NUEVAS 1NFOR.MACIONES EN RELACION CON EL
BEATO JOS* DE ANCHIETA, S.J. EN LAS ACTAS
CAPITULARES
P O R
FRANCISCO GONZALEZ LUIS
Pocas novedades pueden ofrecerse hoy día con respecto a la
historia de la fmiiia e.n cuy.o Tiacid ur19 &. los peisoiiajes
más ilustres de Canarias, el beato José de Anchieta.
Es más, para el que intenta acercarse a tan gran figura con el
propósito de conocer y estudiar su importante producción lite-racia,
puede resultar incluso abrumador el cúmulo de documen-tos
y noticias sobre el pasado de la familia Anchieta por el que
suelen conducirnos de forma magistral tantos investigadores ca-narios.
Especialmente, cuando se constata que, por el contrario,
su obra escrita en cuatro diferentes lenguas (latín, castellano,
portugués y tupí) no ha merecido la más mínima curiosidad
científica por parte de nuestros estudiosos.
1 La única edición de una obra de Anchieta realizada en ~enerife es
la del Poema Mariano en 1887: Poema ,Warianum, / auctore / venerabili
P. Zosepho de Ancheta / Lecunensi, / Sacerdote Professo Sodetatts Jesu,
Apostolus / Brasiliensis nuncupato / Anno MDCCCLZZZVIZ / Ty@s Vicentii
a Bonnet, / in urbe Sanctae Cruds (Teneriffe). El libro fue dedicado al
papa León XIII por sus editores, los profesores y alumnos del Seminario
Conciliar de Tenerife. El texto latino del poema es copia de la edición de
SIM~DNE VASCONCELOeSn Vida do venerável padre Joseph de Anchieta ..
(Em Lisboa, na Officina de Joam da Costa, MDCLXXII, pp. 443-593). Pre-cisamente,
para conmemorar e1 centenario de esta edición el Obispado de
Tenerife acaba de publicar (1987) la primera traducción al castellano de
Núm. 34 (1988) 567
Esta carencia de ediciones y estudios de la obra de Anchieta
determinará sin duda el futuro de las investigaciones anchieta-nas
en las islas, puesto que el marco histórico de la casa insular
de los Anchieta, junto con sus fuentes documentales e instru-mentos
de trabajo, ha quedado definitivamente trazado por las
aportaciones * de Cioranescu, Millares Carlo, Rumeu de Armas,
López Herrera, Leopoldo de la Rosa y los padres jesuitas Fran-cisco
Mateos y Luis María Eguiraun, entre otros.
Ello no significa que de vez en cuando pueda surgir alguna
que otra información que clarifique en cierta medida pequeños
detalles de un conjunto tan perfectamente documentado. Ha a
ocurrido así con la reciente publicación (1986) de los Acuerdos N
E del Cabildo de Tenerife, de 1525 a 1533, realizada por el Instituto O
de Estudios Canarios y que ocupa el número XXVI de sus n-- m Fontes Rerum Canariarum '. O E
Tampoco puede decirse que las actas capitulares constituyan E
2
una novedad como fuente documental para el caso de la familia -E
Anchieta, puesto que casi todos los trabajos que acabamos de 2
nombrar las han utilizado abundantemente 4. --
0
m
E
dicho poema, debida a JosÉ M: FORNELLLO MBARDEOn .E spaña, desde 1979, O
existe una pequeña Antologia de obras de Anchieta en el libro del padre n
carmelita PATRICIDOE FUENTES Y VALBUENAJ:o sé de Anchieta, poeta épico -E
latino y Apdstol del Brasil (Imprenta Kadrnos, Salamanca), León, 1982, a
200 pp. [reimpresión de un monográfico de la revista Perficit (Salaman- 2
n
ca), 10 (1979)l. n
Para la bibliografía más completa de Anchieta, donde se recogen 3
todos estos estudios, cf. AGUSTÍN MILLARECSA RLOy MANUEL HERNÁNDEZ O
SUÁREZB: iobibliografia de Escritores Canarios (siglos XVI , XVI I , XVI I I ) .
1, El Museo Canario, Las Palmas de Gran Canaria, 1975, pp. 181-250.
LEOPOLDDOE LA ROSA OLIVERAt y MAN~ELAM ARRERROO DRÍGUEZ:
Acuerdos del Cabildo de Tenerife. V. 1525-1533, con un apéndice de docu-mentos.
La Laguna (Tenerife), 1986, 497 pp. Lo citaremos a partir de
ahora, Acuerdos V.
Cf., v.gr.. el cabildo del 15 de febrero de 1537. en el que Juan de
Anchieta presenta la Real Cédula para obtener «vecindad» en la isla, ci-tada
en todos sitios (vid., por ejemplo, A. MILLARECSA RLO(:( Testamento
y Codicilos de Juan de Anchieta, padre del "Apóstol del Brasilo», El Museo
Canario, 21: 73-74 (19601, pp. 342-3431; también el acta capitular de 3 de
agosto de 1548, citada por ALETANDRO CIORANESCeUn «La familia de An-chieta
en Tenerifew, RHC, 26 (19601, p. 18.
568 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Pero, precisamente el período de tiempo que abarca los ca-bildos
ahora publicados (1525-15331, hacía concebir esperanzas
de encontrar en ellos referencias mucho más numerosas que las
que realmente aparecen con respecto a los padres o a las perso-nas
más directamente relacionadas con el Apóstol del Brasil, lle-vados
tal vez por el significado posterior de su extraordinaria
figura.
Junto a la explicitación de este desencanto, vaya de todas
formas nuestro testimonio de admiración y gratitud para los
responsables de esta monumental edición, sus autores, Leopoldo
de la Rosa, ya fallecido, y la catedrática de Paleografía de la
Universidad de La Laguna, doctora Manuela Marrero por poner
al alcance de nuestras manos tan valiosos documentos.
A tres aspectos afectan las constancias que se registran en
los Acuerdos que comentamos: un grupo de ellas se refiere a
Juan de Anchieta, padre del futuro jesuita y fundador del linaje
Anchieta de Tenerife y aclara, todavía más, el motivo de su ve-nida
a la isla; otro grupo se relaciona con el vicario que adrni-nistró
el sacramento del bautismo al que transcurridos sus 63
años de vida, va a ser denominado ((Apóstol del Brasil)); y, por
último, un único documento parece poner de manifiesto que la
casa que tradicionalmente ha recibido el honroso título de ((casa
natal del padre Anchietan, la que en la actualidad lleva el númo
ro 10 de la plaza del Adelantado, no es el lugar de su nacimiento.
Según se ve, si exceptuamos el reconocimiento del ministro
de su bautismo, que creo es la primera vez que se hace, las in-formaciones
que se sacan de estas constancias no hacen más
que confirmar puntos que ya estaban suficientemente documen-tados,
añadiendo quizás algún que otro detalle. Se incluye tam-bién
en este escaso resultado lo que decimos de la casa de la
plaza del Adelantado que, aunque apoyados en un testimonio
diferente (también de las actas capitulares), ya había sido dese-chada
como «natal del padre Anchietm por muchos de nuestros
estudiosos mencionados
V.gr., CIORANESCAUr:t . cit., p. 41; MILLARESA:r t. cit., pp. 355-356;
DACIOV . DARIAs PADR~N«A: ntecedentes históricos. El venerable P. Anchie-ta
y su familia)). en La Tarde, Santa C m de Tenerife, 26 de junio de 1948.
Núm. 34 (1988) 569
1. JUANDE ANCHIETPAA,D RE DEL APÓSTOL DEL BRASIL
Y ESCRIBANO DE LA RESIDENCIA
1. Desde el año 1966 en que el doctor Rumeu de Armas
publicó su artículo «El Venerable Anchieta. El padre del Após-tol
del Brasil y su vinculación a la isla)) 6, quedó suficiente-mente
probado el motivo de la venida de Juan de Anchieta a Te
nerife: «Fue designado)) -dice Rumeu-, «en 1528 por el empe-rador
Carlos V para actuar como notario en el "juicio de resi-dencia"
abierto por esa fecha contra el segundo Adelantado de
Canarias, don Pedro Fernández de Lugo. La cédula pertinente
cie r,=mbrapAie~teo& ,& expec?i.¿i,s e? Msdrid e! 18 de ji"nie, ¿?S& !
nándose como remuneración doscientos maravedís de salario g
desde la salida de la corte hasta el regreso a la misma. El juez
de residencia a cuyas órdenes debería actuar era el licenciado 2
E don Pedro Fernández de Reina; la duración prevista del juicio
e;; !as Uos islas, Tenerife y Lo La!=&, cpedsh~f.i juda eri sesentr.
días N.
- -
0
m No se hace difícil suponer que los plazos del juicio de resi-dencia
contra el Adelantado no se cumplieron tal como estaban
previstos en el nombramiento y se retrasaron de hecho, en el
inicio y en la terminación. Por fin, la vara de la justicia y el go- k
bierno de las islas de Tenerife y La Palma le fueron devueltos al
Adelantado, después de haber estado en posesión del licenciado j
Fernández de Reina desde febrero de 1529 hasta el 7 de abril 5
de 1530.
Ello aeqnefia significar que a,alDa&j juicio i-es-ueitü fávo-rablemente
para el Adelantado, tanto el juez como su escribano
tendrían que reintegrarse a la corte. Ni uno, ni otro se reinto
graron a ella. Al juez Reina lo veremos meses más tarde (enero
de 1531) de juez de residencia de Gran Canaria. En cuanto a su
escribano, Juan de Anchieta, ai finai de ese mismo año contrae
matrimonio en La Laguna con la viuda del bachiller Nuño Núñez
de Villavicencio, Mencía Díaz de Clavijo, de cuyos padres había
de nacer en 1534 el célebre misionero jesuita.
En El Dia, Santa C m de Tenerife, 16 de enero de 1966.
,570 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLhNTICOS
2. Puestas así las cosas, el año de llegada a la isla, la profe-sión
de escribano, el propio juicio de la residencia coincidían
con las informaciones documentales que se tenían acerca del
Juan de Anahieta, padre del Apóstol del Brasil, por lo que la
identificación entre el escribano de la residencia y el fundador
de la estirpe Anchieta de Tenerife no ofreció la más mínima
duda. Como consecuencia inmediata de esta identificación se
venía abajo la serie de hipótesis que se habían forjado en torno
a su persona.
Particularmente debía desecharse la teoría8 del padre Fran-cisco
Mateos, S.J., historiador de las misiones jesuíticas de Amé-rica,
según la que el padre de nuestro Apóstol sería Juan López
de Anchieta condenado a muerte por participar activamente en
la guerra de las Comunidades contra el emperador Carlos y sal-vado
milagrosamente por intercesión del duque de Nájera:
razón más que sobrada para obligarle a buscar refugio en Ca-narias
donde con mayor facilidad pasaría inadvertido el resto
de su vida.
El prestigio del padre Mateos influyó, sin duda, en la acep-tación
de esta peregrina historia por parte de los jesuitas br&
sileños y el comunero Juan López de Anchieta se apoderó abso-lutamente
de todas las biografías anchietanas publicadas en
estos últimos años en Brasil.
7 Más bien con la carencia de informaciones. No existe, en efecto,
ninguna constancia de Anchieta anterior al año 1530: este mismo año se
dedi.~cía de la mencionada Real CBdula !nota 41;
La hipótesis fue expuesta con todo género de detalles en el patio
del Colegio de Sáo Paulo el 14 de junio de 1965 y publicada en Anchietana,
Sáo Paulo, 1965, con el titulo ((últimas investigaciones históricas sobre la
vida y obra del Padre José de Anchieta)); se publicó, más tarde, en Missio-naliu
Hispanica (Madrid), 24 (196'71, pp. 5-52, bajo el titulo «La ascendencia
&! P. tln-chietz y !z gwrm de !zr Cnmu?id~des:!.
Algunos jesuitas brasileños hacen incluso desaparecer el apellido
Anchieta cuando se refieren al padre de nuestro Apóstol, v.gr., ARMANDO
CARDOSSO.J,. : O bem-aventurado Anchieta, Ed. Loyola, Sáo Paulo, 1980,
p. 11: ((0te rceiro filho de Juan López e D." Mencia nasceu a 19 de m a r p .
No se puede olvidar, por otra parte, que Cardoso es el primer y más ini-portante
editor de la obra anchietana.
Incluso el padre Hélio Abranches Viotti, verdadera institu-ción
entre los estudiosos de Anchieta, al conocer el trabajo del
doctor Rumeu no encuentra razones suficientes para dejar de
aceptar la hipótesis del comunero: ~Pouco provável é»
-dice lo-, ((que simples razóes sentirnentais o fizessem renun-ciar
sua alta posiqáo na corte, para onde deve ter regresado,
juntamente con o juez Fernandez de Reina, ainda en 1529)).
3. Otros motivos inducen a Viotti a seguir creyendo en la
hipótesis del padre Mateos. Uno de ellos consiste en establecer
el 1522 como año de llegada a la isla del Juan de Anchieta, fun-dador
de la estirpe canaria. No es preciso insistir en que este
supuesto no se encuentra documentado en ningún sitio; antes,
por el contrario, todas las informaciones fidedignas que se te-nían
hablaban siempre del año 1530 como el más antiguo para
su llegada y asentamiento en la isla.
La existencia de un título de escribano en el archivo de Si-mancas
por el que el emperador Carlos nombra a un Juan de
Anchieta ({vecino de la villa de Medina del Campo)) escribuno
y notario público en la nuestra corte e ciudades de los nuestros
reinos y señorios 11, de fecha 4 de abril de 1520, fue el otro in-dicio
que llevó al padre Viotti a no admitir la propuesta del doc-tor
Rumeu. En efecto, cabría la posibilidad de identificar el Juan
de Anchieta al que se refiere este título con el escribano que
viene a Tenerife al juicio de residencia, pero, como manifiesta
expresamente el doctor Rumeu en otro artículo mas reciente ",
«la vecindad en Medina del Campo hace, de momento, muy di-fícil
la identificación de los dos Juan de Anchieta, el de 1520
y -1 de 1528)):
Por Último, tomando como base esta aludida identidad, resul-ta
también inexplicable para Viotti el hecho de que el padre del
Apóstol del Brasil ocupara el oficio de escribano sólo a partir
lo «Ainda a genealogia paterna de Anchietan, apéndice C de su An-chieta.
O Apdstolo do Brasil, 2." ed., Ed. Loyola, Sáo Paulo, 1980, pp. 331-332.
11 ARCHIVO DE SIMANCARS,eg istro General del Sello, abril 152ü, citado
por FRANCISCMOA TEOS,S .J.:A rt. cit., pp. 32-33. " ((Una carta inédita del Apóstol del Brasil, Beato José de Anchieta,
al rey Felipe 11. La expedición de Diego Flores de Valdés al Magallanes)),
Hispania, 45 (1985), p. 9, nota 7.
572 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INFORMACIONES EN RELACI~N CON EL BEATO JOSÉ DE ANCHIETA, S. J. 7
de 1538, teniendo el título desde 1520, y piensa que «esse outro
Joáo de Anchieta, notário público na corte, deveria ser alguns
anos mais velho que o pai de nosso Venerável)) 13. La explicación
se encuentra en cualquiera de los trabajos que hemos nombrado
mas arriba 14: el escribano de SS.NIM., Juan de Anchieta, casado
y establecido en San Cristóbal de La Laguna, tuvo que esperar a
que se produjera una vacante de escribanía, lo que ocurrió a la
muerte del escribano Diego Donis. Para ese oficio tuvo que optar
entre seis opositores y fue nombrado escribano público el 3 de
junio de 1538.
No todos los jesuitas estudosos de Anchieta fueron contra-rios
a la documentada tesis del doctor Rumeu; los padres de la
Compañía en Tenerife, Luis María de Eguira.wn, de grato ~PCI-IPP
do para los anchietanos, y Julián Escribano Garrido se adhirie-ron
sin reservas desde el primer momento y la divulgaron con
cuantos medios pudieron 15.
4. Si, con10 queda dicho, ya no existía duda alguna respecto
a caq;sa, de vefiua. a Teiiei.ife- del priiiiel y -Alicu $-ea-i de
Anchieta, las constancias que se encuentran en los Acuerdos del
Cabildo que comentamos a continuación, no hacen más que co
rroborar el acierto del doctor Rumeu.
Conviene advertir antes que en estos Acuerdos hay una inte-rrupción
de casi dos años, entre el final del libro tercero (sep-tiembre
de 1527) y el comienzo del cuarto (junio de 1529). Ello
quiere decir que se encuentra entre las actas capitulares perdi-das
la toma de posesión del juez de la residencia don Pedro Fer-nández
de Reina, donde previsiblemente se hallaría una im-portante
cita de su escribano Juan de Anchieta, el día de su
presentación en el cabildo.
l3 Apud V I O ~ IO:p . cit., p. 332.
14 Por ejemplo, CIORANESCArUt.: cit., p. 17.
l5 LUIS M: EGUIRAUSN.J,. : ((ElV enerable Padre Anchieta, Apóstol del
Brasil)),e n El Dia, 17 y 18 de diciembre de 1970; JULIÁN ESCRIBAGNOA RRIDO:
El beato padre José de Anchieta de la Compañia de Jesús, Imprenta Editora
Católica, Santa Cniz de Tenerife, 1983, p. 7. Por el contrario, JosÉ M." FOR-NELL
LOMBARDenO l,a serie que publica en EL DZa titulada ((Anchieta 92»,
el 1 de marzo de 1987, ha vuelto a resucitar la hipótesis del comunero.
Núm. 34 (1988) 573
8 FRANCISCO GONZÁLEZ LUIS
,1 ~, ~.?7~,7,&.,,-~, " . . E ~ .
4 ,.& Efectivamente, la primera acta capitular completa, que figu-ra
en el libro cuarto y que corresponde al cabildo de 4 de junio
de 1529 celebrado en la iglesia de San Miguel, refleja que quien
preside la sesión es el Lcdo. Pero Fernandes de Reyna, juez de
residencia e Justicia mayor de Tenerife y La Palma, acompaña-do
de Vergara, Valdés, Juan de Trujillo, Balcárcel, Lugo y Re-quena,
regidores 16.
El juez Reina sigue ocupando la presidencia a partir de esta
fecha en todos los cabildos posteriores hasta el 7 de abril de 1530
en el que, como ya se dijo, se devolvió el gobierno de la isla al
segundo Adelantado, don Pedro ~ernándezd e Lugo. El acta de
ese cabildo dice así:
Vergara presentó e por mi el escrivano hizo notyficar al
Lcdo. Reina vna carta e provisión de SS.MM. sellada con
su sello real, dada por los Sres. de su muy alto Consejo,
por la qual mandan buelua las varas de la justicia e gober-nación
al dicho Adelantado, . . . 17.
El primer cabildo que, dentro de las casas del Sr. Adelanta-do,
preside el Adelantado personalmente, ocurre el 3 de junio
de 1530; desde este momento aparece normalmente en la presi-dencia
de todas las sesiones capitulares hasta, al menos, la últi-ma
que se ofrece en estos Acuerdos, de 10 de enero de 1533 la.
5. La primera constancia en el tiempo que se registra de
Juan de Anchieta en estas actas pertenece al cabildo del 27 de
enero de 1531; pero, puesto que hace referencia a la casa donde
------- 4?--:1:- ".-L:,.L-. -L:,. 2,. ..- v i v í a l i t r r r r rm h ~ r r r ~ m , .-.A-,...+m...; -m..+;fi.. UGL u u j ~ ut6~ u u buswürimr LO par ubu-lar
en la ,tercera parte de este trabajo.
Curiosamente, en el cabildo siguiente, de 28 de enero de 1531,
se nombra de nuevo al juez de la residencia Reina, pero ahora
como juez de residencia de la Ysla de Grand Canaria 19; lo que
16 Cf. Acuerdos V, p. 206. Cabildo núm. 205.
17 Zbid., pp. 230.231. Cabildo núm. 271.
l8 Zbid., p. 235. Cabildo núm. 279.
le Ibid., p. 282. Cabildo núm. 334.
574 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
prueba que tampoco el juez, según ya se indicó, abandonó las
islas una vez terminado el juicio contra el Adelantado.
La sesión capitular inmediata, de 30 de enero de 1531, cele-brada
dentro de las casas del Adelantado y presidida por él,
ofrece una nueva constancia de Juan de Anchieta, donde se hace
patente su título de escribano real; dice así:
Se acordó hacer un requerimiento a los Sres. juexes de al-cada
que no vengan a esta ysla por el presente por las raxo-nes
contenidas en el dicho requerimiento que va firmado de
Ea Justicia e Regimiento, e porque allá no hallará escrivano
que quiera dar testimonio de la presentación, acordaron
que vaya Juan de Ancheta, escrivano de SS.NIM., y Juan
de n7-ici.,gy u aucfzlilcr Ce c-jsiis, e se lZSd é
rio y se le libre en Bernaldino JustenianoZ0.
El acta de ese día termina con el asentamiento de la canti-dad
de dinero que cobraría cada miembro de la comisión: a Juan
-7- A--z.-L... ,"..., JrrZ.7.-,n
UC IIILL'ILOLU 3Gy3 WVU&WJ.. .
6. Pero, sin duda, el registro de mayor interés para noso-tros
de cuantos nos ofrecen estas actas capitulares es el que
pone de manifiesto que el único Juan de Anchieta que vive en
La Laguna por el año 1531, se identifica con el escribano del
juicio de la residencia. El acta donde aparece corresponde al ca-bildo
de 20 de abril de 1531 dentro de ía yglesia de Sant Miguel,
en una comparescencia que dice:
Parescid Rodrigo Núñex e mostró las prouisiones e cartas
que adelante va, que dixo le de Agu.i.r,-e en Eú: Corte.
Primeramente una carta conpulsoria de los Sres. del Con-cejo
para que yo el escrivano o qualquier otro ante quien
oviesen pasado el proceso de las cuentas de los cargos que
se hixieron a los regidores. E luego llamaron a Hernand
Goncales, escrivano de SS.MM., al qual dieron la prouisidn.
E pidzeron se notyficase a mi e¿ dicho escribano íAntón Va-llejo)
y a Juan de Ancheta, escrivano que fue de la resi-dencia
'l.
- --
20 Ibíd., pp. 282-283. Cabildo núm. 335.
21 Ibid., p. 294. Cabildo núm. 352.
7. Las otras citas de Juan de Anchieta que siguen crono-lógicamente
a éstas confirman y aseguran que el fundador de
la estirpe insular de los Anchieta se encontraba completamente
integrado en aquella primera sociedad de La Laguna de la ter-cera
década del siglo XVI, época en la que nació la mayoría de
sus hijos y cuando nació también su hijo José, que adquirirá
con el tiempo tan gran resonancia universal.
Como miembro de esa sociedad lo descubrimos participando
en la solución de sus problemas o colaborando en defensa de los
intereses del campo, de sus pastos y cultivos. Así, en el cabildo
de 13 de febrero de 1531 presenta junto a Diego del Castillo una
petición acerca de las cabras e ovejas e puercos que andauan en
el calle de Auejei.6 entre los punes, eomteiido los münchimes, lo
qual era mucho daño a los bueyes y vacas de arada, que se man-dase
que no andouiesen en los dichos manchones ...
Esta petición de Anchieta no fue aceptada por todos: E no
fue en esto Domingo Rico, que dixo que él lo contradiixe e que
los P Ü S ~ Ü Ss on ~ornüi~ee sq ue ayoru no a y copia de regidores.
Pero, al final, Anchieta ganó su moción: Dixeron que se
manda lo mandado e se pregone".
Otra constancia más nos revela a Anchieta como poseedor de
tierras en arrendamiento y aparece en el cabildo del 27 de no-viembre
de 1531 en donde una comisión formada por los regi-dores
Antón Joven y Francisco de Lugo para dirimir asuntos de
rentas de tierras, se manifiesta en los siguientes términos:
Lugo e Joven dixeron que ellos vieron la tierra de Juan de
Ancheta, que ante tenia Juan Fernandes de la Fuente, que
se le a quitado mucha parte en más de cinco yanegus e
como sobra seys o siete hanegas linde de los vallados del
Obispo, que se le manden dar las dichas seys o siete fane-gas
para que las goxe en el tkrmino de su arrendamiento 23.
No sorprende tampoco contemplar al escribano Anchieta
compareciendo como testigo de un pregón que se da en la placa
Ibíd., pp. 283-284. Cabildo núm. 336.
Ibíd., pp. 333-334. Cabildo núm. 411.
576 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INFORMACIONES EN RELACION CON EL BEATO JOSÉ DE ANCHIETA, S. J. 11
de San MiguelM por el pregonero del Concejo Francisco Díaz,
junto a otros vecinos, por ejemplo, su cuñado Marcos Verde -j,
uno de los primeros alcaldes del lugar de Santa Cruz.
Todavía existe un último registro de Juan de Anchieta en
este libro de Acuerdos del Cabildo que reseñamos, pero pertene-ce
al g e o de documentos que se añaden como apéndice al final
del mismo y corresponde a una época, 5 de febrero de 1539, que
se aleja no sólo de las otras constancias que acabamos de co-mentar,
sino también de nuestro foco de atención por abundar
en ella, como es sabido, todo tipo de informaciones acerca del
padre de nuestro Beato. Se trata de la renuncia a la escribanía
mayor del Concejo de la isla de Tenerife del tanto tiempo escri-bano
mayor, Antón ae Vaiiejo, en favor de Juan López de Asoca,
estando presentes por testigos Anton Joven, regidor, y el Licen-ciado
Francisco de Alcola, jurado, e Juan de Ancheta, escrivano
público, vecinos de la dicha ysla.. .
Partida de bautismo de kchieta
M Ibid., p. 298. Cabildo núm. 356.
25 Estaba casado con Catalina Martín, hija de Sebastián de Llarena y
de Ana Martín de Castillejo, abuelos'maternos del Apóstol del Brasil.
m Acuerdos V, pp. 447-448.
Núm. 34 (1988) 577
11. EL BACHILLER JUANGU TIÉRREPZR,E CEPTOR DE GRAMÁTICA
DEL CABILD,V~IC, ARIO QUE BAUTIZÓ AL BEATO ANCHIETA
1. Uno de los documentos más valiosos que existen en la
ciudad natal del Apóstol del Brasil es sin duda su partida de
bautismo, conservada en la actualidad en la parroquia de Santo
Domingo de Guzmán que recogió, como es sabido, los antiguos
libros de bautismo de Ntra. Sra. de los Remedios, segunda de
las dos parroquias que tuvo San Cristóbal de La Laguna a partir
del año 1515.
Precisamente la publicación de este documento por parte de
un pariente del Apóstol, Baltasar de Anohieta Cabrera en su
Compendio de la Vida del Apóstol del Brasilz7 en Jerez de la
Frontera y en el año 1677, sirvió para deshacer definitivamente
los incipientes intentos de hacerlo portugués que se desprendían
de la Vida do Venéravel Padre José de Anchieta del cronista de
la Compañía de Jesús en Brasil, padre Simón de Vasconcelos,
publicada, cinco años antes, en Lisboa (1672). Vasconcelos des-pués
de establecer la cuna de nuestro Apóstol en Tenerife «urna
das bem afortunadas)) añade " que ((nao faltarn, contudo, conjec-turas,
que foi este va60 portugues e natural de perto de Coim-bra
». ((Tudo podía ser» -sigue diciendo-, (mascido ele em Por-tugal,
e de pais e casa biscainha)).
al El título completo es COMPENDIO /de la vida de el Apostol / de
el Brasil Nuevo Thavmaturgo, / y grande obrador / de maravillas /
V. P. JOSEPH / DE ANCHIETA, / de la Compañia de Jesus, / natural de
*7nu uP.rhwrAunu.4u wAca, '7.-u rTnnrnywlf<lrrnu , "0i.nr 7n T e l n 1 AD ' P om~ 1 Y f om mn AD I n c AD / P n m n h n "u rurw , ir" * "ir", "," "ir- ir" -u -r --.v-n "W.
Pdnese a el fin de el una delineacion de los Ascendientes, y descen- /
dientes de su linage en dicha Isla, que prueva su antigua / patria, contra
una nueva, y Lusitanica / conjetura. / Dalo a la estampa / Don Baltasar
de Anchieta, / Cabrera, y Samartin su sobrino. / Y lo dirige / al Capitán
de corazas D. Alonso / de Nava y Alvarado del Orden de Calatrava, /
y Zfcrques de ? r i l ! d~e! ~Prv~Ue~. / ~E%~ X erez Ve IGI P rmt e r ~ ,p ?;*& m
Antonio Taracona. Año 1677. El autor de la obra no puede ser Baltasar
de Anchieta, niño de quince años por entonces, sino probablemente su
hermano el jesuita Luis de Anchieta (cf., para más detalles, CIORANESCU:
Art. cit., p. 50).
2s Pp. 10-11 de la ed. de la Vida do Venerável Padre José de Anchieta,
Imprenta Nacional, Río de Janeiro, 1943.
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INFORMACIONES EN RELACI~N CON EL BEATO JOSÉ DE ANCHIETA, S. J. 13
Este registro sacramental ha sido, por lo demás, publicado
en muchísimas ocasiones, aunque no siempre bien transcrito ".
El precioso texto, que se distingue, como se ve, por su extremada
concisión 30, es el siguiente:
Jusepe.hijo de Joan de Ancheta y de su muger fue bauti-sudo
en VII del mes de abril por Joan Gutierres, vicario.
fueron sus padrinos Doménigo Riso y don Alonso.
El autor del asiento fue el cura de la iglesia de Los Reme-dios
Alonso Guti6rrez de Luna. Al margen, en la parte superior y
debajo, se añadió otro texto de letra antigua, que algunoss1
creen obra de nuestro historiador y cronista Juan Núñez de la
Pefia:
Joseph / Ancheta. Fue de la Compañia de Jesús, y se tiene
por santo, y se venera por tal en la Provincia del Brasil, en
donde fue y es llamado el Apóstol.
2. Personajes del máximo rango en La Laguna de entonces
fueron los dos padrinos que figuran en su acta bautismal: de
un lado el mercader genovés, afincado en Tenerife entre sus pri-meros
pobladores, Doménigo Rizo Grimaldi, y de otro, el hijo
del segundo Adelantado, don Alonso Luis Fernández de Lugo que
a su vez será el tercer Adelantado de Canarias y el segundo de
Santa Marta (Colombia).
Ambos padrinos de Anchieta deben ser tan conocidos para
cualquiera que se haya acercado a La Laguna de la primera
mitíid del siglo XTI que no necesitan m& comentarios 32.
29 En lugar de Joan Gutierres, vicario, suele aparecer erróneamente
Juan Fernández, beneficiado. (Así en la Biobibliografíu.. . de MILLARES,
pagina 248).
30 Frente a &m pm-"tidas de! misim libiü íiiis. i" foi. Xvj.
31 V.gr., SALVADOLÓRP EZ HERRERA((:E nsayo biográfico del padre An-chieta
y Anchieta fundador de Sáo Paulo)), Revista de Indias (Madrid), 14
(1954, p. 94, nota 3 a pie de página.
Cf. sobre sus padrinos el artículo de ANDRI~SDE LORENZCOÁ CERES:
«Fe de bautismo; fe de naturaleza. José de Anchieta y sus padrinos: Micer
Doménigo y el 111 Adelantado)), en El Ea, 13 y 14 de julio de 1948.
Núm. 34 (1988) 579
En cambio, para completar el conocimiento de las pocas
personas a las que hace referencia este asiento bautismal, fal-taba
por desvelar la personalidad del vicario Juan Gutiérrez que
tuvo la gran misión de cristianizar al que llegará a ser con su
vida un verdadero paradigma de cristiano.
3. Desde el 8 de abril de 1516 quedó incorporado a los ofi-cios
«de república)), es decir, pagado por el erario público, el
preceptor de gramática, en el momento en que el cabildo de ese
día acordó pagar al año al bachiller Fernando de Fraga ocho
doblas castellanas, porque aprender gramática a los hijos de los
vecinos es cosa muy provechosa.. . 33. El bachiller Fraga debió
ocupar el puesto de preceptor de gramAtica del cabildo hasta,
aproximadamente, 1529 ó 1550. Su cese proviic6 qüe el ca,k,i!d~
en sesión del 10 de octubre de 1530 encargara al procurador Juan
de Aguirre que marchaba a la corte que buscara allí un nuevo
preceptor de gramática; el acuerdo se redactó de la siguiente
f onna :
En este cabildo se acordó que Juan de Aguirre que bu a la
Corte trayga vn bachiller de Gramática que sea buen latyno
e poeta e retórico e que sepa hablar griego e buena persona
e de buena crianca e costunbres, el mejor que ser pueda, e
que se Ze darán los diez mill rnrs.%, e si no quisiere por este
prescio prometa hasta quarenta ducados sobre los diez mill
e los trayga por los años que a él paresciere. Firmado: El
Adelantado.. ., ante Vallejo 35.
A pesar de que por los requisitos exigidos no sería fácil en-contrar
una persona que reuniera tan raros méritos, Juan ae
Aguirre debió observar en el bachiller Juan Gutiérrez cualidades
análogas a las buscadas para establecer can él, casi un año des-
-
3 Acuetdoa &i Ciibildo de Tezorife, 111. Cabildo núm. 141.
M No siempre el Cabildo cumplió lo prometido: así, en 1516, SS.MM.
los Reyes ordenaron que se establecieran 10.000 maravedíes, procedentes
de «las penas de cámara)), para pagar el salario al preceptor de gramática.
Tal cantidad se le asignó al bachiller Fraga en el cabildo de 21 c!e febrero
de 1521 (Acuerdos del Cabildo de Tenerije, ZV. Cabildo núm. 207).
35 Acuerdos, V, p. 325. Cabildo núm. 402.
580 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INFORMACIONES EN RELACIÓN CON EL BEATO JOSÉ DE ANCHIETA, S. J. '15
pués de que se le hiciera el encargo, una carta de concierto en
los siguientes términos:
Fecho e sacado este traslado en la cibdad de Avila, estando
en ella la Emperatriz e Reyna y el Consejo de SS.MM. a
14 de setienbre de 1531. Ts. ... Firma y signo de Diego de
al arca.
Sepan cuantos esta carta vieren como yo Juan de Agui-rre,
en nonbre del Concejo de la ysla de Tenerife, por esta
carta digo que yo en nonbre de las dichas mis partes me he
concertado con el bachiller Juan Gutiérrex, clérigo presbi-tero,
vexino de la cibdad de Avila, presente, para que por
tiempo de diex años vayáis a residir en Ea ysla de Tenerife e
lecíys en ella el arte de la Gramática y Poesia e Retórica e
Lógica, todo el dicho tienpo y ensecéys en las dichas artes
a los discipulos que a vos vinieren, e el Concejo vos pagarcí
de salario en cada un año quarenta ducados de oro e de
peso, pagados por los tercios de año, con que un de entrar
en ellos los diex mil1 mrs. que S.M. manda dar al bachiller
de Gramática, u se an de contar desde el día que saliéredes
de Ea dicha cibdad de Avila para yr a la ysla de Tenerife e
llebéys testimonio del dia que saliéredes e asimismo del dia
que llegáredes en el puerto como os enbarcáredes para pr
a la dicha ysla, etc. E yo el bachiller Juan Gutiérrez soy
conforme.. .
No se olvidó el bachiller de traer el testimonio indicado por
Aguirre del día y puerto de embarque para la isla y acudió al
escribano público de Sanlúcar de Barrameda para que se lo
proporcionara:
Andrés Núñex, escrivano público de la villa de San Lúcar
de Barrameda por el Sr. Duque de la cibdad de Medina Si-donia
e mi Sr., dmj fe que en mi presencia e de los testigos
paresció vn onbre que se dixo por su nonbre el bachiller
Juanes e pidió que le diese por testimonio en como él es-
A-. e~ .E.iib uJe ScrL LúCur c.g &&u ea espemizde, .pu-s
saje para yr a la ysla de Tenerife, que es oy sábado 30 de
setienbre de 1531. Ts. ... La qual se dio el 9 de octubre del
dicho año. Signada 37.
se Ibfd., p. 325. " IbZd., PP. 325-326.
Num. 34 (1988)
Por fin se presentó el nuevo preceptor de gramática en la se-sión
del cabildo de 31 de octubre de 1531 con los documentos
que se indican más arriba y pidió a los Sres. capitulares el cum-plimiento
del contrato contraído con Aguirre y algo de dinero
para cubrir los gastos ocasionados por el viaje:
Paresció presente el bachiller Juan Gutierres, clérigo pres-bítero,
e presentó vna escriptura de concierto que pasó en-tre
Juan de Aguirre, regidor, en nonbre del Concejo, y el
dicho Juan Gutierres, e pidió lo cunpliesen como se con-tiene.
El bachiller Juan Gutierres pidió a su Merced y Sres. a
cunpliesen el asiento e concierto susodicho e pidió que E p ~ r q w el ?$%e gastado se Ie prcmea de nlgmos dineros O para en cuenta de su salario. Todos los Sres. dixeron que n lo rescibían por precetor de Gramática conforme a la di-
-
m
O
cha escriptura, e que en adelante touiese su estudio gene- E
E
ral e leyes e las ciencias que es obligado, y quanto a lo 2
E que pedia que le socorriesen se le librasen diex doblas en
menta de su sal~rio.
El poder e obligaciones del bachiller Juan Gutierres - que fue tomado por precetor por los quarenta ducados de 0
m
E oro por diex años, fuele asentado e resgibido oy 31 de otu-bre
de 1531. El sazario de precetor de gramática. Librá- O
E ronsele luego para en cuenta de pago en mí el escrivano n
diex doblas E
a
2
4. Cuando todavía no había transcurrido un año de su Ile- n
n
gada a la isla, el padre Juanes, como también era conocido el
3 preceptor de gramática del cabildo, ya estaba considerado en- O
tre !os tm mejvres ,cr~C?~rceas gr~d~dce: !a ci l~d~ljdl,i to a1
predicador del convento del Espíritu Santo y a fray Jerónimo,
si damos crédito a los miembros del cabildo, que el 10 de mayo
de 1532 acordaron
... nlrn na hnnn .i1v1n en70 /&o l r)vnlrof?fÁl) r, m r n r ~ w ~ n l )non~r =c."= UCI IUWLJW VI"..., "VY" ( VI", p l VY""YV." V y -.$-"JV.""" y-.
los tenporales porque para ello se ofresce nescesidad de
suplicar a N.Sr. cesen las brumas y aguas, bochornos, de
cuya cabsa están en muy grand peligro los panes, e que la
primera procesyón sea a N.Sra. Santa María de Gracia, y
Zbid., p. 324.
582 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTlCOS
INFORMACIONES EN REMCI~N CON EL BEATO JOSÉ DE ANCHIETA, S. J. 17
Aguirre e Las Casas lo platyquen e prouean con el Sr. pro-uisor
y vicario, las quules se ayan de pagar, y que hablen
al pedricador del Espiritu Santo que vaya a pedricar e se
le pague o el Bachiller de Gramática o Fray Gerónimo.. . 39.
Esta rogativa por el cese del temporal se mandó pregonar
en diferentes lugares de La Laguna y el domingo siguiente salió
la procesión desde la iglesia de Santa María de los Remedios,
con la máxima concurrencia de clero regular y secular, de auto-ridades
civiles y de vecinos y moradores, hasta la ermita de
Ntra. Sra. de Gracia, do se dixo misa e ovo pedricación, la qual
misa fue cantada por el P. Alonso Gutierres de Luna y el que
pedricó fue el P. Juanes, precetor de Gramática, . . .
Hay, por úitimo, otro registro en un acta capituiar dei día 24
del mismo mes de mayo en la que comparece para reclamar al
cabildo su salario de preceptor de gramática porque son pasa-dos
dos tercios que no le pagan. Cometyóse -sigue diciendo el
acta 41-, a Las Casas e Aguirre hagan cuenta con él para que se
sepa io que se ¿e deve.
5. No cabe duda, pues, que a partir de los Acuerdos del Ca-bildo
hemos conseguido trazar completamente toda una etapa
biográfica del bachiller Juan Gutiérrez, que comprende su sa-lida
de la ciudad de Avila, su viaje en barco desde Sanlúcar de
Barrameda y sus primeros años de estancia en La Laguna. Han
sido las propias actas capitulares las que nos han proporciona-do
la posibilidad de romper ese secular silencio en el que se le
había tenido hasta ahora.
Pero en los datos biográficos presentados, aun siendo im-portantes,
no hemos descubierto el que pudiera considerarse
fundamental para identificar al padre Juanes, preceptor de gra-
39 Ibid., PP. 355-356. Cabildo riúm. 443.
40 El cura de la iglesia de Los Remedios que sentó en el libro el
registro del bautismo del Apóstol del Brasil, cuya letra, por el solo hecho
de ese asiento, ha adquirido tanta importancia. También se cita como
testigo de un pregdn en la placa de N. Sra. Santa María de los Remedios.
Ts ... Alonso Gutierres de Luna, cura de la dicha yglesia ..., en el cabildo
del 29 de septiembre de 1532 (cf. ibid., pp. 377-378. Cabildo núm. 477).
41 Ibid., p. 357. Cabildo núm. 445.
Núm. 34 (1988) 583
mática del cabildo, con el Juan Gutiérrez, ministro del bautismo
del beato Anchieta; y es que, volviendo a su registro sacramen-tal,
quien lo bautizó ostentaba, el 7 de abril de 1534, el cargo
de vicario eclesiástico de Tenerife.
Este dato sería de la mayor significación no s61o para nues-tro
propósito, sino también para el propio engrandecimiento de
la figura de Juan Gutiérrez, puesto que el vicario era, efectiva-mente,
la máxima autoridad eclesiástica en una isla donde, como
es suficientemente sabido, no había obispo.
Precisamente en el mismo libro de Acuerdos que venimos
comentando y dentro del ((apéndice de documentos)) que ocupan a
sus últimas páginas, entre las peticiones del cabildo a su ma- N
jestad, de fecha 23 de noviembre de 1527, se incluye una que E
O afecta a dicho cargo eclesiástico; dice así: n--
-"m
E
Suplican a V.M. mande y encargue al Reverendisimo yn SE Christo Padre Obispo de Canaria que tenga en esta ysla un E
vicario de ciencia e conciencia porque por defeto de la tal
persona se un seguido e cada dia tenemos mucñas rebuei-tus,
especialmente contra la justicia real y la eclesiástica, e O- no basta ninguna justificación ni manera de concordia sino m
E
que quieren yntentar cosas contra derecho y leyes d'estos O
Reynos e todas con fatygas y molestias de escomuniones e
entredichos haxe lo que los dichos vicarios yntentan pren- n
E cipalmente a falta de no ser letrados y huyr que se vean -
a
pcr justicia las tales diferencias ni en los procesos que as2 n es corrutamente haxen quieren tomar acesor, puesto que n
n
en la dicha ysla ay copia de letrados. Al margen: Diose una
cédula para el Obispo y respondió que ya tiene proveydo O
un vicario, en persona tal que S.M. será bien servido ... ".
De tales quejas podríamos deducir con facilidad que un clé-rigo
con las características del bachiller Juan Gutiérrez sería
bien visto por los peticionarios tinerfeños como uno de los más
idóneos para ocupar el problemático cargo de vicario.
6. En efecto, ese documento con la información que estába-mos
echando en falta existe y, como no podía ser menos, se en-cuentra
en las actas capitulares que reseñamos.
Ibid., p. 425. Apéndice núm. 12.
584 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
El padre Juanes, preceptor de gramática del cabildo, era al
final del año 1532 el vicario de la isla de Tenerife, cuando ape-nas
había cumplido, de los diez años de su contrato, el primero
de su estancia en ella.
Es más, ahora sabemos que continuaba siendo vicario en
abril de 1534 cuando el escribano real, Juan de Anchieta, le in-vitó
a bautizar a su primer hijo varón, con lo que curiosamente
el asiento sacramental del Apóstol del Brasil se convierte en una
de las constancias más trascendentales de su biografía.
El cabildo donde aparece ocurre dos días antes de la festivi-dad
de la Inmaculada Concepción, el 6 de diciembre de 1532, y
en él se da cuenta de la creación de la cofradía de Ntra. Sra. de la
Concepción:
Bernaldino de las Cuevas, Francisco de Albornos, Francisco
Hernandes Hermoso, que aqui firmamos y en nonbre de los
otros vecinos e perrochianos de N. Sra. de la Concesión,
haxemos saber como Juan de Villareal, vecino, queriendo
seruir a N. Sra. de la Con@icidn iruso unas bulas conqe-didas
por los Santos Padres, para que en la qibdad dc Toledo
prencipalmente y en todas las cibdades, villas e lugares de
los reynos huviese y se constituyese vna cofradía que tuviese
el nonbre de N. Sra. de la Concesion..
... El Lcdo. usando de la comisión dixo que las dichas
prouisiones e bulas fuesen lleuadas al bachiller Juanes,
vicario d'esta ysla, para que las vea e cunpla, las quales yo
el escrivano lleué e dexé en sus manos *.
Un personaje que era preceptor de gramática del cabildo,
'?no de 10- mejores predicadores y, pnr si fuera pnco, vicario
de la isla, tiene que ser ampliamente conocido en La Laguna
de entonces. Sobre él nos aguarda con toda seguridad una mu-chedumbre
de testimonios e informaciones, cuando se publiquen
algunas otras fuentes documentales que permanecen en los ar-chivo-,
lo- protocolos de 10s e-crih-n_o- de 11 d&ads. dp! 1-30 8
1540, los del propio padre del Apóstol del Brasil, pongo por caso;
o se acometan de una vez las historias de la Iglesia y de la en-señanza
en el siglo XVI de Tenerife, ambas todavía por hacer y
43 Zbid., PP. 389-390. Cabildo núm. 492.
Núm. 34 (1988)
en donde aparecerá como protagonista indiscutible el bachiller
Juan Gutiérrez; o simplemente se sigan publicando los Acuerdos
del Cabildo posteriores a éstos que comentamos.
Tal vez en esos nuevos datos que esperamos, se descubra que
el padre Juanes, aparte de cristianizar al Apóstol del Brasil, fue
también su primer maestro de gramática44, de latín, de poesía,
de retórica.. ., porque sólo con haber tenido tal discípulo, que
daría de manifiesto que el procurador Juan de Aguirre cumplió
a la perfección el encargo de su cabildo, traer un bachiller de
gramática que sea buen latyno e poeta e retórico e que sepa
hablar griego e buena persona e de buena crianca e costunbres,
el mejor que ser pueda, . . . y que el bachiller Juan Gutiérrez supo
responder de la misma forma a los méritos requeridos.
1. Tradicinnsllm-ente se ha teniiic! corno cara natal del Apis-tol
del Brasil la que ocupa el número 10 de la plaza del Ade-lantado,
en donde desde 1897, en recuerdo del tercer centenario
de su muerte, se colocó en una placa de mármol la siguiente ins-cripción
latina: Praeclaro Filio / hac in domo nato / V. P. Jo-seph
de Anchieta S.J. / Apostolo Brasiliensium dicto / tertio obi-tus
seculo / pietatis ergo / Laguna / V. Idus Junias / An. Sal.
MDCCCXCVII.
A ella parece referirse también una serie de documentos
bastante numerosos que nos han proporcionado los estudiosos
nmnk;n+n*rr\e n i + n A ~ c <m óci o r r i h o Aner la l o *\onCiniAm rla kianae rla
~ A A L A I A G L ~ ~ L A V D \IAUCUUWIJ u r a ~a~ rrua, UGIJUG A- p a U~AIIA UAA UG UIGALGU UG
Mencía Díaz de Clavijo del año 1602, hasta el propio Compendio
de la Vida45 de Baltasar de Anchieta, pasando por los dos tes-
El lugar tradicional que figura en las biografías anchietanas de ini-ciación
en las primeras letras es el monasterio de Santo Domingo, cercano
a su casa, y donde efectivamente existían varios lectores de gramática.
Que pudo haber sido el preceptor de gramática del cabildo parece des-prenderse
también de la afirmación del Dr. Rumeu, cuando dice, «José
de Anchieta estudió primeras letras en la escuela de gramática de la
capital, La Laguna)) [cf. «Una carta inédita...)), Hispania, 45 (19851, p. 93.
45 P. 38 (vid. nota 27).
588 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
tamentos 46 del heredero de la misma, don Diego Benítez de An-chieta
y Suaso.
En efecto, nadie ha puesto en duda que esta casa desde un
primer momento perteneció a la familia Anchieta. Donde, en
cambio, ya no hay tanto acuerdo es en que sea ésta la casa natal
del célebre jesuita.
2. La base fundamental de los que niegan el título de «natal»
a la mencionada casa radica también en un acta capitular de 15
de diciembre de 1537 en donde existe la constancia que el cabildo
concedió a Juan de Anchieta un solar en la ciudad para labrar
casa, situado «junto al canal del Consejo)) y, además, reparti-miento
de tierras. Todo ello en respuesta a la Real Cédula de
1536, citacia más arribaG, en ia que ia Emperatriz, esposa dei
emperador Carlos, recomendaba que se le diese ((vecindad)) en
la isla con las gracias inherentes a la misma.
El razonamiento parece claro: si en esta fecha recibe Juan
de Anchieta un solar para construir su casa, resulta imposible
que su hijo José, nacido tres años antes, haya podido nacer
en ella.
3. La equivocación de nuestros investigadores consistió en
confundir e identificar el solar que se concede al padre del Após-tol
del Brasil en el cabildo referido anteriormente con el lugar
donde está emplazada la casa de la plaza del Adelantado.
Un documento de compra, descubierto por Pedro Tarquis 48
en los protocolos del escribano Hernán González, que ocupaba
por entonces el oficio que había sido del escribano mayor del
Concejo Antón de Va l l e j ~r~ev~e,l aba que, antes de esta conce-sión
del cabildo, Juan de Anahieta había comprado una casa el
46 Cf. CIORANESCAUrt:. cit., pp. 40-41. Testamentos de 1622 ante Jer&
nimo Bosa, uno, y de 1628 ante Pablo Guili6n del Castilio, el otro.
47 Cf. nota 4.
48 ::_Te& & A d n n h i a t n . la nono AnnAa nnniK o..- r r i + r n t r i n -i-CnA-li. * u * u i i r u v u . rcu u- u v i i u ~r i - A u J ouu A G i > A a w J o yui tauuas,
RHC, 28 (19621, PP. 39-51.
49 Aparte de escribano del Concejo, Antón de Vallejo era escribano
público del número de Tenerife hasta 1530 en que renuncia en el escribano.
de SS.MM. Hernh González (cf. ((Ap6nciice documental núm. 138, p. 428
y SS., e igualmente el estudio sobre los escribanos de la Dra. Manuela
Marrero, pp. 19-31, ambos en Acuerdos, V).
Núm. 34 (1988)
38
22 de marzo de 1536, cuyos límites parecen coincidir con los que
se señalan en los documentos mencionados y corresponden a
los de la casa actual de la plaza de San NLiguel o del Adelantado.
La escritura resumida 50 dice así:
Antón Fonte, v de Tenerife, en nombre de Gaspar Mateo,
mercader catalán, v" de la ciudad de Barcelona, según car-ta
de poder, vende a Juan de Ancheta, vO de Tenerife, pre-sente,
unas casas que el dicho su parte tiene en esta ciu-dad
de San Cristóbal, en la plaza de San Miguel de los
Angeles, lindando con casas de Pedro de Vergara, regidor
y u" que fue de la Isla, difunto, que ahora son del Lcdo.
Francisco de Alxola y Francisca de Lugo, su mujer, sus
herederos, con la calle que va al monasterio de Santo Do-mingo
de esta ciudad, por delante de la plaxa de San Mi-guel
y por detrás, por las espaldas, con las casas de los
herederos de Jerónimo de Valdés. Vende la casa con sus
corrales, huerta y con todas sus entradas y salidas, por
precio de 107 doblas de oro castellanas, cada, dobla vale
500 mrs. de moneda de Canaria, que declara haber recibido.
Ts. Lcdo. Francisco de Alxola, Jaime de Santa Fe y Fran-cisco
Márques, vs. y ests.
Firmado: Antón Fonte. Paso ante mi, Hernán Gonxálex.
Pero, según se ve, coa esta nueva información tampoco se re-suelve
la cuestión de la casa natal del beato Anchieta, que nació
todavía dos años antes de la mencionada compra. El propio Tar-quis,
en un intento de solución, presenta la hipótesis de que
la familia Anchieta, meses antes de nacer su hijo José, alqui-laría
primero la casa que más tarde compraría. Los indicios
en los se basa son, eIltre otros, la coiistarlcia en dLICU-mento
de compra, según hemos visto, de que su propietario
Gaspar Mateo se encontraba fuera de la isla y el hecho de que
el registro sacramental de nuestro Apóstol pertenezca a los
libros de bautismo de la parroquia de Los Remedios cuya ju-risdicción
a iianiada a7Dajojdj e ¿a Lawa
donde se incluye la plaza del Adelantado.
AHFTfe (Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife),
Protocolos del escribano Hernán González, fol. 433v. Debo la transcripción
de esta escritura a la Dra. Manuela Manero.
588 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
INFORMACIONES EN RELACIÓN CON EL BEATO JOSÉ DE ANCHIETA, S. J. 23
Así se conseguiría salvar la posibilidad de que el beato An-chieta
pudiera haber nacido en la casa que siempre se ha con-siderado
de su nacimiento.
4. Pero esta hipótesis de Tarquis se viene abajo con el
nuevo testimonio que ofrecemos, procedente también de los
Acuerdos del Cabildo que venimos comentando. En el acta ca-pitular
de 23 de enero de 1531, presidiendo en su casa el propio
Adelantado, ante el tantas veces nombrado escribano Vallejo,
se requiere la presencia de un maestro de empedrar calles:
Fue mandado venir al cabildo a Antonio de Rodas, máestro
de enpedrar, con el qual se tomó concierto que enpedre
desde la esquina de la puerta de Jaan _Pnrth.n h.a& ade-lante
del espita1 de Sr. Sant Sebastián, que es en el esquina
postrera, I/ que esta calle que la enpiedre y él ponga las
manos de maestro y peones que caben la tierra y en el
Cabildo por esto le dé treynta mrs. por cada tapia, que se
entiende cada tapia ocho palmos de vara de cumplido ...
e q w dl pnngn t ~ IQd QE~ e s ? f ~ e ~ e sst e~~l,m IG pie&-c,
que an de poner los vecinos, e que dende fuera menester
para que esté a nivel quitar e poner tierra, que los vecinos
la quiten o traygan, cada m o en su pertenencia. Antonio
de Rodas se obligó a enpedrar la dicha calle, bien hecha a
vista de maestros, . ..
Más adelante, en la misma acta, se recoge el siguiente
asiento:
Dixeron que se pregone luego que todos los vecinos de la
dichn cnlle q w se mu~due. n p e dm~te zgú! pie&-= cgzrejcdc
para el primer día de hebrero e den aparejo de tierra e
quiten la que sobrase e que cada uno dé aparejo de la dicha
manera, so pena que el que no diere el aparejo pagará de
vasío al maestro e peones e que le sacarán las prendas para
ello e que se venderán en el primer pregón e asimismo ha-
.rn'.n ++-no+-7 n ml a r h n n ami n f i o l n n 7 nnli'n r n u n nmi r r -mi - 7- --i^I:-
r vvrv ur u u r urri p r o w r w u uílr bUOu.4 U(. I I Ú U O pf GJQIU YUG LLL YUULG-ren
aver.
A continuación el acta refleja los lugares donde se dieron los
pregones con ciertas lagunas en el texto por encontrarse bastan-te
estropeado el manuscrito original:
Núm. 34 (1988) 589
Se dio otro pregón ... de la casa de Juan Pacho ... Ts ....
Guiraldo de la Chavega, . . . Diego Donis, vecinos.
. . . en la calle de San Francisco ... Ts. ...
Se dio otro pregón desde la esquina de Juan Pacho en
adelante hasta el espital de San Sebastián.
Salidos del cabildo se pregonó que todos los vecinos
proveyesen de piedra y tierra en sus pertenencias por Pran-cisco
Dias, pregonero, en la placa de Sant Miguel de los
Angeles. Ts. Diego Sanches, etc ...
Después d'esto en el dicho dia, al canto de la calle de
Juan Pacho, se dio otro pregón en lo tocante al enpedrado
de lo que los vecinos avían de cunplir. Ts. El Dr. Ycar-do,
etc. ..
E después d'esto en dicho día se dio otro pregón a la
puerta de la casa de Goncalo de Córdoua. Ts. Juan de Vi-llareal,
etc.. .
El último de los pregones señalados ofrece el testimonio que
anunciábamos:
En el dicho dia se dio otro tal pregón en la dicha calle,
junto a la casa de Juan de Anchieta. Ts. Juan Ortys, Manuel
Pestana, Andrés Dias, Christóual Nuñes e otros 51.
5. Será propio de los especialistas del siglo XVI de San Cris-tóbal
de La Laguna determinar con exactitud a qué calle se hace
referencia cuando se habla de «la calle de Juan Pacho)). Por los
limites ((desde la esquina de Juan Paoho en adelante hasta el
espital de San Sebastiánn que, según se ve, se repite dos veces
en el referido cabildo, cabría pensar que se trata de parte de la
calle que hoy día lleva el nombre del célebre poeta lagunero
Antonio de Viana y que se conocía anteriormente con el de «calle
del Pino)), dando por cierto que la casa de Juan PaohoS2 hacía
51 Acuerdos, V, pp. 279-282. Cabildo núm. 333.
Así aparece desde 1514 en la primera relación de vecinos de La
Laguna [vid. FRANCISMCOAR ENFOV ENTE(S(R: epartimientod e vecinos de La
Laguna en 1514», AEA (Anuario de Estudios Atlánticos), 24 (1978), p. 3931.
590 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
esquina con la calle Real, llamada ,también de ((10s mercaderes)),
del «Sancto Spíritus)) y con el nombre actual de <(,SanA 'gustínv.
Acerca de Juan Pacho hay abundantes citas en todas las
fuentes documentales habituales, protocolos de escribanos y las
mismas actas capitulares. Partiendo de ellas resulta ser uno de
los mercaderes más conocidos en La Laguna de la primera mitad
del siglo XVI. Incluso en su casa, que debía ser una de las pocas
posadas con las que contaba La Laguna de entonces, se llegó a
celebrar un cabildo, porque allí se hospedaba el licenciado
Bartolomé Xuárez, juez de residencia del primer Adelantado:
12 de junio de 1525, en la posada del Lcdo. Suares, que
es en casa & jw2:n Yacho, mercader; enirürün en cuiriidü
el Lcdo., Valdés, Castellano ... ante V a l l e j ~ ~ ~ .
Nada tiene de extraño, pues, que la calle de La Laguna don-de
con toda seguridad nació nuestro Apóstol fuera conocida por
e! n,vmbrv de «Juan R&m:, el yersemje E& impnrtante y m-nocido
entonces en aquella calle, y que, más tarde, una vez de-saparecido
tal personaje o su influencia, se haya cambiado por
otro diferente. Es suficientemente sabido ", en efecto, que en
La Laguna de entonces la mayoría de sus calles se nombraban
por el nombre de algunos de sus vecinos más famosos.
En esta casa de la calle de Juan Pacho nacerían los tres pri-meros
hijos del matrimonio Anchieta, sus hijas Teresa y Ana
y nuestro Beato. En cambio, el cuarto hijo, homónimo a su
padre, ya debió nacer en la casa de la plaza de San Miguel,
s.,. . *-.....;+....~ ~ u y ca a u s b u ~ aAu *c b#.Av-r-nirli p r a L11rrcmiunurai .p....,l."G....+a.-.rcl~l ibauu, .my a ym..u.. c am..u upna.li+u:au.a-.
de bautismo ", que se encuentra en el mismo libro y parroquia
Acuerdos, V, p. 60. Cabildo núm. 7. El juez de residencia del primer
Adelantado lleg6 pocos días después de su muerte y tomó la vara de la
justicia desde ei 26 de mayo de i525 hasta ei 25 de enero de i526, que se
le entregó al segundo Adelantado don Pedro Fernández de Lugo.
54 Cf., por ejemplo, LEOPOLDDEO LA ROSAe n la «Introducción» al ar-ticulo
de FRANCISMCAOR ENOFU ENTES(:( Tazmía de la isla de Tenerife
en 1552», AEA, 25 (19791, pp. 418-419.
55 Lib. 1: de bautismos, fol. 46v (cf. A. MILLARES«: Testamento...»,
ya cit., p. 352).
de la de su hermano José, lleva fecha de 30 de abril de 1536, un
mes después de la comentada compra.
Con lo dicho no se ha pretendido, ni mucho menos, restar
méritos a la casa que se considera desde siempre ((natal)) del
Apóstol del Brasil, estando seguros, conforme se ha indicado,
que vivió en ese lugar doce años de los catorce que pasó en su
ciudad natal de San Cristóbal de La Laguna. La casa donde
nació, la de la calle de Juan Pacho, no sobreviviría al propio
siglo XVI: se destruiría, como tantas otras, probablemente a fi-nales
del mismo.
ANUARIO 1)E ESTUDIOS ATLANTICOS