que manos irresponsables hayan destrozado algunos de estos motivos rupestres al poner absurdas leyendas y fechas. Dos días después de esta segunda visita a Telde, el 21 por la tarde, se traslada a la villa de Moya y visita el yacimiento arqueológico de La Montañeta. Del 21 al 25 de abril imparte el tercer y último curso monográfico «Crítica de las fuentes de la lingüística canaria», y el día 30 pronuncia en el Museo Canario la última de sus conferencias: «El gran conquistador de Gran Canaria don Juan de Frías», donde subraya el particular protagonismo de este prelado en la anexión y pacificación de la isla, y donde el epílogo de la conquista de Gran Canaria recibe nueva luz a través de los recientes descubrimientos documentales. Gracias a ellos podemos saber que el dinero utilizado en la primera etapa de la conquista venía de don Juan de Frías, y tenía dos fuentes: una el obispado mismo y otra una indulgencia especial para la conquista y conversión de la isla concedida por el Papa Sixto IV. También sabemos que una cédula real menciona al deán Bermúdez como primer capitán y a Juan Rejón como segundo, así como las discordias entre ambos. Particular importancia tiene el tratado de paz que con fecha 30 de mayo de 1481 se concluye entre la Corona y los naturales grancanarios, desafortunadamente no conservado, y que conocemos sólo parcialmente por una confirmación de 1516, y que sirvió de base a la convivencia entre naturales y conquistadores. A este acto, que constituye la última actividad pública de nuestro investigador en las Islas, asistieron el obispo Dr. Pildain, la Directiva del Museo y un público numeroso. Los frutos de esta segunda visita son numerosos. Wolfel deja entre nosotros su ejemplo de investigador tenaz, sacrificado y humilde; y también nos deja toda una serie generosa de proyectos, de sugerencias y de ecos. Poco a poco, algunas de sus propuestas dejarán de ser tales para convertirse en realidades felices, aunque la mayor parte de ellas no tuvo la satisfacción de verlas realizadas en vida. Algunas de las propuestas verán la luz en el seno del Instituto de Estudios Canarios, como es el caso de la edición 308 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 de la crónica anónima «lacunense», publicada pocos meses después por Elías Serra y Buenaventura Bonnet como volumen inicial de la serie Fontes Rerum Canariarum; otro tanto sucede con los capítulos insulares de Saudades da terra, que se publican en 1963, y la edición del Canarien, de la que se ocupan Elías Serra y Alejandro Cioranescu, y que saldrá en tres volúmenes entre los años 1959 y 1964, dentro de la colección de las Fontes Rerum Canariarum (VIII, IX Y XI); pero otras serán el resultado de iniciativas particulares, como la Descrittione de Torriani, que aparecerá en español en 1978, en traducción y edición de Alejandro Cioranescu. * * * * * APÉNDICE El profesor Dr. Wo(fel y el problema culturológico de los canarios y guanches prehispánicos SEBASTIÁN JIMÉNEZ SÁNCHEZ Desde estas mismas columnas nos ocupamos en el año 1947 del ilustre etnólogo austriaco profesor Dr. Dominik Josef WOlfe1 para dar a conocer su incansable labor investigadora sobre los más intrincados problemas que se deducen de la cultura de los canarios prehispánicos. Entonces hablamos y resaltamos elogiosamente su trascendental obra Monumenta lingua canariae y su estudio-comentario de As saudades da terra de Gaspar Fructuoso, obras éstas que unidas a su Leonardo Torriani y a otras múltiples monografías publicadas en revistas extranjeras y españolas, como El Museo Canario y Revista de Historia, de La Laguna, constituyen la más valiosa aportación científica y bibliográfica para el mejor conocimiento de los problemas que plantea en distintos aspectos la población aborigen de las Canarias. En dicho artículo subrayábamos que las actividades del sabio profesor WOlfel están dirigidas a lograr una reconstrucción de la región megalítica a base de Canarias y del África Blanca. Hoy nos place en gran manera dar a conocer de forma sintética su último y voluminoso estudio Las religiones preindoeuropeas, separata del mismo trabajo inserto en el volumen primero de la obra Jesucristo y las religiones de la tierra, del profesor Franz Konig. Editada limpiamente en Viena por Herder en la imprenta Thomas Morus, llega a nuestras manos esta obra como un rico presente, con afectuosa dedicatoria autógrafa del autor, que agradecemos sinceramente. 309 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 La simple lectura del extenso índice bien pone de manifiesto su importancia. Primeramente habla de las religiones en los pueblos megalíticos. Bajo distintos títulos y epígrafes nos describe la arquitectura utilizada por aquellos: sus cuevas, dólmenes, galerías sepulcrales, cajones funerarios pétreos, terrazas, sepulturas cupulares y en círculos, arquitectura de colicolinas, culto a los muertos, cazoletas pétreas para libaciones, menhires y menhires antropomorfos, ídolos, grabados y pinturas, ofrendas votivas, etc. Teniendo en cuenta estos y otros sugestivos títulos en el campo arqueológico, el ilustre profesor va presentando la cultura megalítica en las Islas Baleares y la perduración de la religión de los megalíticos en la Península Ibérica. Habla de la cultura megalítica en las Islas Británicas, en Italia, Córcega, Cerdeña, Malta y en toda la cuenca del Mediterráneo. De manera especial hace historia comparativa de la religión de los etruscos, describiendo y estudiando a continuación la religión en la cultura minoicocretense y micénica, el culto griego a los héroes como herencia de Micenas y del megalítico, el culto a los cuernos, los símbolos psíquicos y los nudos simbólicos en el culto. Capítulo notable es el que consagra al monoteísmo, polidemonismo, politeísmo y religiones de Europa a través de víctimas humanas, del dios de la tempestad, de los ídolos amaniatados, oráculos, ritos agrarios, fuego del hogar, espíritu del agua y de los dioses fluviales. No menos interesante resulta el capítulo dedicado a estudiar las huellas preindogermánicas occidentales en los celtas, romanos, italianos y germanos. Por lo que tiene de afinidad con Canarias y dadas las frecuentes observaciones y comparaciones que hace el profesor WOlfel, son del mayor interés los capítulos dedicados al sureste del mar Mediterráneo, Siria, Palestina, Arabia, Egipto y Mesopotamia, a la religión de los libios y a la de los bereberes actuales; a estudiar el megalítico y el antiguo Mediterráneo en las religiones del África Negra, las religiones del África Occidental, la religión megalítica de Etiopía, del Sudán Oriental y de los Nilotas. Aún siendo de la mayor importancia y novedad las materias citadas, supera a ellas el capítulo sexto, íntegramente dedicado al África Blanca fuera de Egipto, en el que se estudia ampliamente la religión de los canarios bajo los epígrafes: la arqueología, la tradición, el Dios Supremo y Todopoderoso, los seres demoníacos, el culto a los antepasados, la clase sacerdotal, el matriarcado en los canarios y análisis de las distintas capas de la cultura canaria. Al hablar WOlfel de estos aspectos de la cultura canaria lo hace con indiscutible autoridad y erudición utilizando documentos, antiguas crónicas y valiéndose de los yacimientos y monumentos arqueológicos por él conocidos y muy principalmente de los descubrimientos hechos en la última dé- 310 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 cada por la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Las Palmas que ha permitido poner en mano de los estudiosos desconocidas e importantísimas localidades arqueológicas -cuevas, poblados ciclópeos y necrópolis- con recogida de rico material, a veces extraño y desconcertante, con figurillas de barro cocido, figurillas de largo cuello y doble cara conjugada, figura antropomorfa tallada en piedra, etc., que plantea nuevos problemas y abre claros horizontes a los investigadores. Esta labor estatal realizada en estos últimos años sólo ha sido debida a las in:spiraciones y sugerencias de la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas que rige el ilustre Profesor Dr. Martínez Santa Olalla, quien siguiendo las directrices de S. E. el Caudillo de poner a salvo el tesoro arqueológico nacional, se ha desvivido por crear un clima propicio encaminado a atender preferentemente no sólo la conservación de los yacimientos arqueológicos explorados, sino a dar facilidades para localizar y estudiar nuevas estaciones arqueológicas, que, en este caso, han permitido a los investigadores nacionales dedicar singular atención, y a personalidades extranjeras de tanto prestigio como el doctor W6lfel, tan vinculado a la investigación canaria, hacer meritísimos estudios comparativos que además de aclarar tesis y teorías vienen a encauzar, descifrar y resolver, en gran parte, el apasionante problema de la cultura de los canarios prehispánicos. Así, el ilustre Profesor W61fel, al estudiar y resumir sus conocimientos sobre la cultura de los aborígenes canarios en esta su novísima obra que comentamos, Las religiones preindoeuropeas, hace constar que las excavaciones hechas en Canarias en estos últimos años son de tal importancia, notoriedad y calidad documental que resultan irrefutables. Hablando de los túmulos preeminentes, ya del conocido túmulo de «La Guancha» como de los otros túmulos unipersonales, múltiples y escaleriformes de planta circular, descubiertos y dados a conocer por la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Las Palmas, de la que soy titular, dice que «recuerdan en su técnica constructiva a los de la época micénica y a los de Cerdeña». En orden a la práctica del culto entre los grancanarios refiere que uno de los aspectos más interesantes de lo investigado últimamente son los santuarios naturales en los altos de las montañas y en ciertas cuevas. Resalta las inscripciones de «Cuatro Puertas» que le recuerdan frecuentemente a los signos encontrados en la mesa de sacrificios de Creta. Añade el Profesor W61fel que los santuarios grancanarios, con sus cazoletas, son semejantes a los de Siria. Los nuevos y notables santuarios de libaciones místicas, por mí descubiertos en recientes campañas arqueológicas, conocidas por W6lfel a través de mis monografías, memorias, planos y fotografías, monumentos éstos más completos y valorativos que los que el Profesor W61fel conoce, 311 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 llamarán a éste poderosamente la atención, robusteciendo sus afirmaciones y conclusiones, el día que personalmente pueda admirar, entre otros, los santuarios de «La Montañeta de la Villa de Moya» y el altar de los holocaustos y de las libaciones místicas del yacimiento de «El Baladero». Fuerte relación establece Wólfel entre las inscripciones canarias y las inscripciones líbicas, numídicas del periodo púnico-romano, y las tifinagh del Tuareg actual, aparte de señalar signos totalmente desconocidos. Respecto a las inscripciones sostiene Wólfel que hay que buscar una fuente común para las de cada isla. Ellas, afirma, constituyen un capítulo aún no abierto en la Historia de las inscripciones. La sorprendente similitud en las ligaduras de los signos establece -continúa Wólfel- el paralelo con la escritura lineal cretense; y los grabados con tipos de barco (Barranco de Balos) corresponden, según el ilustre Profesor, a los del Hallristninger del Norte o del Egipto Superior. Después de otras varias consideraciones y comparaciones sobre lengua, culto, costumbres entre los canarios en general, etc., establece Wólfel, entre otras, las siguientes conclusiones: «La cultura canaria tiene un extraordinario carácter arcaico y está en relación con las primitivas altas culturas del Mediterráneo». «La cultura canaria es muy rica en rasgos megalíticos pero no puede calificarse de pura cultura megalítica. Sin embargo, tal vez esté más cerca de la cultura megalítica que Micenas, pero con toda seguridad más cerca que Creta. Sólo las inscripciones nos muestran paralelos con las inscripciones cretenses de la primera mitad del segundo milenio antes de Cristo, y en tanto no tengamos otros centros de cultura antigua mediterránea en el Occidente debemos colocar la gran cultura de los canarios en el segundo milenio o en la segunda mitad del tercer milenio». «El legado lingüístico de los canarios revela una inmigración tardía de elementos lingüísticos, que están muy cerca de los bereberes. Esto podía dar testimonio de las recientes inmigraciones de cultura. De todos modos debió ser prefenicia y precartaginesa». «La creencia de los canarios en el gran Dios es herencia megalítica, como en Siria y en Palestina». Esto es lo que en ligera síntesis podemos decir dando a conocer la obra valiosísima del sabio etnólogo Dr. Dominik Josef Wólfel Las religiones preindogermánicas, con la que sus serias y solventes investigaciones sobre la cultura de los canarios prehispánicos están siempre en el primer plano de la investigación. Al Dr. Wólfel debe Canarias rendida y obligada gratitud por esta nueva y meritísima aportación científica; y el que suscribe, en particular, el sincero reconocimiento por su valioso obsequio del ejemplar de su obra, con 312 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 cariñosa dedicatoria autógrafa, y por las frecuentes citas que de trabajos nuestros hace en la misma. Felicitando al Dr. W6Ifel por tan completo como erudito estudio, hacemos fervientes votos por que pronto lo veamos en estas islas, donde tanto se le admira, ocupando una cátedra de estudios canarios, a la que por su indiscutible autoridad y solvencia científica tiene legítimo derecho. Las Palmas de Gran Canaria, 24 de enero de 1953. * * * El Dr. WOlfel y su vocación de canariólogo LUIS DIEGO CUSCOy Desde hace más de veinte años, el nombre del Dr. WOIfel aparece enlazado al quehacer histórico de las islas. Pero como es lógico suponer, la aparición no pudo producirse de un modo súbito, sino que ella misma supone una vocación y una dedicación a un tema verdaderamente insólito en la Europa central. No es que lo canario no hubiera preocupado antes a investigadores europeos, sino que la labor del Dr. Wólfel coincide con un resurgimiento de los estudios canarios en las islas, con la aparición de la arqueología canaria, dirigida desde ámbitos nacionales y con la investigación sistemática de la tierra y de los archivos y fuentes. El Dr. Wólfel es el primer europeo que trabaja por Canarias con los canarios. Si el camino de este investigador ha sido fácil de seguir a partir de sus primeras publicaciones sobre las islas, creemos que vale la pena señalar las etapas iniciales que le llevaron a iniciar su trabajo. Antes que nada, el Dr. W6Ifel se encontró con el castellano. Lo aprende en Viena, para de ese modo acercarse a nuestra literatura. Corría el difícil año de 1918, y por esas fechas traduCÍa tratados de comercio y navegación a las lenguas escandinavas, en las que es muy versado. En un viaje por Alemania descubre una mala edición del poema de Antonio de Viana -la de Franz van Loher-, edición española con introducción alemana. La lectura y meditación de este libro la resumió en una frase: «He aquí un problema». El problema no era otra cosa que ese vago y contradictorio mundo entrevisto en las crónicas de la conquista y en el mismo poema de Viana, mundo que todavía no acaba de verse al otro lado de una brumosa orilla. Pero bien: la llamada había sido hecha y el Dr. Wólfel se había inclinado ya al lado de lo canario. Su rebusca en la Biblioteca Nacional de 313 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Viena hace que descubra, entre otras cosas, a Berthelot y a Vemeau. Berthelot debió de inquietarle, pues intuyó desde un principio y de un modo genial el problema prehistórico. Vemeau debió de sorprenderle con sus descubrimientos antropológicos. El problema se iba complicando. El Dr. W61fel se dijo que todo aquello estaba bien como comienzo, y se dio cuenta de la desusada dimensión de la empresa. Llega el año 1920 y entonces conoce a Homer H. Kidder. Se asocia con él a fin de formular un plan que desarrollar en un viaje a Canarias. Durante un año se trabaja en el mismo. Al final Kidder no ha podido allegar los medios necesarios y se desiste de la empresa. Mientras tanto, ha hecho su aparición el conocido libro de Hooton que, con sus aportaciones -hoy se sabe la calidad de las mismas-, pareció haber resuelto el problema de las razas en Canarias. Pero el problema resurge con Eugenio Fischer. Fischer regresaba de Canarias después de haber investigado la antropología de las islas y da una conferencia en la Sociedad Antropológica de Viena. Aporta una tesis apasionante: los indígenas de Canarias no habían sido exterminados, como se venía creyendo y divulgando sobre un condolido fondo romántico. El Dr. Wolfel está presente en la conferencia y toma parte en la discusión. Él sostiene la misma tesis que Fischer. Como consecuencia de este encuentro, el Dr. WOlfel renueva ante Fischer el plan que había formulado a Kidder. Con el apoyo del sabio antropólogo y la ayuda de la Asociación Alemana para el Progreso de las Ciencias, se dispone por fin de los medios necesarios para el viaje de estudio. El año 29 se emplea en prepararlo. Al año siguiente el Dr. WOlfel puede investigar en los Archivos Vaticanos, de la Corona de Aragón, de la Real Academia de la Historia y de Simancas. Los descubrimientos hechos en Simancas son decisivos. Con un valioso material, y después de cinco meses de trabajo, regresa a Viena y rinde detallada memoria del alcance de sus descubrimientos. Inicialmente, la investigación estaba dirigida a elaborar una historia de la población canaria para fijar lo que en ella quedó de sangre aborigen. Pero un problema trae otro. El año 31 hace un nuevo viaje, repasa otra vez los archivos españoles y marcha a Lisboa al olor del Torriani, cuyo original halla, por fin, en Coimbra. Al año siguiente, Diedrich Westermann le hace entrar en el conocimiento del bereber como clave para los problemas lingüísticos de Canarias. Este mismo año de 1932 viene por primera vez a Canarias. Ya han aparecido trabajos suyos sobre las islas en Anthropos, Investigación y Pro- 314 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 greso y revistas etnológicas en lengua alemana. Todas las fuentes sobre historia de Canarias son estudiadas y sometidas a crítica. Sus descubrimientos documentales hacen luz sobre multitud de cuestiones oscuras. Su visita a las islas acrecienta sus ricos materiales de trabajo. El problema formulado después de la lectura del poema de Viana sigue en pie, aunque agrandado. Es verdad que la confusa etapa de la conquista de las islas se enriquece con llamativos descubrimientos -el Dr. Wblfel mismo acaba de explicar algunos en reciente conferencia-; cierto que se aclaran interesantes episodios referentes a la cristianización de las islas -recuérdese el de La Palma-; pero a medida que se penetra en el mundo aborigen, los interrogantes son cada vez más urgentes y complicados. Entendiéndolo así, el Dr. W blfel dirige sus trabajos hacia las cuestiones etnológicas, entrevistas en crónicas y relatos. La prehistoria de Canarias tenía, para pasmo de todos, algunas páginas escritas, si bien incompletas. El resto lo tenía que dar la arqueología. En el instante en que la arqueología nos va devolviendo formas de vida, régimen económico, ritos funerarios, prácticas religiosas, la cultura, en fin, del indígena de Canarias, llega el Dr. Wblfel por segunda vez a las islas. En más de veinte años, el conocimiento de las Canarias prehispánicas se ha ampliado considerablemente. Un metódico estudio de yacimientos y materiales avalora científicamente la labor. El objeto no aparece solo, sino unido a un medio geográfico, a una habitación, a una necrópolis, a unas tierras de pasto o de cultivo. Para el trabajo del ilustre etnólogo vienés, esto último ha de ser decisivo. Le permitirá agregar a sus valiosas reconstituciones culturales un material y unos datos que, así como sus descubrimientos documentales, han de ser también decisivos para el pasado de las islas. El saber formular atinadas preguntas ante los problemas. Y aquí, cada cosa es un problema. Si Viana le planteó el primero, esperamos que esta visita a las islas le sirva al Dr. Wblfel para ir elaborando las respuestas que esperamos. * * * Huellas matriarcales en la cultura aborigen MARÍA ROSA ALONSO Llamaba la atención el doctor Wblfel en una de sus interesantes conferencias de la Mancomunidad Provincial, en Santa Cruz, sobre los rasgos de cultura matriarcal que podían observarse en el tema literario de Orestes 315 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 y en la odisea homérica en cuanto a que en tanto Penélope espera, ni el padre de Ulises, ni su hijo, Telémaco, no sólo no sustituyen al ausente en sus funciones de mando, sino que ni se les menciona en tales prerrogativas. Efectivamente, cualquier trabajo sobre los orígenes del matriarcado nos ofrecerá sugestiones semejantes en torno a los mitos griegos, que parece haber analizado con detención Bachofen en 1861, cuando publicó su Das Mutterecht y luego Morgan en Ancient Society, 1871. A los dos trabajos alude la monografía de Paul Lafargue, El matriarcado, y el más completo de todos, El enigma del matriarcado, del alemán Krische, vertido al español en 1930 por la «Revista de Occidente», que son los que puedo citar, por tenerlos a la vista. Subrayaba WOlfel tales vestigios matriarcales en relación con los posibles restos que también de matriarcalismo se observan en el tardío testimonio que del pueblo guanche nos dejó el Padre Espinosa, por ejemplo. Valdría la pena, con Espinosa y los libros de Lafargue y Krische a la vista, destacar algún rasgo aborigen en relación con el matriarcado. A estas alturas, rebasada ha sido ya la opinión de Bachofen, quien pensó que la organización del plan primitivo fue matriarcal y más tarde patriarcal, y que el mismo fenómeno se dio en todas las primitivas culturas. Krische afirma que, tras el dominio patriarcal, al pasar la cultura de nómada a sedentaria, o sea de la fase del hombre cazador al agricultor, la mujer, inventora de la agricultura, impuso un dominio que no fue largo ni quizás completo; el hombre recobró pronto el mando, no sin tenaz lucha, cuyo vestigio ha quedado en determinados ritos. Notas típicas de la preponderancia matriarcal son la poliandria; el privilegio del hombre como hermano mayor (por hijo de su madre) a la herencia, de la que, en cambio, no disfrutaban sus hijos sino sus hermanos; otro rasgo del paso del matriarcado al patriarcado es la covada en el hombre, o sea, simular dolores y llevar ayunos después del parto de su mujer. La covada se observa entre las tribus caribes, del Chaco, Marco Polo 10 advirtió en ciertas tribus chinas; Estrabón la señala entre los celtíberos y hasta hace poco se practicaba en Vizcaya. Todavía otro dato de interés registrado por Krische: entre los maorís de la Polinesia, que emigraron de la Samoa a Nueva Zelanda, de influjos matriarcales, existía una manera de organizarse la tribu, la de los que descendían de los que vinieron en la misma embarcación en el siglo XIII, o sea el clan del iwi o hueso, porque todos veneraban en comunidad los huesos de los antepasados, conservados como reliquias. Y por último, Krische afirma que en la ya civilizada Roma había un vestigio de matriarcalismo en «la costumbre de ceder el paso a las matronas en la calle con la mayor cortesía. Quien las importunara con palabras o acciones insolentes había de comparecer ante el verdugo». 316 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Traigo estas muestras aquí, porque las vamos a atestiguar todas en la costumbre aborigen de las islas. Respecto a la poliandria los capellanes Bontier y Le Verrier, cronistas del conquistador Bethencourt, afirman que las mujeres indígenas de Lanzarote tenían tres esposos, lo que no alteraba su natural honestidad, pues era la organización del matriarcado .así. Pedro de Luján en sus Diálogos matrimoniales dice que una indígena de Gran Canaria podía tener cinco maridos. Por cierto que los cronistas españoles, llevados de su natural celo católico, y sin comprensión para semejantes estratos de cultura, como era natural en sus tiempos, niegan la poliandria y el autor del llamado Escudero (acaso un interpolador) discute con Pedro de Luján tal afirmación, sin duda por estimarla afrentosa. Abreu Galindo se limita a seguir casi al pie de la letra esta negación del Escudero, pero Viera, que vive en otro siglo, adopta una postura ya moderna. En el libro de Lafargue se alude a esta costumbre en nuestras islas. En cuanto al papel del hermano mayor en el gobierno y la herencia, que no recae en sus hijos, sino en sus hermanos, se destaca con precisión en el capítulo VIII del libro 1 de la obra del Padre Espinosa, quien afirma que la sucesión no era de padres a hijos, sino que heredaba el hermano mayor y muerto éste los restantes. En Egipto, país de costumbres matriarcales, el faraón, para garantizar la legitimidad de la descendencia, podía casarse con su hermana; Espinosa afirma en el lugar citado que el rey, para no ensuciar su linaje, podía casarse con su hermana. Lo curioso es que un autor dramático español del siglo XVII, deseoso de ponderar las excelencias de la Virgen de Candelaria y de enfrentar las normas de la religión católica con las costumbres de los guanches, siguiendo puntualmente a Espinosa, plantea el nudo teatral de una comedia en tres actos Nuestra Señora de la Candelaria (que me editó en 1944 el Consejo Superior en Madrid), a base de esta sucesión de hermanos en la herencia y, lo más extraño, haciendo que el personaje femenino, la Dácil de Viana y de Lope de Vega, sea hermana de Bencomo y de los ocho reyes restantes de Tenerife. Bencomo y Acaymo, los hermanos mayores, solicitan el amor de su hermana, Rosamaría, que los rechaza para casarse, al final, con el gallardo Castillo. ¿Quién no ha oído hablar, entre nosotros del zorrocloco, que existía en el sur de la isla? La verdad es que no he encontrado ninguna referencia histórica ni literaria al mismo, si bien no niego que la haya. Se dice, pero nada más que un decir. En cuanto a la voz, el Diccionario la registra pero con otro significado. Lo probable es que existiera la costumbre de la cavada, toda vez que en Vizcaya también ha existido hasta hace poco. 317 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Relacionada con la aludida costumbre de los maorís de Polinesia puede estar la que cuenta Espinosa acerca del juramento que hacían los indígenas tinerfeños ante el hueso del rey más antiguo del linaje, al que besaban y ponían sobre su cabeza. Acaso una ligazón a un desembarque remoto, también. En el respeto romano a la mujer encontrada en la calle, visto por Krische como vestigio matriarcal, se funda la sorpresa primera de los pastores ante la aparición de la Virgen de Candelaria a quien, como mujer, les estaba vedado por sus leyes hablarle primero. Arqueólogos e investigadores insisten en asignar a la cultura aborigen un papel de gran significación en el problema de los pueblos mediterráneos. Apenas el interés se detenga en unos cuantos aspectos, abordados al azar y sin más atención que la divulgadora, el papel conservador de las islas en Prehistoria y en Historia adquiere unos caracteres en verdad singulares. * * * BIBLIOGRAFÍA ALONSO, María Rosa (1953): «Huellas matriarcales en la cultura aborigen», El Día (Santa Cruz de Tenerife), 12 de abril. DÍAZ ALAYÓN, Carmen y Francisco Javier CASTILLO (1996): «Dos conferencias de Dominik Josef Wolfel en Tenerife», Anuario de Estudios Atlánticos 42, 153-205. (1997a): «Dominik Josef WOlfel: notas de un viaje de estudios a Francia, Portugal y España», Revista de Filología de la Universidad de La Laguna 15, 17-36. (l997b): «Dominik JosefWOlfel en La Palma», Estudios Canarios XLI, 129-147. (1997c): «La obra magna de Dominik Josef WOlfel en español», Estudios Canarios XLI, 341-350. (1998a): «En tomo a la primera estancia de Dominik Josef Wolfel en Gran Canaria », Revista de Filología de la Universidad de La Laguna 16,29-56. 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Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
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Título y subtítulo | No hay gloria donde en conseguirlo no hubo peligro y trabajo. Notas sobre la segunda estancia de D. J. Wölfel en Canarias |
Autor principal | Díaz Alayón, Carmen ; Castillo Martín, Francisco Javier |
Publicación fuente | Tebeto : anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura (Islas Canarias) |
Numeración | Número 18 |
Sección | Lengua-Literatura |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Fuerteventura |
Editorial | Cabildo Insular de Fuerteventura |
Fecha | 2005 |
Páginas | pp. 287-320 |
Materias | Historia ; Geografía ; Historia en el arte ; Canarias ; Publicaciones periódicas |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 1564812 Bytes |
Texto | LENGUA -LITERATURA © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 NO HAY GLORIA DONDE EN CONSEGUIRLO NO HUBO PELIGRO Y TRABAJO. NOTAS SOBRE LA SEGUNDA ESTANCIA DE D. J. WOLFEL EN CANARIAS CARMEN DÍAZ ALAYÓN FRANCISCO JAVIER CASTILLO MARTÍN © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Dominik Josef WOlfel visita Canarias en dos ocasiones. La primera de ellas tiene lugar desde principios de diciembre de 1932 a mediados de febrero de 1933, y en estos dos meses y medio desarrollará un intenso plan de trabajo y actividades que seguimos de cerca en varios de nuestros trabajos (Díaz Alayón y Castillo 1996, 1997a, 1997b y 1998a). Tiene entonces cuarenta y cuatro años, de los cuales los tres últimos los ha dedicado a buscar infatigablemente en todos aquellos archivos europeos que pudieran tener datos relativos a las Afortunadas, y que se reflejan en un conjunto de publicaciones de singular relevancia porque arrojan nueva luz sobre el epílogo de la etapa prehispánica insular, los hechos de la conquista y la primera fase de la colonización (WOlfel 1930a, 1930b, 1930c, 1930d, 1931 a y 1931 b). En Tenerife, etapa inicial de esta primera estancia, a Wblfel se le brinda una acogida cálida y respetuosa, plena de admiración y de afecto. El día 23 de diciembre, asiste en el salón de actos de la Universidad de La Laguna a la constitución del Instituto de Estudios Canarios, sesión en la que se le nombra socio de honor, y también pronuncia tres conferencias: la primera de ellas, el 28 de diciembre, en la sala de la Mancomunidad Provincial de Santa Cruz de Tenerife; la segunda, el 3 de enero siguiente, en el Ateneo de La Laguna (Wblfel 1932, 1933a); y la tercera, esta vez en alemán, seis días más tarde en el Hotel Atlántico de Santa Cruz, organizada por el Deutscher Schulverein y dirigida a la nutrida colonia alemana establecida en Tenerife, además de realizar numerosas visitas y excursiones (Cabildo Insular, Conservatorio de Música, Museo Villa Benítez, Observatorio Meteorológico de Las Cañadas ... ). El 12 de enero comienza su visita a La Palma, que dedica a examinar las colecciones documentales y bibliográficas de la isla, a contactar con los investigadores palmeros y a dar una conferencia el día 16 en los salones del Nuevo Club de Santa Cruz de La Palma (WblfeI1933b). Deja Tenerife el21 de enero y se traslada a Gran Canaria donde inicia la tercera y última etapa de este periplo, que va a su- 291 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 poner tres semanas de intensa actividad en las que tendrá como cuartel general el Museo Canario. Como es de esperar, la mayor parte del tiempo disponible lo dedica Wólfel a los tesoros de la biblioteca y del fondo documental de la institución que lo ha acogido, y además realiza una serie de excursiones a los lugares más interesantes desde el punto de vista antropológico, etnológico y arqueológico, que se reflejan en varios centenares de fotografías. El 6 de febrero pronuncia en la sala del Museo Canario una conferencia sobre sus nuevos hallazgos relativos a la conquista de Gran Canaria (Wólfel 1933c), y ocho días después, el 14, deja las Islas. Está convencido de que la Fundación Rockefeller va a continuar apoyando sus trabajos y proyectos, y que va a regresar muy pronto -«probablemente en otoño», tal y como recoge en sus palabras de despedida en la conferencia del día 6- para llevar a cabo la fase definitiva de la investigación junto con sus dos colaboradores: Eugen Fischer y H. Obermaier. Para él no se trata, por tanto, de un adiós, sino de un hasta pronto, pero no será asÍ. Tardará veinte años en volver. Todo ello será el resultado de la fortuna singularmente adversa que marcó la vida de Wólfel a partir de 1933. La falta del apoyo financiero necesario, la agitada trayectoria de la República española y el trágico colofón de la Guerra Civil impidieron que pudiera realizar sus planes en los años que siguen a su visita a las Islas. A ello se suma la anexión de Austria por el III Reich en 1938, que supone el comienzo de un periodo singularmente duro y difícil para nuestro investigador. Bajo el régimen nazi se intenta privarlo de su magnífico «Archivum Canarium», pero Eugen Fischer consigue llevarse esta colección de reproducciones, fotocopias y anotaciones al Kaiser Wilhelm Institut de Berlín al probar que esta institución había costeado aquellos materiales, providencial intervención que permitirá a Wólfel recuperar más tarde su archivo. Además, nuestro investigador es cesado en su puesto de conservador del Museo Etnológico de Viena, al que se había incorporado como ayudante en 1926, poco después de obtener brillantemente el doctorado. Es una etapa de estrecheces económicas, a las que se une la dura experiencia de la guerra europea, factores todos ellos que constituyeron insalvables obstáculos para el desarrollo de sus proyectos y por ello no pudo alcanzar muchos de los objetivos que se había trazado, entre los que se encontraba la fase definitiva del trabajo de campo en Canarias. Son años duros, de soledad e inseguridad, que se cierran finalmente en 1945, cuando se reincorpora de nuevo al Museo Etnológico y entra en la Universidad de Viena. Pero no son años perdidos porque las dificultades no consiguen mermar su ilusión por los estudios insulares y, a pesar de las limitaciones de todo tipo a que se ve sometido, se esfuerza por avanzar en 292 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 sus líneas de investigación (Wólfel 1 940a, 1940b, 1942a y l 942b; Torriani 1940) y, de modo especial, en su gran proyecto: el catálogo y estudio de todos los materiales lingüísticos conservados de la lengua de los aborígenes canarios, un proyecto que debió de tomar forma en su mente desde una fecha temprana, como se puede ver en el «Bericht» de 1930, donde formula su estudio integral del pasado insular y donde ya se señala la necesidad de contar con un corpus completo para abordar debidamente el análisis lingüístico. La primera entrega en este sentido la hará en 1940 en su edición de la Descrittione de Torriani, que incluye un glosario de 215 entradas con las voces y frases preeuropeas que recoge el ingeniero cremonés, y en cada una de ellas Wólfel proporciona una completa lista de los correspondientes registros consignados por otros autores, formula hipótesis etimológicas para acercarse a la forma original y, siguiendo el método de la comparación de lenguas, establece el oportuno parangón con posibles paralelos, sobre todo del área bereber. Así, con esta experiencia, comienza a trabajar en su ambicioso proyecto -que él dio en llamar Monumenta Linguae Canariae- en la última parte de los años treinta, y la primera redacción la termina en los inicios de la década de los cuarenta. En 1943 nuestro investigador espera ansiosamente la aparición de su gran obra, que alcanza entonces dos volúmenes de 700 páginas y que se encuentra en avanzado estado de composición y preparado para paginar en una imprenta de Leipzig, pero los talleres resultan seriamente destruidos en un bombardeo y toda la labor realizada se pierde. Afortunadamente logra recuperar el manuscrito y, haciéndole frente a la adversidad, inicia a partir de entonces una revisión del trabajo en la que los datos aumentan, el análisis lingüístico se amplía y las conclusiones se depuran. La segunda estancia de Wólfel en las Islas se produce en 1953. Invitado por el Instituto de Estudios Canarios, llega a Tenerife el 20 de febrero, acompañado de su esposa, y Elías Serra le da la bienvenida desde las páginas del periódico Aguere, en su número del 22 de febrero: Este sabio canariófilo está. al fin. de nuevo entre nosotros. El Dr. Domingo- José Wolfel no es, ni mucho menos, un desconocido en esta tierra. Su presencia corporal en estas islas en verdad se remonta a fecha ya lejana. Fue en 1932 cuando el investigador austriaco, que venía trabajando ya hacía años en los problemas científicos del pasado canario, pudo satisfacer su curiosidad. mejor su necesidad, de pisar estas islas. El mismo ha dicho que fue aquí entre nosotros, ante la visión directa de nuestras antigüedades que se concretó su concepción de la ascendencia cultural de los aborígenes canarios. En efecto, lo que Wolfel estudiaba con pasión y con incansable constancia era la naturaleza de las viejas culturas insulares. Wolfel era ya un reputado etnólogo 293 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 y lingüista y estas disciplinas son las que le llevaron al campo de los estudios canarios. Pero al iniciar sus investigaciones observó pronto que todo lo que las historias corrientes dicen de nuestros aborígenes y de sus costumbres y lenguas necesitaba una cuidadosa comprobación, pues el mismo escaso testimonio de los cronistas que nos han conservado estos datos se hallaba infinitivamente viciado por la transmisión descuidada de unos a otros. El deseo, la necesidad de remontar a las fuentes mismas fue lo que llevó a WOlfel a un terreno que no parecía el suyo propio, a los archivos históricos y a las viejas bibliotecas de Roma, de España, de Portugal. Allí la cosecha de manuscritos y de documentos referentes a nuestra historia fue ingente y de primera calidad. WOlfel, maestro en todo aquello a que se consagra, dedicó entonces parte de su tiempo no solo a la publicación de estos materiales sino a la reconstrucción crítica de nuestra historia insular. Curiosamente, la obra de W61fel en este terreno apartado de su propia especialidad, ha sido la más fecunda, si nos atenemos a sus consecuencias públicas. Dominaba entonces, en 1930, entre los eruditos locales y también peninsulares, la idea de que nada de verdadera sustancia podía añadirse ya en el campo de la historia canaria del periodo del descubrimiento y conquista. Nosotros mismos así lo sentíamos cuando, poco antes, nos iniciábamos en este quehacer histórico. El trabajo crítico de Wülfel y la publicación de parte de sus materiales fue una verdadera revolución en este campo científico. Tras sus pisadas nos lanzamos muchos y de esta labor ha venido una reconstrucción total de la visión de aquel pasado. Pero el sabio austriaco tenía ante sí otros fines: éste no fue para él más que un juego, un interludio. Su trabajo se ha centrado luego en la lingüística y en la etnología, campos difíciles y en los que además es muy reducido el público que puede apreciar debidamente su obra. El ha levantado y tiene todavía inédito -y no por su culpa- el primer inventario exhaustivo de los restos de las lenguas primitivas canarias, instrumento previo indispensable para cualquier trabajo serio en esta materia. Listas de voces indígenas habían escrito ya muchos, pero nadie se había ocupado de lo principal, de lo esencial, de someter a cuidadosa depuración crítica cada una de estas voces y su transmisión. Los fáciles comparatismos le repugnan porque con ellos se puede demostrar todo. Y el mismo método circunspecto y crítico ha usado en el estudio de las instituciones y de las creencias indígenas. Cuando vemos tantos improvisadores felices, no ya entre los aficionados locales, sino entre hombres provistos de preparación lingüística, formados a veces en las más exigentes escuelas científicas de la Europa sabia, que se lanzan a las más atrevidas conclusiones fundadas en el aire, sentimos una admiración sincera por este hombre tenaz y cuidadoso, que trabaja las ciencias humanas con el mismo ingenuo rigor que exigen las ciencias exactas. Estas palabras de Elías Serra no son las únicas que se refieren a Wólfel en la prensa insular del momento. Con anterioridad a su llegada a las 294 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Islas, la figura y la labor del ilustre visitante constituyen la e~encia del artículo de Sebastián Jiménez Sánchez «El profesor Dr. Wülfel y el problema culturológico de los canarios y guanches prehistóricos» (véase apéndice), que ve la luz en el periódico Falange de Las Palmas en el número del 1 de febrero -luego reproducido, con ligero cambio de título, en Aguere de La Laguna el 8 de febrero- yen el que se reseña el trabajo Die Religionen des vorindogermanischen Europa que Wülfel había insertado en el volumen 1 de la obra Christus und die Religionen der Erde de Franz Künig, publicada en Viena en 1951. En las líneas finales de su reseña, Jiménez Sánchez felicita al autor por su contribución y hace votos porque «pronto lo veamos en estas islas, donde tanto se le admira, ocupando una cátedra de estudios canarios, a la que por su indiscutible autoridad y solvencia científica tiene legítimo derecho». Los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras serán los primeros en recibir sus enseñanzas, que comienzan el 2 de marzo con la lección inicial del curso «Introducción al estudio del bereber». A ello sigue la conferencia «La leyenda negra y los indígenas canarios», que nuestro investigador imparte el 9 de marzo en la sala de la Mancomunidad Interinsular, organizada por el Instituto de Estudios Canarios y el Cabildo de Tenerife, y donde prueba la posición uniforme y enérgica de la Corona y de los funcionarios reales en la defensa de los aborígenes, todo ello con abundante acopio de datos hallados en sus investigaciones en distintos archivos. Comienza afirmando que la leyenda negra la han concebido y propagado los mayores enemigos de España, como una técnica más de la guerra de propaganda, y llama la atención sobre el hecho de que el régimen de la colonización no fue una innovación en Europa porque ya lo había en todas partes. Siempre las naciones más avanzadas en el uso de las armas se apoderaron de territorios en otras y hace una sinopsis del exterminio de naciones y tribus, pero añade que esto no es aplicable a España, porque lo que distinguió al español y lo que le dio un extraordinario valor fue su posición manifiestamente cristiana de reaccionar contra los abusos que sufrieron los indígenas. En este punto recuerda a fray Bartolomé de las Casas, que se constituyó en defensor de los esclavos, y resalta sus buenas intenciones al intentar evitar abusos y crueldades, si bien le parece que es de lamentar que no hablara ni subrayara lo bueno que entonces se hacía para salvar y civilizar a los indios. Expone la crueldad innecesaria hecha en casos determinados en México, como marcar con fuego la letra G en los prisioneros de guerra, pero señala que los actos personales no pueden considerarse en ningún momento como actos organizados, y que son los hechos individuales y aislados los que han servido para crear y explotar políticamente la Ie- 295 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 yenda negra. Nuestro conferenciante cree que España se puede vanagloriar de ser la patria del derecho de gentes, que defendieran el P. Francisco Vitoria, el P. Suárez y otros. Con abundantes referencias sacadas de los archivos del Vaticano y de Simancas, prueba que los indígenas canarios adoraban a un ser supremo, que no eran idólatras ni llegaron a saber lo que era el mahometanismo, y que Roma los consideraba como poseedores de la revelación primaria, extremo que repiten los historiadores. Luego cita numerosas reales cédulas de los Reyes Católicos, comenzando por una de 1477 en la que la Corona establece de manera clara la forma en que se debía tratar a los gomeros esclavizados, todo ello para probar que los términos de la redacción no eran retórica vacía, sino que se trataba de disposiciones justas y sinceras que se tenían que cumplir. Subraya que más de 120 documentos hablan de los procesos para la liberación de los gomeros y afirma que quien denunció la injusticia ante los reyes no fue otro que don Juan de Frías, quien recibió el encargo expreso de la Corona de buscar por la Península a los gomeros vendidos, y logró ponerlos en libertad y reintegrarlos a su tierra, labor que continuó su sucesor don Miguel de la Serna. Estudia igualmente el caso de los procesos de los guanches conquistados y de los indígenas de paces, así como la actuación de Alonso de Lugo, marcada por las crueldades y las deslealtades. Subraya cómo donde quiera que los españoles han explorado y colonizado perviven los indígenas, cosa que no se puede decir ni afirmar de otros países, y en su opinión lo que la leyenda negra llama exterminio de los naturales es sólo el resultado de la asimilación rápida y total de éstos a la cultura española, porque es un hecho que las clases más destacadas no sólo se identificaron con los castellanos, sino que por los vínculos del matrimonio y de la sangre se incorporaron a la nueva comunidad, asimilación que también puede verse en el hecho de que a los pocos años de la conquista, muchos de los aborígenes fueran a las Indias como conquistadores y colonizadores. Termina afirmando que las deslealtades, crueldades e injusticias individuales están en franca pugna con las doctrinas, el espíritu y las pragmáticas de la Corona y el Consejo Real, y que las características de la conquista y colonización hecha por España, cuando se comparan con las realizadas por otros países, deshacen por completo la injusta leyenda negra que se ha levantado sobre nuestro país. Dentro del curso que el Instituto de Estudios Canarios desarrolla en Santa Cruz de Tenerife, se inicia el segundo cuatrimestre de Literatura Canaria en el que WOlfel tiene un destacado protagonismo con el curso «La civilización indígena canaria y sus relaciones con Euráfrica». La primera lección de este curso tiene lugar el día 12 y en ella habló de metodología de la investigación. Analizó primero el problema de las fuentes, asegurando que 296 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 sin un meticuloso estudio crítico era imposible su utilización, y luego consideró las coincidencias que, en lo que se refiere a las culturas prehispánicas, se dan en las obras de Gaspar Frutuoso, Abreu Galindo, Torriani y Espinosa, por 10 que sospecha la existencia de una crónica, desafortunadamente desconocida, que les sirvió de fuente. Para mostrar la trascendencia de las Islas en la resolución de tantos problemas culturales de Euráfrica, entra luego en la comparación de distintos hechos. Uno de ellos es la estructura del túmulo de «La Guancha» y de otros túmulos diciendo «que recuerdan en su técnica constructiva a los de la época micénica y a los de Cerdeña». En cuanto a la práctica del culto se refirió a los santuarios naturales en los altos de las montañas, que son semejantes a los sirios-palestinos y resalta la importancia de las inscripciones de «Cuatro Puertas» que le recuerdan los signos encontrados en las mesas de sacrificio de Creta, sin que se sepa su significado. Aclara que los cadáveres conservados de los antiguos indígenas de las Canarias no son momias propiamente dichas de tipo egipcio, sino cadáveres secados al sol, tal como se practica en la región del Sudán y del África Negra, donde se encuentran infinidad de cuevas con gran cantidad de éstos. Termina diciendo que es más fácil fantasear que exponer la verdad pura y desnuda y comparar las manifestaciones culturales para deducir paralelos, absteniéndose de toda elucubración. El día 14 tiene lugar la segunda sesión de este curso, que durará hasta el día 21, y cuyos ecos podemos ver en el artículo de María Rosa Alonso «Huellas matriarcales en la cultura aborigen», publicado en El Día el 15 de abril (véase apéndice), cuando ya WOlfel se encuentra en Gran Canaria. La prensa incluye numerosas referencias sobre las actividades que en aquellos días desarrollaba nuestro investigador y sobre la relevancia de sus trabajos. Una muestra de ello la tenemos en el artículo «El Dr. WOlfel y su vocación de canariólogo» de Luis Diego Cuscoy, publicado en El Día, en el número del 15 de marzo (véase apéndice). En esta contribución, Diego Cuscoy sigue toda la trayectoria del investigador en el campo de los estudios canarios, que arranca en 1918 cuando encuentra en Alemania un ejemplar de la edición que Franz van Lóher hace del poema de Viana; y termina señalando la importancia que tienen los últimos descubrimientos arqueológicos que se han producido en las Islas para completar las referencias documentales, porque el objeto no aparece solo sino unido a un medio geográfico, a una habitación, a una necrópolis, a unas tierras de pasto o de cultivo, y gracias a ello la arqueología nos va devolviendo formas de vida, régimen económico, ritos funerarios, y prácticas religiosas. Particular interés tiene la sesión plenaria especial que el Instituto de Estudios Canarios celebra en su honor el día 16. Comenzó el acto con unas pa- 297 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 labras de Elías Serra, en las que se refirió, entre otras cosas, a la labor investigadora de Wolfel y a su destacado papel dentro de los estudios insulares, y acto seguido tomó la palabra el homenajeado, quien dijo que más de la mitad de su vida la ha dedicado a profundizar en la historia y etnología de Canarias, y que a estas alturas tenía la sospecha de que su última tarea iba a ser en la misma dirección. Manifiesta que ha sido para él un grata sorpresa encontrar en las islas un equipo tan eficiente de investigadores, que llevan a cabo una labor de calidad como lo muestra todo lo que se ha avanzado en los últimos años, y destacó la labor editorial del Instituto. Seguidamente WOlfel desarrolló una interesante disertación sobre «Lo hecho y lo hacedero en la investigación canaria», en la que resumió la labor llevada a cabo en los últimos años y trazó un completo plan de trabajo y de actividades que consideraba urgentes para llegar a esclarecer cuestiones que no lo estaban del todo. En primer lugar señaló la necesidad de proseguir la investigación en los archivos, tanto insulares como peninsulares y extranjeros, y se refirió a su labor de rastreo documental, sobre todo en Simancas, donde no le cabía duda alguna de que todavía guardaba valiosos documentos referentes a Canarias, y para facilitar la labor de los futuros investigadores, se ofreció a enviar desde Viena la relación de sus trabajos, para indicar exactamente en qué punto quedaron, y que los que le sigan sepan de dónde deben partir. Estima que uno de los primeros objetivos en este sentido debe ser la búsqueda de los informes de los embajadores venecianos de la época, en los que con toda seguridad se pueden encontrar datos relevantes para las islas. En segundo lugar, tras haberse referido a la labor documental, pasó a exponer todo un amplio programa de actividad editorial. Considera de gran interés la publicación, comentada y con notas, del Canarien, así como de la correspondencia sostenida entre los Bethencourt insulares y los de Francia. De igual forma estima que se deberían publicar las variantes de Abreu y Galindo, el texto de Glas, y el trabajo de Wandewalle, para ver de paso en qué fuentes bebió Viera y Clavijo. También, y puesto que la de Leipzig ya estaba agotada, le parece necesaria una nueva edición del Torriani, que llevaría una introducción suya en español, y la versión alemana del texto la reemplazaría la española. Al mismo tiempo, por ser una fuente original, deberían publicarse los capítulos que Gaspar Frutuoso le dedica a Canarias en Saudades da terra, y lo mismo dice de las crónicas de Sedeño y Escudero, comparándolas con la «Lacunense», la «Matritense» y la de Ulloa. Considera una buena aportación al estudio de los problemas lingüísticos de Canarias sus Monumenta linguae canariae, cuya composición fue destruida en un bombardeo, pero cuyos originales, enriquecidos con nuevas aportaciones, están afortunadamente en su poder. 298 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 En tercer lugar entró a considerar la actividad arqueológica y en este sentido abogó porque las excavaciones amplíen sus campos de acción, mostrándose sorprendido de los descubrimientos de los últimos años, y destacando la labor que se lleva a cabo por la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas. Espera que, de continuar a este ritmo, muy pronto se podrán poseer datos suficientes para la reconstrucción etnológica de los aborígenes, y a este respecto pidió un esfuerzo especial para acelerar las publicaciones de carácter arqueológico, ya que hay descubrimientos recientes de gran valor, y que es preciso poner a disposición de los especialistas. Finalmente, en relación con los estudios antropológicos, indicó la necesidad de investigar en la población actual a partir de los trabajos apuntados por Fischer, y recoger de los textos antiguos todas las descripciones referentes a los indígenas. Cerró su exposición con unas palabras de Alonso de Espinosa: «Pues no hay gloria donde en conseguirlo no hubo peligro y trabajo», con las que quiere animar a los investigadores insulares. Le contestó el director del Instituto, quien puso de manifiesto el alcance extraordinario del plan de actividades que Wólfel había trazado e hizo votos porque sus orientaciones y afanes sirvieran para animar a todos los que trabajan en una cuestión tan apasionante como la del pasado de las islas. Tal y como se puede ver en esta sesión de trabajo y de homenaje. la relación entre el Instituto de Estudios Canarios y el ilustre visitante no puede ser más estrecha y una muestra ilustrativa de la fortaleza de estos lazos es el amplio protagonismo que tiene nuestro investigador en el volumen Reformación del Repartimiento de Tenerife en 1506 y colección de documentos sobre el Adelantado y su gobierno, que ve la luz pocos meses después de esta segunda visita y que contiene una notable colección documental sobre la historia de la conquista e hispanización de las Islas que procede de la rica cosecha que Wólfel había hecho en el archivo de Siinancas a comienzos de los años treinta y que había permanecido inédito. Todo este caudal histórico, parte de él en fotocopias del original y otra parte en cuidadas transcripciones, lo puso nuestro investigador a la disposición del Seminario de Historia de la Universidad de La Laguna, que lleva a cabo la oportuna labor preparatoria, y el Instituto de Estudios Canarios lo saca a la luz como número VI de la serie Fontes Rerum Canariarum. El 25 de marzo Wólfel se traslada a Gran Canaria y, tras unos días de descanso, comienza un intenso programa de trabajo. Al igual que en la visita anterior, también en esta ocasión las actividades de Wólfel se centraron en el Museo Canario, institución de la que era socio de honor desde 1941, donde desarrolló un ciclo de cuatro conferencias y tres cursos monográficos, que la prensa local difunde ampliamente y sigue con todo de- 299 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 talle. De modo concreto La Provincia se refiere a ello en el número del 4 de abril e inserta una entrevista: Es de interés palpitante la visita del Doctor W61fel a Canarias, después de veinte años de ausencia. Esta presencia, que al principio pasó desapercibida. llenará en este mes de abril la parte más noble de la preocupación intelectual de Las Palmas. Nadie ha descubierto más cosas nuevas sobre la historia de las Islas fuera de aquí. Y nadie ha sacado más consecuencias que él de la Historia de Canarias para la Historia universal del hombre primitivo. En estos días su lugar habitual de estar son las salas del Museo Canario, al cual viene todas las mañanas desde Tafira Alta. Vive en el Hotel Lentiscal. Habla lentamente el castellano, casi sin acento extranjero, incluso con una dulzura extraña y con una sonrisa siempre iluminando el rostro curtido, por lo menos tan alegre como su blanca cabeza. Tiene una enorme riqueza de vocabulario, y siempre una cortesía y un optimismo muy vienés, incluso cuando habla del martirio que ha sufrido su patria largamente. -En Viena, cuando nos despedimos, decimos siempre ahora «y cuidado que no te lleve el coco». -Don Domingo -él quiere que aquí lo llamemos así, don Domingo ¿cuál es en conjunto el resultado de todas sus investigaciones sobre la civilización primitiva de los canarios? -Después de largos años de tanteos la consecuencia final es que no tenemos más remedio que considerarla como un «fondo de saco» como el último resto vivo de una gran civilización que en tiempos abarcó toda la cuenca del Mediterráneo y gran parte de Europa y África. -¿Sobre qué tiempo podemos situar esta civilización? -No después del 11.° milenio antes de Cristo, ni tampoco antes del m.o. -¿Qué tuvo que ver esta cultura con las conocidas de Mesopotamia an-tigua, el Nilo, Creta ... '? -Fue la capa común que unió a todas ellas cuando no existían como civilización individualizadas. -¿Qué razas sustentaron esto? -No la nórdica, aria o indoeuropea. Fue una feliz simbiosis de la Cro-magnon con la que llama Denniker «atlantomediterránea -frente a los rubios de órbitas cuadradas, un tipo de pelo negro, cara alargada y órbitas ovalestodavía continúan unidas en la actual población de Canarias. -¿Desde qúe época, según su parecer, fueron habitadas las islas? -Los hechos decisivos de esta población ocurrieron antes del primer mi-lenio y terminó esta comunicación alrededor del 800 a. de J. C. -¿Servirá el carbono radioactivo para determinarlo? -Llevaré muestras para hacer la prueba. En Egipto y Mesopotamia han dado excelente resultado. En América se han aplicado y se han fijado fechas del 1.500 a. de J. C. Pero es conveniente que manden ustedes también muestras a Madrid. 300 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 -Hemos oído que ha descubierto usted mucha documentación original sobre la conquista ¿Puede usted decirnos cuáles son los hechos fundamentales que se deducen de esta nueva luz? -La destrucción de la leyenda negra antiespañola sobre la desaparición de la raza indígena; la pervivencia de ella y su fusión pacífica, el gran papel que desempeñó en la conquista de Gran Canaria el obispo de Rubicón don Juan de Frías, impulsor y autor y apóstol de la misma; la verdadera historia de la conquista de La Palma con Francisca, una indígena que cristianizó y conquistó la mitad de la isla; hablaré de esto en una conferencia ... -¿Hay trabajo para el porvenir? -La investigación sobre Canarias no está sino a su mitad o algo menos. He aportado a Tenerife documentos para su historia y aquí traigo otros también para ustedes, sólo sobre los gomeros de aquí y toda su cuestión, ciento veinte escritos documentales nuevos. Mi intención es crear aficionados, una escuela, y para ello indicaré donde se encontrará nuevas fuentes que vengan a ilustrar la historia de Canarias. -¿Quiere usted hacer alguna manifestación más para el público de la isla? -Sí. Haga constar que si he dado algo al estudio de Canarias me ha dado mucho más a mí, pues por ella he descubierto la muestra más próxima y las pruebas más palpables de la primitiva civilización matriarcal preindoeuropea como unidad indiscutible en Euráfrica. En todo el mundo no conozco un lugar donde los hombres de cierta educación se interesen tanto por el pasado de su país como aquí. El Museo Canario, verdadero sustentador de esta fuerza educativa fue el punto de partida para el descubrimiento de la Europa preindoeuropea ... Nos manifiesta también el Dr. Walfel que se propone, aparte de las conferencias y cursillos anunciados, dar a la publicidad en Canarias una serie de trabajos entre los que nos habla del matriarcado y su teoría, de interés humano. También nos dice que está invitado en Francia, Alemania e Inglaterra para hablar del paralelismo cronológico de los últimos descubrimientos sobre las civilizaciones primitivas de América con estas del Mediterráneo y la posible relación, a través de Canarias, de este mar con aquel continente. Como se puede ver, el profesional que tiene a su cargo la entrevista la reproduce con toda fidelidad, y ello nos permite acercarnos al español característico de W61fel. Dos días después, el 6 de abril, pronuncia la conferencia «Los indígenas canarios y el descubrimiento de la Euráfrica antigua », la primera del ciclo de cuatro que tiene previstas. Después de una brillante y graciosa presentación de Simón Benítez Padilla, comienza el Dr. W61fel delimitando el concepto de Euráfrica, que en su opinión abarca geográficamente desde el Vístula al desierto del Sáhara, y de este espacio y de las orillas del Mediterráneo parte el conferenciante para hablar de sus posiciones dentro del análisis de la historia y contrarias por completo al 301 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 concepto antiguo de culturas-cajones. Antes, cuando un hecho nuevo salía a la luz, se le forzaba a encajar dentro de lo ya conocido: la mitología griega era creación de Hesiodo, la escritura y la navegación era cosa de los fenicios, Mesopotamia y Egipto eran círculos cerrados, y en esta historia preconcebida surge el hecho de Canarias. Su organización social y otros signos de su cultura no correspondían al concepto que se tenía de lo primitivo, y la luz de su razón de ser la encontró WOlfel en el nuevo concepto de cultura no como cajón cerrado impermeable y vertical, sino como capa extendida horizontalmente. A este aislamiento de Canarias halló respuesta en el «megalítico» europeo, que al principio se consideró exclusivamente nórdico y después irlandés, bretón, peninsular, norteamericano. Siria, Arabia, Anatolia, el Cáucaso, sur de la India, Polinesia y América fueron las sucesivas conquistas de esta cultura del II milenio. Concebir aquello como una barbarización de lo egipcio extendida al mundo, ya no era posible. Sólo cabía esta explicación: los hombres del megalítico eran navegantes. Los historiadores de Canarias niegan esto, excepto uno: Torriani y éste describe a las naves canarias como análogas a las que aparecen pintadas en la cerámica del Egeo minoico. Las barcas encontradas en la prehistoria sueca y las dibujadas en el Egipto predinástico son análogas. 1500 años antes de Cristo, mucho antes que griegos y fenicios, el norte del megalítico recorría el mundo. En lo que concierne a la cerámica, los vasos canarios fueron confundidos con vasos megalíticos del norte de Europa. Aunque de técnica muy primitiva, gruesa, son de tipos muy evolucionados, muy civilizados. Se refiere también a la cuestión del matriarcado y señala que los historiadores de la época no lograron explicar el sistema sucesorio de los reyes canarios a pesar de tener referencias como el hecho de que cuando los canarios entregan a la princesa dicen que aquella es «la verdadera señora de la tierra», y como el hecho de que dos caudillos, para hacerse reyes, luchan entre sí por su mano, al mismo tiempo que contra los españoles. Es el mismo caso de la Odisea: el que se casaba con «la señora» ése era el rey de Itaca. También las coincidencias se producen en la cuestión de los dos reyes: el guanarteme y el faicán. Los hay en Roma, Esparta, entre los celtas, y detrás de ellos siempre se advierte la influencia de la mujer: una sacerdotisa que es la que en realidad decide sobre lo que se ha de hacer. La religión del ser supremo era también común a todo el mundo euroafricano. Se supuso que todos sus nombres de atributos como Altísimo, Supremo Hacedor, etc., fueron invenciones de los misioneros, pero lo descubierto en los pueblos correspondientes ha hecho que se desechen estas ideas, porque son expresiones que se encuentran entre los bereberes y en la más primitiva religión egipcia. Por ello el conferenciante defiende un 302 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 nuevo enfoque de la historia a partir del Mediterráneo, que muestra cómo ha cambiado el concepto de las civilizaciones. Éstas, desde el II milenio, son capas extendidas cuyos límites no se conocen. Es probable que todo partiese del Mediterráneo y que incluso América, a través del puente de Canarias, hubiese recibido en su tiempo el impacto de esta horda, pero en opinión del conferenciante todavía queda mucho por andar y el porvenir ha de mostrar lo que puede salir de estas islas. El primero de los cursos monográficos, «La lengua canaria y el bereber », lo impartirá del 7 al 11 de abril. En este sentido, dedicó la primera lección al análisis de las referencias que los cronistas e historiadores traen sobre la lengua indígena, destacando los cambios fonéticoi'> que las falsas lecturas producen en numerosos términos, y la inexistente labor de crítica de fuentes que hace que diversos repertorios, como es el caso de los de Chil, contengan un sinnúmero de voces equivocadas. Sostiene que tanto Torriani como Abreu Galindo y MarÍn de Cubas bebieron en una misma fuente, hoy totalmente desconocida, pone de relieve la importancia que tiene la obra Saudades da terra de Gaspar Frutuoso, y termina haciendo atinadas consideraciones sobre las variantes dialectales en las islas y de la influencia bereber en las mismas, sin que se pueda decir que toda la lengua indígena haya sido bereber. La prensa de Las Palmas sigue muy de cerca todas las actividades del ilustre visitante y son constantes las referencias. El periódico Falange, en su número del 12 de abril, incluye una entrevista bajo el epígrafe «Hablando con el profesor doctor Wolfel»: -Díganos, profesor, ¿desde cuándo conoce usted Canarias? -El verdadero conocimiento lo tuve después de encontrar en Viena, en la venta de libros viejos, un ejemplar de la obra del poeta-historiador canario Antonio de Viana, edición de Franz von Loher, en el año 1918. Ese libro lo adquirí. Fue el primer contacto con las Islas Canarias y el primer libro que de ellas he poseído. -¿Ha escrito mucho, desde entonces, sobre las Islas Canarias? ¿Cómo prendió en usted los estudios canaristas? -A partir de 1918 he estudiado mucho. En 1922 hice un plan de investigación de Canarias, en la seguridad de encontrar muchas fuentes desconocidas. Aprovechando la circunstancia de que el profesor alemán Eugenio Fischer, mi admirado maestro, daba en Viena una conferencia le presenté este plan, que aceptó y me prometió la ayuda necesaria de la ciencia alemana. Desde esa fecha he escrito mucho en revistas científicas austriacas, alemanas, españolas, etc., y he publicado varias obras en las que no faltan los temas canarios por mí tan admirados y preferidos, bastantes de ellos conocidos de los canarios. 303 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 -¿Es verdad que la Historia y la Etnología arqueológica canarias son dos disciplinas de sus grandes predilecciones dentro de los estudios canaristas? -Seguramente es así. Como la Historia es la base para conocer la Etnología y la Arqueología, ella es la otra fuente de la Historia de Canarias. -Los Archivos del Vaticano, Coimbra, Simancas, etc., han proporcionado a V. muchos documentos y nuevas fuentes para aclarar puntos oscuros en orden a la evangelización, conquista e incorporación de las Canarias a la Corona de Castilla. -Mi intento y deseo de estudiar en esos archivos fue averiguar la supervivencia de los indígenas en Canarias y la proporción en que su sangre quedaba en la nueva población de las Canarias españolas. En mi primer estudio en el Archivo Vaticano, años 1929 y 1930, obtuve noticias sobre la primera conquista. En España y Roma salieron entonces muchos y valiosos documentos que contradecían y refutaban la leyenda negra de Canarias. -¿El obispo don Juan de Frías es para usted el gran conquistador de Gran Canaria? -Según los documentos encontrados en Simancas fue don Juan de Frías el primer capitán de la conquista de Gran Canaria y los dineros para esta empresa vinieron de una Bula promulgada para la conversión de los infieles canarios. -¿Qué nos cuenta usted de la leyenda negra de Canarias? -La leyenda negra de exterminación de los indígenas es una elocuente mentira como se puede probar por los procesos sobre la libertad de los canarios hechos esclavos contra todo derecho; las autoridades y el Concejo Real estuvo siempre al servicio de las reglas del derecho de gentes, a favor de los indígenas canarios tal y como fue declarado por el gran Vitoria y sus compañeros. -¿Y del Museo Canario, qué nos dice usted? -Este Instituto es una preciada y gran herencia de hombres ejemplares y excelentes para todas las Canarias. Sin sus colecciones nada se podía hacer hoy. En la seguridad de encontrar en Canarias una alta cultura de los indígenas me acogí al Museo Canario. -¿Conoce usted los descubrimientos y estudios arqueológicos realizados en Canarias en estos últimos años por la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas? -Si, señor; sí los conozco por la amabilidad del señor Comisario Provincial de Excavaciones de la provincia de Las Palmas, don Sebastián Jiménez Sánchez, que me ha enviado gentilmente todo lo nuevo e importante de sus trabajos y estudios. Ellos son de una importancia muy grande por el trabajo científico que se da y las nuevas aportaciones documentales que encierran. Mucho he sabido también de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, por el Comisario de dicha provincia, don Luis Diego Cuscoy. - ¿Qué paralelismos culturales establece usted con Canarias? -La civilización indígena tiene estrecha relación con las más antiguas etapas de las altas culturas de Europa y del África. 304 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 -¿El problema lingüístico de los aborígenes canarios cómo lo ve usted? -Del estudio de los momentos de la lengua indígena he llegado a la existencia de una capa lingüística antigua y común a toda la Euráfrica. -De los grabados e inscripciones, ¿qué nos dice? -Las inscripciones y grabados ponen a los arqueólogos de Europa en la necesidad de revisar las concepciones de la Historia del Mediterráneo vistas hasta el momento actual. -¿Qué impresión ha sacado usted de sus visitas a algunos de los yacimientos arqueológicos grancanarios? -Poder ver lo que se conoce solamente por descripciones, fotografías y dibujos ya vale mucho más. A su vista se me presentan nuevos problemas. -¿ Tienen resonancia en los Centros Culturales de Viena los problemas canarios? -Tengo que decir que hasta ahora, muy poca. La resonancia en los centros culturales de Alemania, Inglaterra, etc., es muy grande. -¿Los actuales derroteros de la investigación española en el campo arqueológico, qué concepto le merecen? -Estoy seguro que tenemos que ser muy agradecidos al Consejo Superior de Investigaciones Científicas y a la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas que tanto han hecho por el progreso de la Arqueología, especialmente aquí en Canarias. -¿Cómo ha encontrado Las Palmas de Gran Canaria después de veinte años de ausencia? -Casi como una ciudad nueva, singularmente en cuanto a la evolución del Puerto de la Luz y las grandes obras realizadas en toda la ciudad. El Puerto y Las Palmas resultan más grandes y más importantes y como tales son de la parte meridional del Atlántico en este lado. -¿Se encuentra satisfecho de haber venido a Canarias? -¡ y cuánto! Como que en todos estos veinte años no he deseado otra cosa urgente que volver a las Islas Canarias y hablar y estudiar con los compañeros de Canarias. Considero como la mejor recompensa de mi trabajo la invitación y ayuda de los Institutos Científicos de Canarias. Haré lo posible por demostrar mi gratitud. -¿Con motivo de su visita a estas islas piensa publicar algún nuevo estudio sobre Canarias? -Lo que pienso primeramente es ponerme en la comparación de lo mucho nuevo que he visto aquí, gracias a la amabilidad de mis queridos amigos canarios. Después se verán los frutos de esa comparación. -¿Algo más, señor profesor? -No señor, sólo a usted y a su distinguido periódico las gracias y grati-tud por sus amabilidades y deferencias. El día 13 de abril tiene lugar la segunda conferencia con el título «La leyenda negra y los indígenas canarios». Luego, del 14 al 18 de abril, explica el segundo de los cursos monográficos, «Análisis de la civilización 305 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 de los indígenas canarios y su comparación con las civilizaciones eurafricanas », y el 20 de abril tiene lugar la tercera conferencia: «La verdadera historia de la conquista de La Palma». Comenzó su exposición poniendo de relieve las reiteradas quejas que los indígenas de La Palma elevan a la Corona de Castilla ante las continuas injusticias y abusos de que eran objeto por parte de los gobernadores y funcionarios. Hace una exposición prolija de las causas que originaron los procesos para dar la libertad a los indígenas, a cuyo efecto cita numerosas reales cédulas descubiertas y estudiadas por él en el Registro del Sello, por las que prueba la gran preocupación de la Corona para remediar las felonías y monstruosidades del Adelantado en las personas de los indígenas palmeros. Estudia con detalle la evangelización en la isla de La Palma, presentando a Francisca la Palmesa o de Gazmira, y a la también indígena Beatriz, del bando de aquélla, como las grandes artífices de la cristianización de la isla y de las paces y tratados hechos con sus naturales, cosa que contribuyó eficazmente a acelerar la incorporación. Francisca pudo venir a Gran Canaria con cuatro reyezuelos, que, una vez instruidos y bautizados, retornaron a La Palma, lográndose más rápidamente la pacificación y evangelización de la isla. Estudia documentalmente la personalidad de Fernández de Lugo, y puso de relieve cómo no obró siempre conforme a las directrices de la Corona, que en todo momento defendía a los indígenas canarios una vez oídas sus quejas. Habla extensamente sobre el simbolismo del patronato que el arcángel San Miguel ejerce sobre la isla, a la que dio su nombre, y de la fecha del 3 de mayo de 1493, efemérides del día de la Cruz que dio su nombre a la capital de la isla. Termina pidiendo que se tenga con Francisca de Gazmira un acto de justo reconocimiento por lo tanto que hizo en pro de sus compañeros indígenas esclavizados, y propone que una forma de honrarla sería dedicarle una inscripción en el frontis de la iglesia principal de Santa Cruz de La Palma. A propósito de esta conferencia creemos que concurren unas circunstancias que conviene comentar. De modo diferente a la visita anterior, en esta ocasión WOlfel no viaja a La Palma, pero se dan una serie de hechos que, desde nuestro punto de vista, parecen apuntar a que el desplazamiento a La Palma no estaba descartado del todo en los planes iniciales, una visita que con toda seguridad nuestro investigador deseaba, sobre todo por los contactos que ha mantenido con algunos investigadores palmeros, como Félix Duarte y Antonino Pestana. Uno de estos hechos indicativos a los que nos referimos es el generoso paréntesis que se produce entre el término de sus actividades en Tenerife y el comienzo de las de Gran Canaria. Bien es verdad que en este caso estamos ante un paréntesis obligado porque del 306 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 22 al 29 de marzo se producen las celebraciones de la Semana Santa, y también hay que considerar que se puede tratar de un descanso necesario no sólo por la edad de W61fel, sino también por el intenso plan de trabajo desarrollado en Tenerife y por el que tiene que acometer en las próximas semanas. Pero también creemos que otro de los hechos indicativos que hay que tener en cuenta en este sentido es la conferencia «La verdadera historia de la conquista de La Palma», que no pronuncia en Tenerife, pero que sí lo hace en el Museo Canario el 20 de abril. La sugerencia que hace en los momentos finales de esta conferencia de que se tenga con Francisca de Gazmira algún tipo de reconocimiento por lo tanto que hizo en pro de sus compañeros indígenas esclavizados, como podría ser dedicarle una inscripción en el frontis de la iglesia del Salvador de Santa Cruz de La Palma, así como la referencia a San Miguel, parecen eminentemente dirigidas a una audiencia palmera, que es la que sabría valorarlas de modo especial. De igual forma, está el hecho de la notable diferencia que se da entre el número de conferencias y cursos monográficos impartidos en Tenerife y el que se da en Gran Canaria, donde nuestro investigador amplía notablemente sus intervenciones. Esta circunstancia puede ser intrascendente, pero desde nuestra perspectiva no parece descaminado pensar que, una vez que se confirma la imposibilidad de trasladarse a La Palma, W61fel pudiera haber aprovechado algunos de los temas y materiales originalmente pensados para esta isla. Las actividades de nuestro investigador no se limitaron a Las Palmas sino que se ampliaron a otras localidades grancanarias. El jueves día 9 visita la ciudad de Telde, acompañado de Sebastián Jiménez Sánchez, Deogracias Rodríguez Pérez y Juan del Río Ayala. En la plaza de San Juan los recibieron el párroco Pedro Hemández Benítez y Laureano Betancor Suárez, teniente alcalde. El Dr. Hemández Benítez le explicó al doctor W61fel todo el tesoro artístico religioso de la iglesia de San Juan, especialmente en lo que se refiere al retablo flamenco del altar mayor, y luego se trasladaron al museo arqueológico particular de Hemández BenÍtez donde W61fel pudo admirar distintas piezas notables de la cultura aborigen. A continuación siguieron hasta los yacimientos arqueológicos de Cuatro Puertas, Tufia, Tara, El Baladero, y otros. Esta visita a Telde tiene su continuidad en otra que se produce el domingo 19, en la que pronunció la conferencia «El megalítico y la unidad de fuentes de las altas civilizaciones» en el casino de San Juan, patrocinada por el Ayuntamiento de esta ciudad. En su intervención subraya que en Canarias se encuentra la clave para el verdadero estudio de las civilizaciones arcaicas, sobre todo ahora que gracias a los últimos descubrimientos de los 307 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 arqueólogos insulares que han ampliado notablemente el conocimiento de la cultura de los naturales canarios, estudios que en aquellos momentos permiten hacer comparaciones y establecer paralelismos culturales muy interesantes y eficaces. Después de almorzar en casa del párroco, el profesor W61fel se dirigió al Barranco de Balas, donde se le mostraron y comentaron los grabados y caracteres alfabetiformes que aparecen en los bloques y paramentos rocosos, y que nuestro investigador calificó de auténtico álbum. Ante tan valiosas escrituras y figuras antiquísimas hizo distintas consideraciones y comparaciones, mostró el más vivo interés por su conservación e integridad, y lamentó que manos irresponsables hayan destrozado algunos de estos motivos rupestres al poner absurdas leyendas y fechas. Dos días después de esta segunda visita a Telde, el 21 por la tarde, se traslada a la villa de Moya y visita el yacimiento arqueológico de La Montañeta. Del 21 al 25 de abril imparte el tercer y último curso monográfico «Crítica de las fuentes de la lingüística canaria», y el día 30 pronuncia en el Museo Canario la última de sus conferencias: «El gran conquistador de Gran Canaria don Juan de Frías», donde subraya el particular protagonismo de este prelado en la anexión y pacificación de la isla, y donde el epílogo de la conquista de Gran Canaria recibe nueva luz a través de los recientes descubrimientos documentales. Gracias a ellos podemos saber que el dinero utilizado en la primera etapa de la conquista venía de don Juan de Frías, y tenía dos fuentes: una el obispado mismo y otra una indulgencia especial para la conquista y conversión de la isla concedida por el Papa Sixto IV. También sabemos que una cédula real menciona al deán Bermúdez como primer capitán y a Juan Rejón como segundo, así como las discordias entre ambos. Particular importancia tiene el tratado de paz que con fecha 30 de mayo de 1481 se concluye entre la Corona y los naturales grancanarios, desafortunadamente no conservado, y que conocemos sólo parcialmente por una confirmación de 1516, y que sirvió de base a la convivencia entre naturales y conquistadores. A este acto, que constituye la última actividad pública de nuestro investigador en las Islas, asistieron el obispo Dr. Pildain, la Directiva del Museo y un público numeroso. Los frutos de esta segunda visita son numerosos. Wolfel deja entre nosotros su ejemplo de investigador tenaz, sacrificado y humilde; y también nos deja toda una serie generosa de proyectos, de sugerencias y de ecos. Poco a poco, algunas de sus propuestas dejarán de ser tales para convertirse en realidades felices, aunque la mayor parte de ellas no tuvo la satisfacción de verlas realizadas en vida. Algunas de las propuestas verán la luz en el seno del Instituto de Estudios Canarios, como es el caso de la edición 308 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 de la crónica anónima «lacunense», publicada pocos meses después por Elías Serra y Buenaventura Bonnet como volumen inicial de la serie Fontes Rerum Canariarum; otro tanto sucede con los capítulos insulares de Saudades da terra, que se publican en 1963, y la edición del Canarien, de la que se ocupan Elías Serra y Alejandro Cioranescu, y que saldrá en tres volúmenes entre los años 1959 y 1964, dentro de la colección de las Fontes Rerum Canariarum (VIII, IX Y XI); pero otras serán el resultado de iniciativas particulares, como la Descrittione de Torriani, que aparecerá en español en 1978, en traducción y edición de Alejandro Cioranescu. * * * * * APÉNDICE El profesor Dr. Wo(fel y el problema culturológico de los canarios y guanches prehispánicos SEBASTIÁN JIMÉNEZ SÁNCHEZ Desde estas mismas columnas nos ocupamos en el año 1947 del ilustre etnólogo austriaco profesor Dr. Dominik Josef WOlfe1 para dar a conocer su incansable labor investigadora sobre los más intrincados problemas que se deducen de la cultura de los canarios prehispánicos. Entonces hablamos y resaltamos elogiosamente su trascendental obra Monumenta lingua canariae y su estudio-comentario de As saudades da terra de Gaspar Fructuoso, obras éstas que unidas a su Leonardo Torriani y a otras múltiples monografías publicadas en revistas extranjeras y españolas, como El Museo Canario y Revista de Historia, de La Laguna, constituyen la más valiosa aportación científica y bibliográfica para el mejor conocimiento de los problemas que plantea en distintos aspectos la población aborigen de las Canarias. En dicho artículo subrayábamos que las actividades del sabio profesor WOlfel están dirigidas a lograr una reconstrucción de la región megalítica a base de Canarias y del África Blanca. Hoy nos place en gran manera dar a conocer de forma sintética su último y voluminoso estudio Las religiones preindoeuropeas, separata del mismo trabajo inserto en el volumen primero de la obra Jesucristo y las religiones de la tierra, del profesor Franz Konig. Editada limpiamente en Viena por Herder en la imprenta Thomas Morus, llega a nuestras manos esta obra como un rico presente, con afectuosa dedicatoria autógrafa del autor, que agradecemos sinceramente. 309 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 La simple lectura del extenso índice bien pone de manifiesto su importancia. Primeramente habla de las religiones en los pueblos megalíticos. Bajo distintos títulos y epígrafes nos describe la arquitectura utilizada por aquellos: sus cuevas, dólmenes, galerías sepulcrales, cajones funerarios pétreos, terrazas, sepulturas cupulares y en círculos, arquitectura de colicolinas, culto a los muertos, cazoletas pétreas para libaciones, menhires y menhires antropomorfos, ídolos, grabados y pinturas, ofrendas votivas, etc. Teniendo en cuenta estos y otros sugestivos títulos en el campo arqueológico, el ilustre profesor va presentando la cultura megalítica en las Islas Baleares y la perduración de la religión de los megalíticos en la Península Ibérica. Habla de la cultura megalítica en las Islas Británicas, en Italia, Córcega, Cerdeña, Malta y en toda la cuenca del Mediterráneo. De manera especial hace historia comparativa de la religión de los etruscos, describiendo y estudiando a continuación la religión en la cultura minoicocretense y micénica, el culto griego a los héroes como herencia de Micenas y del megalítico, el culto a los cuernos, los símbolos psíquicos y los nudos simbólicos en el culto. Capítulo notable es el que consagra al monoteísmo, polidemonismo, politeísmo y religiones de Europa a través de víctimas humanas, del dios de la tempestad, de los ídolos amaniatados, oráculos, ritos agrarios, fuego del hogar, espíritu del agua y de los dioses fluviales. No menos interesante resulta el capítulo dedicado a estudiar las huellas preindogermánicas occidentales en los celtas, romanos, italianos y germanos. Por lo que tiene de afinidad con Canarias y dadas las frecuentes observaciones y comparaciones que hace el profesor WOlfel, son del mayor interés los capítulos dedicados al sureste del mar Mediterráneo, Siria, Palestina, Arabia, Egipto y Mesopotamia, a la religión de los libios y a la de los bereberes actuales; a estudiar el megalítico y el antiguo Mediterráneo en las religiones del África Negra, las religiones del África Occidental, la religión megalítica de Etiopía, del Sudán Oriental y de los Nilotas. Aún siendo de la mayor importancia y novedad las materias citadas, supera a ellas el capítulo sexto, íntegramente dedicado al África Blanca fuera de Egipto, en el que se estudia ampliamente la religión de los canarios bajo los epígrafes: la arqueología, la tradición, el Dios Supremo y Todopoderoso, los seres demoníacos, el culto a los antepasados, la clase sacerdotal, el matriarcado en los canarios y análisis de las distintas capas de la cultura canaria. Al hablar WOlfel de estos aspectos de la cultura canaria lo hace con indiscutible autoridad y erudición utilizando documentos, antiguas crónicas y valiéndose de los yacimientos y monumentos arqueológicos por él conocidos y muy principalmente de los descubrimientos hechos en la última dé- 310 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 cada por la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Las Palmas que ha permitido poner en mano de los estudiosos desconocidas e importantísimas localidades arqueológicas -cuevas, poblados ciclópeos y necrópolis- con recogida de rico material, a veces extraño y desconcertante, con figurillas de barro cocido, figurillas de largo cuello y doble cara conjugada, figura antropomorfa tallada en piedra, etc., que plantea nuevos problemas y abre claros horizontes a los investigadores. Esta labor estatal realizada en estos últimos años sólo ha sido debida a las in:spiraciones y sugerencias de la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas que rige el ilustre Profesor Dr. Martínez Santa Olalla, quien siguiendo las directrices de S. E. el Caudillo de poner a salvo el tesoro arqueológico nacional, se ha desvivido por crear un clima propicio encaminado a atender preferentemente no sólo la conservación de los yacimientos arqueológicos explorados, sino a dar facilidades para localizar y estudiar nuevas estaciones arqueológicas, que, en este caso, han permitido a los investigadores nacionales dedicar singular atención, y a personalidades extranjeras de tanto prestigio como el doctor W6lfel, tan vinculado a la investigación canaria, hacer meritísimos estudios comparativos que además de aclarar tesis y teorías vienen a encauzar, descifrar y resolver, en gran parte, el apasionante problema de la cultura de los canarios prehispánicos. Así, el ilustre Profesor W61fel, al estudiar y resumir sus conocimientos sobre la cultura de los aborígenes canarios en esta su novísima obra que comentamos, Las religiones preindoeuropeas, hace constar que las excavaciones hechas en Canarias en estos últimos años son de tal importancia, notoriedad y calidad documental que resultan irrefutables. Hablando de los túmulos preeminentes, ya del conocido túmulo de «La Guancha» como de los otros túmulos unipersonales, múltiples y escaleriformes de planta circular, descubiertos y dados a conocer por la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Las Palmas, de la que soy titular, dice que «recuerdan en su técnica constructiva a los de la época micénica y a los de Cerdeña». En orden a la práctica del culto entre los grancanarios refiere que uno de los aspectos más interesantes de lo investigado últimamente son los santuarios naturales en los altos de las montañas y en ciertas cuevas. Resalta las inscripciones de «Cuatro Puertas» que le recuerdan frecuentemente a los signos encontrados en la mesa de sacrificios de Creta. Añade el Profesor W61fel que los santuarios grancanarios, con sus cazoletas, son semejantes a los de Siria. Los nuevos y notables santuarios de libaciones místicas, por mí descubiertos en recientes campañas arqueológicas, conocidas por W6lfel a través de mis monografías, memorias, planos y fotografías, monumentos éstos más completos y valorativos que los que el Profesor W61fel conoce, 311 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 llamarán a éste poderosamente la atención, robusteciendo sus afirmaciones y conclusiones, el día que personalmente pueda admirar, entre otros, los santuarios de «La Montañeta de la Villa de Moya» y el altar de los holocaustos y de las libaciones místicas del yacimiento de «El Baladero». Fuerte relación establece Wólfel entre las inscripciones canarias y las inscripciones líbicas, numídicas del periodo púnico-romano, y las tifinagh del Tuareg actual, aparte de señalar signos totalmente desconocidos. Respecto a las inscripciones sostiene Wólfel que hay que buscar una fuente común para las de cada isla. Ellas, afirma, constituyen un capítulo aún no abierto en la Historia de las inscripciones. La sorprendente similitud en las ligaduras de los signos establece -continúa Wólfel- el paralelo con la escritura lineal cretense; y los grabados con tipos de barco (Barranco de Balos) corresponden, según el ilustre Profesor, a los del Hallristninger del Norte o del Egipto Superior. Después de otras varias consideraciones y comparaciones sobre lengua, culto, costumbres entre los canarios en general, etc., establece Wólfel, entre otras, las siguientes conclusiones: «La cultura canaria tiene un extraordinario carácter arcaico y está en relación con las primitivas altas culturas del Mediterráneo». «La cultura canaria es muy rica en rasgos megalíticos pero no puede calificarse de pura cultura megalítica. Sin embargo, tal vez esté más cerca de la cultura megalítica que Micenas, pero con toda seguridad más cerca que Creta. Sólo las inscripciones nos muestran paralelos con las inscripciones cretenses de la primera mitad del segundo milenio antes de Cristo, y en tanto no tengamos otros centros de cultura antigua mediterránea en el Occidente debemos colocar la gran cultura de los canarios en el segundo milenio o en la segunda mitad del tercer milenio». «El legado lingüístico de los canarios revela una inmigración tardía de elementos lingüísticos, que están muy cerca de los bereberes. Esto podía dar testimonio de las recientes inmigraciones de cultura. De todos modos debió ser prefenicia y precartaginesa». «La creencia de los canarios en el gran Dios es herencia megalítica, como en Siria y en Palestina». Esto es lo que en ligera síntesis podemos decir dando a conocer la obra valiosísima del sabio etnólogo Dr. Dominik Josef Wólfel Las religiones preindogermánicas, con la que sus serias y solventes investigaciones sobre la cultura de los canarios prehispánicos están siempre en el primer plano de la investigación. Al Dr. Wólfel debe Canarias rendida y obligada gratitud por esta nueva y meritísima aportación científica; y el que suscribe, en particular, el sincero reconocimiento por su valioso obsequio del ejemplar de su obra, con 312 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 cariñosa dedicatoria autógrafa, y por las frecuentes citas que de trabajos nuestros hace en la misma. Felicitando al Dr. W6Ifel por tan completo como erudito estudio, hacemos fervientes votos por que pronto lo veamos en estas islas, donde tanto se le admira, ocupando una cátedra de estudios canarios, a la que por su indiscutible autoridad y solvencia científica tiene legítimo derecho. Las Palmas de Gran Canaria, 24 de enero de 1953. * * * El Dr. WOlfel y su vocación de canariólogo LUIS DIEGO CUSCOy Desde hace más de veinte años, el nombre del Dr. WOIfel aparece enlazado al quehacer histórico de las islas. Pero como es lógico suponer, la aparición no pudo producirse de un modo súbito, sino que ella misma supone una vocación y una dedicación a un tema verdaderamente insólito en la Europa central. No es que lo canario no hubiera preocupado antes a investigadores europeos, sino que la labor del Dr. Wólfel coincide con un resurgimiento de los estudios canarios en las islas, con la aparición de la arqueología canaria, dirigida desde ámbitos nacionales y con la investigación sistemática de la tierra y de los archivos y fuentes. El Dr. Wólfel es el primer europeo que trabaja por Canarias con los canarios. Si el camino de este investigador ha sido fácil de seguir a partir de sus primeras publicaciones sobre las islas, creemos que vale la pena señalar las etapas iniciales que le llevaron a iniciar su trabajo. Antes que nada, el Dr. W6Ifel se encontró con el castellano. Lo aprende en Viena, para de ese modo acercarse a nuestra literatura. Corría el difícil año de 1918, y por esas fechas traduCÍa tratados de comercio y navegación a las lenguas escandinavas, en las que es muy versado. En un viaje por Alemania descubre una mala edición del poema de Antonio de Viana -la de Franz van Loher-, edición española con introducción alemana. La lectura y meditación de este libro la resumió en una frase: «He aquí un problema». El problema no era otra cosa que ese vago y contradictorio mundo entrevisto en las crónicas de la conquista y en el mismo poema de Viana, mundo que todavía no acaba de verse al otro lado de una brumosa orilla. Pero bien: la llamada había sido hecha y el Dr. Wólfel se había inclinado ya al lado de lo canario. Su rebusca en la Biblioteca Nacional de 313 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Viena hace que descubra, entre otras cosas, a Berthelot y a Vemeau. Berthelot debió de inquietarle, pues intuyó desde un principio y de un modo genial el problema prehistórico. Vemeau debió de sorprenderle con sus descubrimientos antropológicos. El problema se iba complicando. El Dr. W61fel se dijo que todo aquello estaba bien como comienzo, y se dio cuenta de la desusada dimensión de la empresa. Llega el año 1920 y entonces conoce a Homer H. Kidder. Se asocia con él a fin de formular un plan que desarrollar en un viaje a Canarias. Durante un año se trabaja en el mismo. Al final Kidder no ha podido allegar los medios necesarios y se desiste de la empresa. Mientras tanto, ha hecho su aparición el conocido libro de Hooton que, con sus aportaciones -hoy se sabe la calidad de las mismas-, pareció haber resuelto el problema de las razas en Canarias. Pero el problema resurge con Eugenio Fischer. Fischer regresaba de Canarias después de haber investigado la antropología de las islas y da una conferencia en la Sociedad Antropológica de Viena. Aporta una tesis apasionante: los indígenas de Canarias no habían sido exterminados, como se venía creyendo y divulgando sobre un condolido fondo romántico. El Dr. Wolfel está presente en la conferencia y toma parte en la discusión. Él sostiene la misma tesis que Fischer. Como consecuencia de este encuentro, el Dr. WOlfel renueva ante Fischer el plan que había formulado a Kidder. Con el apoyo del sabio antropólogo y la ayuda de la Asociación Alemana para el Progreso de las Ciencias, se dispone por fin de los medios necesarios para el viaje de estudio. El año 29 se emplea en prepararlo. Al año siguiente el Dr. WOlfel puede investigar en los Archivos Vaticanos, de la Corona de Aragón, de la Real Academia de la Historia y de Simancas. Los descubrimientos hechos en Simancas son decisivos. Con un valioso material, y después de cinco meses de trabajo, regresa a Viena y rinde detallada memoria del alcance de sus descubrimientos. Inicialmente, la investigación estaba dirigida a elaborar una historia de la población canaria para fijar lo que en ella quedó de sangre aborigen. Pero un problema trae otro. El año 31 hace un nuevo viaje, repasa otra vez los archivos españoles y marcha a Lisboa al olor del Torriani, cuyo original halla, por fin, en Coimbra. Al año siguiente, Diedrich Westermann le hace entrar en el conocimiento del bereber como clave para los problemas lingüísticos de Canarias. Este mismo año de 1932 viene por primera vez a Canarias. Ya han aparecido trabajos suyos sobre las islas en Anthropos, Investigación y Pro- 314 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 greso y revistas etnológicas en lengua alemana. Todas las fuentes sobre historia de Canarias son estudiadas y sometidas a crítica. Sus descubrimientos documentales hacen luz sobre multitud de cuestiones oscuras. Su visita a las islas acrecienta sus ricos materiales de trabajo. El problema formulado después de la lectura del poema de Viana sigue en pie, aunque agrandado. Es verdad que la confusa etapa de la conquista de las islas se enriquece con llamativos descubrimientos -el Dr. Wblfel mismo acaba de explicar algunos en reciente conferencia-; cierto que se aclaran interesantes episodios referentes a la cristianización de las islas -recuérdese el de La Palma-; pero a medida que se penetra en el mundo aborigen, los interrogantes son cada vez más urgentes y complicados. Entendiéndolo así, el Dr. W blfel dirige sus trabajos hacia las cuestiones etnológicas, entrevistas en crónicas y relatos. La prehistoria de Canarias tenía, para pasmo de todos, algunas páginas escritas, si bien incompletas. El resto lo tenía que dar la arqueología. En el instante en que la arqueología nos va devolviendo formas de vida, régimen económico, ritos funerarios, prácticas religiosas, la cultura, en fin, del indígena de Canarias, llega el Dr. Wblfel por segunda vez a las islas. En más de veinte años, el conocimiento de las Canarias prehispánicas se ha ampliado considerablemente. Un metódico estudio de yacimientos y materiales avalora científicamente la labor. El objeto no aparece solo, sino unido a un medio geográfico, a una habitación, a una necrópolis, a unas tierras de pasto o de cultivo. Para el trabajo del ilustre etnólogo vienés, esto último ha de ser decisivo. Le permitirá agregar a sus valiosas reconstituciones culturales un material y unos datos que, así como sus descubrimientos documentales, han de ser también decisivos para el pasado de las islas. El saber formular atinadas preguntas ante los problemas. Y aquí, cada cosa es un problema. Si Viana le planteó el primero, esperamos que esta visita a las islas le sirva al Dr. Wblfel para ir elaborando las respuestas que esperamos. * * * Huellas matriarcales en la cultura aborigen MARÍA ROSA ALONSO Llamaba la atención el doctor Wblfel en una de sus interesantes conferencias de la Mancomunidad Provincial, en Santa Cruz, sobre los rasgos de cultura matriarcal que podían observarse en el tema literario de Orestes 315 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 y en la odisea homérica en cuanto a que en tanto Penélope espera, ni el padre de Ulises, ni su hijo, Telémaco, no sólo no sustituyen al ausente en sus funciones de mando, sino que ni se les menciona en tales prerrogativas. Efectivamente, cualquier trabajo sobre los orígenes del matriarcado nos ofrecerá sugestiones semejantes en torno a los mitos griegos, que parece haber analizado con detención Bachofen en 1861, cuando publicó su Das Mutterecht y luego Morgan en Ancient Society, 1871. A los dos trabajos alude la monografía de Paul Lafargue, El matriarcado, y el más completo de todos, El enigma del matriarcado, del alemán Krische, vertido al español en 1930 por la «Revista de Occidente», que son los que puedo citar, por tenerlos a la vista. Subrayaba WOlfel tales vestigios matriarcales en relación con los posibles restos que también de matriarcalismo se observan en el tardío testimonio que del pueblo guanche nos dejó el Padre Espinosa, por ejemplo. Valdría la pena, con Espinosa y los libros de Lafargue y Krische a la vista, destacar algún rasgo aborigen en relación con el matriarcado. A estas alturas, rebasada ha sido ya la opinión de Bachofen, quien pensó que la organización del plan primitivo fue matriarcal y más tarde patriarcal, y que el mismo fenómeno se dio en todas las primitivas culturas. Krische afirma que, tras el dominio patriarcal, al pasar la cultura de nómada a sedentaria, o sea de la fase del hombre cazador al agricultor, la mujer, inventora de la agricultura, impuso un dominio que no fue largo ni quizás completo; el hombre recobró pronto el mando, no sin tenaz lucha, cuyo vestigio ha quedado en determinados ritos. Notas típicas de la preponderancia matriarcal son la poliandria; el privilegio del hombre como hermano mayor (por hijo de su madre) a la herencia, de la que, en cambio, no disfrutaban sus hijos sino sus hermanos; otro rasgo del paso del matriarcado al patriarcado es la covada en el hombre, o sea, simular dolores y llevar ayunos después del parto de su mujer. La covada se observa entre las tribus caribes, del Chaco, Marco Polo 10 advirtió en ciertas tribus chinas; Estrabón la señala entre los celtíberos y hasta hace poco se practicaba en Vizcaya. Todavía otro dato de interés registrado por Krische: entre los maorís de la Polinesia, que emigraron de la Samoa a Nueva Zelanda, de influjos matriarcales, existía una manera de organizarse la tribu, la de los que descendían de los que vinieron en la misma embarcación en el siglo XIII, o sea el clan del iwi o hueso, porque todos veneraban en comunidad los huesos de los antepasados, conservados como reliquias. Y por último, Krische afirma que en la ya civilizada Roma había un vestigio de matriarcalismo en «la costumbre de ceder el paso a las matronas en la calle con la mayor cortesía. Quien las importunara con palabras o acciones insolentes había de comparecer ante el verdugo». 316 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Traigo estas muestras aquí, porque las vamos a atestiguar todas en la costumbre aborigen de las islas. Respecto a la poliandria los capellanes Bontier y Le Verrier, cronistas del conquistador Bethencourt, afirman que las mujeres indígenas de Lanzarote tenían tres esposos, lo que no alteraba su natural honestidad, pues era la organización del matriarcado .así. Pedro de Luján en sus Diálogos matrimoniales dice que una indígena de Gran Canaria podía tener cinco maridos. Por cierto que los cronistas españoles, llevados de su natural celo católico, y sin comprensión para semejantes estratos de cultura, como era natural en sus tiempos, niegan la poliandria y el autor del llamado Escudero (acaso un interpolador) discute con Pedro de Luján tal afirmación, sin duda por estimarla afrentosa. Abreu Galindo se limita a seguir casi al pie de la letra esta negación del Escudero, pero Viera, que vive en otro siglo, adopta una postura ya moderna. En el libro de Lafargue se alude a esta costumbre en nuestras islas. En cuanto al papel del hermano mayor en el gobierno y la herencia, que no recae en sus hijos, sino en sus hermanos, se destaca con precisión en el capítulo VIII del libro 1 de la obra del Padre Espinosa, quien afirma que la sucesión no era de padres a hijos, sino que heredaba el hermano mayor y muerto éste los restantes. En Egipto, país de costumbres matriarcales, el faraón, para garantizar la legitimidad de la descendencia, podía casarse con su hermana; Espinosa afirma en el lugar citado que el rey, para no ensuciar su linaje, podía casarse con su hermana. Lo curioso es que un autor dramático español del siglo XVII, deseoso de ponderar las excelencias de la Virgen de Candelaria y de enfrentar las normas de la religión católica con las costumbres de los guanches, siguiendo puntualmente a Espinosa, plantea el nudo teatral de una comedia en tres actos Nuestra Señora de la Candelaria (que me editó en 1944 el Consejo Superior en Madrid), a base de esta sucesión de hermanos en la herencia y, lo más extraño, haciendo que el personaje femenino, la Dácil de Viana y de Lope de Vega, sea hermana de Bencomo y de los ocho reyes restantes de Tenerife. Bencomo y Acaymo, los hermanos mayores, solicitan el amor de su hermana, Rosamaría, que los rechaza para casarse, al final, con el gallardo Castillo. ¿Quién no ha oído hablar, entre nosotros del zorrocloco, que existía en el sur de la isla? La verdad es que no he encontrado ninguna referencia histórica ni literaria al mismo, si bien no niego que la haya. Se dice, pero nada más que un decir. En cuanto a la voz, el Diccionario la registra pero con otro significado. Lo probable es que existiera la costumbre de la cavada, toda vez que en Vizcaya también ha existido hasta hace poco. 317 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 Relacionada con la aludida costumbre de los maorís de Polinesia puede estar la que cuenta Espinosa acerca del juramento que hacían los indígenas tinerfeños ante el hueso del rey más antiguo del linaje, al que besaban y ponían sobre su cabeza. Acaso una ligazón a un desembarque remoto, también. En el respeto romano a la mujer encontrada en la calle, visto por Krische como vestigio matriarcal, se funda la sorpresa primera de los pastores ante la aparición de la Virgen de Candelaria a quien, como mujer, les estaba vedado por sus leyes hablarle primero. Arqueólogos e investigadores insisten en asignar a la cultura aborigen un papel de gran significación en el problema de los pueblos mediterráneos. Apenas el interés se detenga en unos cuantos aspectos, abordados al azar y sin más atención que la divulgadora, el papel conservador de las islas en Prehistoria y en Historia adquiere unos caracteres en verdad singulares. * * * BIBLIOGRAFÍA ALONSO, María Rosa (1953): «Huellas matriarcales en la cultura aborigen», El Día (Santa Cruz de Tenerife), 12 de abril. DÍAZ ALAYÓN, Carmen y Francisco Javier CASTILLO (1996): «Dos conferencias de Dominik Josef Wolfel en Tenerife», Anuario de Estudios Atlánticos 42, 153-205. (1997a): «Dominik Josef WOlfel: notas de un viaje de estudios a Francia, Portugal y España», Revista de Filología de la Universidad de La Laguna 15, 17-36. (l997b): «Dominik JosefWOlfel en La Palma», Estudios Canarios XLI, 129-147. (1997c): «La obra magna de Dominik Josef WOlfel en español», Estudios Canarios XLI, 341-350. (1998a): «En tomo a la primera estancia de Dominik Josef Wolfel en Gran Canaria », Revista de Filología de la Universidad de La Laguna 16,29-56. 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Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014 |
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